SIN AZÚCAR LAS CÉLULAS CANCEROSAS MUEREN
Ángeles Castell
Descubierto el mecanismo que vuelve a las células tumorales
adictas al azúcar. La captación de glucosa alimenta la proliferación de los
cánceres. El proceso de ‘limpieza del ADN’ ofrece una diana contra el cáncer.
Si algo caracteriza a las células tumorales es su
crecimiento descontrolado. Y, para ello, necesitan mucha energía. Para
conseguirla, las células tumorales captan toda la glucosa que pueden. Este
fenómeno se descubrió en 1927, y se llamó efecto Warburg. Pero, hasta ahora,
nadie había explicado cómo se originaba el proceso. Lo ha hecho el equipo del
Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (Idibell) que dirige Manel
Esteller, y lo publica Nature Communications.
“Estábamos buscando genes que no funcionaban en las células
tumorales y encontramos uno alterado, pero desconocíamos cuál era su acción.
Descubrimos que era el gen responsable de eliminar el exceso de receptores de
glucosa”, explica Esteller en una nota. Cuando se inhibe, esos receptores (proteínas
que están en la superficie de las células que se dedican a pescar la glucosa en
el torrente sanguíneo) se multiplican, y se dedican a alimentar la voracidad de
los tumores. “La célula inactiva al gen que debería degradar al receptor de
glucosa en condiciones sanas y al dejar de hacerlo, ese tumor tiene una
superactivación de este receptor que capta todas las moléculas de glucosa de su
alrededor y las usa para obtener energía rápida para proliferar”, añade
Esteller.
El proceso es muy poco eficiente (la energía celular se
obtiene de otras moléculas, como el ATP, que se reciclan fácilmente), y puede
ser una causa del debilitamiento y adelgazamiento de las personas con cánceres,
ya que las células tumorales consumen un nutriente básico para otros procesos
(entre otros, los neuronales).
El trabajo es el segundo que se publica de forma consecutiva
con la misma característica: no es específico para un tipo de tumor. Ayer hubo
otro, en Nature, que describía un proceso de limpieza del material genético como
posible diana de los tratamientos oncológicos. El objetivo de este trabajo es
similar: “La parte interesante para futuros tratamientos es que si usando
fármacos le quitamos esta fuente energética, el tumor muere porque no puede
adaptarse fácilmente a usar otros sustratos para obtener energía para
sobrevivir”, dice Esteller.
EMILIO DE BENITO
Fuente: elpais.com
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