EL CONSEJERO DE LINCOLN
Una vez me
contaron que cuando Abraham Lincoln estaba buscando gente para el consejo de
ministros, uno de sus consejeros le sugirió el nombre de cierta persona.
Abraham lo rechazó. - ¿Por qué? -le preguntó el consejero. - No me gusta su
cara -respondió Lincoln. - ¡Ése no puede ser el motivo! -exclamó el consejero-;
pero si él no es responsable de su cara... cuanto menos no debería ser un
motivo. ¿Qué puede hacer? No puede evitarlo. - No, dijo Lincoln-, después de los
cuarenta, cada hombre es responsable de su cara.
Estoy de
acuerdo con él. Es absolutamente cierto. A partir de los cuarenta eres
responsable de tu cara. Es la forma en que has vivido, has amado y te has
preocupado; es la forma en que te has comportado y relacionado; es lo
desdichado o extático que te hayas permitido ser. Es tu autobiografía".
Osho / El ABC de la Iluminación
No hay comentarios:
Publicar un comentario