domingo, 29 de abril de 2018

La fórmula más sencilla y a la vez más profunda

Aquí tienes una fórmula para liberarte del sufrimiento que, aunque parece simplista, en realidad es muy profunda: "Deja de hacer lo que te hace sufrir y empieza a hacer lo que te va a curar". El sufrimiento sólo persiste porque lo aceptas, incluso veneras. El sufrimiento es el resultado de la negación o resistencia a tu ser natural. Cuando vives desde tu naturaleza divina, el sufrimiento desaparece. Ya no ves el mundo como una jungla o como un lugar donde lo que está en juego es la supervivencia. No te mereces sufrir. Nadie se lo merece. Cuando esta verdad se instale en tu mente, llegarás al punto de inflexión de tu viaje espiritual y las expectativas lúgubres darán paso a una visión más amplia y brillante. Literalmente, entrarás en un mundo nuevo y vivirás, como prometió Thoreau, con "el permiso de seres pertenecientes a un orden superior".

Alan Cohen
Un Curso de milagros (fácil).