miércoles, 31 de agosto de 2016

CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE PERSONAS ESPIRITUALES

Desde temprano en sus vidas, ellos sienten que son diferentes. Muy frecuentemente se sienten aislados de los otros, solitarios y no comprendidos. Ellos a menudo se vuelven individualistas, y tendrán que encontrar sus propios únicos caminos en la vida.

 -Tienen problemas con sentirse cómodos dentro de los trabajos tradicionales y/o estructuras organizativas. Las personas espirituales son naturalmente anti-autoritarios, lo cual significa que ellos naturalmente se resisten a las decisiones o valores basados solamente en poder o jerarquía. Este rasgo de anti-autoritarismo está presente incluso si ellos parecen tímidos y vergonzosos. Esto está conectado a la verdadera esencia de su misión aquí en la tierra.

 -Las personas espirituales se sienten atraídos a ayudar a las personas, ya sea como terapeuta o como profesor. Ellos pueden ser psicólogos, sanadores, maestros, enfermeros, etc. Incluso si su profesión no está directamente relacionada con ayudar a personas, sus intenciones de contribuir al más alto bienestar de la humanidad está claramente presente.

 -Su visión de la vida está matizada por un sentido espiritual de cómo todas las cosas están relacionadas unas con otras. Ellos consciente o inconscientemente llevan memorias dentro de ellos de esferas de luz no terrestres. Ellos pueden –ocasionalmente- sentir añoranza por estas esferas y sentirse como un extraño en la tierra.

 -Honran y respetan la vida profundamente, lo cual a menudo se manifiesta como una afición por los animales y una preocupación por el medioambiente. La destrucción de partes del reino animal o vegetal en la tierra por los actos del hombre evoca en ellos profundos sentimientos de pérdida y aflicción. Son bondadosos, sensibles y empáticos. Pueden sentirse incómodos al enfrentarse con un comportamiento agresivo y generalmente experimentan dificultades en defenderse ellos mismos. Pueden ser distraídos, ingenuos o profundamente idealistas, así como también no estar suficientemente arraigados, por ej., no tener los pies sobre la tierra. Debido a que fácilmente captan sentimientos y humores (negativos) de las personas que los rodean, es importante para ellos estar solos un tiempo regularmente. Esto les permite distinguir entre sus propios sentimientos y los de las otras personas. Necesitan momentos de soledad para tocar base con ellos mismos y con la madre tierra.

 -Han vivido muchas vidas en la tierra en las cuales estuvieron profundamente involucrados con la espiritualidad y/o religión. Ellos estuvieron presentes en números abrumadores en las viejas órdenes religiosas de su pasado, como monjes, monjas, ermitaños, psíquicos, brujas, chamanes, sacerdotes, sacerdotisas, etc. Ellos fueron aquellos que proveyeron de un puente entre lo visible y lo invisible, entre el contexto diario de la vida terrestre y los reinos misteriosos del más allá, de Dios y los espíritus del bien y el mal. Por cumplir este papel, a menudo fueron rechazados y perseguidos. Muchos de ustedes fueron sentenciados y estacados por los dones que poseían. Los traumas de las persecuciones dejaron profundas marcas dentro de la memoria de sus almas. Esto puede manifestarse actualmente como un temor a estar completamente arraigado, por ej. un temor a estar realmente presente, porque ustedes recuerdan ser brutalmente atacados por ser quienes ustedes eran.





lunes, 29 de agosto de 2016

EL ARTE DE NO ENFERMARSE

1 - Si quieres enfermarte - "No hables de tus sentimientos" Emociones y sentimientos que son escondidos, reprimidos, acaban en enfermedades como: gastritis, úlcera, dolores de espalda, dolor en la columna. Con el tiempo la represión de los sentimientos degenera aún en cosas peores. Entonces vamos a desahogarnos, hacer confidencias, compartir nuestra intimidad, nuestros secretos. El diálogo, el habla, la palabra, es un poderoso remedio y excelente terapia.

2 - Si quieres enfermarte - "No tomes decisiones" La persona indecisa permanece en la duda, en la ansiedad, en la angustia. La indecisión acumula problemas, preocupaciones, agresiones. La historia humana está hecha de decisiones. Para decidir, es necesario saber renunciar, saber perder ventaja y valores para ganar otros. Las personas indecisas son víctimas de enfermedades nerviosas, gástricas y problemas de la piel.

3 - Si quieres enfermarte - "No busques las soluciones" Las personas negativas no ven soluciones y aumentan los problemas. Prefieren la lamentación, la murmuración, el pesimismo. Mejor es encender el fósforo que lamentar la oscuridad. Es pequeña la abeja, pero produce lo más dulce que existe. Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo genera energía negativa que se transforma en enfermedad.

