DESPUÉS DE
LEER ESTE ARTÍCULO, NO VERÁS A TU MENTE DE LA MISMA FORMA
Son los
hechos sorprendentes, los grandes descubrimientos, esos que nos agitan y hacen
que en nuestra vida quede dividida entre antes y después, los que tienen la
facultad de hacernos crecer. En este artículo os vamos a presentar una historia
que tiene todos los ingredientes para que después de escucharla tengas la
sensación de que has pasado por uno de esos momentos
Algo así
sentí cuando vi la reveladora conferencia de la neuróloga y doctora por la
Universidad de Harvard (EEUU) Jill Bolte Taylor. La verdad es que por mucho que
trate de haceros un resumen de la Conferencia lo mejor es que la veáis
vosotros.
En ella,
además de explicarnos algunas cosas acerca del cerebro y de la diferencia entre
el hemisferio izquierdo y el derecho con un cerebro real que presenta en el
escenario y que despierta la risa de muchos de los asistentes, nos cuenta su
increíble experiencia.
Jill decidió
estudiar Neuroanatomía porque su hermano sufría esquizofrenia y ella quería
saber, entender, qué ocurría entre un cerebro “normal” y un cerebro afectado
por enfermedades mentales, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Quién le iba
a decir a ella que un buen día se levantaría con una extraña sensación que
resultó ser un ictus cerebral, del que no se recuperaría del todo hasta pasados
8 años y que para ella fue una experiencia increíble. Sí como lo oís.
De una forma amena y sencilla nos explica los síntomas claros que identifican a un ictus. Si os fijáis en su charla, todo lo que nos cuenta de una forma clara que le fue ocurriendo desde que despertó hasta que empezó a hacer sus ejercicios, se metió en la ducha y sintió todo esto: alteración del nivel de conciencia y confusión repentina, pérdida de fuerza repentina en un brazo o pierna, problemas en el habla, no comprende lo que le dicen (Jill cuenta como llamó a un compañero y sólo le escuchaba decir “gua gua gua”), pérdida de visión, dolor fuerte de cabeza, pérdida del equilibrio y la coordinación, dificultad para andar y hormigueo.
Jill nos
cuenta como su hemisferio izquierdo se desconectó, perdió la percepción de la
realidad y como su hemisferio derecho le proporcionaba una sensación de paz, de
felicidad que ella misma califica como de Nirvana. Era increíble y para ella
supuso una experiencia reveladora, mística y profunda que debía contar al
mundo.
Así,
desapareció su estrés, sus preocupaciones y tenía una mente silenciosa que no
la molestaba, ella misma se asombró y dijo ¡es genial! ¡perder 37 años de carga
emocional es tan liberador!¡pero no tengo tiempo para sufrir un ictus!
Después de
esta experiencia Jill nos invita a que seamos dueños de nuestra vida, que
seamos nosotros mismos quienes nos facilitemos la vida sin complicarnos en
exceso, que desconectemos nuestro hemisferio izquierdo.
¡Nosotros tenemos el
poder de desconectar!
Realmente
entre el llanto y la risa Jill consigue emocionarnos y hacernos reflexionar
sobre el auténtico sentido de la vida. Dirige la reflexión a como a veces
parecemos necesitar un toque de atención para darnos cuenta de lo afortunados
que somos.
A propósito
de este artículo y de esta reveladora conferencia me gustaría animaros
humildemente y desde mi posición y gracias a la oportunidad que me ofrecen las
redes sociales para expresarme; si habéis padecido un ictus o lo ha padecido
algún familiar vuestro veáis esta conferencia, hablad con vuestros seres
queridos del miedo que habéis sentido o que aún sentís, expresaos con
franqueza, llorad cuando lo necesitáis y apoyaros en un hombro amigo.
Y es que
siempre… siempre hay alguien dispuesto a ayudaros y a comprenderos.
También os
dejamos este interesante PDF donde podéis informaros de todo lo relativo al
ictus y es que cuanto más información tengamos sobre cualquier tema, mejor será
todo.
http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_466_Ictus_AP_Lain_Entr_paciente.pdF
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