viernes, 23 de agosto de 2019

"El tiempo es la condición del buen amor que permite a las otras condiciones manifestarse y desarrollarse. Es una condición necesaria del buen amor, porque los amantes se aman en el tiempo y porque cada uno de ellos llega al encuentro del otro proveniente de historias distintas, de trayectorias y búsquedas diferentes. Historias, trayectorias y búsquedas existen en el tiempo, son inconcebibles sin él. Como también lo son las personas, como los que aman y son amados. El tiempo es la condición del buen amor que hace posible sembrar, germinar y cosechar actitudes y sentimientos. Cuando actúa como condición del buen amor, el tiempo nutre y libera, da oxígeno, horizonte y esperanza. El tiempo en el amor tóxico, en el amor que equivoca su nombre y su destino, es una jaula que aprisiona, una mortaja. Cuando los que se aman comparten una relación de buen amor, el tiempo es libertad".

Sergio Sinay, "El buen amor"





viernes, 21 de junio de 2019


Si piensas que el silencio no es una respuesta… aún te falta mucho por aprender.

Es muy común quejarnos y conocer de quejas, que tienen que ver directamente con el silencio como respuesta, generalmente causa un rechazo hacia los demás el no tener una respuesta clara y de alguna manera el silencio suele confundir de una manera impresionante.

Quizás sea esto lo que más molestia causa en las personas, que al tener silencio como respuesta, no podemos descifrar lo que estamos recibiendo, no comprendemos si realmente estamos recibiendo una respuesta, si debemos reaccionar, en muchas oportunidades desata furias, en otras confusión, en otras desesperación, el caso es que desde muchos ángulos, el silencio como respuesta queda descartado.

Ocurre que si no entendemos que el silencio es una respuesta directa, aún nos falta mucho por aprender en la vida. Guardar silencio es una manera de expresión tan atrayente, que en muchas personas remueve sus pasiones más ocultas y las interpretaciones más  descabelladas, pero es evidente que no sabemos aún que palabras poner en ese silencio que recibimos y curiosamente cuando llenamos ese silencio de palabras, nunca es a nuestro favor, para nuestro bienestar, por el contrario, asumimos de alguna manera que todos los pensamientos negativos que hemos tenido, respecto a esa situación, se hacen realidad y el silencio los evidencia.

Guardar silencio es una manera de responder, aunque tenga muchos matices, puede significar sensatez, calma, represión, mentira, desinterés o total atención, el silencio suele detener actos terribles, puede apaciguar ánimos de manera inmediata, puede reflejar madurez y capacidad de escuchar, no siempre tenemos que tener respuestas representadas en acciones verbales, en gestos, gritos y actos desenfrenados, si podemos reaccionar ante una lágrima, la entendemos, nos llega y nos activa, por qué nos cuesta tanto entender el silencio como respuesta?

De manera directa, podemos pensar que tiene que ver con nuestras interpretaciones, nos agobia el silencio porque ello significa que la respuesta la pondremos nosotros, según nuestros pensamientos e interpretaciones, cada palabra no dicha quedará a nuestra imaginación, esto se debe a la creciente e inagotable necesidad de siempre generar una reacción en los demás, de que sea una comunicación de toma y dame, cuando las mejores charlas parten del silencio, de las miradas, de las sensaciones, de esos espacios donde podemos decir lo que pensamos y dejar que el silencio actúe, sin interpretaciones, especialmente cuando ellas van orientadas hacia el sufrimiento.

Aprender a recibir el silencio como respuesta, no solo te ayudará enormemente a calmar tus reacciones y enfocarte en tus acciones, a dar paso a la serenidad, a dejar esos espacios breves del pensamiento, donde se barre con toda intención y se escucha más allá de lo que se piensa que es, más allá de la interpretación, consiste en escuchar con la mente vacía, es descifrar si esa respuesta es una petición de calma, de espacio, de momento o si simplemente es una mera agonía por dar término a todo aquello que suponemos y que generalmente nos lastima.

