viernes, 1 de diciembre de 2017


HAY PERSONAS QUE QUERREMOS TODA LA VIDA, ESTÉN O NO EN NUESTRAS VIDAS

Los sentimientos puros y bonitos, que no están ligados a intereses y no responden a apegos o a necesidades, se caracterizan por ser eternos, por trascender más allá del tiempo, de las distancias, de las diferencias. Solo se siente y nada lo hace desaparecer.

A veces pensamos que por separarnos de alguien, nuestro corazón dejará de sentir lo mismo por esa persona, pero nos podremos sorprender cada vez que sintamos a esa persona en nuestro interior, haciéndose sentir, haciéndose recordar, haciéndose querer.

El amor no necesita ser presencial, aunque sin duda un buen abrazo, una conversación cara a cara, unas caricias que nos llegan al alma, son algunas de las cosas de las cuales debemos prescindir al amar a alguien que podría dejar de estar presentes en nuestras vidas a nivel físico.

Muchas veces nos tocará despedirnos de personas que parten de este plano y sentiremos un vacío inmenso que pensaremos que no podrá ser llenado jamás… Probablemente la sensación de añoranza permanezca, pero nos daremos cuenta de que ese vacío no es tal, que el amor está allí intacto, solo que no podemos canalizarlo de la misma manera, pero si esa persona tiene ese lugar especial, podemos seguir amándola y honrándola, aun cuando no esté físicamente.

Sin ser tan radicales, habrá personas a las que le diremos adiós porque sencillamente no habrá manera de seguir formando parte de sus vidas o bien ellas de la nuestra, pero junto a una decisión o un hecho concreto que tuvo como resultado la ausencia, no viene necesariamente la muerte del amor, porque cuando éste es verdadero está troquelado en nuestras almas y no se borra de ninguna manera.

Los sentimientos nobles nos hacen mejores seres humanos, si decidimos albergar amor en nuestro ser cada día nos haremos más grandes, veremos la vida con los ojos de la bondad, de la comprensión, de la empatía, soltaremos los egos, los miedos, los odios y rencores, para darnos la libertad de actuar como realmente somos, seres de luz, seres de amor, seres que comprenden los procesos individuales de los demás y entienden que aun cuando la vida no la podamos compartir con quienes amamos, cada una de esas personas tendrá por siempre un lugar reservado en nuestra vida y en nuestro corazón.

Por: Sara Espejo – Rincón del Tibet
 
 

domingo, 26 de noviembre de 2017


QUIEN TIENE LUZ PROPIA INCOMODA AL QUE ESTÁ EN OSCURIDAD

Estar orgullosos de lo que somos y sentimos nos hace brillar con luz propia, pero hay que cuidarse de aquellos que quieren apagarla. Vamos a ver cómo conseguirlo.

Tener luz propia es disfrutar de una buena autoestima y  enorgullecernos de lo que somos. Aspirar con fuerza la realidad que nos envuelve y, además, saber dar felicidad a los demás.

Al fin y al cabo, la vida no es tan complicada, si dejamos de “apegarnos” a los materialismos, a los egoísmos y evitamos a su vez depender en exceso de otras personas, seremos más libres y auténticos para vivir en plenitud.

Ahora bien… ¿Qué entendemos por estar en “la oscuridad”? Hay quien se pasa media vida encerrado en esa dimensión donde las envidias, los rencores y resentimientos hacia los demás nos demuestran que no saben ser felices.

Y debemos ir con cuidado porque, en ocasiones, las personas oscuras pueden ir apagando luces. Reflexionemos hoy sobre ello.

La importancia de tener luz propia

Nadie debe darte su luz, las personas tenemos que aprender a cultivar nuestras propias luces, resolviendo esas posibles oscuridades que la vida nos trae de vez en cuando.

Para llegar a tener luz propia es necesario haber asumido e integrado todos estos aspectos:

•Aprender que somos personas únicas y auténticas. Todo lo que eres y lo que has conseguido te identifica y debe enorgullecerte.

•Los errores o fracasos del ayer no son oscuridades que esconder o de las que avergonzarnos. Son experiencias vividas que dan riqueza a nuestro ciclo vital. Son hechos de los que hemos aprendido y que hemos asumido.

