Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
jueves, 27 de septiembre de 2018
domingo, 23 de septiembre de 2018
sábado, 22 de septiembre de 2018
lunes, 17 de septiembre de 2018
viernes, 14 de septiembre de 2018
EL PELIGRO DE QUERER SIN QUERERSE A
UNO MISMO
El curioso
mundo del amor, del querer, del bienestar y de la felicidad en definitiva. ¿Qué
misterios oculta?, ¿qué peligros conlleva? Uno de los riesgos más importantes
será permitirnos querer a otros sin antes haber hecho lo propio con uno mismo.
Una buena
relación de armonía, de conocimiento y de plenitud sentida con uno mismo va a
ser uno de los pilares fundamentales de nuestra relación con los demás. No solo
con una pareja, sino también con todos aquellos que nos rodean en nuestro día a
día.
Si tenemos
dudas o si albergamos conflictos internos y los proyectamos en los demás, es
probable que no seamos capaces de verlos. Esto podría hacernos pensar que lo
que falla son las relaciones sentimentales, cuando en realidad el fallo está en
la relación con nuestro interior.
¿Qué puedo
ofrecer a los otros si en realidad no sé ni lo que tengo dentro?, ¿cómo voy a
permitir que los demás me hagan feliz si ni yo mismo sé lo que quiero? Lo
primero y más importante es crear una buena relación contigo mismo, basada en
la sinceridad y plenitud, para posteriormente incorporarla a las relaciones que
establezcas con los demás.
La idea es
incorporar esta energía positiva a nuestras relaciones con los demás.
Socializando y estableciendo amistades o lazos afectivos voy conociendo partes
de mí que no conocía. Las relaciones sociales me muestran una parte de mí que
reflejo en otros, a modo de espejo y me descubren nuevas conductas o emociones
que proyecto.
Aprender a estar solo
Saber estar
en soledad abre las puertas a la intimidad. Conocernos y saber cuáles son
nuestros gustos, nuestros deseos, nuestros defectos o nuestros fallos nos hace
más reales y también más fuertes.
El objetivo
de este camino será aprender a querer, desde la profundidad y el conocimiento,
y no con los ojos vendados. Quererse a uno mismo, respetarse, darse tiempo y
dejarse sentir serán los pilares básicos de una buena relación con todas las
esferas de mi mente.
Si aprendemos
a estar solos podremos tomar la decisión de establecer una relación sentimental,
porque nos aporta y nos hace crecer; nunca será una necesidad, porque el amor
ya estará dentro de cada uno.
Un buen paso
para aprender a estar solos será diferenciar entre estar solo o sentirme solo.
El sentimiento de sentirse solo puede adquirir una connotación negativa que no
se busca cuando queremos aprender a “estar solos”.
Sentirse
solos es aislamiento, es lejanía con el mundo social, es soledad. Estar solos
es una decisión de cada uno y entraña una continua búsqueda realizada con
placer y entusiasmo dentro de cada uno, pero no conllevará significado de
aislamiento o dolor.
Somos seres completos
Me siento
bien conmigo y te elijo para compartir un camino, un camino con dos personas
completas que se quieren, pero no mitades que necesitan ser completadas por
otro. El amor a los demás será siempre una decisión y no la respuesta a una
necesidad.
Puede ser un
riesgo creer que nos falta algo y querer buscarlo fuera, cuando en realidad lo
que nos falta es escucharnos y entendernos, saber qué queremos y conocernos
bien para saber cómo conseguirlo. No caigamos en la trampa de pensar que el
problema está fuera, miremos dentro de cada uno primero, resolvamos y entonces
sí, miremos hacia fuera.
No quiero que
los demás me completen, quiero que me acepten. Al igual que yo tendré que
aceptar al otro como un ser completo. Vivo una historia completa, con la
persona más importante que me acompaña, la personal.
Los demás no
vendrán a darme lo que me falta, sino a compartir. A través de ellos también
aprovecharé la oportunidad de conocerme, porque el amor y la historia de cada
uno no acaba, sino que seguimos escribiendo capítulos a media que el tiempo
corre.
domingo, 9 de septiembre de 2018
miércoles, 5 de septiembre de 2018
Suscribirse a:
Entradas (Atom)