NO ES SER EGOÍSTA, ES
CUIDAR DE UNO MISMO
“Decirle a una persona que vamos a dejar de tratar con ella,
que necesitamos poner distancia, disfrutar de unos días de aislamiento y
soledad, priorizar a unos amigos por delante de otros…” Puede que si en algún
momento de tu vida te has atrevido a hacer algo de esto, hayas escuchado
aquello de “Eres un egoísta”.
¿Somos de verdad egoístas si nos atrevemos a defender
aquello que necesitamos, aquello que nos hace bien? En absoluto, es cuidar de
uno mismo, aunque esto, no siempre es fácil de comprender por quienes están a
nuestro alrededor. Las personas, generalmente, suelen juzgar con mucha
facilidad las acciones ajenas, sin ahondar en las necesidades internas de cada
uno, en su equilibrio, en sus felicidades.
Saber lo que es bueno para uno mismo es, posiblemente, una
de las cosas más importantes que debemos tener claras. Es tan vital como
respirar, como soñar, como mantener una ilusión cotidiana con la cual,
encontrar motivación en nuestra vida. Te explicamos por qué y te animamos a
ponerla en práctica.
APRENDER A CUIDAR
MEJOR DE UNO MISMO
No nos atrevemos. Pasamos la mayor parte de nuestra vida
relegando muchos de nuestros sueños, de nuestras necesidades… ¿Por qué razón?
Todos tenemos obligaciones diarias, ese trabajo que te quita tanto tiempo y te
da tantas preocupaciones, esos familiares que en ocasiones, priorizan sus
necesidades antes que las tuyas. O amigos que resultan más tóxicos que
terapéuticos…
Sin saber cómo, acabamos priorizando sus vidas antes que las
nuestras. ¿Somos así mejores personas? En absoluto.
Para cuidar mejor de uno mismo es primordial que cambiemos
un poco el enfoque, las perspectivas. El mayor riesgo que podemos tener es que
al final, llegue un día, en que nos sintamos completamente frustrados, con la
sensación de que la vida, se nos va por esas cañerías invisibles del tiempo.
Evítalo, pon en
práctica estos consejos:
1. ¿Cuáles son tus prioridades? Es una pregunta sencilla que
a su vez, requiere plantearnos muchas cosas. Tienes claro que lo más importante
de tu vida son los tuyos, tu pareja, tus hijos si los tienes… No obstante, no
es saludable dedicarles todas las horas del día, ni todo tu tiempo, porque
llegará un día en que ese tiempo no “sea de calidad”, que aparezca finalmente
la ansiedad y el estrés. Establece límites, tiempos, espacios personales… Ahí
donde dispongas siempre de unas horas al día para ti mismo.
2. Sabes lo que necesitas… ¿Por qué no pasas ahora a la
acción? Todos sabemos lo que nos hace feliz, lo que nos haría tanto bien en un
momento dado, sabemos también a qué personas deberíamos dejar de ver para
sentirnos mejor o las cosas que tendríamos que dejar de hacer para estar menos
estresados. Entonces ¿por qué no lo hacemos? ¿qué te impide pasar a la acción?
3. Disfruta de tus tiempos y espacios personales. Hay veces
en que nos ocurre lo siguiente: por fin tenemos es día libre para nosotros
mismos, estamos haciendo lo que queremos y, sin embargo, no podemos dejar de
pensar en nuestras obligaciones, en esas personas que dependen de nosotros.
Somos incapaces de apagar el móvil y de ser, por un instante, los protagonistas
de nuestro propio tiempo. Es complicado, de ahí que debamos hacer un pequeño
ejercicio de reflexión de relajación… Estableciendo una necesitada distancia
cuando es necesario.
4. Aprende a relativizar. No te obsesiones con cosas que en
realidad, no tienen tanta importancia como de verdad crees. Si te sientes mal
por decir que “NO” a esa cita, o por haber decidido dejar a esa persona en
concreto, entiende que no lo has hecho por egoísmo, sino para cuidar de uno
mismo. Hay aspectos, personas y situaciones que nos son muy dañinas, que nos
atormentan y que incluso, nos quitan salud. ¿Hemos de seguir alargando esas
realidades? No tengas mala conciencia, relativiza, relájate. Mereces ser feliz
y nadie tiene por qué cortarte esas alas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario