DIME CON QUIEN ANDAS
Y TE DIRÉ QUIEN ERES
Dime con quién andas y te diré quién eres, con este refrán
se ha juzgado y aun se sigue juzgando a muchas personas, es un refrán común y
alrededor de América latina es muy usado, ¿pero realmente somos las personas
con las que andamos?, una cuestión muy difícil de comprobar y de las cuales
tenemos nuestras reservas.
Las relaciones humanas son un tema de estudio muy amplio,
roles, sociedad, pareja, amistades, algo tan peculiar e individual que no puede
ser metido dentro de una sola teoría y muchísimo menos dentro de un refrán. Lo
que si es cierto es que escogemos relacionarnos con personas que lejos de ser
iguales a nosotros, tienen la tendencia a complementarnos en aspectos donde
evaluamos tenemos debilidades. La relación se forma a través del intercambio,
generalmente saludable, de atributos sociales, en donde se genera un espacio
compartido de intimidad.
Porque andamos con
quien andamos
La elección que hacemos de las personas con las que nos
relacionamos aportará de alguna manera elementos nuevos a nuestras manera de
actuar, realmente no quiere decir esto que cambiemos, pero si se dan ciertas
transformaciones, hay que tener muy en
claro que una vez formado nuestro carácter, y establecido nuestro código de
ética y moral personal, difícilmente cambiaremos por influencia de otras
personas, ¿por qué andamos con una persona u otra?, está determinado más por lo
que obtenemos en ese “sentido” que hemos creado en conjunto.
Cómo nos sentimos en esa relación, las cosas que admiramos
en aquellos que nos rodean, van creando vínculos importantes para nuestra vida,
y van estableciendo jerarquías de relaciones, lazos de afinidad y algo que no
es sencillo de explicar, el amor y la comprensión.
El hecho de andar con cualquier persona y ser juzgado por
ello, es producto de las etiquetas y juicios creados desde la discriminación,
la discriminación no es más que el deseo de los hombres y mujeres por ser
mejores que otras personas, en una ilusoria competencia por obtener un estatus
social, que se convierte en un grillo innecesario, y que nos hace sufrir sin
necesidad, las personas no son buenas o malas, sencillamente somos todos
diferentes y si podemos saltar estos prejuicios, les aseguramos que van a
obtener un montón de beneficios. No
serás exitoso por tener amigos exitosos si tu personalmente no te lo propones,
al igual que no serás pobre por tener amigos pobres a menos que tu decidas
dejarte caer en la pobreza.
Las funciones de las
amistades
Las amistades, los amigos y las relaciones, son una fuente
de recursos muy positiva de apertura de nuestra mente a cosas diferentes, por
el contrario en vez de ser como los otros, adquirimos la capacidad de
adaptarnos y de expandir nuestra mirada más allá del mundo que conocemos,
conocer diferentes costumbres, hábitos y creencias, sin duda tendremos una
mente más abierta y una cultura más enriquecida.
Sin temor a equivocarnos, podemos decir que las costumbres y
los hábitos no son contagiosos, al permitirnos conocer todo tipo personas
adquirimos más de lo que estamos perdiendo, jamás dejaremos de ser nosotros en
ninguna situación, por el contrario, podremos hacer añadiduras a nuestro
repertorio conductual, siempre administrado por nosotros mismos.
Dime quién eres y te
diré con quién andas
Como podrás haber visto nuestro conocido refrán no es
cierto, pero lo que sí es muy cierto es el hecho de que, si sabes quién eres
puedes con facilidad andar con quién quieras, y hacer de cada experiencia una
aventura enriquecedora, desmontar el tabú de que debes cuidar tus amistades,
pasa por entender que lo bueno o malo lo escoges tú, que tu moral y juicio es
tu responsabilidad y que las opiniones de los otros no pueden sesgarte para
vivir tu vida. Adelante, permítete andar con quién quieras sin ser más que tú.
“Si hay algo que he aprendido, es que la piedad es más
inteligente que el odio, que la misericordia es preferible aún a la justicia
misma, que si uno va por el mundo con mirada amistosa, uno hace buenos amigos”
Philips Gibbs
No hay comentarios:
Publicar un comentario