Respuestas en la vida, muchas, pues el silencio es una de las más valiosas que quizás aprendamos a recibir y especialmente a dar…
 
 
 

miércoles, 19 de junio de 2019


Hasta que no te vacíes de todo lo que atormenta, no podrás llenarte de todo lo que te hará feliz

Ciertamente no somos un contenedor limitado, en nuestro ser podemos almacenar infinidad de sentimientos, en nuestra mente infinidad de pensamientos, sin embargo, mientras nos dediquemos a albergar lo que nos daña, esto prevalecerá y no nos dejará apreciar aquello que nos hace feliz.

La felicidad depende en gran medida de la conexión que tengamos con nosotros mismos, con ese ser superior que habita en cada uno, que no tiene tanto que ver con nuestro nombre, nuestros logros, nuestros roles, sino con esa parte esencial a la que algunas veces sentimos no tener acceso.

Cuando nos centramos en dolores, rencores, penas, resentimientos, estamos prácticamente cediéndole poder a nuestra mente y estamos quedando más aislados de nuestra esencia… Una vez que decidimos tomar el control desde la consciencia, se nos hace más sencillo dejar ir todo aquello que nos afecta de manera negativa.

Cuando nos limitamos a instalarnos en aquello que nos atormenta, estamos dejando de recibir las bendiciones que nos ofrece cada día la vida, estamos dejando de apreciar las cosas positivas que nos acontecen, dejando de agradecer lo más importante que tenemos, que no es más que nuestro momento presente.

El momento presente no es otro sino nuestra realidad, nada ocurre fuera de él, y por lo general nunca estamos atentos a él. Se nos escapa gracias a nuestra mente danzante y dispersa, que se enfrasca en un pasado de acuerdo a su marco de referencia o hace un vuelo hacia el futuro a través de la imaginación.

Soltar no es sencillo, pero parte de la idea de liberar ese espacio no físico de aquello que nos hiere o simplemente no nos hace bien. Las culpas, los rencores, la falta de perdón, el resentimiento, los apegos, son los que nos mantienen atados, éstas son las principales cosas que debemos aprender a dejar ir, a través del perdón y de la aceptación.

Recordemos lo peor que nos haya ocurrido y el momento histórico de nuestra vida al cual pertenece, ahora pensemos cuánta energía hemos invertido en aquel evento de nuestro pasado, cuántas veces nos hemos permitido sufrir una y otra vez, por lo mismo… Creamos ciclos de pensamientos, de emociones, que nos resulta difícil romper, pero una vez que nos hacemos conscientes de ellos, podemos transformarlos.

No nos hace mejores personas el hecho de sufrir más, nos hace mejores personas crecer y hacernos fuertes, reconocer nuestro valor ante un evento que nos generó sufrimiento, pero si nos anclamos a él y lo revivimos frecuentemente, nos hacemos más débiles e incapaces de abrir nuestro ser a las cosas maravillosas que nos pueden ocurrir. Liberemos espacios, calmemos nuestra mente, agradezcamos hasta lo más pequeño y estaremos preparados para construir un futuro maravilloso sin perdernos de nuestro presente.

 
 

sábado, 1 de junio de 2019

Libro: "La bailarina de Auschwitz", de Edith Eger

"La negación es nuestro escudo. Todavía no sabemos que perpetuamos el daño al negar el pasado, al mantener nuestra conspiración de silencio. Estamos convencidos de que cuanto más encerremos el pasado, más seguros y felices estaremos"

"Cada momento es una elección. Por muy frustrante, aburrida, limitadora, dolorosa u opresora que sea nuestra experiencia, siempre podemos decidir cómo reaccionar"

Fuente: Edith Eger, "La bailarina de Auschwitz"


La negación de nuestro pasado (de nuestro dolor) es nuestro lastre. Solemos decir "el tiempo todo lo cura", pero no es así. Simplemente lo ocultamos bajo capas y capas de olvido, pensando equivocadamente que él mismo se resolverá por el simple hecho de obviarlo.