4 - Si alguien quiere enfermarse - "Que viva de apariencias" Quien esconde la realidad, finge, toma pose, quiere dar siempre la impresión de que está bien, quiere mostrarse perfecto, tolerante, etc., está acumulando toneladas de peso. Es una estatua de bronce, pero con pies de barro. No hay nada peor para la salud que vivir de apariencias y fachadas. Son personas con mucho follaje y poca raíz. Su destino es la farmacia, el hospital, el dolor.

5 - Si quieres enfermarte - "No te aceptes" El rechazo de si mismo, la baja autoestima, hace que seamos capataces de nosotros mismos. Ser yo mismo es el núcleo de una vida saludable. Los que no se aceptan son envidiosos, celosos, imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, ser aceptado, aceptar las críticas, es sabiduría, sentido común y terapia.

6 - Si quieres enfermarte - "No seas honesto" El mentiroso y deshonesto necesita mentir para sobrevivir. Vende una imagen falsa, camufla su "yo real", es un fugitivo de la luz y amante de las tinieblas. La falta de transparencia es un pacto con la corrupción. Personas así viven bajo la amenaza, el miedo, la trampa, la falsedad, el insomnio, la pesadilla. Son candidatos a la enfermedad, porque ya viven en la insanidad mental y ética.

7 - Si quieres enfermarte - "No confíes" Quien no confía, no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea lazos profundos, no sabe hacer amistades verdaderas. Sin confianza, no hay relaciones. La desconfianza es la falta de fe en sí mismo, en los otros y en Dios. Quien desconfía del médico, perjudica la cura. Quien desconfía del psicólogo, nunca se abre, sólo puede enfermarse.

8 - Si quieres enfermarte - "Vive siempre triste" El buen humor, la carcajada, el tiempo libre, la alegría, recuperan la salud y proporcionan larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente en que vive. "El buen humor nos salva de las manos del doctor"


Fuente: http://www.diapordiamesupero.com/2012/02/el-arte-de-no-enfermarse.html


sábado, 27 de agosto de 2016

ACEPTAR LAS COSAS COMO SON

Un sufrimiento humano muy común es desear que las cosas sean distintas a como son.
Sin renunciar al progreso, es necesario asumir que hay situaciones y personas que no cambian.
El reto es aceptar lo que nos toca vivir y trabajar para restablecer el equilibrio.

Una de las fuentes de sufrimiento más comunes en el ser humano es el deseo de que las cosas sean distintas a como realmente son. Cuando un país pasa por una grave crisis, la población mira atrás y desea que todo fuera como antes, un antes que en su momento no se valoraba porque parecía aburrido o bien había otras aspiraciones.

Lo mismo sucede con las relaciones interpersonales. Quien tiene por pareja a alguien silencioso desearía un carácter dicharachero, y este último pondrá de los nervios a quien convive con él un día tras otro. ¿Por qué anhelamos siempre lo que no tenemos?

Nuestra forma de vida está tan basada en el cambio y el progreso, que a menudo valoramos negativamente la estabilidad sin saber cuál sería la alternativa.

La insatisfacción es lo que permite el progreso de la ciencia, las artes y todo lo que tiene que ver con la sociedad, pero cuando se vuelve crónica en nuestro día a día deja de ser un estímulo para teñir de negatividad nuestra vida.

Hay vida antes de la muerte; disfrútala” (Eduard Punset)

Hay personas que, instalados en la queja y la amargura, molestan a los demás –y a sí mismos– de forma totalmente estéril porque de nada sirve señalar lo que no funciona sin ofrecer soluciones.

Madame Bovary dio nombre a lo que el filósofo Jules de Gaultier denominaría “bovarismo”. Se trata de un estado de insatisfacción permanente a causa del desnivel entre las propias ilusiones y la realidad. Sin abogar tampoco por el conformismo, si nuestras aspiraciones se hallan siempre a gran distancia de lo que tenemos, jamás alcanzaremos la serenidad. Como el burro que persigue la zanahoria, podemos pasar la vida entera esperando “algo mejor” para descubrir al final que ya lo teníamos y no habíamos sabido verlo.

Los manuales de psicología han puesto de moda el verbo procrastinar, que significa postergar aquello que deberíamos hacer hoy. Un aplazamiento que también se produce en un nivel existencial. Muchas personas postergan la felicidad hasta que cambie la situación que están viviendo. Se convencen de que cuando encuentren un trabajo mejor o la pareja ideal, por poner dos ejemplos, se darán permiso para disfrutar de la vida. Sin embargo, este planteamiento tiene un fallo de origen y es que nada resulta como esperábamos una vez que lo conseguimos.

Lo que ocurre es que muchas personas cuando llega el momento tan largamente esperado o deseado sufren una desilusión; entonces fijamos nuevos objetivos esperando que una vez alcanzados llegue, esta vez sí, el premio definitivo. Sin embargo, esto no acostumbra a suceder, ya que más que insatisfacciones existen las personas insatisfechas.

