PASTILLAS PARA EL
DOLOR DE LA VIDA ¿SON REALMENTE ÚTILES?
Fue en los años noventa cuando el uso de fármacos para
tratar la depresión se elevó de modo notable. Los centros de atención primaria
ya podían prescribirlos y su uso se ha vuelto cada vez más habitual.
Medicamentos como la fluoxetina (el popular Prozac), la venlaxatina o el
Serotax, elevan sus ventas cada año entre un 5 y un 7% según datos de la
consultora IMS Health.
Algo que nos queda inmediatamente claro es que algo ocurre.
¿Es quizá la tristeza uno de los males más importantes de nuestra actualidad?
Algo nos hace pensar que sí, o al menos
que estamos ante un problema social que debemos tener en cuenta para
desplegar, desde distintos campos, los mejores modos de abordaje para poner
mecanismos de mejora.
Pero hagámonos también otra pregunta ¿son los fármacos
realmente efectivos para tratar estos problemas?
LA TRISTEZA Y SU
DIAGNÓSTICO
Los expertos nos advierten en primer lugar, la importancia
de determinar un diagnóstico lo más adecuadamente posible a lo que está
sufriendo la persona. Hemos de diferenciar el sufrimiento cotidiano de las
depresiones más graves, por ejemplo. Así como el padecimiento de las personas
aquejadas de fibromialgia u otros
trastornos endocrinos a los que, habitualmente también se les suele prescribir
este tipo de medicamentos.
No todas las personas entramos en la “misma categoría”, no
todos sufrimos de igual modo, pero ¿cómo distinguir los grados del sufrimiento,
es esto posible? En ocasiones los médicos pueden recetar lo mismo a personas
que sufren depresiones más graves que a las que padecen un problema más leve o
moderado. Y es que hay un aspecto que queda claro, no todas las personas afrontamos
la vida con los mismos recursos o habilidades, un mismo suceso puede vivirse de
forma muy distinta en una familia, por ejemplo. La pérdida de una madre, por
ejemplo, puede invalidar completamente a un hermano, mientras que los otros, lo
afrontan con más facilidad. Todos sufren, desde luego, pero en este caso puede
que solo una persona requiera tratamiento. De ahí la importancia de un buen
diagnóstico.
¿SON EFICACES LOS
ANTIDEPRESIVOS?
Son muchas las investigaciones científicas que se han llevado
a cabo para averiguar si existe una efectividad clara en los antidepresivos
para combatir síntomas leves o moderados de la depresión. ¿Y cuáles han sido
las conclusiones?
1. Los antidepresivos tomados por sí solos, no resuelven el
problema. Se necesita de terapias que complementen el tratamiento
farmacológico.
2. Los principios activos de los antidepresivos son
efectivos para personas que padecen trastornos graves, como es el caso de
depresiones profundas.
3. En lo que respecta a las depresiones moderadas o leves,
los resultados son muy variados. Hay personas a las que estos fármacos les eran
igual de útiles que un placebo. Otros,
en cambio, afirman que les ha hecho ver las cosas desde otra perspectiva. Una
perspectiva más relajada desde la cual, poder iniciar estrategias de
afrontamiento. En un porcentaje importante de casos cabe destacar que los
antidepresivos actúan rebajando la intensidad emocional hasta niveles poco
adecuados. Muchos pierden incluso el interés sexual, y la vida a veces,
discurre ante ellos a una intensidad tan baja que tampoco es adecuado.
4. Los médicos nos indican que los casos más habituales para
prescribir ansiolíticos o antidepresivos, son cuando sufrimos pérdidas
personales, cuando sufrimos problemas sentimentales o cuando experimentamos
problemas laborales graves.
FÁRMACOS JUNTO A
OTRAS TERAPIAS
No debemos desterrar por completo el uso de los fármacos. En
ocasiones son necesarios y efectivos, pero siempre deberemos complementarlos
con otros recursos, otras experiencias con las cuales adquirir nuevos campos en
los que sostenernos. La bioquímica cerebral puede obtener una mejora con dicha
pastilla, pero nuestra voluntad, es esencial. Practicar yoga, apuntarnos a
talleres artísticos, usar la musicoterapia, pasear, dibujar, hablar con otras
personas y salir a la vida cada día dejando que ésta nos envuelva con sus
rutinas y su luz, es esencial. Evita quedarte en casa, evita cerrar las
ventanas y sumirte en la oscuridad y la soledad. En estos casos los
antidepresivos no harán más que atenuar tus emociones y dejarte en la cama
descansando. Y esto no es bueno.
Últimamente según nos dicen los expertos, el sufrimiento se
acepta cada vez menos y se está farmacologizando. El sufrimiento hay que
mirarlo cara a cara y vencerlo día a día con fuerza, con apoyo y con ganas de
vivir. Todos merecemos ser felices, y la vida es una aventura que merece
vivirse.
Por: Valeria
Sabater
Psicóloga,
escritora, hiladora de sueños. Autora de "El cuaderno azul de El
Cairo" y "Hada Oscura".
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