CAMINAR NOS AYUDA A
CAMBIAR NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO
Aunque pueda parecer extraño caminar nos ayuda. Salimos a la
calle, vemos otra gente, nos distraemos mirando a los demás, realizamos
ejercicio.
Podemos ir a paso ligero o de manera más pausada. Existen
personas que no ven más allá de sus propios pies. Si nos fijamos en esas
personas podríamos notar que están inmersos en sus pensamientos, en sus
historias, en sus imágenes y diálogos internos. A través de una vista de
tranquilidad y de mucho detalle, se puede observar que el cuerpo de una persona
así, nos cuenta historias de todo que posiblemente está viviendo.
Un individuo en ese momento raras veces suele caminar con
una sonrisa en su cara .Por el contrario hace su camino con los hombros
encogidos y su cara agachada. Nosotros podríamos ver un espejo de los
pensamientos que la persona suele pensar en esos momentos. No serán
pensamientos positivos
¿Te has fijado alguna vez en ese tipo de caminante en la
calle? Seguramente todos hemos andado de vez en cuando de ese modo. Esto nos
sucede en esos días cuando llegamos a nuestros destinos sin recordar cómo
llegamos de A a B. Algunas veces hacemos lo mismo en el coche sentado detrás
del volante. O pasamos el día en el trabajo funcionando de esta manera. Hay
personas que han incorporado esa ausencia como un hábito en sus vidas. ¿Qué
podríamos hacer en un día gris cuando nuestros pensamientos parecen controlar
nuestra vida y bienestar de esta manera?
1. Estírate y levanta tu cabeza. ¡Pruébalo! Con una vista
horizontal y recta, o mirando hacia el cielo, los pensamientos negativos se van
a cortar, se van a parar, o simplemente vas a empezar a olvidar los detalles de
los pensamientos que tuviste antes de hacer esos pequeños cambios en tu cuerpo.
2. Respira y llénate de tranquilidad. Te va a ayudar a
sentir y percibir tu cuerpo. Párate un momento y cambia el ritmo de tus pasos. Vete
al otro lado de la calle si quieres. Con el cambio de nuestra posición podemos
transformar nuestro estado de ánimo.
3. Piensa en algo diferente, no importa lo grande que sea tu
problema ahora mismo. Piensa en algo bonito que has vivido en algún momento de
tu vida, intenta recordarte de cada detalle e imagínatelo con toda la
intensidad
4. Ahora puedes estar muy “orgulloso de ti”. Te puedes
regalar una sonrisa a ti mismo. Acabas de cambiar un estado de ánimo negativo
en uno positivo. Propongo que nos fijemos más en las personas que pasan en
nuestro camino por supuesto también en nuestros hijos. Si vemos personas
inmersos en sus pensamientos, les podríamos sonreír o saludar. O, les podríamos
preguntar algo para sacarles de su estado de ánimo.Cuando nos despedimos, les
regalamos una sonrisa. Algo que para ti pueda significar una tontería, podría
valer el mundo para otra persona. Con solamente una sonrisa, podríamos llegar a
mejorar mucho el día de alguien. Cada pequeño cambio, es una aportación a los
grandes cambios.
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