viernes, 3 de febrero de 2017

EL TIEMPO NO BORRA SENTIMIENTOS, AYUDA A UBICARLOS

El tiempo no va a solucionar tu conflicto, ni va a borrar todos aquellos sentimientos que supuran desde dentro, ni muchos va olvidar lo que ha ocurrido. Es una afirmación muy dura, pero es real: el tiempo solo te ayuda a ubicar las cosas en su sitio, haciéndote protagonista de tu dirección.

De este modo, al leer en puño de Miguel de Cervantes que el tiempo da dulces salidas a amargas dificultades no puedo más que pensar en el tiempo como en una herramienta de cambio. Con las adversidades viajamos a la deriva, pero el paso de los días nos da esperanza de armonía emocional.

“El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan; pero para quienes aman, el tiempo es eternidad”
– William Shakespeare-

El tiempo es relativo y uniforme, adaptándose a la psicología del que lo piensa. Por esta razón, nunca es el que consigue borrar lo que está doliendo, sino que es el que nos otorga el espacio suficiente para continuar: a veces necesitamos de meses, otras de años.

Eres el protagonista de tu historia

El genio argentino, Borges, señaló en una ocasión que el tiempo era quizá el mayor antologista posible porque moldea nuestra vida en función de los sentimientos que brotan de nuestro interior en cada momento y nos va forjando como personas: es el compositor que une la obra de tus días y, dentro de esa obra, eres tú el principal protagonista.

Los márgenes de tiempo que nos damos a nosotros mismos para encajar un mal momento tienen la misma eficacia que unos amigos cercanos o cualquier persona que se preste a sostenernos: son apoyos a los que puedes estar muy agradecido pero que no pueden vivir en tu lugar.

“No importa lo que nos haya pasado, lo que nos esté pasando o lo que nos pueda pasar: existe un espacio entre esas cosas y nuestras respuestas a ellas”
-Stephen Covey-

Si sientes la necesidad de reanimarte, tienes que sujetar las riendas de lo que te sucede y tomar decisiones. Si, por el contrario, ya has pasado por ello y los acontecimientos han vuelto a su cauce, te habrás dado cuenta del esfuerzo individual que te ha supuesto. Un esfuerzo individual apoyado probablemente por las manos de tus seres queridos y el tiempo que ha sido el tapiz por el que tus actos se han deslizado para tener consecuencias positivas.

Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa

Con el tiempo  y tu coraje, todos esos sentimientos que han dolido o duelen no se borran; son una especie de tatuaje con el que tendrás que convivir, pero también ubicar: cada cosa va encontrando su lugar en tu corazón y en tu memoria, de tal forma que se queda en ti de una manera trasformada: pese a la punzada de dolor que quizás queda cuando tocas esa zona, ya no te paraliza sino que supone el recuerdo de un aprendizaje.

Entiendes con ello que no había lugar a dudas y que ese sitio, en el que ahora está lo dañino, era su lugar. Y no, llegará el día de mañana y no habrás olvidado: los escalofríos, buenos o malos, no se olvidan. Sin embargo, tengo que decirte que tampoco te va a provocar más herida si consigues perdonar o, en algún caso, perdonarte: ya no más, esa será una nueva lección de vida y la heroína real eres tú, no el tiempo.

El tiempo te enseñará a mirar y valorar

Si hay algo en lo que el tiempo sí que ayuda es a que abramos los ojos, a que nos quitemos la venda y valoremos el presente. En ese presente hay vida más allá de lo que nos produce pesar, hay más relaciones que cuidar y valorar, más personas y proyectos que nos piden un poco de nosotros.

“Con el tiempo aprendes que la vida es aquí y ahora, y que no importa cuántos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco”
-Verónica Shoffstall-

No importan mucho los planes si no nos movemos para que se cumplan, no conseguiremos sentirnos mejor si no accionamos la llave de la fuerza interior: el tiempo puede ayudar, pero si le dejamos todo el trabajo a él, huirá.

El tiempo, al final, te enseñará a mirar desde el hoy y no desde el ayer ni desde el mañana: quien se fue porque quiso, ya no está; quien se fue aun sin querer, está; quien no se ha ido, quiere que estemos. Y, mientras no tengamos eso en la cabeza, el tiempo se escapará sin mirar por nosotros.


Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/tiempo-no-borra-sentimientos-ayuda-ubicarlos/


martes, 31 de enero de 2017

EL HOMBRE QUE SACUDIÓ AL MUNDO: “EL CÁNCER PUEDE SER CURADO EN MENOS DE 3 MINUTOS”

Esta fascinante teoría ha sido presentado durante años por el autor Estadounidense Gregg Braden, famoso por su tratamiento de Teoría del Cáncer.

