sábado, 25 de octubre de 2014

 OSHO - SER TESTIGO ES SIEMPRE PRESENTE

La mente equivale a tu pasado, tus recuerdos. El pasado se ha impuesto al presente. Has destruido un hecho virgen; ahora está distorsionado. Ahora ya no hay flor; la flor como realidad en sí misma ya no está ahí. La has corrompido, la has destruido. Tu pasado se ha interpuesto. La has interpretado, eso es pensar. Pensar significa imponer el pasado a un hecho presente.

Por eso pensar nunca puede llevarte a la verdad, porque la verdad es virgen y hay que afrontarla en toda su virginidad. En cuanto metes en ella tu pasado, la estás destruyendo. Se convierte en una interpretación, no en una asimilación del hecho. La has perturbado; se ha perdido la pureza.
Pensar significa imponer tu pasado en el presente. Ser testigo significa que no hay pasado solo presente; nada de imponer el pasado.


Ser testigo es algo pasivo. No estás haciendo nada, solo eres. Simplemente, estás ahí. Solo tú estás presente. La flor está presente, tú estás presente, entonces existe una relación de testimonio. Cuando la flor está presente y todo tu pasado está presente, y no tú, entonces hay una relación de pensamiento. 


Empecemos por el principio. ¿Qué es pensar? Es traer la mente al presente. Y entonces, te pierdes el presente ¡te lo has perdido por completo! En cuanto el pasado penetra en el presente, ¡te lo has perdido!. Cuando dices: «esta flor es bonita», la flor se ha convertido en pasado. Cuando dices: «la flor es bonita», es una experiencia pasada. Has conocido y has juzgado.


Cuando la flor está ahí y tú estás ahí, ni siquiera es posible decir que la flor es bonita. No puedes hacer ningún juicio sobre el presente. Todo juicio, toda afirmación, pertenece al pasado. Si yo digo: «te amo», se ha convertido en una cosa del pasado. Si digo: «esta flor es bonita», he sentido, he juzgado, se ha convertido en pasado.


Ser testigo es siempre presente, nunca pasado. Pensar es siempre pasado. Pensar es algo muerto, ser testigo es algo vivo. Veamos la siguiente diferencia: en primer lugar, pensar es activo, es hacer algo. Ser testigo es pasivo, es no hacer nada, solo ser. Pensar es siempre lo pasado, lo muerto, lo que ya pasó, lo que ya no existe. Ser testigo es siempre el presente, lo que es.


OSHO / CONCIENCIA

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