martes, 18 de julio de 2017


7 MOMENTOS EN LOS QUE ES MEJOR MANTENERSE CALLADO

¿Sientes que has metido la pata por hablar de más? A todos nos ha pasado más de una vez y casi siempre son situaciones en las que caemos sin querer. Puede ser una broma que arruinó un momento especial o un comentario “sin importancia”. Lo cierto es que hay momentos en los que más vale mantenerse callado para evitar problemas innecesarios.

Voy a darte algunos ejemplos de las situaciones en que es mejor escuchar que hablar. Además cuando estás en silencio escuchas lo que los demás dicen. Muchas veces, si quedas fuera de la conversación puedes conocer más a las personas que intervienen en ella, porque puedes observar sus gestos y cómo se expresan. Si te quedas callado seguramente obtendrás más beneficios que disgustos.

Cuando otros están chismorreando

A la gente le gusta el chisme, es así de simple. Puede parecer entretenido y hasta divertido pero no caigas en la trampa de hablar de los demás. La siguiente vez que alguien esté hablando de tus amigos o de alguien a quien conozcas, evita hacer ningún comentario. Solo escucha y aprenderás mucho sobre la persona que habla y sobre la persona de la que hablan.

Si te preguntan tu opinión sobre la persona criticada, lo mejor será quedarse callado o decir algo como “creo que hace lo mejor que puede”. Aunque en el momento te puedes sentir un poco fuera de ambiente, después te sentirás mucho mejor.

Cuando te pregunten sobre tu vida amorosa

“¿Cómo estuvo tu cita de anoche?” o “¿Qué tal es tu pareja en la cama?” son dos preguntas comunes, aunque no las únicas. Usualmente las formulan nuestros amigos y por eso nos parece inocente responder con lujo de detalles. Lo mejor que puedes hacer con esta clase de preguntas es mantener el misterio.

La primer razón es que probablemente a ti no te gustaría que tu pareja ande respondiendo preguntas similares sobre ti. Pero es que además, hablar tan ligeramente de estos temas te hace ver como alguien poco confiable. Si tienes la necesidad de comentar algún problema o de que alguien te escuche, hazlo con tu mejor amigo o tu pareja.

Después de un error muy obvio

Puede darse el caso de que seas acusado erróneamente por algún hecho o actividad relacionado contigo. Evita caer en la tentación de mencionar que la otra persona se equivocó en cada oportunidad. Desde luego que tendrás que defenderte de cualquier acusación, pero no intentes hacer quedar en ridículo a quien se equivocó. Esto te haría parecer pedante y eso es mucho peor.

Cuando eres el experto

Todos somos expertos en algún tema pero ir por la vida gritándolo a los cuatro vientos no es lo mejor. Aunque sientas la necesidad de que los demás reconozcan tus conocimientos, evita mencionarlos en ocasiones donde no tienen nada que ver. Por ejemplo, en un cena con amigos y familiares, enfócate en pasar un momento agradable con ellos. Ya tendrás la oportunidad de hablar de trabajo en la oficina o en una cena con tu jefe.

Si conoces un secreto que podría beneficiarte

Si te encuentras en una situación en la que sabes algo que podría mejorar tu vida, tu economía o cualquier otro aspecto pero afectaría a alguien más, no lo utilices. Es una situación complicada porque sentirás la tentación, sin embargo te mostraría como alguien poco fiable. Aunque no lo creas, los beneficios de callar en este caso pueden ser mayores a los beneficios del momento.

Si no tienes idea del tema

Ya sea entre amigos o en el trabajo, siempre puede darse el caso de que se toque un tema del que no sabes nada. Aunque aceptar que no sabes nada puede darte pena, es mejor decir algo inapropiado o que pueda afectarte de alguna manera.

En discusiones
 
Calla. Escucha. Espera. Este es el momento en que muchas veces dices cosas de las cuáles luego te arrepientes. No es bueno hablar si no estás calmado. Puedes tener una discusión con tu jefe, con tus padres, familia..,pero si luego se transforma en una pelea, mejor mantente callado.

Espera a estar calmado para pensar claramente que es lo que tú quieres explicar. Incluso aunque tengas la razón, espera, porque tu interlocutor no va a entenderte. Al inicio será complicado no hablar, pero solo necesitas un poco de práctica.

 
 

lunes, 10 de julio de 2017


CUANDO NO HAY ACUERDO EN NUESTRO DIÁLOGO INTERIOR

 “Una copa más no es un problema”, “que mal me veo”, “¿cómo podré superar este examen?”, “Estoy cansado de las peticiones constantes de mi pareja”. Todas estas frases que pueden ser dichas en voz alta, también se alojan en el llamado “diálogo interno” o “voz interior”.