Los temas no resueltos son oportunidades para crecer como personas conscientes. Hay que llegar a la comprensión completa de los hechos que una vez decidimos ocultar porque así pensábamos que dejábamos de sufrir. En la mayoría de los casos suelen ser situaciones muy sutiles, a edades muy tempranas. Edith Eger lo resume de este modo: "... Soy innecesaria. No soy lo bastante buena, no hay sitio para mí, pienso. Así es como malinterpretamos los hechos en nuestras vidas, como asumimos cosas sin comprobarlas, como nos inventamos una historia que nos explicamos a nosotros mismos, reforzando lo que ya creemos."

La propia Edith, que sobrevivió a Auschwitz, afirma que no hay grados en el dolor entre unas personas y otras, aunque estos puedan parecer de poca relevancia. Todo dolor va minando nuestra vida y salud, relaciones personales y laborales, etc., de una forma u otra. Asumir un hecho o pensamiento doloroso como cierto o que no tiene solución, solo tendrá consecuencias similares, esto es, perpetuarlo y dejar que nos robe la libertad de ser quienes realmente somos y vivir en plenitud.

María Macías





domingo, 12 de mayo de 2019

María Ibáñez y Jesús Jiménez: "Aprende a resolver lo que te hace sufrir"

"Los asuntos "no resueltos" continúan  formando parte de usted, de su vida, aunque los haya archivado en su inconsciente. Son parte de su  mente y, por consiguiente, le afectan, aunque en muchas ocasiones no sea consciente de ello. Le llevan a reaccionar y comportarse de forma perjudicial, le incitan a ver e interpretar el mundo, la vida, las relaciones de una manera incompleta, distorsionada. Y la ignorancia, el sufrimiento y el malestar son las consecuencias.

Lo que realmente dará resultado es que conozca qué es la inseguridad, qué efectos tiene, dónde la siente, por qué surge, cuál es su origen... Todo este proceso de entendimiento conduce, inevitablemente, a solucionar el problema.

Los conflictos hay que resolverlos desde su raíz. Dense un tiempo para entender. Sin prisa, con confianza y afecto hacia ustedes mismos."

Fuente: "Aprende a resolver lo que te hace sufrir", de María Ibáñez y Jesús Jiménez.

Este libro servirá de gran ayuda a aquellos que aún, después de leer muchos libros anteriormente, de acudir a terapias varias, meditar, consultas con gurús y un largo etcétera, andan perdidos y sin encontrar una solución válida y duradera a sus problemas provocados desde el inconsciente. Es fácil entender lo que estos autores proponen en sus páginas. Ahí está el primer paso (y el más difícil) para comprender y resolver de una manera consciente y efectiva lo que el inconsciente mantiene vivo por falta de conocimiento. Este conocimiento nos liberará de unas pautas de comportamiento que creemos son correctas, pero en el fondo sabemos que no lo son. Romper ese círculo vicioso depende sólo de nosotros mismos y no de buscar fuera las soluciones. Nosotros somos el problema y la solución.





jueves, 25 de abril de 2019

Libro: "Nuestra cara oculta. Integración de la sombra y unificación personal" de Enrique Martínez Lozano, psicoterapeuta, sociólogo y teólogo.

Consecuencias de la proyección de la sombra.

La peligrosidad de la sombra no reconocida radica, precisamente, en el hecho de que, al no tenerla en cuenta, se la está dotando de su arma más eficaz ya que -es más que un juego de palabras-, actuará en la sombra, haciendo que quien no la reconoce termine siendo un fanático o un fariseo, por la necesidad, inconsciente, de ocultar su propio lado "negativo" y porque esa negación hará que lo proyecte en otros, de un modo también inconsciente, sin darse cuenta de que lo está haciendo, para después condenarlo y, más tarde, querer eliminarlo.

