martes, 18 de febrero de 2014


PISAR AGUA FRÍA ES SANO

FORTALECE EL ORGANISMO Y AYUDA A RELAJARSE

Muchas veces me he preguntado dónde se inspiró Sebastian Kneipp, para darse cuenta de los beneficios de pisar el agua fría. Es de admirar que un hecho tan sencillo genere reacciones tan positivas y sea un pilar fundamental para el fortalecimiento general del organismo.

En Alemania la técnica no sólo es recomendada por los médicos, sino que también tiene una gran aceptación social y muchas ciudades construyen incluso “andadores de agua” en los parques públicos.

Pisar el agua fría produce una estimulación general que varía en intensidad según el frío del agua y el tiempo que estemos en ella. En general, por el día refresca y estimula todo el organismo, y por la noche puede ayudar a conciliar el sueño, siempre que haya una buena reacción de los pies y estos estén calientes. También ayuda a tranquilizarse en momentos de estrés.

Pisar agua fría estimula la circulación venosa de retorno y fortalece las venas, ayuda a la descongestión de órganos internos, provoca calentamiento, favorece la circulación arterial, previene infecciones en tratamientos continuados y activa el metabolismo. También ayuda a mejorar el apetito y produce una sensación de euforia.

Lo podemos aconsejar como indicación terapéutica en los siguientes procesos: insomnio, problemas leves de circulación arterial, alteraciones de la regulación térmica, propensión a infecciones, neurosis cardiaca, sopor, sudoración excesiva de los pies…

Está contraindicado en caso de menstruación e infecciones de bajo vientre en las mujeres, infecciones urinarias y enfermedades renales, alteraciones graves de la circulación arterial, tiritar, sensación de frío en piernas o pies. Aunque sería muy recomendable que estas personas hicieran un entrenamiento progresivo.

Cuando se adopta esta costumbre la persona puede volverse más campechana, con facilidad para descalzarse y tomar contacto con el agua o la tierra. También facilita la convivencia con quienes andan subidos en zapatos, botas, tacones o tronos. Pisar el agua es recuperar parte de esa alegría y seguridad que da el contacto con la tierra.

Recomendaciones:

● Andar de 3 a 5 minutos en orillas poco profundas de un río, arrollo o mar. Debe cubrir hasta la anchura de una mano por debajo de la rodilla.

● Caminar por el agua, entre ½ y 1 minuto con paso se cigüeña o de caballos andaluces, elevando a cada paso una pierna por encima del agua. Dejarlo si se siente dolor.

● Salir del agua y ponerse calcetines y zapatos para evitar el enfriamiento.

Dr. Pablo Saz
 
 
Preciosa playa al sur de Fuerteventura.
 

 

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