EL MOTOR DE LOS DESEOS
Tener inquietudes e ilusiones en la vida eleva el optimismo y la
esperanza. Marcarse pequeñas metas puede convertirse en una buena autoterapia.
Hacer una lista con los deseos o planes pendientes puede
ayudarnos a mejorar nuestra satisfacción vital. A esta conclusión ha llegado la
Psicología positiva a través de diferentes investigaciones, como la del doctor
Michael B. Frisch, de la Universidad de Baylo (EE.UU.).
Según explica el doctor Frisch en su libro “Terapia de la
calidad de vida”, cada persona tiene una serie de áreas vitales en las que es
posible marcarse unos objetivos. Y por el sólo hecho de sacar estas metas a la
luz, aumenta el optimismo, la esperanza y la energía, y mejoran las respuestas
fisiológicas como la calidad del sueño o los niveles de tensión muscular o
presión arterial.
Con o sin ayuda de un terapeuta, podemos llevar a cabo esta
técnica en una serie de áreas vitales: trabajo, pareja, familia, ocio,
educación, vida espiritual, salud (alimentación y deporte) y servicios a la
sociedad.
Una vez que las hemos concretado, escribimos que deseamos
que ocurra en cada una de ellas. Por último, se trata de elaborar un ranking de los aspectos más
determinantes para nuestra vida –o de aquello que más nos apetezca hacer-.
Muchos autores aconsejan colocar después esa lista de deseos en algún lugar
visible de la casa.
CÉLEBRES SOÑADORES
El doctor Frisch se ha fijado en la biografía de diferentes
personalidades y ha concluido que suelen realizar mentalmente esta lista de deseos. También cita al Dalai Lama, líder espiritual
budista que en sus “Instrucciones para la
vida en el nuevo milenio”, recomienda “tener en cuenta que el gran amor y
los grandes logros implican grandes riesgos” o “una vez al año ir a algún lugar
soñado en el que no hayamos estado nunca antes”.
Revista MENTE SANA
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