sábado, 20 de junio de 2015

"Hay un dolor mucho más fuerte que un corazón roto: un corazón cerrado, un corazón que se resiste, un corazón que se niega a sentir en las profundidades de cada sentimiento, positivo o negativo; un corazón adormecido ante la vida..."


Jeff Foster


Risco del Paso, imagen de Charo Barea.



viernes, 19 de junio de 2015

FUERTEVENTURA, ELEGIDA LA MEJOR ISLA DE ESPAÑA POR LOS VIAJEROS DE TRIPADVISOR

El citado portal de viajeros eligió al municipio de La Oliva como el segundo más popular de España y el decimonoveno de Europa

Fuerteventura ha sido elegida la mejor isla de España 2015 por los viajeros de TripAdvisor, el portal web de viajes más grande del mundo. La noticia ha sido acogida con el lógico entusiasmo no solo en el sector turístico sino en el institucional.

El consejero insular de Turismo, Blas Acosta, mostró su satisfacción por el citado galardón. "Debemos estar muy contentos ya que la opinión es directa de los turistas a través de uno de los portales de viajeros tan prestigioso como TripAdvisor". Además, añadió, que este reconocimiento a Fuerteventura "viene a demostrar que la isla está de moda y que los 2.5 millones de turistas del año pasado debe volver a ser nuestro objetivo para 2015".

Hace algunos días, el citado portal de viajeros eligieron al municipio de La Oliva como el segundo más popular de España, solo superado por Barcelona, y el decimonoveno de Europa. La Oliva es el único municipio de Canarias que aparece en la lista de los 10 más apreciados de España.

TripAvisor alcanza los 315 millones de visitantes únicos al mes, además de contar con más de 200 millones de opiniones y comentarios.



SI LA CABEZA TE DICE UNA COSA

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Paulo Coelho


jueves, 18 de junio de 2015

LA VIDA NO SE MIDE POR LAS VECES QUE RESPIRAS SINO POR LOS MOMENTOS QUE TE DEJAN SIN ALIENTO

Son esos momentos que te dejan helado. En los que tienes que contener tus palabras. Que te dejan pasmado. Que vives intensamente. Que te cortan la respiración.

Son instantes en los que te cambia la vida, en los que cierras los ojos y sabes que tienes algo por lo que vivir. Que te ha ocurrido a ti y que te pellizquen porque no es verdad que esto sea real.

Que no es un sueño, que lo has conseguido, que ha merecido la pena. Me da igual que unos lo llamen suerte, otros lo llamarán perseverancia. Pero tú siempre lo recordarás como el momento que te dejó sin habla porque el tren de tu vida cambió de dirección en ese mismo instante.

La vida está hecha de momentos

Es por esos momentos por los que te planteas si vivir tu vida de manera sensata merece la pena o, por el contrario, estás atrapándote. El andén de tu tren ya no tiene nada más que ofrecerte, no te dejes morir y sube a tu tren.

Relájate y comete errores, no intentes ser perfecto. Tómate las cosas con menos seriedad. Corre más riesgos, viaja más. Sube montañas, nada ríos. Ve a lugares adonde nunca hayas ido. Vive más, preocúpate menos.

No cargues tu vida con un kit de supervivencia y aprovecha para teñir de la mayor intensidad posible cada día de tu vida.

El Tren de la Vida

 “Vivamos de manera que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el Tren de la Vida”

La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros…

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado…  Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje, de pronto nos encontraremos sin su compañía y su amor irreemplazable…

No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas, se irán subiendo al tren de nuestra vida…  Nuestros hermanos, amigos y, en algún momento, el amor de nuestra vida…

Algunos tomarán el tren para realizar un simple paseo. Otros, durante su viaje, pasarán por momentos de oscuridad y tristeza. Y siempre encontraremos quienes estén dispuestos ayudar a los más necesitados…

Muchos al bajar, dejan un vacío permanente… otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon sus asientos…

“La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.”

Charles Chaplin

Es curioso ver como algunos pasajeros, aún los seres queridos, se acomodan en coches distintos al nuestro. Durante todo el trayecto están separados, sin que exista ninguna comunicación.

Pero en realidad, nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte.  De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar.

El viaje continúa, lleno de desafíos, sueños, fantasías, alegrías, tristezas, esperas y despedidas.

Tratemos de tener una buena relación con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor que tengan para ofrecer. En algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos, pero recordemos que nosotros también, muchas veces, titubeamos y necesitamos a alguien que nos comprenda.

El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado.

A veces pienso en el momento en el que me toque bajar del tren. ¿Sentiré nostalgia, temor, alegría, angustia…?  Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron su viaje.

Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren hasta la estación final.

