BENEFICIOS DE LA ROSA DE MOSQUETA
La Rosa de Mosqueta es otra de las grandes maravillas que
nos ofrece la naturaleza. Es un arbusto silvestre, perteneciente a la familia
de las rosáceas y lo encontramos frecuentemente por nuestras montañas
pirenaicas. Su fruto, conocido como el escaramujo se utiliza para elaborar
mermeladas, infusiones y otros dulces pero en cosmética, ese fruto, es fuente
de la eterna juventud.
Es un potente antioxidante. Contienen índices muy elevados
de ácidos grasos esenciales, relacionados con la regeneración celular y de los
tejidos.
El aceite puro es un poderoso cicatrizante tanto para
heridas de suturas, como para quemaduras gracias a su contenido en
fibroblastos, responsables de sintetizar el colágeno y la elastina. Un buen
antiestrías, tanto preventivo como para reducirlas, gracias a su capacidad
renovadora. Es efectivo también para tratar el acné y espinillas.
Antiaging reconocido. La Vitamina A que contiene, en forma
de ácido retinoico, ayuda a eliminar las arrugas y líneas de expresión y la
Vitamina C otro antioxidante que ayuda a prevenir y reparar los daños causados
por los radicales libres.
Humectante e
hidratante, lo que lo hace ideal para mantener la hidratación sobre todo en las
pieles secas, sensibles o dañadas por el sol.
En nuestra salud, utilizándola como complemento nutricional,
nos ayuda a combatir resfriados y estados gripales. Mantiene los huesos y la
piel saludable.
Estimula el organismo aportando energía lo que es muy
beneficioso en momentos de fatiga, cansancio, astenia…
Diurética, digestiva y un suave laxante. Con todas estas propiedades, la popularidad de la Rosa de
Mosqueta es más que merecida. Todo un indispensable que no puede faltar en tu
rutina de belleza, en tu salud y en tu bienestar.
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