EL CAMINO INTERIOR: UNA VÍA HACIA LA FELICIDAD
El mundo ha cambiado mucho en los últimos años. La sociedad
actual no tiene nada que ver con la sociedad de hace dos mil años y sin
embargo, seguimos siendo iguales, sintiendo los mismos deseos, teniendo las
mismas necesidades, repitiendo los mismos patrones vida tras vida y en
realidad, aunque hemos avanzado tecnológicamente, seguimos siendo los mismos
con las mismas carencias y necesidades de ser amados y amar, de tener buena
salud y disfrutar de una vida próspera y feliz.
Si algo me llama la atención en este momento de la historia
de la humanidad, es el hecho de que a pesar de estemos viviendo un período de
oscuridad, según dicen los escritos antiguos de las más populares religiones y
tradiciones, por ejemplo, en cristianismo se dice que en esta época, “la bestia
será liberada y reinará por 1000 años”, en el budismo se dice que en el año
1054 de nuestra era, empezó el período Mapro, un tiempo en que las enseñanzas
están corrompidas, al alcance de todos y que nadie practica… y así varias
teorías en total oposición a las teorías de las modernas corrientes
espiritualistas, que defienden que la Tierra está ascendiendo de nivel vibracional
y que una parte de la humanidad vibrará en los primitivos y densos matices de
la tercera dimensión, mientras que otra está ya vibrando en los armónicos y
luminosos saltos de la cuarta e incluso quinta dimensión, sin embargo todos
seguimos en este planeta… a pesar de eso, creo que realmente algo hemos
avanzado a todos los niveles, en este camino hacia el Despertar.
Somos seres humanos, nacemos del vientre de una madre y
usamos un vehículo de carne y hueso para sobrevivir en este mundo. Tenemos que
comer y beber, para mantener ese cuerpo sano y operativo, un cuerpo que nos
tiene que servir hasta el mismo día de la muerte y que incluso ese día, para
poder morir naturalmente, el cuerpo ha de estar sano. Sin duda el cuerpo humano
es el mejor vehículo para desenvolverse en este mundo tan complejo
Hoy ya hemos comprobado además, que no sólo somos un cuerpo,
sino que tenemos una Mente Creadora, se dice que todo es una creación de la
mente en realidad, en gran parte es así. Esa mente que lo crea todo, nos ofrece
millones de pensamientos y emociones positivos o negativos, que nos permiten
disfrutar de la vida que tenemos, si sabemos gestionar lo que pensamos y
sentimos, porque si no lo hacemos, sufriremos innecesariamente, el tormento del
ego descontrolado y la mente enferma que acabará enfermando también el cuerpo.
Hay más… en realidad somos un complejo sistema energético
que va desde lo más sutil a lo más denso, siendo lo más denso el cuerpo físico.
Hoy hemos comprobado empíricamente la existencia del aura, los chakras, los
meridianos de acupuntura e incluso el envío de energía a distancia usando la
fuerza del pensamiento… incluso dicen que se ha podido medir el peso del alma,
en el momento de la expiración final. Se nos han abierto canales de
comunicación con planos dimensionales que son realmente de ciencia ficción, por
supuesto, cuestionables por los escépticos de siempre, gracias a los cuales
estamos obteniendo unas informaciones impensables hace unos pocos años.
Realmente creo que la humanidad está cambiando. Hoy cada vez
más los grandes medios de control de masas, el cine y la televisión, están
enviando mensajes subliminales en forma de films de supuestas invasiones
extraterrestres, supuestos mundos paralelos a los que acceder a través de los
sueños y mil cuestiones más que poco a poco, van instalándose en la mente de
los más incrédulos y dejando esa información allí. Hoy nadie se asustaría si de
repente se abre un portal dimensional en plana Plaza Mayor y empiezan a salir
seres de su interior, al contrario, estaría grabado y subido al youtube al
instante.
Lo curioso de este fenómeno, es que sucede a nivel global,
no sólo en los países civilizados, sino también en los países en vías de
desarrollo. En todas partes, la mente humana ha despertado y avanzado un poco
más en su nivel de comprensión de la realidad, tanto aquí como en lo más
profundo de la selva o en plena guerrilla africana.