Del mismo modo que nos resulta difícil aceptar las cosas como son, también nos cuesta aceptar a los demás, ya que su forma de pensar y reaccionar nunca coincidirá con nuestras expectativas.

Al hacer un favor a un vecino, nos duele si no obtenemos el mismo trato por su parte cuando lo necesitamos. En el ámbito laboral, a menudo consideramos que los compañeros no cumplen con sus tareas, y el jefe o la jefa es un ser inútil que está dinamitando la empresa.

En esta clase de pensamientos está el punto de partida de la mayoría de conflictos interpersonales. Al esperar que los demás se comporten de determinada forma les estamos negando el derecho a su identidad. Además, al enfadarnos por estas diferencias obviamos algo muy importante: ser o actuar de modo distinto a nosotros no tiene por qué ser negativo.

Afortunadamente, cada persona tiene una combinación única de defectos y virtudes. Podemos aceptar su singularidad y sacar partido de las cosas buenas que nos ofrece o bien enrocarnos y señalar al otro como enemigo.

“A veces debes conocer al otro realmente bien para darte cuenta de que sois dos extraños” (Mary Tyler Moore)

En 2002, Byron Katie publicó un libro orientado a acabar con la insatisfacción personal: Amar lo que es. Basado en aceptar y reconocer el valor de lo que configura nuestro entorno, no se trata de resignarse a lo que hay, sino de amar nuestras circunstancias para mejorar desde ese punto de partida.

Esta autora norteamericana sostiene que “la realidad es siempre más amable que las historias que contamos sobre ella” y que cualquier enfado que tengamos con los demás es, en el fondo, algo de nosotros mismos que nos molesta. Por eso mismo desearíamos cambiarlos, porque resulta más fácil exigir la transformación del otro que la de uno mismo.

Convencida de que “lo que provoca nuestro sufrimiento no es el problema, sino lo que pensamos sobre el mismo”, en su best seller propone que la persona insatisfecha se entregue al “trabajo”, que empieza con estas dos fases:

1. Plasmar en el papel lo que no nos gusta. Tomar una situación o una persona que nos desagrada y especificamos quién o qué provoca nuestra tristeza, qué es lo que no nos gusta y cómo debería ser para que estuviéramos satisfechos.

2. Indagar en el problema a través de estas cuatro preguntas:

a) ¿Es eso verdad?

b) ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?

c) ¿Cómo reaccionas al tener este pensamiento?

d) ¿Quién serías sin él?

Byron Katie sostiene que ante un pensamiento negativo solo tenemos dos opciones: o nos apegamos a él o indagamos para comprenderlo. Esa última actitud y una relación constructiva con nuestro entorno nos llevarán a un plano superior.

Señor, concédeme serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, valor para cambiar lo que sí puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”
(Reinhold Niebuhr)

Una anécdota que se menciona en los talleres de superación personal tiene como protagonista a un violinista que en pleno concierto en Nueva York vio cómo se rompía una de las cuatro cuerdas de su violín. En lugar de detenerse, decidió adaptar la melodía a las otras tres cuerdas, algo realmente difícil con este instrumento. Cuando le preguntaron por qué había elegido esa opción, respondió: “Hay momentos en los que la tarea del artista es saber cuánto puede llegar a hacer con lo que le queda”.

Sin duda, la realidad nos pone a prueba y a menudo estamos expuestos a circunstancias indeseadas. La cuerda rota del violinista tiene su equivalente, en la vida cotidiana, en situaciones con mucho menos público, pero más dolorosas. En lugar de lamentar nuestra suerte, podemos preguntarnos qué es lo que nos queda y qué podemos hacer para restablecer el equilibrio en nuestra vida. Para que vuelva a sonar la música, no obstante, es necesario aceptar las cosas como nos ha tocado vivirlas, ya que son un reto y un aprendizaje. Al mismo tiempo, en lugar de buscar culpables, debemos aceptar a los demás y no fijarnos en su cuerda rota, sino en las otras tres que siguen sonando.


Fuente: http://elpais.com/elpais/2013/04/26/eps/1366972749_878845.html?id_externo_rsoc=FB_CC


jueves, 25 de agosto de 2016

LA CLAVE PARA SANARSE: DESENTERRAR LA EMOCIÓN OCULTA

Si una mujer ha tenido hijos de un hombre del que no estaba enamorada, tal vez una nieta no pueda quedar embarazada aunque ella y su pareja estén sanos. Si a una persona le dieron una medicina de manera equivocada y falleció, es posible que algún descendiente sea alérgico a esa medicación. Con estos ejemplos, el psicólogo español Enric Corbera, asesor en BioNeuroEmoción (BNE), ilustra de qué manera la historia familiar y las emociones inducen comportamientos y también la aparición de enfermedades.