Amigos, hagamos que nuestro viaje en este tren tenga significado, que haya valido la pena.




miércoles, 17 de junio de 2015

LOS QUE NI COMEN NI DEJAN COMER 


Seguro que a lo largo de tu vida, te has encontrado con este tipo de perfiles en más de una ocasión. Personas con las que es complicado convivir, trabajar e incluso establecer una amistad saludable… ¿Cómo conseguirlo? A instantes resultan accesibles y permisivos, y a los pocos segundos, levantan unos muros infranqueables donde es imposible conseguir o hacer nada.

¿Qué hay detrás de este tipo de personalidades? ¿Una clara inseguridad personal? ¿Envidia? ¿O simples ganas de complicar la vida a quienes tienen a su alrededor? Lo sabemos, no es fácil convivir con ellos/as, en ocasiones incluso logran despertar lo peor de nosotros mismos, no obstante, debemos aceptarlos y tratarlos como lo que son: personas inseguras.

Debemos añadir también que la relación con este tipo de perfiles, se complica aún más cuando son nuestras propias parejas afectivas quienes se comportan como la protagonista de la clásica obra de Lope de Vega, “El perro del hortelano”. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué estrategias debemos asumir en estos casos?


“Sí, pero no…” “Hoy me parece bien todo lo que dices y haces, pero mañana no lo veré bien porque de algún modo, me obliga a decidirme y no estoy preparado para ello.” Todos hemos experimentado alguna vez este tipo de situaciones en las que de pronto, nuestra confianza, nuestras esperanzas, se ven derrumbadas como un barco de papel que escapa corriente abajo.

La inseguridad personal aparece en cualquier ámbito de nuestro círculo personal, no obstante, analicemos los casos más comunes:

-Inseguridad en la educación de los hijos: padres y madres que basan su educación en normas poco firmes, en cambios de enfoque constantes que acaban proyectando a su vez en los niños, la misma inseguridad. ¿Un ejemplo? Padres que prometen a sus hijos que van a hacer determinadas cosas, que les permiten acudir a esa cita, a esa excursión, a esa fiesta… Pero más tarde, recapacitan y les dan una negativa.

-Inseguridad a nivel de pareja: en este caso podemos explicar innumerables situaciones que te pueden resultar muy conocidas. Desde esas personas que un día se muestran completamente accesibles, abiertas a un compromiso a planes de futuro, para, al poco tiempo, cambiar radicalmente de opinión y ofrecer únicamente, excusas imprecisas. Y aún más, también es muy habitual encontrarnos con esas parejas que han roto su relación, o al menos uno de ellos así lo ha querido, y sin embargo, nunca termina de alejarse. Nunca termina de “romper” el vínculo, lo cual, genera aún más sufrimiento.

-Nuestras amistades: ¿quién no tiene el clásico amigo que siempre necesita de nuestra opinión o consejo para hacer algo? Suele mostrarse cercano y solícito, sin embargo, cuando las cosas no salen como él o ella esperan, finalmente somos nosotros los responsables. Muestran dependencia y desapego al mismo tiempo, una mezcla que en ocasiones parece camuflarse con el cariño y luego con la envidia.

Inseguridad personal

Los que ni comen ni dejan comer ¿Cómo defendernos?


¿Cómo tratar a las personas que nos “atrapan” con su inseguridad personal? No podemos romper nuestros vínculos con ellos, forman parte de nuestra vida, eso está claro, así que lo más recomendable, lo más adecuado es que aprendamos a tratarlos.

-Entiende primero que no puedes cambiar a nadie de un día para otro. Lejos de solucionar “su problema”, empieza primero por protegerte tú evitando que te manipulen. Ten claros tus valores, tus límites y aquello que estás dispuesto a permitir y lo que no.

-Expresa con claridad cómo te sientes cada vez que cambian de opinión o cuando no son claros con sus sentimientos. Hazles ver que sus acciones, sus palabras, tienen consecuencias.

-Ten claro que las personas inseguras suelen generar “emociones negativas”. Lo último que debes hacer en estos casos es responsabilizarte tú de sus acciones. Si mantienes una relación de pareja con una persona con este perfil, no te atribuyas sus altibajos, no te dejes llevar por ese “tiovivo” emocional en el que “hoy te quiero pero mañana no”. El problema lo tiene la otra persona, no tú, así que valora objetivamente hasta qué punto estás dispuesto/a a llegar, y lo que vas a permitir.

-Una persona segura no duda, ni aún menos arrastra a otros a sus cauces de inseguridad y dilemas personales. Si crees que estás perdiendo el tiempo, aléjate. Ahora bien, si aprecias a esa persona, hazle ver lo que su comportamiento genera, pero siempre desde un modo constructivo, abierto y firme.




martes, 16 de junio de 2015

SIGNOS DE QUE ALGUIEN ESTÁ SOBREPASANDO NUESTROS LÍMITES


Que alguien sobrepase nuestros límites psicológicos se puede comparar con una gota de agua que va cayendo sobre una gran piedra. Deben pasar millones de años para que ese goteo haga una erosión notable en la dura roca. En el caso de las personas, no es preciso que sea tanto tiempo, claramente, pero sí que es muy difícil que nos demos cuenta. (La historia de la rana confiada).

