PISAR AGUA
FRÍA ES SANO
FORTALECE EL ORGANISMO Y AYUDA A RELAJARSE
Muchas veces me he preguntado dónde se inspiró Sebastian
Kneipp, para darse cuenta de los beneficios de pisar el agua fría. Es de
admirar que un hecho tan sencillo genere reacciones tan positivas y sea un
pilar fundamental para el fortalecimiento general del organismo.
En Alemania la técnica no sólo es recomendada por los
médicos, sino que también tiene una gran aceptación social y muchas ciudades
construyen incluso “andadores de agua” en los parques públicos.
Pisar el agua fría produce una estimulación general que varía en intensidad según el frío del agua
y el tiempo que estemos en ella. En general, por el día refresca y estimula
todo el organismo, y por la noche puede ayudar a conciliar el sueño, siempre que haya una buena
reacción de los pies y estos estén calientes. También ayuda a tranquilizarse en
momentos de estrés.
Pisar agua fría estimula la circulación venosa de retorno y
fortalece las venas, ayuda a la descongestión de órganos internos, provoca
calentamiento, favorece la circulación arterial, previene infecciones en
tratamientos continuados y activa el metabolismo. También ayuda a mejorar el
apetito y produce una sensación de euforia.
Lo podemos aconsejar como indicación terapéutica en los siguientes procesos: insomnio, problemas leves
de circulación arterial, alteraciones de la regulación térmica, propensión a
infecciones, neurosis cardiaca, sopor, sudoración excesiva de los pies…
Está contraindicado en caso de menstruación e infecciones de
bajo vientre en las mujeres, infecciones urinarias y enfermedades renales,
alteraciones graves de la circulación arterial, tiritar, sensación de frío en
piernas o pies. Aunque sería muy recomendable que estas personas hicieran un
entrenamiento progresivo.
Cuando se adopta esta costumbre la persona puede volverse
más campechana, con facilidad para descalzarse y tomar contacto con el agua o
la tierra. También facilita la convivencia con quienes andan subidos en
zapatos, botas, tacones o tronos.
Pisar el agua es recuperar parte de esa alegría
y seguridad que da el contacto con
la tierra.
Recomendaciones:
● Andar de 3 a 5 minutos en orillas poco profundas de un río, arrollo o mar. Debe cubrir hasta
la anchura de una mano por debajo de la rodilla.
● Caminar por el agua, entre ½ y 1 minuto con paso se cigüeña o de caballos
andaluces, elevando a cada paso una pierna por encima del agua. Dejarlo si se
siente dolor.
● Salir del agua y ponerse calcetines y zapatos para evitar
el enfriamiento.
Dr. Pablo Saz
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