•Tener luz significa también saber cultivar la reciprocidad. Nos conocemos a nosotros mismos y somos empáticos con los demás, entendemos sus pesares y nos alegramos de sus alegrías. Y nunca dudamos a la hora de ayudar, de atender a quienes nos necesitan porque ello forma parte de nuestra identidad y nos enriquece.

Asumir todos estos aspectos requiere, sin duda, tiempo y mucho equilibrio interior. En ocasiones, la vida no nos trata muy bien. El pasado de unas relaciones familiares traumáticas, parejas afectivas dañinas o tener que pasar por alguna enfermedad crean muchas oscuridades en nuestro corazón.

Pero, lo creamos o no, nadie nace con luz propia. La luz, la suerte y la felicidad se construyen cada día siendo conscientes de que merecemos ilusionarnos de nuevo y que merecemos volver a sonreír y levantarnos fortalecidos de la adversidad.

Protegernos de las personas que van apagando luces

Hay quien va apagando luces a través de su negativismo, de su habilidad para hacernos creer que no somos capaces o merecedores de ciertas cosas.

Si no tenemos una buena autoestima acabaremos sufriendo frente a este tipo de ataques, en especial si vienen de parte de personas que nos son significativas.

Toma nota de lo que debemos hacer para confrontar estos comportamientos y seguir conservando la luz propia.

Ignorar

Es muy posible que esas personas con oscuridad sean familiares, e incluso algún compañero de trabajo. En lugar de enfadarnos o enfrentarnos a ellos, lo mejor es ignorar.

Entiende que tras estos comportamientos se encierra a veces un bajo autoconcepto, por ello, hemos de comprender sus limitaciones y saber que no son como nosotros.

•Acéptalos a ellos por cómo son, acéptate tú e ignora.

•Rodéate de gente que también tiene luz propia

Fortalece tus relaciones con amigos, parientes y parejas que tienen tus mismos valores y que te enriquecen. La vida es saber aceptar que no todos somos iguales, así que lo importante es no hacernos daño los unos a los otros.

Las personas que te importan son las que te hacen feliz, de las que aprendes… Ellas serán tu vitamina frente a los que buscan apagar luces ajenas.

Aléjate del drama

¿Conoces a muchas personas que son adictas al drama? Son ese tipo de personalidades que crean sus propias tormentas y lloran cuando llueve.

Gustan de llevar a cabo el victimismo, la manipulación y engrandecer cualquier pequeño detalle para llevarlo a su terreno e iniciar un sinfín de dramas. Es algo peligroso de lo que es mejor alejarse.

Cultiva el sentido del humor

La vida es felicidad y la felicidad es, ante todo, alegría. No hay arma más poderosa que el sentido del humor: alegra corazones y desmonta a aquellas personas que traen la oscuridad.

Suele decirse que solo las personas inteligentes son capaces de disfrutar de un buen sentido del humor. Así que aplícalo en tu día a día y relativiza tensiones, ilumina tu vida con la risa y vence a quienes desean apagar tu luz.

En conclusión, hemos de aceptar que en esta vida vamos a conocer y vamos a tener que rodearnos de personas muy complejas. No podemos cambiarlas ni obligarlas a ver el mundo desde el mismo punto de vista que nosotros.

Hemos de respetar, aceptar y cuidar de nosotros mismos para evitar que nos afecten. Mientras contemos con esas personas especiales y auténticas de nuestro círculo personal más cercano, nadie apagará esa luz propia.

 
 

martes, 21 de noviembre de 2017


EL AMOR NO TODO LO SOPORTA

El amor es una cosa esplendorosa. Todos tenemos esa película favorita donde los protagonistas se juran amor eterno y luchan contra un sinfín de obstáculos con tal de seguir con el amor de su vida y ser felices para siempre. Pero en realidad, en la vida diaria el amor no es así.

“Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.”
-Françoise Sagan-

Las relaciones tóxicas son mucho más frecuentes de lo que creemos, ya que en las telenovelas, en las películas y hasta en las revistas nos dicen que cuando uno ama de verdad a alguien “todo lo tolera, todo lo acepta y todo le parece bien”, pues si no, no es amor de verdad, y ese es un GRAN ERROR.