La clave para curarse, sostiene, es llegar a la emoción oculta que genera el conflicto y desencadena la enfermedad o la desarmonía. En ese momento, asegura, se produce la toma de conciencia y con ella, la sanación. Sin embargo, aclara que la BNE no es una terapia, sino un método de consulta para que la persona pueda encontrar un equilibrio en su vida. Desde esta mirada, la salud se entiende como la coherencia entre lo que se siente, lo que se piensa y lo que se hace.

Conciencia para sanar

Corbera ha sido conocido por muchos a través de sus videos en YouTube y también de sus publicaciones. En un primer momento se abocó a la Biodescodificación, centrada en la relación entre los códigos que están en el inconsciente y la Biología, pero luego viró hacia la BioNeuroEmoción, para vincular Biología, Neurología y Emociones. Además, parte de una visión cuántica de la vida, según la cual todo lo que rodea a una persona ha sido atraído por programas inconscientes.

El método parte de un diagnóstico, ya sea un síntoma físico o un aspecto social (la persona no logra conservar un trabajo, fracasan sus negocios o no puede formar una pareja). A partir de eso, se trata de llevar al consultante a la situación activadora -olores, temperatura, con quién está, cuál es la crisis en ese momento- que genera que el incidente se repita.

Enric Corbera explica que, una vez que se identifica esa situación activadora, se buscan la historia oculta y la emoción reprimida. Pero también se indaga en el árbol genealógico “dónde está esa información que está resonando en la persona”, es decir, el antepasado a quien le ocurrió algo similar o vinculado. Sobre esto, hace hincapié en los secretos familiares, como las violencias o los embarazos no deseados. De todos modos, aclara que no todos viven las mismas historias del mismo modo y que detrás de un diagnóstico idéntico puede haber conflictos muy variables.

Cuando la persona toma conciencia de la resonancia en su árbol genealógico, del programa que subyace a su modo de actuar, se sana. Pero Corbera resalta que “tomar conciencia no es entender”, sino algo así como una “caída de ficha”, lo que genera una nueva conexión neuronal. Y luego resta la parte fundamental: llevar a la práctica ese cambio. Se trata en definitiva de cambiar las creencias irracionales y limitantes que impiden llegar a esa coherencia entre el cerebro y el corazón, entre “lo que yo pienso, lo que yo siento y lo que yo hago”.

El método apunta, precisamente, a que las personas entiendan el poder que tienen para cambiar su propia vida. Pese a eso, lejos de desestimar la medicina tradicional, indica que en el momento de reparación suele producirse una agudización del síntoma físico, que hace necesaria la utilización de medicamentos por un tiempo, hasta que sana.

Estamos todo el tiempo creando nuestra propia realidad. Lo triste es que no la estamos creando despiertos, sino dormidos. Estamos proyectando nuestros programas. Y lo sabemos porque se nos están repitiendo las historias una y otra vez. Sobre este punto, resalta que el inconsciente regula 95% de la existencia y que la capacidad de libre albedrío oscila entre 3 y 5%. Como llegan a esa historia que subyace, sostiene, enseñan a las personas “a cambiar su forma de ver y entender la vida. Y eso es muy poderos”.


Fuente: http://sabervivirmejor.com/2016/07/22/la-clave-para-sanarse-desenterrar-la-emocion-oculta/



martes, 23 de agosto de 2016

CIENTÍFICO DE HARVARD: “UNA MALA PERSONA NO LLEGA NUNCA A SER BUEN PROFESIONAL”

Howard Gardner es un prominente neurocientífico estadounidense, psicólogo, profesor de Harvard y autor de la teoría de las inteligencias múltiples. Ha recibido innumerables reconocimientos por su trabajo entre ellos el Premio Príncipe de Asturias. Lo entrevistó el diario La Vanguardia de España sobre sus teorías y sus concluyentes planteamientos invitan a la reflexión

“Aprender es el único antídoto contra la vejez y yo lo tomo cada día en Harvard con mis alumnos. Es tonto clasificar a los humanos en listos y tontos, porque cada uno de nosotros es único e inclasificable”, sostiene.

¿Por qué cuestiona que la inteligencia es lo que miden los tests?

Porque yo soy un científico y hago experimentos y, cuando mido la inteligencia de las personas, descubro que algunas son muy buenas solucionando problemas pero malas explicándolos. Y a otras les pasa lo contrario.

¿Y si hay personas diversas es porque también tiene que haber diversos talentos?

Por eso he dedicado 400 páginas a describir siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.

¿Y por qué no muchas más: la culinaria o la mística o la teatral o la ecológica?

