ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS: REALES,
FRECUENTES PERO SILENCIADAS
Cansancio
crónico, dolor en las articulaciones, colon irritable…Dolencias comunes que
pueden estar generadas por la mente. Son las enfermedades psicosomáticas,
frecuentes pero silenciadas “y a las que todos somos vulnerables si traspasamos
un umbral”, asegura la neuróloga Suzanne O’Sullivan.
“Todo está
en tu cabeza” es la frase que estos pacientes escuchan cuando reciben el
diagnóstico de una enfermedad psicosomática, pero también es el título del
libro (Ed.Ariel) de esta doctora británica con el que quiere dar un toque de
atención a la comunidad médica y a la sociedad.
“Los médicos
dejan el diagnóstico psicosomático para el final de la lista, mientras que la
gente no es consciente de que se trata de enfermedades reales. Es un error
terrible que no se hable de algo tan común”, señala la especialista del
National Hospital for Neurology de Londres en una entrevista con EFE.
Una de cada
tres personas que acude al médico de cabecera, según estudios citados en el
libro, sufre dolencias psicosomáticas, aquellas que generan síntomas físicos
derivados de problemas psicológicos.
Las personas
con tendencia a la depresión y a la ansiedad, en especial las mujeres, son más
proclives a psicosomatizar."Pero nos puede pasar a cualquiera. Todos tenemos un
límite y si lo traspasamos nos puede llegar", manifiesta O’Sullivan, una de las
mayores expertas en su tratamiento.
Creían estar paralíticos o ciegos
Pero de una
simple dolencia, como un dolor estómago por estrés, se puede pasar a un
trastorno cuando los síntomas exceden la normalidad e incapacitan poniendo en
peligro la salud.
Este es el
caso de Matthew, cuyas búsquedas en internet le hicieron creer que padecía
esclerosis múltiple hasta el punto de que sus piernas llegaron a paralizarse. O
el ejemplo de Yvonne, quien estaba convencida de haberse quedado ciega tras
recibir un aerosol de limpieza en los ojos. “Su
sensación de ceguera era tan real que ella necesitaba hacerse pruebas una y
otra vez para poder encontrar la causa. Es como una adicción”, afirma la
doctora.
Pero en
ambos casos, experiencias vividas por O’Sullivan y detalladas en su libro, no
había enfermedad alguna, todo lo estaba generando la mente que tiene un enorme
poder sobre el cuerpo como demuestran las reacciones que no controlamos:
lágrimas de tristeza, temblor de manos de nerviosismo o sonrojo de vergüenza.
Detrás de
las dolencias y trastornos psicosomáticos hay motivos psicológicos y trastornos
emocionales no resueltos. “Sólo se superan estas enfermedades si las detectas a
tiempo, una vez establecidas es muy difícil deshacer el nudo”, apunta.
El momento del diagnóstico,
decir que el origen de la enfermedad es mental y no físico, suele ser
“devastador” y los pacientes pasan de la atención del neurólogo, que ha
descartado causas neurocerebrales, al psiquiatra y psicólogo.
Y eso si el
médico ha conseguido detectarlo, ya que muchos prefieren diagnosticar una
patología física antes que cometer un error. “No se dan cuenta del daño”,
apunta la doctora, quien resalta, además, el enorme gasto que esto genera el
sistema sanitario.
En el centro
de la controversia se sitúa la ausencia de pruebas que corroboren estas
enfermedades psicosomáticas y se une la falta de formación en la carrera de
Medicina.
“Pero algo
está cambiando, hay un grupo de médicos, aunque se cuentan con los dedos de una
mano, que están interesados”, señala la neuróloga, quien confía en que aumenten
los recursos para poder investigar unas dolencias que se manifiestan de mil
maneras diferentes, “por lo que no estoy muy convencida de que influya algún
factor genético”.
El
trepidante estilo de vida de la sociedad desarrollada actual no es caldo de
cultivo de unas enfermedades, según O’Sullivan, que han existido en todas las
épocas. En el siglo XIX, por ejemplo, se asociaban con la histeria.
Fuente: http://www.efesalud.com/noticias/enfermedades-psicosomaticas-reales-frecuentes-pero-silenciadas/
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