Pensar, como pareciera esperarse, que sin esa persona “tu vida no tiene sentido” es muy peligroso. Una relación bajo una perspectiva de este tipo puede ir minando tu autoestima por permitir que el otro imponga límites en tu vida. Hacer bromas pesadas que causen malestar en el otro, ser frío emocionalmente o manipular bajo la consigna de “es lo mejor para ti” entran en esta categoría.

“Una relación sin querellas es aburrida, y una relación con demasiadas querellas es tóxica. Lo deseable es que la relación tenga un grado óptimo de conflictos.”
-Gregoy Bateson-

¿Cómo salir de una relación tóxica?

Lo primero e imprescindible es que te des cuenta de ello. Es importante que seas consciente de que en realidad tu pareja no te está dejando ser libre y de que, en lugar de ayudarte a mejorar, te está “orientando” como si fueras incapaz.

En segundo  lugar, valórate. Reconoce que eres una persona llena de virtudes y características que son valiosas por el simple hecho de ser tú. Tienes sueños, y la persona que esté a tu lado debe apoyarte en ellos y ser tu compañero, no un obstáculo más que sortear.

Y en tercer lugar, sé independiente, no necesitas a nadie. Todo está en ti, todo lo que necesitas y puedes querer de la vida, todo se te ha dado en ti mismo. De ti dependen tus sueños, tu vida y tus deseos, repítelo cuantas veces te sean necesarias y de preferencia ante un espejo.

“Nunca por encima de ti, nunca por debajo de ti, siempre a tu lado.”
-Walter Winchell-

¿Y si no lo puedo arreglar?

Si no hay forma de hacerle entender a tu pareja de que eres una persona por ti misma y que no tiene por qué ponerte límites u obligarte a pensar diferente; si no puede dejar de hacerte sentir mal con sus menosprecios ¡corre!

Lo más importante es que te alejes completamente (en esos casos) y cortes todo contacto para que dispongas del tiempo suficiente para sanar las heridas que te han dejado. Quizás te enfrentes a un síndrome de abstinencia, pero analiza si ha bajado tu ansiedad o inseguridad, pues ya no hay nadie que te minusvalore.

Piénsalo, y poco a poco ve desprendiéndote de eso que te ata y te oprime. Además, siempre recuerda todo lo que te hacía sentir mal tu expareja. Si es más que los buenos momentos, créeme, hiciste la mejor decisión.

 
 

domingo, 19 de noviembre de 2017


LAS EMOCIONES SON ENERGÍA, NOS CREAN Y NOS TRANSFORMAN.

Las emociones son la partitura que orquesta nuestro día a día.

En ocasiones, la música es alegre, vivaz e intensa, pero al cabo de un rato nos envuelve con su melodía, triste y llena de desencanto. Son sus notas quienes nos nutren, quienes nos ofrecen la energía necesaria para transformar nuestra realidad…

Hay un viejo proverbio árabe que nos dice: “quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una explicación”. Una frase llena de una gran sabiduría, porque de ella se desprende la naturaleza de las emociones como lenguaje universal.

Tus emociones pueden ser tu gran fortaleza o el cristal que empañe de tinieblas tu existencia. Si aprendes a conocerlas y a gestionarlas, serás un gran artífice de tu realidad: de tu felicidad.

Quizás el tema de la inteligencia emocional te interese y ya hayas leído mucho sobre él. No obstante, hoy queremos invitarte a que veas las emociones de otro modo: como un arma de poder, como una energía que puedes conocer y controlar para redefinir muchos aspectos de ti mismo y de la propia realidad.

Las emociones crean nuestra realidad

Según un trabajo publicado por la psicóloga social Barbara Fredrickson en “Review of General Psychology” (2008), las emociones positivas, además de darnos una satisfacción puntual, actúan como mecanismos de aprendizaje. Es decir, hablaríamos de la siguiente relación: a mayor emocionalidad satisfactoria acumulada, mejores recursos personales para afrontar las épocas de crisis.