A saber, que los estados que nuestras emociones afectan a nuestro ADN y que el poder colectivo de los pensamientos, como la sugestión o la oración nos puede curar cualquier tipo de enfermedad física.

Las células de cáncer

El efecto del Cáncer por la intención y la conciencia la conexión entre nuestros pensamientos y manifestaciones en el mundo físico. El campo esencial que él menciona, está científicamente demostrado y explicado en “la Naturaleza” n.332, la principal revista de ciencias en 1996.

El control sobre los pensamientos y emociones

Nuestras emociones y pensamientos en forma de campo electromagnético, cuyas olas llegan a 1 metro de nuestro cuerpo. Incluso Nikola Tesla dijo que un día la gente va a producir la energía eléctrica con la ayuda de la fuerza de sus propios pensamientos, lo que significa que nuestros pensamientos son excepcionalmente poderosa energía.

Sin embargo, hablamos de centrado y fuerte pensamientos que se oponen a la dispersos pensamientos de todo lo que vemos o sentimos. Pensamientos colectivos pueden formar un excepcional potente campo electromagnético y afectar el medio ambiente.

Una vez que esta técnica se desarrolla, ya no es una ficción sino una tecnología en la que el tratamiento se basa. Esto fue demostrado por un vídeo grabado en un hospital Chino, que muestra la cura de un tumor de cáncer de 3×2,5 cm de tamaño en menos de 3 minutos, siguiendo el proceso completo en la ecografía en una pantalla.

Con el fin de crear potente radiación electromagnética, usted tiene que aprender a controlar sus emociones y sentimientos, y mejorarlos con ejercicios.

Los sentimientos cambian el adn

Nuestros sentimientos y emociones son en realidad los espejos. Todo lo que creamos dentro de nosotros mismos se respira en el ambiente que nos rodea y conseguimos exactamente lo que está dentro de nosotros.

Si decimos por ejemplo: “Un día voy a ser feliz, o voy a ser sanado, o voy a conseguir un buen trabajo, y así sucesivamente…” el espejo nos dice que no va a suceder nunca, o en un futuro cercano.

Sin embargo, si queremos hablar y sentir que estamos cambiando nosotros mismos en este mismo momento, como si eso ya ha sucedido, un cambio en nuestro ADN que va a ocurrir y por lo tanto vamos a cambiar también.

La ciencia ha afirmado durante años que nuestra fe y emociones no tiene nada que ver con nuestra vida y enfermedades, pero psicológicamente se afirma lo contrario. Es exactamente nuestros pensamientos, emociones, sentimientos, y la fe de que el control de todo lo que sucede dentro de nosotros y en nuestra vida en general.



domingo, 29 de enero de 2017

DE REPENTE TODO SE VUELVE TAN SIMPLE QUE ASUSTA.

Perdemos las necesidades, se reduce el equipaje. Las opiniones de los demás, incluso cuando son sobre nosotros; no importa. Abandonamos las certezas porque ya no estamos seguros de nada. Y no nos hace falta. Vivimos de acuerdo a lo que sentimos. Dejamos de juzgar, porque ya no hay bien o mal, sino más bien la vida que eligió cada uno. Finalmente entendemos que todo lo que importa es tener paz y tranquilidad, es vivir sin miedo, es hacer lo que alegra el corazón en ese momento. Y nada más. Cuando descubrimos todo eso es cuando llega la satisfacción plena. La verdadera felicidad.


Suzanne Powell



sábado, 28 de enero de 2017

“SI AUMENTAS LA CONCIENCIA, LOS CAMBIOS EN TU VIDA VIENEN SOLOS”

El reto del científico

Se levanta a las cuatro de la mañana desde hace más de 40 años para dedicar una hora a la meditación y otra a la práctica del yoga. Yo salto como una pulga: “¡Quiero vivir, ver a los amigos!”.“ Diversión –me contesta con una sonrisa– etimológicamente significa salirte de tu ruta, y si estás enfermo o tienes problemas, es mejor que los resuelvas. Y sabemos científicamente que con la práctica de la atención plena podemos restablecer nuestro equilibrio mental y corporal, estimular la curación y el bienestar. Pero tiene razón, es muy difícil cambiar de estilo de vida”. Un reto que explica paso a paso en su ya clásico Vivir con plenitud las crisis (Kairós), que ha revisado y ha puesto al día con los nuevos estudios científicos.

