martes, 18 de marzo de 2014


BUSCAR NUEVOS RETOS

Romper con la rutina del trabajo habitual provoca sentimientos relacionados con la pérdida de la seguridad que nos aporta lo desconocido: miedo a no poder adaptarnos, a fracasar…
Se trata de emociones lógicas y normales que, al menos en un primer momento, nos suceden a todos. No obstante, tienen un claro y grave inconveniente: no son una reacción adaptativa, no obran a nuestro favor. Ni nos hacen sentirnos bien ni nos conducen adonde queremos llegar, el camino que nos haga sentirnos cómodos de nuevo.

En los casos en que perdemos el trabajo, podemos aprovechar lo aprendido y afrontar el cambio como un desafío, como una nueva oportunidad que nos ofrece la vida para enriquecernos, crecer y desarrollarnos, como personas y como profesionales.

Posiblemente no será fácil, requerirá un esfuerzo de adaptación, tendremos que afrontar obstáculos sin miedo y positivamente. Así, conseguiremos encontrar un nuevo camino, reubicarnos en una nueva situación. En el peor de los casos, si no triunfamos, tendremos la satisfacción de haberlo intentado, aprenderemos algo más y, por lo tanto, afrontaremos el futuro con mayor fortaleza.
Recuerda que en lugar de contemplar con añoranza la comodidad de lo conocido, lo que más te conviene en este momento es mirar hacia el futuro con esperanza y pasar a la acción.

Marisa Bosqued
Psicóloga del Hospital Provincial de Zaragoza

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