Como seres humanos que somos, todos deseamos ser felices. Para ello, es necesario recordar que en ocasiones, basta con tener paz interna, con estar libre de rencores del pasado, odios o frustraciones. Una mente libre es un corazón que puede permitirse sonreír…

Si las emociones son capaces de transformar nuestra realidad no es por simple arte de magia. Algo que debemos tener en cuenta es que la emoción no es solo un estado interno, es una combinación de varios elementos poderosos:

◦Las cogniciones, es decir, el modo en que procesamos todo lo que nos envuelve, lo que que vemos, sentimos y experimentamos. Todo adquiere un significado interno para nosotros.

◦Nuestros sentimientos y el modo en que reaccionamos. Para comprenderlo, te pondremos un sencillo ejemplo: estás enamorado de alguien y no te atreves a decírselo. Al final es tarde y esa persona desaparece de tu vida, perdiendo la oportunidad, al menos, de haberlo intentado.

La emoción que sentirás es tristeza porque no supiste reaccionar a tiempo cuando ese sentimiento era positivo e intenso. No se dio la acción adecuada y tu realidad ahora queda difuminada por un condicional que ya no podrás resolver: “y si hubiera…”.

Nuestro cerebro es una red compleja que procesa grandes cantidades de información a cada segundo. Procesamos estímulos sensoriales, almacenamos experiencias, sueños, escenarios vistos… La mayoría de estos elementos, lo creas o no, se almacenan en nuestro cerebro asociados a una emoción determinada.

En muchas ocasiones se ve también a nuestro cerebro como un pequeño caos bioquímico donde quedamos determinados por la influencia de los neurotransmisores. Ellos, en realidad, son los auténticos facilitadores de nuestras emociones.

Principales neurotransmisores relacionados con las emociones

Los principales neurotransmisores que actúan como facilitadores de nuestras emociones son:

◦La dopamina se relaciona con experiencias de placer y recompensa en nuestro proceso de aprendizaje. Es decir, cuando hacemos algo bueno, somos gratificados con segregación de dopamina y obtenemos una sensación placentera.

◦La serotonina, por su parte, es un neurotransmisor asociado con la memoria y el aprendizaje. Ahora bien, es importante saber que un desequilibrio en los niveles de serotonina puede elevar la ira, la ansiedad, la depresión y la sensación de pánico.

◦La norepinefrina, en un nivel adecuado, mantiene bajo control el estrés y la ansiedad.

Energía emocional para transformar tu vida

La doctora Fredrickson, citada con anterioridad y experta en el campo de la psicología emocional, nos explica que existe una curiosa paradoja al respecto de las emociones positivas: su intensidad es mucho más breve que las emociones negativas. Por decirlo de algún modo más sencillo: la sensación de felicidad intensa son más breves que los estados de tristeza.

Lo más recomendable sabiendo esto, será “acumular” muchas experiencias positivas que puedan contrarrestar de forma más eficaz esos estados de negatividad. Te lo explicamos con mayor detalle.

La teoría de la ampliación y construcción de las emociones positivas

Tal y como dijimos en la introducción, si el ser humano es capaz de acumular numerosas emociones positivas, adquirirá unas herramientas básicas más competentes para afrontar los momentos difíciles.

◦Los expertos lo llaman la “teoría de ampliación y construcción”  y se basa en la necesidad de ampliar nuestras experiencias positivas para adquirir nuevas habilidades.

◦Mientras las emociones negativas tienen como respuesta habitual la evitación, la negación o la inmovilidad, las emociones positivas “nos edifican” y favorecen la relación entre el “pensamiento y la acción”.

Así pues, y siguiendo el principio de esta teoría deberíamos orientar nuestros días en busca de emociones positivas. Aspectos tan sencillos como permitirnos aprender cosas nuevas, relacionarnos, pasear, tocar, sentir, bailar, caminar o leer… Son pequeños “ladrillos de positividad” que van edificando un cambio continuo. Atrévete a probarlo.

 
 

viernes, 17 de noviembre de 2017


10 FORMAS PARA QUITAR DEFINITIVAMENTE LO NEGATIVO DE NUESTRA VIDA

¿Cuál es la solución para el pensamiento negativo? ¿Cómo olvidar a ciertas personas que con su actitud, comportamiento o acción nos defraudaron afectando nuestra sensibilidad? ¿Por qué viene una y otra vez ese recuerdo tan desagradable?

