LA TERAPIA DE EXPOSICIÓN A LA SAL
Los habitantes del Himalaya comprobaron que en las cuevas de sal se
experimentaba una paz saludable, un fenómeno convertido hoy en terapia
Los solariums son
habitaciones construidas con bloques de sal que reproducen el microclima
existente en las cuevas de sal del Himalaya. Prestigiosos terapeutas
bioenergéticos aseguran que los solariums
inciden positivamente sobre nuestra salud física y mental. En su interior nos
invade una enorme sensación de bienestar. Svante August Arrhenius, premio Nobel
de Química, descubrió que las moléculas del aire contienen pequeñas cargas
eléctricas, que son positivas y negativas. Estas moléculas son los iones y,
dependiendo de su carga, actúan positiva o negativamente sobre el ser humano.
La sal, debido a la composición de sus cristales –sodio,
cloro, yodo y oligoelementos-, es una fuente de iones negativos. Y está
demostrado científicamente que los iones negativos duplican el efecto de la
reserpina, tranquilizante natural del cerebro.
ARMONÍA NATURAL
Un ambiente cargado de iones negativos despeja la mente,
facilita la relajación, regula la tensión arterial, rejuvenece e, incluso,
estimula la actividad sexual. Entre los elementos que contribuyen a cargar
negativamente los iones están las plantas, el agua en movimiento y la sal. Por
ello nos sentimos bien en el bosque, la montaña, cerca del mar o un río,
después de la lluvia o en una cueva de sal.
Maripi Gadet autora de “Secretos de belleza natural”
(Grijalbo)
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