La sombra, para vivir, tiene que ser necesariamente proyectada en los otros, de modo que todo lo que niego en mí, lo "afirmaré" en ellos. Aquí radica la particular trampa del mecanismo de la proyección: en su inconsciencia (¿quién piensa que está condenando y persiguiendo en los otros un aspecto de sí mismo no aceptado?) y en su radicalismo: cuanto más negado en uno mismo un aspecto determinado de la sombra, más se perseguirá en el otro sobre quien se ha proyectado.

De hecho, aborrecemos en los otros aquello -y sólo aquello- que secretamente aborrecemos en nosotros mismos. Todo lo "negativo" mío no integrado, lo proyectaré y lo condenaré en otros. Si en mí hay, por ejemplo, intenciones no reconocidas ni integradas, las proyectaré en los otros y, en consecuencia, reaccionaré ante ellos con cólera y a la defensiva, haciendo las relaciones absolutamente imposibles. Pues,  si yo proyecto mis defectos en otro, ¿cómo podré aceptarlo o amarlo? Ese otro me crispará con su sola presencia y lo grave es que, mientras no me haga consciente de ese fenómeno, no se me ocurrirá pensar que la causa está en mí, por lo que estaré lidiando con un problema que me parecerá irresoluble. Un deseo negado se convierte en un deseo proyectado, por el hecho de que, al negarlo, no se elimina; no queda más alternativa que achacarlo a los otros.

Aunque suene de forma un tanto contundente creo que puede afirmarse: verdad negada, verdad proyectada. Si yo niego que estoy descontento conmigo, me mostraré, quizás sin darme cuenta -se darán cuenta los otros-, descontento con todos, por lo que el afán de crítica hacia todo o todos no será sino una proyección del descontento hacia mí mismo. O en una dirección inversa: si yo niego que "estoy enfadado con el mundo", terminaré creyendo que "el mundo está enfadado conmigo", cayendo en la pendiente del victimismo y la autocompasión.

Resumiendo: el fenómeno de la proyección, si no se hace consciente, puede enturbiar toda relación, ya que nos impide percibir a la otra persona en quien es; la percibimos, por el contrario, después de haberla investido -en el caso de la sombra "negra"- de aquello que odiamos tanto que nos negamos a reconocerlo en nosotros mismos.

Al proyectar la sombra hacia fuera, "satanizamos" en los demás aquello que en el fondo deberíamos reconocer como nuestro. Puedo decir, por ejemplo, que determinada persona me desequilibra, pero en realidad soy yo, es algo en mí -ese algo no reconocido y proyectado en la otra- lo que me quita la paz. Achacarlo a otro me permite, momentáneamente, no ver mi conflicto interior, pero me sumerge en la mentira sobre mí mismo, al tiempo que en una dinámica victimista hacia mí y condenatoria hacia él.

Tan cierto es esto que, sin ser conscientes de ello, necesitamos "crearnos" enemigos para poder odiar en ellos aspectos nuestros que odiamos. Por tanto, hasta que no nos reconciliemos con el objeto de nuestro odio, la proyección continuará. Y seguiremos repitiendo el mismo libreto, hasta que solucionemos aquel aspecto de nuestra sombra.

Fuente: "Nuestra cara oculta. Integración de la sombra y unificación personal", de Enrique Martínez lozano

Así pues, se hace totalmente y absolutamente necesario que afrontemos nuestra cara oculta, nuestra sombra para poder vivir lo que realmente somos. De lo contrario, dominará nuestra vida impidiendo ser lo que realmente somos.

Es fácil reconocerla en aquello que nos crispa repetidamente en los demás. El reconocimiento de nuestra propia sombra nos libera, indudablemente, de una gran carga emocional y de ese malestar que muchas veces no sabemos de donde viene, volviendo a nuestra esencia primera que siempre hemos sido, pero ocultada por la sombra. El simple hecho de ver que algo anda mal en nosotros, ya nos pone en el camino de querer indagar más y será mucho más fácil "Vivir lo que somos" (otro libro de Enrique Martínez Lozano). Nos encontraremos con nuestro verdadero yo, oculto por capas y capas de sombra que nos alejan de nosotros mismos y, por tanto, de los demás.