Porque no cumplen los requisitos que sí cumplen esas. Y espero acabar demostrando que además hay una inteligencia naturalista, otra pedagógica y otra existencial para plantearnos preguntas trascendentes. Pero no más.

Hoy los colegios ya plantean sus programas según esas inteligencias múltiples.

Y yo no me dirigía a los pedagogos, pero fueron ellos los primeros que adoptaron mis teorías.

Tipos de inteligencia

Hay siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.

¿Por qué?

Porque comprobaban cada día en las aulas que las categorías de tonto o listo no cubren la diversidad del talento humano. Y, por tanto, que los tests de inteligencia no miden realmente nuestras capacidades, sino sólo la de resolverlos.

Su teoría, además, era cómoda para consolar a niños con malas notas y a sus papás.

Se abusó de ella al principio porque no se comprendió bien. En Australia, la administración la manipuló para explicar que había grupos étnicos que tenían inteligencias diferentes de otros.

¡Qué peligro!

En ese punto, empecé también a preguntarme por la ética de la inteligencia y por qué personas consideradas triunfadoras y geniales en la política, las finanzas, la ciencia, la medicina u otros campos hacían cosas malas para todos y, a menudo, ni siquiera buenas para ellas mismas.

Esa ya es una pregunta filosófica.

Pero yo soy un científico e inicié un experimento en Harvard, el Goodwork Project, para el que entrevisté a más de 1.200 individuos.

¿Por qué hay excelentes profesionales que son malas personas?

Descubrimos que no los hay. En realidad, las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes.

A mí se me ocurren algunas excepciones...

Lo que hemos comprobado es que los mejores profesionales son siempre ECE: excelentes, comprometidos y éticos .

¿No puedes ser excelente como profesional pero un mal bicho como persona?

No, porque no alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia . Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética.

Para hacerte rico, a menudo estorba.

Pero sin principios éticos puedes llegar a ser rico, sí, o técnicamente bueno, pero no excelente.

Resulta tranquilizador saberlo.

Hoy no tanto, porque también hemos descubierto que los jóvenes aceptan la necesidad de ética, pero no al iniciar la carrera, porque creen que sin dar codazos no triunfarán. Ven la ética como el lujo de quienes ya han logrado el éxito.

“Señor, hazme casto, pero no ahora”.

Como san Agustín, en efecto. Otra mirada estrecha lleva a estudiantes y profesionales comodones a ser lo que consideramos inerciales, es decir, a dejarse llevar por la inercia social e ir a la universidad, porque es lo que toca tras la secundaria; y a trabajar, porque es lo que toca tras la universidad..., pero sin darlo todo nunca.

Sin ilusión, la vida se queda en obligación.

Y otros son transaccional es: en clase cumplen lo mínimo y sólo estudian por el título; y después en su trabajo cumplen lo justo por el sueldo, pero sin interesarse de verdad limitan su interés y dedicación. Y son mediocres en todo.

¿No descubren algún día de su vida algo que les interese realmente?

Algunos no, y es uno de los motivos de las grandes crisis de la madurez, cuando se dan cuenta de que no hay una segunda juventud. Otra causa es la falta de estudios humanísticos: Filosofía, Literatura, Historia del Pensamiento...

¡Qué alegría! Alguien las cree necesarias...

Puedes vivir sin filosofía, pero peor. En un experimento con ingenieros del MIT descubrimos que quienes no habían estudiado humanidades, cuando llegaban a los 40 y 50, eran más propensos a sufrir crisis y depresiones.

¿Por qué?

Porque las ingenierías y estudios tecnológicos acaban dándote una sensación de control sobre tu vida en el fondo irreal: sólo te concentras en lo que tiene solución y en las preguntas con respuesta. Y durante años las hallas. Pero, cuando con la madurez descubres que en realidad es imposible controlarlo todo, te desorientas.

¿En qué país influyó más su teoría de las inteligencias múltiples?

En China editaron cientos de títulos sobre inteligencias, pero las entendieron a su modo: querían que su hijo único fuera el mejor en todas.

Pues no se trata exactamente de eso.

Cada sociedad y persona entiende lo que quiere entender. Cuanto mayor te haces, más difícil es adaptar tu vida a un descubrimiento y más fácil adaptar el descubrimiento a lo que ya creías que era la vida. Por eso, voy a clase a desaprender de mí y aprender de los jóvenes.


Fuente: http://www.panorama.com.ve/cienciaytecnologia/Cientifico-de-Harvard-Una-mala-persona-no-llega-nunca-a-ser-buen-profesional-20160412-0031.html

Panorama

sábado, 20 de agosto de 2016

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL: UNA BATALLA QUE PUEDES VENCER

La dependencia emocional es algo que muchos padecemos, básicamente ponemos en juego nuestra felicidad cuando la misma depende de otra persona, y  aunque no nos demos cuenta está ahí esa pequeña molestia en nuestro interior, está ahí y nos está tratando de decir algo, algo importante, un día abriremos los ojos y reconoceremos que algo no está bien.