Esto se debe a que la manipulación es sutil y no es sencilla de detectar. Lamentablemente, no nos damos cuenta de que alguien está pasando la línea a partir de la cual se pone en peligro tu integridad, por ejemplo.

Sin embargo, el problema principal es que casi todos nosotros no somos realmente conscientes de los límites que debemos poner, de cuándo comienza y acaba nuestro plano emocional. Esto puede ser complejo y casi nadie piensa en ello.

Así, es más difícil determinar si alguien se ha pasado de “listo” (en cualquier sentido). Para poder evitarnos cualquier inconveniente, pasamos por alto ese incidente, creemos que ha sido algo “aislado”. Esto es sinónimo de extender nuestros límites, de manera inconsciente, claro está, pero hay veces en que los dejamos pasar más allá de lo recomendable y es más complicado, después, volver a recuperar el territorio que nos corresponde.

Es bueno saber, que el hecho de que extiendas tus límites de vez en cuando o con ciertas personas no es una decisión poco acertada o negativa en sí. En realidad, está comprobado que las personas más inteligentes, creativas y sensibles son aquellas que cuentan con límites flexibles. Pero, cuidado, una flexibilidad sensible y asertiva.

Existen ciertas ocasiones, sin embargo, en las que debemos hacernos valer, demostrar que nuestros derechos son infranqueables; de lo contrario, estaremos más expuestos a que nos sometan. El primer paso es aprender a detectar el momento preciso en que alguien está sobrepasando nuestros límites, una vez que ya hemos determinado cuáles son y para que nos sirven.

Signos que nos dicen si alguien sobrepasa nuestros límites: 

1- Justificar el mal comportamiento del otro: esas excusas que podemos poner cuando alguien nos trata de una manera poco afectiva, nos desprecia, es despectivo, etc. Esto es muy habitual en la relaciones de pareja cuando uno es violento y el otro, la víctima. La justificación o excusa más frecuente es “es muy bueno conmigo, pero está nervioso porque en el trabajo le va mal” o “nunca antes se había comportado así, seguro es porque no tiene dinero”.

Una manera de que sobrepasen nuestros límites es cuando dejas pasar los malos actos porque en el fondo “te quiere”. Aunque estemos 100% seguros de que la otra persona nos ama, la violencia nunca está permitida, así como otros tipos de comportamientos que causan daño. Es preciso estar muy atentos porque hay solamente un paso entre comprender y someterse. Cuando quieras comprender por qué el otro te trata de una manera, no lo justifiques ni te mientas a ti mismo solo por evitar una discusión o enfrentar la realidad.

2- Culparse si algo sale mal: si constantemente te echas la culpa si una cosa no va como lo esperabas, ya sea en el trabajo, en casa, en la Universidad, etc, es porque alguien de tu entorno está sobrepasando sus límites. Es que asumir la responsabilidad por nuestras acciones está bien, pero no cargar con los debes y obligaciones del otro, así como tampoco culparnos por cosas que nos exceden.

Así será imposible resolver el problema y tardarás más en lograr buenos resultados. Si tu compañero de equipo ha “tomado” tu esfuerzo y tu parte en un proyecto, no creas que se debe a que tú mismo no lo supiste defender en ese momento. Tal vez haya otro inconveniente de fondo, como que tienes miedo a generar conflictos en el trabajo, no sabes hablar en público, te da vergüenza plantear ciertos temas, etc. No te culpes, sino lucha por aquello que sabes que te corresponde.

3-Dudar de la propia decisión al escuchar otra opinión: si una vez que has pensado mucho sobre un tema y has tomado una decisión, viene alguien y con sólo esbozar su criterio comienzas a dudar, es probable que esa persona empiece a “aprovechar” esta ventaja. No quiere decir que siempre será así, pero ten cuidado.

Es válido consultar con los demás cuando no sabemos que decidir o elegir en nuestra vida, pero lo que no es aceptable es que cada vez que hables con “X” persona, después termines haciendo todo lo contrario a lo que ya habías planteado o decidido. En ocasiones, los puntos de vista de los demás nos pueden “marear” o “ayudar”, todo depende de quién proviene.

Como se decía anteriormente, hay una línea muy delgada entre la manipulación y la cooperación. Por ejemplo, esto ocurre cuando los padres dicen que apoyan la decisión de su hijo de manera incondicional, pero después lo cuestionan por ello.

Cuando tengas la certeza de que alguien está quebrantando tus límites, no dudes en exponerlo con claridad. Expresa lo que sientes, lo que piensas, deja bien en claro cuál es tu posición sobre ello, para que no se vuelva a repetir. Nada de hacer un drama o enfadarse con el otro, sino siempre respetar el tono relajado y decidido en la voz. Transmite que en ciertos aspectos no estás dispuesto a ceder.


Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/signos-de-que-alguien-esta-sobrepasando-nuestros-limites/