Para los que deseen profundizar más en el tema de la sombra personal, recomiendo el libro "Encuentro con la sombra", de Connie Zweig y Jeremiah Abrams.

María Macías



lunes, 22 de abril de 2019

"Tus zonas sagradas", autor Wayne W. Dyer

Observación de su mente

Su mente genera cada día millares de pensamientos. Llegan y se marchan como trenes de una estación: uno entra, otro ocupa su lugar; uno sale, y llega otro. Esto continúa durante todo el día.

Le han hecho creer que estos pensamientos no siempre están bajo su control. Usted suele creer que el proceso del pensamiento continúa y continúa incluso cuando le gustaría que se detuviera. No estoy pidiéndole que detenga sus pensamientos, sino sólo que sepa que tiene la capacidad para ser observador de sus pensamientos. El mero observar el flujo de pensamientos refrenará su mente hasta el punto de detención.

Primero necesita observar sus pensamientos. Luego necesita observarse a sí mismo observando sus pensamientos. Aquí está la puerta al espacio interior donde, libre de todo pensamiento, experimentará el júbilo y la libertad que le transportará hasta su yo espiritual.

El sencillo ejercicio de observar su mente conformando sus pensamientos llegará a hacer que los pensamientos no deseados, innecesarios, erróneos se disuelvan. Al desarrollar la condición de espectador, aprenderá a acallar su mente, hacer inventario, y descartar o redirigir los pensamientos que generan reacciones derrotistas o egocéntricas. En este simple proceso, también llegará a conocer su yo espiritual.

Fuente: "Tus zonas sagradas", autor Wayne W. Dyer



sábado, 6 de abril de 2019

CAMBIAR YO PARA QUE CAMBIE EL MUNDO

El sufí Bayacid dice acerca de sí mismo:

-De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: "Señor, dame fuerzas para cambiar el Mundo." A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que  me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: "Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo, aunque solo sea mi familia y mis amigos; con eso me doy por satisfecho." Ahora que soy viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que he sido. Mi única oración es la siguiente: "Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo." Si yo hubiera orado de este modo desde el principio no habría malgastado mi vida."

Autor desconocido

Cambia tú y tu entorno cambiará contigo. Nada cambiará si nosotros no lo hacemos. Es más fácil cuando nos  paramos y tomamos consciencia de nuestros programas inconscientes que se nutren por diversas vías. Hacer siempre lo mismo nos lleva irremediablemente e irrevocablemente al mismo resultado una y otra vez. Y lo peor de todo, si no tomamos consciencia de ello, las situaciones vividas por una creencia errónea,  serán cada vez más dolorosas.

Así que, tomando el ejemplo de Viktor Frankl, siquiatra superviviente durante varios años de un campo de concentración nazi, nos podemos encontrar ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos. De lo contrario, seremos autómatas supervivientes de una vida insulsa carente del pleno significado al que damos la espalda.

María Macías




martes, 2 de abril de 2019

"Encuentra el hogar para tu niño interior", de Stefanie Stahl

Tú eres quien construye tu propia realidad

Si quieres salir del cerco que te impone la programación mental que has heredado de tu infancia y ser más feliz, tendrás que reconocer este hecho: eres tú quien construye tu propia realidad, con la ayuda de tu niño de las sombras y sus dogmas. Es decir, que tus problemas (salvo los golpes de infortunio que nos depara el destino) son resultado de la percepción subjetiva que tienes de ti y del entorno que te rodea. Lo único que tienes que entender es que tienes libertad para dar forma a tu propia percepción, tus pensamientos y sentimientos.

