EL REGALO DE SER UNO
MISMO
CÓMO CRECER
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles,
arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto
como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como
la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa
lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una
planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó: ¿Cómo es que creces
saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse
que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una
Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: “Intentaré ser Fresia de
la mejor manera que pueda”.
Ahora es tu turno. Estás aquí para
contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo.
No
hay posibilidad de que seas otra persona.
Puedes disfrutarlo y florecer regado con tu
propio amor por vos, o puedes marchitarte en tu propia condena…
Jorge Bucay
La mejor versión de
uno mismo
Ya lo decía Albert Einstein “Todo el mundo es un genio. Sin
embargo, si juzgas a un pez por su habilidad para escalar un árbol, pasará toda
una vida pensando que es un estúpido.”
¿Quién eres en realidad?
Desde muy pequeños se nos enseña a juzgarnos a nosotros
mismos teniendo en cuenta las cualidades y opiniones de los que tenemos
alrededor. Pero si continuamente nos comparamos con los demás, difícilmente
llegaremos a conocernos profundamente. Para ello, tendremos que observarnos
ante el espejo detenidamente y buscar todas esas potencialidades que muchas
veces tenemos escondidas bajo nuestros miedos y hábitos.
Compararse continuamente no suele ser una buena fórmula para
mantener una buena autoestima, incluso puede llevarnos a tener una percepción
deformada de uno mismo.
Las comparaciones al igual que tienen un aspecto negativo,
también tienen otro positivo, y es la capacidad de darnos cuenta de que existe
una gran variedad de formas de pensar, actuar y sentir.
No se trata de que nos parezcamos a otros, ni de ser
exitosos, competentes o divertidos como los demás, sino de aprovechar nuestras
cualidades, las mejores que tengamos, junto a nuestro talento y originalidad.
Nadie es exactamente igual a nosotros. Todos somos
diferentes. Nadie ha vivido todas las experiencias que cada uno de nosotros ha
vivido ni de la misma manera. Cada persona tiene su historia. Por lo tanto al
compararnos, comparamos cosas diferentes, tomando tan solo unas cuantas
características o rasgos. Por eso la oportunidad de ser uno mismo, resulta ser
tan valiosa.
Cada uno de nosotros tiene múltiples características, unas
que nos hacen la vida más fácil, mientras que otras puede que nos la dificulten
en ocasiones, pero juntas hacen que seamos irrepetibles.
No significa que no intentemos cambiar aspectos de nosotros
mismos que nos apetezcan, ya que eso no es malo, pero sí hay que tener en
cuenta que los verdaderos cambios nacen de la autoaceptación y no desde el
rechazo.
Aprender a valorarnos, querernos y aceptarnos es un camino
laborioso que se alarga durante toda la vida, requiriendo este sendero muchas
veces dosis de motivación y persistencia. Llegar a conocernos a nosotros
mismos, formar parte del proceso de autodescubrimiento, hará que nos sintamos
más cómodos en nuestra propia piel, además de ser uno de los viajes más emocionantes
en el que nos embarquemos.
Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/el-regalo-de-ser-uno-mismo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario