sábado, 14 de noviembre de 2015

¿QUIÉN TE CHUPA LA ENERGÍA? IDENTIFICA TUS PARÁSITOS Y PONLOS A CERO.

¿Has sentido alguna vez que hay personas a tu lado que te chupan la energía? Descubre quiénes pueden ser tus parásitos emocionales y quítalos de tu vida.

Familiares, amigos, entorno, jefes, incluso padres o hijos, pueden convertirse en un Parásito en tu vida. También lo pueden ser situaciones, recurrentes y  malos hábitos. Reconocer estos Parásitos puede ayudarte a mejorar tu relación con ellos o lo que sería más conveniente: deshacerte de ellos. El Pilar de la Vida, Cero Parásitos, es una herramienta que ha sido desarrollada por Thomas Leonard (en los años 80 Thomas Leonard, inventó el Coaching moderno, fundando la primera y más distinguida hasta el momento escuela de Coaching estructurando una metodología para el proceso de atención personal que él estaba aplicando a sus clientes).

Un parásito es algo que nos consume energía, que depende de nosotros y que podríamos suprimir pero seguimos tolerando. Algo que depende de nosotros que podríamos suprimir. El parásito puede ser algo sencillo que nos consume poco, como el hecho de no cambiar una bombilla o algo que nos consume mucho más, como relaciones complicadas con un colega, familiar o cualquier otra persona pesimista y negativa.

En nuestra vida diaria vamos aceptando esas pérdidas de energía y por efecto acumulativo, este modo de funcionar, acaba por consumir toda nuestra energía vital lo que nos provoca un malestar con nosotros mismos, falta de entusiasmo y en mi propia experiencia tener la sensación que voy cargando con una pesada mochila que no es la mía, y haciéndome responsable de ella permito que “me utilicen”, exprimiéndome al máximo. Ufff! ¡Qué sensación más agobiante!

En estas situaciones, que las tenemos todos, nuestro objetivo en el Coaching será alcanzar el estado de Cero Parásitos de forma que:

1. No dejemos escapar nuestra energía vital.
2. Dejemos de sufrir con situaciones que podríamos cambiar.
3. No toleremos sin reaccionar, seamos proactivos.
4. Pasar a un estado de tolerancia cero, cero molestia, cero interferencia.
5. Dejemos ya de contaminarnos inútilmente.
6. No permanezcamos pasivos frente a consumos de nuestra energía vital.
7. Salgamos de los compromisos, de las explicaciones y de justificaciones.

Si seguimos manteniendo esos parásitos en la misma línea de tolerancia, repercutirá en nuestro estado anímico, con poca motivación y sin entusiasmo. Por el contrario, si los evitamos obtendremos muchos beneficios y dispondremos de más tiempo para dedicarlo a lo que realmente queremos hacer.

Aquí tienes los pasos a seguir para conseguir que en tu vida haya Cero Parásitos:

1. Identificar los parásitos:

Hacer una lista escrita de los parásitos que nos consumen energía. Cuando empezamos a explorarlos, nos damos cuenta de que son muchos y que los hallamos en todos los ámbitos de nuestra vida:
Relaciones sociales: familia, amigos, compañeros de trabajos, jefes, vecinos, etc.
Trabajo: desorden en nuestro espacio para trabajar, papeles pendientes, aquello que “mañana lo haré…”
Hogar: ropa para ordenar, armarios que arreglar, trasteros hasta la bandera de cosas que nunca se utilizan…
La salud: ir al médico, comenzar a hacer ejercicio “el lunes” o comenzar la dieta la próxima semana o “este es el último cigarrillo…”

2. Buscar la Intención positiva del parásito:

¿Por qué lo permito? ¿Por qué lo tolero? ¿Cuáles son las razones positivas que me llevan a aceptar esta fuga de energía?
Detrás de todo comportamiento hay una razón positiva por la que mantenemos ese comportamiento. Se trata de buscar el por qué lo mantienes.

3. Ser consciente del coste del parásito

¿Cuál es el precio que tengo que pagar por mantener este parásito? Puede ser directo: malestar, malhumor, nervios, estrés, ansiedad. Puede ser indirecto: problemas de salud, falta de autoestima, sufrimiento continuo, depresión.

4. Asegurarse de la ecología de las opciones

Un objetivo ecológico significa que está en armonía con nuestro entorno (personal, familiar, laboral, etc). No se trata de pelearse con todo el mundo. Nuestro objetivo tiene que conseguirse aplicando el concepto coaching de ser siempre incondicionalmente positivo. La cosa no es pasar a un estado “Cero Parásitos” de una manera agresiva.  Tenemos que trabajar y apoyarnos en nuestro entorno. Se necesita explicar lo que hacemos a nuestros íntimos, para que nos comprendan y para que nos apoyen. Tienen que comprender que alcanzar este objetivo es lo que nos permite protegernos, respetarnos, querernos.

5. Decidir cambiar con conocimiento de causa

Una vez que conocemos los parásitos, sus costes, las razones positivas por lo cual lo mantienes y te aseguras de la ecología del cambio, es el momento de actuar con conocimiento de causa: plantearte el objetivo del cambio en cada uno de los parásitos.

6. Ordenar la lista según las prioridades

Son las fases que llamamos en coaching “Explorar opciones” y “Cierre”. Hemos identificado los parásitos, hemos evaluado la importancia de actuar, y hemos enumerado las diferentes opciones para resolver el caso. Ahora pasamos a la etapa del cierre y determinamos nuestro Plan de acción, que conlleva datos y fechas: Cómo, cuándo, con quién, cómo vamos a medir los progresos.

7. Lanzar el Plan de Acción

No existe Coaching sin Acción. Lanzar el plan de Acción y ponerlo en marcha es la única manera de conseguir tus objetivos.

Anímate a utilizar esta herramienta y verás cómo en poco tiempo tu vida cambia y comienzas a sentirte liberado, con nuevas sensaciones, dominarás tu tiempo, tu energía, serás el protagonista de tu vida, comenzarás a sentir cómo vas progresando cada día lleno de energía, de motivación. Mejorando así tu calidad de vida, con relaciones personales diseñadas por ti y más auténticas.
Recuerda siempre que tú eres el dueño de las riendas de tu vida, que lo que tú no hagas no se hará, o lo que es peor: vendrá otro, usurpará tu lugar en este mundo y llevará él tu vida.

Tú eres el único Responsable de los cambios que hagas en tu vida, y para cambiar algo tienes que estar Consciente de lo que quieres cambiar.

¿Te animas a vivir tu propia vida?




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