Lo que tenemos que entender es que  todo en la vida comienza tomando una decisión, muchas serán difíciles otras no tanto, pero lo que es seguro es que siempre llegará el momento donde debamos tomarla sobre todo cuando se trata de mejorar nuestra calidad de vida. No es sano depender emocionalmente de alguien más y sólo cada uno de nosotros tiene el poder para cambiar el rumbo de nuestro destino, si algo no te gusta ¡cámbialo!

¿Cómo saber si sufro de dependencia emocional?

- No planificas nada que no involucre de una u otra forma a la otra persona.

- Los celos son un problema, no sabes cómo controlar los deseos de que tu pareja, esté o incluso hable con otra persona, y definitivamente no puedes tolerar el hecho de que alguien más le cause alegría.

- La ansiedad está presente,  es inevitable estar ansioso cuando algo no se puede dominar.

- Cuando él /ella no está te sientes perdido, no sabes que hacer y resulta desesperante.

- Tu felicidad, alegría, tristeza y la mayoría de tus emociones dependen de alguien más.

- Necesitar, la necesidad es un sentimiento muy fuerte, en la dependencia la necesidad del otro se encuentra muy presente.

- La otra persona se vuelve el centro de tu vida, vives por él y para él.

Consejos para eliminar la dependencia emocional

"Tengo un problema", reconocer que hay un problema en tu vida es el primer paso que te alumbrará el camino a superar todos los obstáculos, sé sincero contigo mismo y reconoce que simplemente no somos perfectos y tenemos defectos que al final nos ayudarán a ser más fuertes de lo que hoy somos.

La soledad también puede ser tu amiga, uno de los factores más comunes por los que se presenta la dependencia emocional es por el hecho de quedarnos solos, muchas personas piensan que la soledad es solamente negro, pero no, también tiene colores, y nos trae enormes beneficios como, conocernos más íntimamente y descubrir qué es lo que realmente queremos hacer con nuestras vidas, la soledad es un espacio más que nos permite mejorar como personas.

Aumenta tu autoestima, usualmente la dependencia emocional resulta de un efecto colateral de la baja autoestima, cuando sufrimos de esto lo más razonable que podemos hacer es buscar una ayuda, tal vez una persona especializada en el tema que te ilumine el camino para que superes todo sin problemas, con paciencia y mucho amor verás la luz al final del túnel nuevamente.

Lo importante es animarte a tomar las riendas de tu vida de una vez por todas,  todo es posible solo si tú lo crees, eres capaz de superar esto y mucho más, confía en ti.

“El Coraje de ser tú misma: una guía para superar tu dependencia emocional y crecer interiormente. “
Sue Patton Thoele.


Fuente: http://rincondeltibet.com/blog/p-la-dependencia-emocional-una-batalla-que-puedes-vencer-12628


jueves, 18 de agosto de 2016

LA SENCILLEZ HACE DE UNA PERSONA COMÚN UN SER EXCEPCIONAL

No debemos olvidarnos de que, en ocasiones, menos es más, y debemos aprender a priorizar. La sencillez de pensamiento no implica simpleza, sino humildad y objetividad.

La sencillez es el lenguaje que nace el corazón y que no entiende ni busca artificios. Es la voluntad de respetar a los demás como a uno mismo, llevando una vida donde se acepta y se celebra todo aquello que se posee, por muy pequeño que sea.

Podríamos decir que en nuestro día a día no estamos acostumbrados a esos actos cargados de sencillez y humildad. Las personas tenemos a menudo aspiraciones muy altas, sueños elevados y costumbres muy alejadas quizá de esos actos más puros y elementales que definen la humildad.

No obstante, es común que muchos de nosotros lleguemos poco a poco a un punto donde, de pronto, nuestra visión de la vida cambie.

Ahí donde deseemos quitarnos muchas de nuestras “pieles” para volver a nuestras esencias, a nuestra gente, a nuestros orígenes. Empezamos a practicar la sencillez de corazón y nos sentimos felices con ello.

La sencillez, esa dimensión que cuesta tanto asumir

La sencillez no tiene nada que ver con ser buena o mala persona. Todos sabemos muy bien lo que es la nobleza y la importancia de actuar con respeto, con dignidad y practicando la reciprocidad.

Ahora bien, la sencillez es una dimensión algo más compleja, que implica a su vez diversos aspectos psicológicos que merece la pena tener en cuenta.

La sencillez de pensamiento

- La sencillez de pensamiento no es simpleza de razonamiento. Al contrario: es la aptitud para ver las cosas tal y como son, con plena objetividad.