En la mayoría de los casos, esa conversación con nosotros mismos no es positiva ni correcta. Esto se debe a que somos nuestros peores saboteadores o dicho de otra manera, somos los más duros con nuestros errores. Ponemos la atención sobre nuestros defectos y no las sobre nuestras virtudes o sobre las acciones que sí tienen un resultado positivo.

Es por esta razón que nuestros diálogos internos están basados en el “no”, el “nunca”, el “imposible”; también en adjetivos (des)calificativos que no nos hacen bien, tales como “feo”, “obesa”, “poco inteligente”, etc.

Con cada frase negativa en nuestra charla, estamos reforzando ese hábito. Se forma así un círculo vicioso, una bola de nieve que no para de crecer. Es cada vez más difícil decirnos algo bonito cuando estamos acostumbrados a recibir quejas, críticas y malos pensamientos.

¿Sabías que una persona puede ser adicta a la negatividad? Existe un gran grupo de seres humanos que hacen de la queja una forma de vida y contagian esa actitud a los demás. Así como podemos ser propensos a caer en las garras del alcohol, las drogas, el cigarrillo o el juego, también es posible que terminemos padeciendo una adicción al diálogo interno perjudicial.

La vocecilla que está alojada en nuestra mente y nos habla contínuamente (algunos indican que es la consciencia, otros que se trata de un ángel o un diablo y están los que creen que es la culpa) no tiene por qué ser mala ni negativa. Todo depende de nosotros.

¿Cómo silenciar a nuestra voz interior?

Esta pregunta es algo errónea o imprecisa porque en realidad no debemos silenciar este diálogo, sino mejorarlo. La idea es entender cómo esta especie de “voz de conciencia” puede ayudar a superarnos, a ser mejores personas, a no claudicar, a tener confianza en lo que hacemos, a no dejarnos amedrentar por los demás, etc.

Un buen punto de partida para que la voz interna no sea perjudicial es manejar los parámetros con los que nos juzgamos. Así, si acabamos de empezar a estudiar un idioma sería absurdo comparar nuestro desempeño con el de una persona nativa igual que si acabamos de empezar a hacer ejercicio no nos podemos comparar con la persona que lleva muchos años haciéndolo.

Parece algo imposible de lograr, pero no es así. Ser conscientes de lo que nos dice el diálogo interno y saber en qué momento detenerlo es vital. Si empiezas a escuchar que las palabras negativas aparecen, haz lo posible para transformar esas energías malas en algo bueno.

Podemos participar de nuestra charla interior

Es posible superar la auto conversación que te limita y no te permite alcanzar el éxito con una “contra respuesta”. Por ejemplo, si al mirarte en el espejo la voz dice: “parece que deberías hacer dieta, estás un poco excedida de peso”, responde (convencida de ello), “estoy feliz con el cuerpo que tengo, no necesito matarme de hambre para ser igual que una modelo de la televisión”.

Cambia la charla interna y toma el control de tu vida y tus pensamientos. Piensa que el interlocutor eres tú mismo y que por algo estás teniendo ese tipo de conversaciones. En el caso del ejemplo anterior ¿Por qué te cuesta aceptar la figura que tienes? ¿Crees que no le gustarás a nadie? ¿Te comparas constantemente con los “modelos impuestos por la sociedad”? Si empiezas a trabajar en cambiar tus pensamientos sobre lo que sientes, será más fácil que el diálogo interior cambie.

Si te aceptas y te quieres tal cuál eres, no le estarás dando lugar a la voz de la consciencia para que hable. Y si lo hace, tendrás las herramientas suficientes como para acallar ese pensamiento que no suma, sino que resta en tu calidad de vida.

Si has de bajar de peso por una cuestión de salud o mismo de estética, es bueno que empieces a hacer algo al respecto, no que te quedes mirándote al espejo y sufriendo por la situación. No pierdas el control de tu vida, sé inteligente y no permitas que los malos pensamientos te tiren abajo tus esperanzas y esfuerzos.

Practica para que la charla negativa no sea importante, sino que se trate de algo banal. ¿Cómo? No desaproveches la oportunidad de decirte cosas lindas o de felicitarte por tus logros. Así, los malos pensamientos no tendrán un lugar en tu mente.

 
 

martes, 4 de julio de 2017

María Massages en Las Playitas, cerca del hotel del mismo nombre / in Las Playitas, close to the same name Hotel. Fuerteventura.