El motivo por el cual estos programas heredados de la infancia nos afectan a un nivel tan profundo y actúan como unas gafas que tiñen cualquier perspectiva subjetiva se debe a que el cerebro aprende por condicionamiento: cuanto más a menudo mentalicemos un pensamiento, ejecutemos una acción o sintamos una emoción, más verdadero y real parecerá, más profundamente se incrustará y condicionará las conexiones neuronales de estímulo-reacción del cerebro, de nuestra consciencia.

Una vez más: tú eres quien construye tu realidad, con tus propias herramientas, y este proceso es automático e inconsciente durante mucho tiempo hasta que por fin te das cuenta. Cuando te percatas, tienes la posibilidad de modificar la realidad y con ella, los pensamientos, los sentimientos y tus maneras de actuar.

Fuente: "Encuentra el hogar para tu niño interior", Stefanie Stahl



domingo, 31 de marzo de 2019

La ley del espejo

La realidad de lo que sucede en nuestra vida no es más que un espejo que refleja nuestro interior. La ley del espejo refleja fielmente lo que hay en nuestro corazón.

Por ejemplo, si en nuestro interior solo hay descontento, éste se proyectará en nuestra vida y veremos pasar  cosas que incrementarán el malestar.

En cambio, si estamos agradecidos al mundo, también proyectaremos esa gratitud y pasarán cosas por las que estar agradecidos, que llenarán nuestra vida de este sentimiento.

En la vida, pues, recibimos sentimientos que tienen la misma longitud de onda que los que nosotros enviamos. En este sentido, la vida es un espejo que refleja nuestro estado interior.

Fuente: "La ley del espejo" - Yoshinori Noguchi


La Ley del Espejo | Tu herramienta de Crecimiento Personal | Autoconocim...


jueves, 28 de marzo de 2019

domingo, 3 de marzo de 2019

"El soñador del sueño"


Extraído del libro de Enric Corbera "EL soñador del sueño"

"En el Universo todo lo que ocurre está en coherencia con la forma de pensar y sentir que cada uno elige experimentar. El problema es que no se es consciente de ello; se trata de una elección totalmente inconsciente, gobernada por las creencias".

https://youtu.be/J1D-7cuC28E






domingo, 24 de febrero de 2019

Autor: Tomás Navarro, de su libro "wabi sabi"

"La torre de Susumo cayó al río. La última pieza que dispuso provocó que se desequilibrara toda la torre, que cayó al agua.

-Susumo, no intentes repetir la misma torre. No tiene sentido por dos motivos. El primero es que se ha caído, sea por un golpe de aire, por un movimiento brusco tuyo o porque no guardaba un buen equilibrio. Sea como fuere, no vuelvas a repetir el mismo error, ya que te volverá a pasar exactamente lo mismo.

Nos empeñamos en intentar lo mismo una y otra vez y acabamos teniendo el mismo resultado. La vida es cambio, si se cayó la torre es porque no tenía que ser así, quizás debería ser de otro modo, quizás con otra forma o con otras piedras, Pero, fíjate, te ha dado la oportunidad de empezar de nuevo, así que no repitas la misma estrategia. Algo ha de cambiar.

El segundo de los motivos puede resumirse con una pregunta: ¿por qué vas a esforzarte en conseguir algo parecido a lo que ya hiciste cuando puedes hacer algo diferente, igual o más bello? ¿Por qué quieres repetir? Experimenta de nuevo, observa, aprende, pero no vuelvas a caer en el mismo error. Si vuelves a errar que sea por otro error, pero no por repetir el mismo.

Todo cambia, querido Susumo, podemos resistirnos a este cambio y perder la perspectiva, o adaptarnos y fluir con el camino."