- Hay personas que ven la realidad y los comportamientos ajenos según sus creencias. Se atreven a juzgar y a etiquetar; en cambio, las personas de pensamiento sencillo tienen la capacidad de ver las cosas “tal y como son”, aceptándolas aunque no le gusten.

- Algo tan simple como ver con franqueza y objetividad las cosas nos permite actuar con mayor aplomo y acierto. Esa es una virtud muy saludable que también deberíamos tener en cuenta.

El don de no sentirse apegado a nada

Es importante definir en primer lugar qué entendemos por apego. Los niños, por ejemplo, necesitan el apego de sus padres para sentirse amados, para sentirse seguros.

- Las parejas también necesitan el apego de sus compañeros, pero hablamos de un apego saludable, nunca tóxico o controlador.

- Por su parte, las personas sencillas tienen la habilidad de no sentirse apegadas a lo físico, a la necesidad de tener más de lo que ya hay a su alrededor, de no apegarse a nadie hasta el punto de quitarle su libertad, su esencia, su identidad.

- Las personas sencillas “son como son” y ante todo “dejan ser”. No desean imponer sus ideas, no juzgan, no discriminan ni buscan controlar nada ni nadie.

La unión con uno mismo para disfrutar del entorno y de su gente

El conocerse a uno mismo, saber cuáles son los miedos que nos definen, cuáles nuestras virtudes y dónde están nuestros límites son los caminos más poderosos para la autoaceptación.

- Lo creamos o no, este es un concepto al que no todo el mundo suele llegar. La autoaceptación es el primer peldaño para ejercer unas relaciones positivas y enriquecedoras.

- Quien se acepta a sí mismo acepta a los demás, y ello hace que no espere que el resto llene sus vacíos, eleve su autoestima o le traiga alegrías cuando lo asaltan sus miedos.

- Las personas humildes no esperan nada de nadie, lo esperan todo de sí mismas. Así es como pueden ofrecer lo mejor a los demás, evitando las clásicas decepciones que muchos de nosotros nos solemos llevar.

El camino hacia la sencillez

Señalábamos al inicio que es muy común que, en un momento dado a lo largo de nuestro ciclo vital, demos ese paso hacia la humildad.

- Lo hacemos porque nos sentimos sobrecargados por este mundo marcado por la competición y por un ritmo acelerado que nos aleja de las cosas más importantes: el bienestar, la calma, la serenidad, los amigos, la familia y, por supuesto, nosotros mismos.

- Algo tan esencial como recordar que “menos es más” nos puede ayudar a priorizar lo que de verdad puede hacernos felices.

- Los actos sencillos son los que poseen autenticidad de sentimiento y pureza de corazón: la caricia del ser amado, la risa de nuestros hijos, una conversación con los amigos, un paseo por la playa, hacer un favor a cambio de nada…

Estamos seguros de que, a tu alrededor, tienes a más de una persona de alma sencilla y excepcional que enriquece tu vida. No la pierdas, son luces en la espesura de esta modernidad, en ocasiones, demasiado compleja, que nos sirven de ejemplo e inspiración.

Son faros de riqueza emocional y humildad que alumbran nuestros senderos. Vale la pena imitarlas.


Fuente: http://mejorconsalud.com/la-sencillez-persona-excepcional/?utm_source=facebook&utm_campaign=MCS.ES&utm_medium=post


martes, 16 de agosto de 2016

TU ACTITUD ANTE LA VIDA ES LO QUE CUENTA

Una mujer muy sabia se despertó una mañana, se miró al espejo y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza. 'Hummm' pensó, 'creo que hoy me voy a hacer una trenza'. Así lo hizo y pasó un día maravilloso.

El siguiente día se despertó, se miró al espejo y vio que solamente tenía dos cabellos en su cabeza. 'Hummm' dijo 'creo que hoy me peinaré de raya en medio'. Así lo hizo y paso un día grandioso.

El siguiente día cuando despertó se miró al espejo y notó que solamente le quedaba un cabello en su cabeza. 'Bueno' ella dijo 'ahora me voy a hacer una cola de caballo'. Así lo hizo y tuvo un día muy, muy divertido.

A la mañana siguiente cuando despertó corrió al espejo y enseguida notó que no le quedaba ni un solo cabello en la cabeza. 'Que bien' exclamó 'hoy no voy a tener que peinarme'.

¡La actitud lo es todo!

La vida no es esperar a que la tormenta pase. Es aprender a bailar bajo lo lluvia.

Fuente: http://www.diapordiamesupero.com/2012/04/tu-actitud-ante-la-vida-es-lo-que.html




domingo, 14 de agosto de 2016

SI NO TE QUIERES ES PORQUE NO TE CONOCES

La autoestima es una palabra de moda que a veces parece como un dispositivo mágico para entender todo lo que nos ocurre. Es como si todos los problemas se pudieran explicar con una frase hecha: falta de autoestima. Hay una especie de epidemia que se puede resumir diciendo que nos cuesta trabajo querernos a nosotros mismos. Quizás esto ocurre por una razón clara: si no te quieres es porque no te conoces.