Quizá no exista una receta infalible para estas interrogantes. Sin embargo, estas 10 poderosas ideas, nos ayudarán a quitar a las personas y situaciones desagradables de la cabeza, eliminando finalmente el pensamiento negativo cíclico. Elijamos algunas de estas formas de pensar o actuar, y decretemos quitar lo negativo que, en ocasiones, no nos permite avanzar:

1. Dejar de hablar del asunto

Es muy sanador decir menos cosas sobre esa persona o situación, así como también es sabio dejar que pase el tiempo. El hecho de no pensar ni nombrar el asunto, y esperar que el tiempo pase y actúe solo como borrador, permitirá que se nos vaya antes de la cabeza la situación negativa.

2. Esperar y ver qué sucede después

Muy relacionado al punto anterior, es mantener la calma ante una situación negativa. Pues a menudo sentimos la necesidad de responder y reaccionar a las personas o situaciones difíciles, de inmediato, lo que en la mayoría de los casos será contraproducente. En lugar de eso, simplemente démonos permiso para esperar y ver qué sucede después.

3. Alejarse de la culpa

Pensar en los eventos pasados y tratar de adjudicarnos la culpa, es totalmente improductivo. Las cosas malas y los malentendidos “pasan” más a menudo, a través de una serie de eventos, como un efecto dominó. Ninguna persona tiene, por lo general, toda la culpa de algo.

4. No entrar en la mente de otras personas

Es realmente imposible tener la certeza sobre lo que piensa otra persona, o entender el porqué de su actitud negativa. En el caso de un evento o persona negativa, es infructuoso tratar de indagar en su posición o “forma de ser”, ante esto, lo mejor es retirarse de a poco.

5. Enfrentar nuestro mayor problema

 No importa lo que ha pasado, el mayor problema que enfrentamos es nuestra propia ira. La ira crea una nube de emoción que nos impide responder de una manera convincente y productiva a los hechos o personas negativas. Es crucial aprender a lidiar con uno mismo: meditar, hacer ejercicio, hacer un largo paseo, lo que sea necesario, antes de hacer frente a cualquier situación negativa.

6. Intentar calmarse y no enojarse

No podemos pensar tranquilamente sobre la mejor manera de manejar cualquier situación cuando estamos enojados. Así como tampoco podemos dar paso a la claridad o a la reflexión. La ira arruga la mente y nos vuelve igual de negativos que el hecho al que queremos hacer frente. Aprendamos a calmarnos.

7. No creamos todos nuestros pensamientos

 Cuando estamos secuestrados emocionalmente por la preocupación, el pesar, el miedo, la ansiedad o la ira, el estado emocional y físico que experimentamos nos distorsiona la realidad, vemos todo como real, pero puede que no sea cierto. En este caso, nos puede hacer una mala jugada. Detengámonos ante el fluir desmedido de pensamientos, ya que crean una realidad errada en los momentos negativos.

8. No somos magos del tiempo

Cuando pensamos sobre hechos pasados que nos han dolido, a menudo buscamos lo que podríamos haber hecho de manera diferente para evitar un altercado o resultado lamentable. Lo que pasó ayer es igual de pasado como lo que ocurrió hace más de mil años. No podemos cambiar lo que ocurrió en el pasado. Pero lo que sí podemos cambiar es lo que estamos viviendo en este momento.

9. Liberémonos del sufrimiento: perdonemos

En los momentos negativos, nos acostumbramos a ciertos estados de ánimo, que nos hacen ser muy leales a nuestro sufrimiento. Para liberarnos de él, es aconsejable el perdón. El perdón no es algo que hacemos solo por la otra persona, sino también por nosotros mismos. Perdonémonos para luego perdonar.

10. Ocupar un espacio mental diferente

Una respiración pausada y la meditación acompañada de potentes imágenes, nos ayudará a dejar de pensar de manera negativa ante las personas o situaciones que nos aquejan. Por ejemplo, imaginemos el océano azul profundo, solo la calma viene a nuestra mente, dejando sin espacio a los pensamientos oscuros.