Extracto del libro "wabi sabi". Por Tomás Navarro.



martes, 19 de febrero de 2019

"Morir para SER YO" de Anita Moorjani

"Desde mi perspectiva, las ideas que uno sostiene férreamente van, de hecho, en contra de uno mismo. Por una parte, tener creencias concretas limita las experiencias que tengo en la vida, ya que las creencias me mantienen encapsulada dentro de lo que ya sé, a la vez que mi conocimiento queda limitado en este mundo a lo que puedo percibir a través de mis sentidos físicos. Por otra parte, sin embargo, el hecho de sentirme cómoda en medio de la incertidumbre me abre la puerta a todas las posibilidades, ya que la ambigüedad está completamente abierta a infinidad de posibilidades potenciales.

La necesidad de certidumbre aprisiona y limita mi potencial de abrirme a lo inesperado, mientras que aceptar que "no sé" o permitirme un expectante "Vamos a ver qué pasa" permite que mi yo expandido aporte respuestas y soluciones que a menudo surgen de increíbles coincidencias y de sincronicidades asombrosas. Lo cierto es que cuando más poderosa me siento es cuando me permito adentrarme en la incertidumbre y la ambigüedad. El hecho de soltar todas mis creencias, dudas, dogmas y doctrinas previas pone al universo infinito a mi disposición, y entonces todo conspira para proporcionarme el mejor resultado posible para mi vida. Es en ese espacio donde recibo la máxima claridad interior. Ahí es donde ocurre la magia.

Soltar todos los apegos previos es un abrazo a la libertad, y evidencia que confío en mi propia divinidad y magnificencia. Es también una forma de sanación. Cuando libero la necesidad de curarme físicamente, la vida se vuelve más libre, plena y placentera."

"Morir para ser yo", un libro imprescindible de Anita Moorjani

En nuestras manos está hacer uso de este poder que siempre hemos tenido. Pararnos de vez en cuando y entrar en nuestro interior es una estrategia muy buena para ser lo que realmente somos, seres infinitos...



domingo, 17 de febrero de 2019

"Ya sabemos que la mente es un comentarista de la realidad, que la toma, la juzga, la parte, y crea "piezas de realidad" que envuelve y etiqueta. Y luego las almacena y combina tratando de completar el puzle.

¿No sería más fácil dejar la realidad como está? Pensar que toda experiencia es un acertijo nos separa de la vida. Y la solución a la sensación de separación no es descifrar la vida, sino aceptarla tal como es.

Quienes dicen haberse liberado insisten en que el despertar no lo produce la mente. Llega cuando se deja la mente a un lado y se vive desde otra parte de nosotros más profunda. "

"Desprográmate. Libérate de tus creencias limitantes"
Gabriel Magma


domingo, 10 de febrero de 2019

Cuanto más te identificas con el pensamiento, con lo que te gusta o disgusta, con tus juicios o interpretaciones, es decir, cuanto menos presente estás como conciencia observante, más fuerte es la carga de energía emocional, seas consciente de ella o no. Si no puedes sentir tus emociones, si estás desconectado de ellas, acabarás sintiéndolas a un nivel puramente físico, como un problema o síntoma físico.

Observar una emoción es básicamente igual que escuchar u observar un pensamiento. La única diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu cabeza, la emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente principalmente en el cuerpo. Puedes dejar que la emoción esté ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción; eres el observador, la presencia que mira.

"El poder del ahora", Eckhart Tolle



sábado, 2 de febrero de 2019

"En el Universo todo lo que ocurre está en coherencia con la forma de pensar y sentir que cada uno elige experimentar. El problema es que no se es consciente de ello; se trata de una elección totalmente inconsciente, gobernada por las creencias".

Enric Corbera, extraído de su  libro "El soñador del sueño"



domingo, 27 de enero de 2019

"Cuanto más buscamos la solución a nuestra infelicidad en el sueño, más nos perdemos en el sueño. Y cuanto más claro tengamos que nada de lo que percibimos nos va a proporcionar lo que buscamos, más fácil nos será tomar distancia del sueño y despertar".

Gabriel Magma, extracto de su libro: "Desprográmate"



Todo es difícil hasta que se logra. Todo da miedo hasta que se conoce. Todo importa poco, hasta que se pierde.