La clave está en esa voz interna que comenta todas nuestras acciones, sentimientos y pensamientos. Es esa voz que nos califica, y aprueba o reprueba. A veces olvidamos que esa voz interior ha sido construida por nosotros mismos y que, por esa razón, podemos dirigirla y redirigirla cuando no sea constructiva.

“Todo lo que necesitas quizá no esté delante a ti o a tu alrededor, pero todo lo que necesitas está ciertamente dentro de ti.”
-Sri Chinmoy-

Aprendemos a vernos a nosotros mismos a través de los demás. Por eso, si nuestros padres nos veían como personas incompetentes, fácilmente incorporamos ese calificativo y sus sinónimos a la voz que nos habla y juzga desde dentro. Si nuestros maestros pensaban que casi todos eran más inteligentes que nosotros, también aparecerá algo de ello en ese diálogo interior y así sucesivamente.

El problema es que olvidamos algo que está más allá de cualquier voz: quienes han opinado y siguen opinando sobre nosotros, no tienen la verdad. Lo que expresan y han expresado sobre lo que somos, probablemente tiene mucho más que ver con ellos mismos que con nosotros. Todos llevamos nuestras gafas particulares y cada uno cree que lo que ve es lo que sucede.

Si no te quieres, reconócelo

La falta de amor propio no solamente se expresa como sentimiento de minusvalía o de incompetencia en las diferentes situaciones cotidianas. A veces se piensa que si alguien se expresa con desparpajo y hace notar su presencia con mucha fuerza, es porque tiene una autoestima muy elevada. Pero, por lo general, no es así.

La ausencia de autoestima se manifiesta como temor o miedo a arriesgarte. Quieres mantenerte dentro de los límites de lo ya conocido, porque en el fondo piensas que podrías no estar a la altura de las exigencias en algo nuevo. Ese temor se extiende a tus palabras y tus pensamientos. No te sientes capaz de expresar lo que realmente está en un interior porque temes la reacción de otros. Y, a la vez, tu voz interna te descalifica: “son tonterías”, te dices a ti mismo. Y callas.

Pero la falta de amor propio también se expresa de otras maneras. Por ejemplo, cuando te vuelves servil frente a una figura de autoridad o a una situación en la que quieres cobrar notoriedad, te importa mucho lo que piense o diga el jefe, el maestro o el experto.

Por eso tratas de ajustar lo que dices y haces, para agradar a esa persona o a ese grupo. A veces también necesitas, desesperadamente que los demás te reconozcan. Por eso gritas y te haces propaganda, siempre en función de obtener algo de los demás.

Solo se quiere aquello que se conoce

Hay una pregunta obvia, que no todo el mundo se formula, ¿realmente me conozco a mí mismo? Y es que el autoconocimiento no es solamente saber que te gusta el color verde y que detestas las manzanas. O que quieres divorciarte y que te encanta el fútbol. El asunto va mucho más allá de los gustos y las preferencias.

Por supuesto, es muy importante reconocer qué es lo que te gusta saborear, cómo te gusta vestir, a qué tipo de reuniones te gusta ir, etc. Por ahí comienza todo. Puede parecer exagerado, pero en verdad hay muchas personas que ni siquiera saben si realmente les gusta lo que comen. Siguen una dieta o no piensan en el asunto y aún no han descubierto por qué. Lo mismo ocurre con esos pequeños aspectos cotidianos como el vestido, el medio de transporte que usas y un largo etcétera.

Sin embargo, más allá de aprender a reconocer lo que nos gusta y lo que no en esos aspectos, debemos indagar sobre la percepción que tenemos de nosotros mismos. ¿Cómo te sientes en relación con tu propio cuerpo y por qué? ¿Cómo cuidas ese cuerpo? ¿Qué piensas sobre la forma como te relacionas con los demás? ¿Sabes cuál va a ser tu reacción frente a diferentes situaciones y por qué?

Quizás al final descubras una verdad que has querido ignorar: te juzgas en función de la mirada de otros y no a partir de parámetros realmente razonables. La mirada de los demás está presente en esa voz interna que constantemente te hace pensar en negativo frente a ti mismo. ¿Qué es mejor, una gallina o un pato?

El pato, dirán los patos. La gallina, dirán las gallinas. Ese es el punto. El pato debe aprender a ser pato y a sacar lo mejor de su condición. La gallina debe hacer lo mismo. Y ambos, desoír la opinión del zorro, que solo los ve como menú.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/si-no-te-quieres-no-te-conoces/