miércoles, 12 de marzo de 2014


ROMPER LA INERCIA EN EL TRABAJO

En cuanto el trabajo nos parezca aburrido o poco motivador, conviene poner en marcha decididas maniobras para reactivar nuestro interés

Si realizamos una y otra vez las mismas tareas, de la  misma forma, desde hace tiempo, corremos el riesgo de automatizarlas y perder la perspectiva de lo que hacemos. Cuando tengamos la impresión de funcionar por inercia, hay que detener la máquina y plantearse lo siguiente:

¿Existen otras maneras de hacerlo? Aunque hayamos encontrado una manera eficaz de trabajar, es interesante hablar con otras personas que realicen funciones similares para aprender nuevos métodos.

¿Podría asumir otros trabajos? Para evitar el aburrimiento, podemos pedir a nuestro superior que nos asigne nuevas tareas en lugar de las que realizamos hasta ahora.

¿Quiero hacer este trabajo toda la vida? Si nos sentimos incapaces de romper con la inercia, tal vez sea el momento de poner punto y final, y buscar una alternativa laboral.

PAUSA PARA MEDITAR

Las personas que realizan trabajos especialmente monótonos deben procurarse periódicamente  -por ejemplo, cada dos horas- una pausa de cinco minutos para desentumecer los músculos y refrescar la mente. Incluso sin moverse del puesto de trabajo, una breve meditación poniendo atención en el aire que entra y sale por las fosas nasales es un buen antídoto contra el estrés y la fatiga.

Francesc Millares
Coautor de “El zen de la Empresa”



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