¿DEBERÍA O NO DEBERÍA? ESA ES LA CUESTIÓN
Las dudas
nos sobrecogen constantemente. Estamos llenos de debería y no debería que nos
someten en una encrucijada de la que no sabemos salir. Un problema que afecta a
muchas personas. Un sentimiento de culpa y de duda del que difícilmente se
puede escapar.
Las dudas,
los debería o no debería, toman forma cuando tenemos muy poca confianza en
nosotros mismos. Tanto es así, que necesitamos de la aprobación de los demás
para poder elegir, para poder seguir adelante.
Cuando los debería o no
debería aparecen en nuestra vida, nos sentimos bloqueados y necesitamos de la
aprobación de los demás para poder continuar con nuestro camino
La falta de confianza en nosotros mismos
Son muchas
las personas que sufren de una falta de confianza en ellas mismas que les
impide estar seguras de sus decisiones, llevar a cabo todo aquello que tienen
en mente pero que, por miedo, se terminan auto-saboteando. Esto no es culpa de
nadie, es responsabilidad de ellas mismas.
Las
presiones a las que nos vemos sometidos, las críticas, las burlas, originan
esta falta de confianza que nos hace dudar entre ¿debería o no debería hacer
esto o aquello? La respuesta solo la tienes tú, pero la buscas en los demás
porque crees que si les dejas elegir podrás eludir la responsabilidad si te
equivocas. Podrás compartir esa carga, en ese momento, imaginaria.
Creencias de una persona insegura
Una persona
insegura, con una mente contaminada por “los debería“, piensa siempre, tiene
interiorizadas las siguientes creencias:
Debería hacer
lo que me dicen las otras personas.
Debería
ayudar siempre a todos los que me rodean.
Debería
escuchar los problemas de los demás, sean de quien sean.
Debería
preocuparme en hacer felices a los demás antes que a mí.
Debería ser
siempre feliz y nunca enfadarme.
Deja de pensar en si
deberías o no hacer algo, simplemente ¡hazlo!
Estos
debería que asoman por tu mente son creencias falsas que te hacen infeliz, pero
que tú crees se deben llevar a cabo porque es lo que hay que hacer. Poner
siempre a los demás por delante, pensar en la felicidad ajena antes que la
tuya, no te hace feliz, te convierte en un mártir.
El sentimiento de culpa
Cuando
intentamos alejarnos de estos “deberías“, de estas creencias falsas que están
en nuestra mente, asoma un sentimiento aún peor que la falta de confianza: la
culpa. Una culpa que realmente no existe, que tú mismo creas y que los demás te
hacen imaginar.
Las
circunstancias, las personas, pueden hacerte sentir culpable por algo que
realmente ¡no es cierto! Es normal que, si optas por rechazar todos “los
debería“, las personas que te rodean se muestren molestas porque ellas no han
conseguido deshacerse de esta carga aún. Te llamarán egoísta, poco humilde y te
dedicaran otro tipo de palabras poco agradables. Piensa: en ellas solo reside
la envidia y las pronuncian con la intención de detener tu cambio.
No es cierto
que sea egoísta velar por tu propia felicidad antes que por la de los demás, no
es egoísta pensar en ti mismo y dejar de estar a merced siempre del resto de la
gente. Es muy cómodo para los demás tenerte siempre ahí, dispuesto a ayudar,
pero… ¿están ellos para ti?
“La culpa no
está en el sentimiento, sino en el consentimiento.”
-San
Bernardo de Claraval-
No te
sientas culpable por pensar en ti, pues aunque ahora siempre estés dispuesto a
ayudar a los demás, abriéndote hacia ellos, poniéndote siempre por delante
aunque te hagan daño, llegará el momento en el que sabrás otorgarte el valor
que mereces.
Date permiso
Empieza a
darte permiso para pensar en ti mismo, para eliminar los sentimientos de culpa
que no son reales. Reflexiona sobre el origen de la culpabilidad, observa si en
realidad deberías sentirte culpable o no. Hay muchas personas que les resulta
muy fácil hacerte sentir culpable para manipularte, ¡no lo permitas!
Debes
valorarte y darte permiso para ponerte antes a ti que a los demás en tu camino.
¿Cómo vas a ser feliz si antepones la felicidad de los demás a ti? ¿Nunca has
oído, también, que no se puede amar a alguien si no te amas a ti mismo?
Empieza
desde hoy mismo a ser egoísta, aunque realmente esto no sea verdad, pero así lo
verán los demás. Sé egoísta para ponerte por delante, para liberar esa
confianza que reside en ti, para ser feliz, para dejar de pensar tanto en
personas que no te aportan nada más que preocupaciones y culpabilidad.
Casi siempre lo más
difícil es pensar en uno mismo, pero en ocasiones es necesario.”
-Anónimo-
Deja la
culpabilidad a un lado, deja de pensar que eres egoísta, valórate, mira dentro
de ti y libérate. Tienes derecho a pensar en ti mismo, tienes derecho a ser el
protagonista de tu vida. Confía en ti, ponte por delante. Serás feliz y ya no
te preguntarás si debería o no debería. Serás tú mismo.
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