LAS SIETE LEYES ESPIRITUALES DEL ÉXITO
1. LA LEY DE LA POTENCIALIDAD PURA
La fuente de toda creación es la conciencia pura, la
potencialidad pura que aspira a expresarse de lo no manifiesto en lo
manifiesto. Y cuando nos damos cuenta de que nuestro Yo verdadero es de
potencialidad pura, nos alineamos con el poder que lo manifiesta todo en el
universo.
“En el principio no había ni existencia ni no existencia;
Todo este mundo era energía no manifiesta… El Uno alentaba sin aliento, por Su
propio poder; No había nada más…” Himno de la Creación del Rig Veda.
2. LEY DE LA ENTREGA
El Universo opera por intercambio dinámico, dar y recibir
son aspectos diferentes del flujo de energía en el universo. Y con nuestra
disposición para dar aquello que buscamos, hacemos que la abundancia del
universo siga circulando en nuestras vidas.
“Esta frágil vasija la vacías una y otra vez y la vuelves a
llenar constantemente de vida nueva. Esta pequeña flauta de caña la has llevado
por valles y montañas y has soplado en ella melodías eternamente nuevas (…)
Recojo tus dones infinitos con mis manos, tan pequeñas. Pasan los siglos y tú
sigues vertiendo, y todavía hay sitio para más. -Rabindranath Tagore, Gitanjali”
3. LA LEY DEL KARMA O DE LA CAUSALIDAD
Toda acción engendra una fuerza de energía que vuelve a
nosotros en igual cantidad (…) Lo que sembramos es lo que cosechamos. Y cuando
optamos por realizar actos que lleven la felicidad y el éxito a los demás, el
fruto de nuestro Karma es la felicidad y el éxito.
“El karma es la afirmación eterna de la libertad humana (…)
Nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras obras son los hilos de la
red con que nos envolvemos a nosotros mismos. -Swami Vivekananda”
4. LA LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO
La inteligencia del universo funciona con una facilidad
libre de esfuerzos, con despreocupación, con armonía y con amor. Y cuando
domeñamos las fuerzas de la armonía, de la alegría y del amor, creamos el éxito
y la buena fortuna con una facilidad libre de esfuerzos.
“El ser completo conoce sin ir, ve sin mirar y consigue sin
hacer. -Lao Tse”
5. LA LEY DE LA INTENCIÓN Y DEL DESEO
Es inherente a cada intención y a cada deseo el mecanismo
para su realización, la intención y el deseo, en el campo de la potencialidad
pura, tienen un poder organizador infinito. Y cuando introducimos una intención
en el terreno fértil de la potencialidad pura, ponemos a trabajar para nosotros
este poder organizador infinito.
“En el principio existía el deseo, que fue la primera
semilla de la mente; los sabios han meditado en sus corazones y han descubierto
por su sabiduría la conexión de lo existente con lo no existente.- Himno de la
Creación del Rig Veda”.
6. LA LEY DEL DESAPEGO
En el desapego se encuentra la sabiduría de la incertidumbre
(…) en la sabiduría de la incertidumbre se encuentra la libertad con respecto a
nuestro pasado, con respecto a lo conocido, que es la cárcel del
condicionamiento pasado. Y en nuestra disposición a adentrarnos en lo
desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos sometemos a la mente
creativa que dirige la danza del universo.
“Como dos pájaros dorados posados en un mismo árbol, amigos
íntimos, el Ego y el Yo habitan el mismo cuerpo. El primero come los frutos
dulces y agrios del árbol de la vida, mientras el segundo observa con
desapego.- El Upanisad Mundaka”
Somos viajeros en un viaje cósmico: polvo de estrellas que
gira y baila en los remolinos del infinito. La vida es eterna. Pero las
expresiones de la vida son efímeras, momentáneas, transitorias. El Buda
Gautama, fundador del budismo, dijo en cierta ocasión:
“Esta existencia nuestra es tan transitoria como las nubes
de otoño. Contemplar el nacimiento y la muerte de los seres es como mirar los
movimientos de una danza. Una vida es como un relámpago en el cielo; corre como
un torrente por la ladera empinada de una montaña.”
Nos hemos detenido un momento a encontrarnos, a conocernos,
a amarnos, a compartir. Éste es un momento precioso, pero es transitorio. Es un
pequeño paréntesis en la eternidad. Si compartimos con interés, con ligereza de
corazón y con amor, crearemos abundancia y alegría los unos para los otros. Y
entonces este momento habrá merecido la pena.
7. LA LEY DEL DHARMA O DEL PROPÓSITO EN LA VIDA
Todos tenemos un propósito en la vida (…) un don singular o
un talento especial que podemos dar a los demás. Y cuando combinamos este
talento singular con el servicio a los demás, conocemos el éxtasis y la
exaltación de nuestro propio espíritu, que es la finalidad última de todos los
objetivos.
“Cuando trabajas, eres como una flauta a través de cuyo
corazón el susurro de las horas se convierte en música (…) Y ¿qué es trabajar
con amor? Es tejer el paño con hilos que nos sacamos del corazón, como si
nuestra amada fuera a ponerse ese paño…-Jalil Gibran, El Profeta”
Por Deepak Chopra
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