domingo, 23 de febrero de 2014


EL UNIVERSO LATE EN CADA PERSONA

Cada ser humano es como un holograma, pues de alguna manera en él late o está representado el universo entero, desde la materia y la energía que configuran su cuerpo a la conciencia de sí mismo y de su interrelación con el todo.

Sin duda formamos parte integrante del cosmos, por más que solemos pensarlo como algo separado de nuestra mente. En cada uno está inscrita la totalidad del universo: esto implica la relación hologramática que nos determina en cuerpo y alma. Holos, en griego, significa “que forma un todo”. Gramma quiere decir “inscripción”.

En cada ser humano late aquella gran red de la vida que sostiene la armonía del universo. Si hacemos consciente el hecho de estar incluidos dentro de un orden natural más vasto, podemos percibir en nuestro interior pequeños reflejos de aquella armonía que interconecta todo. De ese modo descubrimos que nuestra psique, aparentemente tan personal, puede dejar de ser “ombligocéntrica”, para desarrollar mejor una saludable participación ecológica.
Pablo Friedländer

 

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