MEGAREXIA: PERSONAS OBESAS QUE SE VEN DELGADAS
“Hay tres cosas
extremadamente duras: el acero, los diamantes y el conocerse a uno mismo”
(Benjamin Franklin)
Todos conocemos trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
como la anorexia o la bulimia, pero existen otros trastornos pertenecientes
este grupo de enfermedades que todavía -incluso en nombre- son grandes
desconocidos para la sociedad. En este caso nos referimos a la megarexia.
Cuando hablamos de megarexia, estamos hablando de un
trastorno completamente opuesto a la anorexia nerviosa y que produce graves y
terribles consecuencias para el organismo.
El término “megarexia” es un neologismo creado por el
nutricionista Jaime Brugos, quien lo utilizó por primera vez en su libro “Dieta
Isoproteica” en el año 1992. Este término define a personas que creen ser
delgadas y sanas, aunque en realidad se trata de personas obesas. Por lo
general, los enfermos de megarexia, no aceptan críticas en relación al tipo de
vida que llevan, ni a la dieta que siguen, llegando a mostrarse hostiles
Así, alimentan un odio irracional tanto hacia ellos mismos
como a las personas que les rodean cuando éstas hacen algún tipo de crítica
respecto a su alimentación.
¿Cuáles son los
síntomas que presentan los enfermos de megarexia?
Alteración o distorsión de la propia imagen corporal: Sufren una grave distorsión de su esquema
corporal, algo muy común en los trastornos alimentarios como la anorexia o la
bulimia. Un enfermo de megarexia no percibe la realidad al mirarse al espejo,
aunque tienen algunos momentos de lucidez donde son conscientes de su problema,
sin llegar a aceptarlo.
Ven la realidad en las fotografías, es por esto que no
suelen dejar que se les fotografíe, ya que luego no se identifican con la
imagen tomada. No suelen ir de compras, ya que al probarse ropa de su talla se
sienten confusos, tristes y frustrados.
Síntomas de desnutrición: aunque pueda parecer extraño, los
enfermos de megarexia presentan síntomas de desnutrición como mareos, falta de
energía o incluso anemia. No realizan ningún tipo de dieta, ya que no
consideran que la necesiten, y por el contrario llevan hábitos de vida nada
saludables.
Comida rápida, bollería industrial, fritos, frutos secos, y
cualquier alimento rico en “calorías vacías”
son la base de su alimentación, lo que provoca una importante falta de
nutrientes esenciales en el organismo (vitaminas, minerales y aminoácidos) que
les lleva a la desnutrición.
¿Qué provoca la
megarexia y qué consecuencias puede tener para el organismo?
La falta de nutrientes esenciales que caracteriza a los
pacientes afectados de megarexia, provoca una alteración en el cerebro a nivel
bioquímico. Ésto origina la característica distorsión de la auto-imagen y, por
tanto, la no aceptación de la enfermedad.
Al llevar una dieta hipercalórica, fundamentalmente rica en
grasas e hidratos de carbono, los enfermos de megarexia suelen desarrollar
otras enfermedades como pueden ser: anemia, apneas, enfermedades
cardiovasculares, diabetes, presión arterial alta, etc. En los casos más
graves, puede provocar incluso la muerte.
¿Cómo tratar a un
enfermo de megarexia?
En primer lugar, como en toda enfermedad de este tipo, es
imprescindible la aceptación de la enfermedad por parte de la persona que la
padece. El enfermo debe aceptar que tiene un problema, o en este caso dos, la
obesidad y un trastorno psicológico que no le permite ver la realidad.
Aquí el papel que juega el entorno más cercano del paciente
es fundamental. La confrontación con la realidad debe realizarse con mucho
tacto y recordando siempre que se trata de un enfermedad y no de una persona
que se ha abandonado voluntariamente.
Una vez que la persona ha aceptado que tiene un problema,
hay que ponerse en manos de un especialista en trastornos alimentarios. Él será
el encargado de evaluar la situación particular y de elaborar un plan de acción
específico para la persona que sufre la enfermedad.
En principio, no es necesario un tratamiento con
medicamentos, ya que una vida sana acompañada de una dieta saludable
proporcionarán al cerebro los nutrientes necesarios para que funcione
correctamente. Aun así, la persona afectada por este trastorno, necesita un
seguimiento constante por parte de médicos y familiares, que serán su gran
apoyo durante el tiempo que dure su recuperación.
Como todos los trastornos alimentarios, se puede prevenir en
gran medida estableciendo desde la infancia unos hábitos de vida saludables.
Rutinas en las que el deporte, una dieta equilibrada y la salud emocional sean
la base.
Aunque actualmente la megarexia es una gran desconocida, las
estadísticas dicen que existen 10 enfermos de megarexia por cada 1 de anorexia,
en total unos cinco millones de enfermos sin diagnosticar, solamente en España.
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