LA VIDA NO ESPERA A QUIENES SE DETIENEN
Muchas veces
nos tomamos demasiado tiempo para superar situaciones que nos afectan, si bien
es cierto que todos tenemos plazos particulares de tiempo para adaptarnos a algo,
para concientizar una realidad, para aceptar una pérdida, para generar un
cambio o para superar un duelo… también es cierto que no podemos darnos el lujo
de extender indefinidamente una situación que nos aqueja, nos genera dolor o
algún tipo de malestar.
Siempre que
esté en nuestras manos (afortunadamente, la mayoría de las veces), debemos
tratar de acortar nuestro tiempo de sufrimiento, ya que mientras más nos
sumergimos en una pena, más difícil nos resultará salir de allí, nos podemos
adaptar y acostumbrar al malestar, a revivir recuerdos dolorosos, a aferrarnos
a situaciones de violencia, podemos perdernos en un laberinto hacia atrás sin
volver a mirar hacia el futuro con esperanza.
Cada uno de nosotros ha pasado por una situación que genera desgaste emocional, físico y
mental… Esto nos ocurre con muchísima frecuencia, la diferencia entre unos
casos y otros radica principalmente en la forma en que son asumidos los retos,
conflictos o situaciones en general.
Afrontando la vida con optimismo
Para
afrontar la vida con optimismo resulta necesario que rescatemos en nuestra
esencia lo siguiente:
Amor propio:
Mientras nos valoremos y respetemos, será más probable que afrontemos nuestra
vida en toda la escala de colores con mayor responsabilidad en cuanto a nuestro
bienestar, será más probable que detectemos con mayor prontitud las alarmas que
emite nuestro cuerpo ante situaciones de estrés o incómodas y que decidamos
padecer el menor tiempo posible.
Yo digo: Ámate a ti
mismo, así te amarán también los demás. ―Nietzsche
Confianza en
nosotros mismos: Creer que podemos resolver todo lo que se nos planta en frente
no es utópico, menos arrogante, demuestra solo la confianza y la certeza de
sabernos capaces, de tender aptitudes y aplicar las herramientas adecuadas para
afrontar las diversas situaciones… No todo se sabe, pero cuando se quiere, se
aprende, siempre habrá una primera vez para todo y las experiencias nos harán
madurar, nos harán crecer y a través de ellas nos iremos definiendo. Creer que
podemos, ¡ya es un gran paso!
Confía en los recursos
que tienes, tanto físicos como espirituales, pues recuerda que tu sueño es más
grande que todas tus habilidades y capacidades.
―Howard Hughes
Esperanza en
el mañana: Confiar en el proceso de la vida, sin dormirnos en los laureles,
sino pensando que estamos haciendo lo mejor que podemos hoy y que nuestro
mañana será positivo, que siempre podremos estar mejor, que el universo nos
depara cosas hermosas y que para eso vivimos en este mundo, para vivir
experiencias enriquecedoras y afrontarlas con amor, que no importa por lo que
pasemos, debemos aprender y dejarlo ir, para recibir un mañana pleno.
La esperanza es muy
importante porque puede hacer el momento presente más fácil de soportar. Si
creemos que el mañana será mejor,
podemos sobrellevar la
vida actual. ―Thich Nhat Hanh
Estos tres
elementos, entrelazados y codependientes nos harán llevar una vida más
armoniosa, más plena, sin detenernos en nuestras limitaciones autoimpuestas,
sin estancarnos en nuestro dolor, sin atarnos a un pasado doloroso, soltando
las culpas, los temores, a quienes no nos convienen, a quienes no nos aman…
Preparándonos para nuevas oportunidades, donde nuestra realización la sintamos
día a día, nos permitirán avanzar con la vida sin detenernos.
Fuente: http://rincondeltibet.com/blog/p-la-vida-no-espera-a-quienes-se-detienen-7141
No hay comentarios:
Publicar un comentario