Hablo español/I speak English/Ich spreche Deutsch

Deportistas, muchos de ellos profesionales europeos, confían en mí para tratamientos de masaje deportivo antes y después del entrenamiento. También masaje Tailandés basado en estiramientos. Para concertar cita enviar WhatsApp o llamar al teléfono (+34) 626 211 778.

Athletes, many of them European professionals, trust in me for a good sport massage treatment before and after training. I also offer Thai massage based on stretching. For dates send me a WhatsApp or call this nummber: +34 626 211 778.

Ubicación/Location:
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sábado, 1 de julio de 2017

Jill Bolte Taylor El derrame de iluminación TED 2008




DESPUÉS DE LEER ESTE ARTÍCULO, NO VERÁS A TU MENTE DE LA MISMA FORMA


Son los hechos sorprendentes, los grandes descubrimientos, esos que nos agitan y hacen que en nuestra vida quede dividida entre antes y después, los que tienen la facultad de hacernos crecer. En este artículo os vamos a presentar una historia que tiene todos los ingredientes para que después de escucharla tengas la sensación de que has pasado por uno de esos momentos

Algo así sentí cuando vi la reveladora conferencia de la neuróloga y doctora por la Universidad de Harvard (EEUU) Jill Bolte Taylor. La verdad es que por mucho que trate de haceros un resumen de la Conferencia lo mejor es que la veáis vosotros.

En ella, además de explicarnos algunas cosas acerca del cerebro y de la diferencia entre el hemisferio izquierdo y el derecho con un cerebro real que presenta en el escenario y que despierta la risa de muchos de los asistentes, nos cuenta su increíble experiencia.

Jill decidió estudiar Neuroanatomía porque su hermano sufría esquizofrenia y ella quería saber, entender, qué ocurría entre un cerebro “normal” y un cerebro afectado por enfermedades mentales, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

Quién le iba a decir a ella que un buen día se levantaría con una extraña sensación que resultó ser un ictus cerebral, del que no se recuperaría del todo hasta pasados 8 años y que para ella fue una experiencia increíble. Sí como lo oís.

De una forma amena y sencilla nos explica los síntomas claros que identifican a un ictus. Si os fijáis en su charla, todo lo que nos cuenta de una forma clara que le fue ocurriendo desde que despertó hasta que empezó a hacer sus ejercicios, se metió en la ducha y sintió todo esto: alteración del nivel de conciencia y confusión repentina, pérdida de fuerza repentina en un brazo o pierna, problemas en el habla, no comprende lo que le dicen (Jill cuenta como llamó a un compañero y sólo le escuchaba decir “gua gua gua”), pérdida de visión, dolor fuerte de cabeza, pérdida del equilibrio y la coordinación, dificultad para andar y hormigueo.

Jill nos cuenta como su hemisferio izquierdo se desconectó, perdió la percepción de la realidad y como su hemisferio derecho le proporcionaba una sensación de paz, de felicidad que ella misma califica como de Nirvana. Era increíble y para ella supuso una experiencia reveladora, mística y profunda que debía contar al mundo.

Así, desapareció su estrés, sus preocupaciones y tenía una mente silenciosa que no la molestaba, ella misma se asombró y dijo ¡es genial! ¡perder 37 años de carga emocional es tan liberador!¡pero no tengo tiempo para sufrir un ictus!

Después de esta experiencia Jill nos invita a que seamos dueños de nuestra vida, que seamos nosotros mismos quienes nos facilitemos la vida sin complicarnos en exceso, que desconectemos nuestro hemisferio izquierdo. 
¡Nosotros tenemos el poder de desconectar!

Realmente entre el llanto y la risa Jill consigue emocionarnos y hacernos reflexionar sobre el auténtico sentido de la vida. Dirige la reflexión a como a veces parecemos necesitar un toque de atención para darnos cuenta de lo afortunados que somos.

A propósito de este artículo y de esta reveladora conferencia me gustaría animaros humildemente y desde mi posición y gracias a la oportunidad que me ofrecen las redes sociales para expresarme; si habéis padecido un ictus o lo ha padecido algún familiar vuestro veáis esta conferencia, hablad con vuestros seres queridos del miedo que habéis sentido o que aún sentís, expresaos con franqueza, llorad cuando lo necesitáis y apoyaros en un hombro amigo.

Y es que siempre… siempre hay alguien dispuesto a ayudaros y a comprenderos.

También os dejamos este interesante PDF donde podéis informaros de todo lo relativo al ictus y es que cuanto más información tengamos sobre cualquier tema, mejor será todo.

http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_466_Ictus_AP_Lain_Entr_paciente.pdF