Siempre he explicado en mis cursos de Reiki o en las clases
de Taichi Chuan y Chikung, que la humanidad está aburrida, nos falta pasión,
espíritu aventurero… el mundo ya está descubierto, hemos creado un sistema,
mejor o peor, que es capaz de llenar los estómagos de millones de personas en
todo el mundo… y algunos siguen trabajando para la conquista del espacio
exterior, fabricando cohetes o naves espaciales, para acercarse más a ver qué
hay allí fuera. Sin embargo, personalmente creo que hace ya unos pocos años que
hemos empezado una nueva, verdadera y fascinante aventura, algo impensable hace
unos años y que nos abre las puestas a mundos infinitos por descubrir, algo que
nos permite recuperar el espíritu aventurero y ser pioneros en la aventura que
realmente está marcando el fin de una vieja y obsoleta humanidad y el comienzo
de una nueva raza humana: yo lo llamo “el Camino Interior”.
Es fundamental mantener el equilibrio entre nuestro cuerpo
físico, que necesita cuidados y mantenimiento (alimentación, ejercicio,
descanso…), nuestra mente (gestionar pensamiento y emociones, mediante la
meditación y la respiración) y el espíritu, mediante la práctica de la vida
correcta y justa, resolviendo el karma y creando una vida armoniosa, que nos
permita incluso, conocer nuestro origen y nuestro destino final, más allá del
más allá.
Desde siempre, las técnicas de meditación y de trabajo
interior han estado a nuestro alcance, de la mano de diversos Maestros,
escuelas internas, religiones… pero es ahora cuando realmente podemos acceder a
ellas desde cualquier parte del mundo y obtener un gran resultado con muy poco
esfuerzo.
Cada vez hay más personas interesadas en iniciarse en el
mundo de las Terapias Naturales, el Crecimiento Personal y que desean Ser
Felices. Cada vez hay más personas que despiertan y a pesar del miedo, dejan de
entregar el poder de dirigir sus vidas a los poderosos y se convierten en los
creadores de su realidad, creando vidas armoniosas, felices y auténticas,
abriendo el Camino que otros seguirán con su ejemplo.
Personalmente, recorrer ese camino me ha costado grandes
esfuerzos y sacrificios, es duro llegar a conocerse a uno mismo, aceptar sus
carencias, miedos, culpas iras y todo el pesado equipaje mental, emocional y
espiritual que traemos heredado… es aparentemente duro deshacerse de ese
equipaje de ese equipaje y lanzarse al vacío, para transformar en Amor y
Alegría lo que antes era miedo y lastre. Pero es la única opción que nos queda
para sobrevivir, pase lo que pase, pues a pesar de todo, la certeza de la
muerte es lo único real que tenemos. Es posible que al morir, exista una
continuidad de la vida en otros planos, yo apuesto que sí, pero también es
posible que con la muerte, se acabe todo… y hemos de estar preparados para
enfrentarnos a cualquiera de los dos posibilidades. Si muero lleno de paz
interior, felicidad y amor, tendré una buena muerte. Si hay vida más allá de la
muerte, en ese caso sin duda encontraré el Camino hacia la Luz. Si muero lleno
de odio, miedo, culpa… tendré una mala muerte y sin duda, caso de haber vida
más allá, acabaré en el peor de los infiernos. La elección es obvia: prefiero
vivir feliz, para morir feliz.
Con el pasar de los años, he observo que mi vida es
infinitamente más feliz, más sana, más hermosa y más llena que antes, cuando
empecé este Camino y mis antiguos compañeros de trabajo no entendían muy bien
lo que hacía. Mientras otros soportaban un matrimonio insoportable, yo me
divorciaba y era criticado. Mientras otros soportaban las tiranías de un jefe
por un sueldo “seguro”, yo dejaba una carrera de funcionario para dar clases de
Taichi… en una comida fraternal de antiguos compañeros, nos volvimos a
reencontrar tras 21 años y la mayoría están llenos de achaques, dolencias
(físicas y emocionales), faltos de vida, de alegría y de pasión por vivir… se
han hecho “viejos” de cuerpo, mente y espíritu; muchos me preguntaban que donde
daba clases o terapias… aunque a veces ya es demasiado tarde para intentar
arreglar toda una vida de caos en su etapa final.
Fuente:
Víctor Fernández,
Presidente
de la Federación Europea de Reiki Profesional.
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