Mi madre, que vivía conmigo, murió a los 101 años. Los últimos 25 años con ella fueron una delicia.

¿Por qué?

Era pintora y a medida que envejecía experimentaba el mundo como Monet: veía formas de luz que la mayoría no observamos. Mi padre era un científico de renombre mundial, experto en el sistema inmunitario. La suya era una polaridad muy interesante.

Polaridad que usted ha integrado.

Cierto, descubrí la meditación zen a los 21 años y desde entonces he investigado de manera científica las capacidades del mindfulness (atención plena) para sanarnos. He demostrado la eficacia de una práctica espiritual milenaria y la he puesto a caminar en Occidente.

¿Por qué le dio por meditar?

En aquella época trabajaba en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) con el premio Nobel Salvador Luria. Estábamos desarrollando la comprensión del genoma, todo era muy interesante, pero me sentía infeliz. En el MIT se desarrollaban armas para el ejército y estábamos bombardeando un país, Vietnam, que ni siquiera tenía fuerza aérea.

Momentos turbulentos.

Philip Kapleau, experiodista, explicó en la conferencia que tras cubrir los juicios de Nuremberg comenzó a tener terribles jaquecas que consiguió sanar retirado en un templo zen. Empecé a meditar una hora diaria para comprobar si eso era posible y nunca lo he dejado.

¿Cómo consiguió aplicarlo a la ciencia?

Tuve suerte, se abrieron puertas que me permitieron crear la Clínica para la Reducción del Estrés y el Centro de Atención Plena para la Medicina en la Universidad de Medicina de Massachusetts.

Sus colegas le debían de mirar raro.

Sí, pero obtuve resultados contundentes e inapelables. Desarrollé un programa (Rebap) para la reducción del estrés basado en la atención plena y en 1982 publiqué mi primer artículo científico sobre los beneficios en pacientes con dolor crónico y estrés. El año pasado se publicaron 674 artículos, es un crecimiento exponencial. Ha llegado el momento.

¿Qué propone usted?

La conciencia plena se ejercita prestando atención de manera activa en el momento presente y sin juzgar. Desarrollar la capacidad de abrazar la realidad de las cosas es curativo y transformador, cambia nuestro cerebro, tal como demuestran las investigaciones neurológicas.

Habla usted como un gurú.

Nuestro programa no tiene nada de alternativo, formamos parte de los departamentos de medicina y tenemos pruebas científicas. Los pacientes consiguen controlar el dolor crónico, la ansiedad, el pánico y paliar los efectos del cáncer o enfermedades del corazón, pero yo se lo recomiendo a cualquier persona.

Implica un cambio de vida.

Si aumentas la conciencia, los cambios en tu vida vienen solos. Requiere disciplina, pero lo más curioso es que no hay que hacer nada. Lo que propone la atención plena no es que uno cambie su vida, sino que se enamore de ella.

Sugestivo.

La atención plena te da otra manera de sostener tu experiencia desde la presencia, algo que no nos enseñan en la escuela. Te enseñan a pensar, pero a menudo el pensamiento no nos es útil a la hora de solucionar problemas vitales.

¿La atención plena lo consigue?

Hemos documentado los cambios experimentados por 20.000 pacientes que han seguido el programa de ocho semanas en nuestra clínica, y que en el mundo son millones de personas.

¿Meditar nos cambia el cerebro?

Regiones que tienen que ver con el aprendizaje y la memoria se ensanchan. La amígdala, la zona del cerebro que reacciona a las amenazas y secuestra la atención, se refuerza; se mejoran las conexiones neuronales e incluso se dan cambios en el genoma.

¿Se activan y desactivan genes?

Sí, por ejemplo los genes que tienen que ver con procesos inflamatorios y por tanto con el cáncer se inhiben. Y hemos comprobado que la densidad y el tamaño del cerebro, que se encoge con los años, deja de hacerlo si meditas.

¿Qué hay que entender?

Lo más difícil de entender es que no hay que hacer nada. No se trata de intentar cambiar, se trata de en lugar de vivir dormido, vivir despierto.

Siempre hay cosas en tu vida que no acaban de gustarte.

Ahí es donde la meditación funciona, porque el hecho de que te gusten o no depende sólo de tus pensamientos. La depresión está causada por una desregulación en el pensamiento, empiezas a rumiar y entras en una espiral negativa que acaba en trastorno.

¿El mindfulness lleva la atención a esos pensamientos negativos?

Si abrazas ese pensamiento, ya no continúa reproduciéndose. Sabemos que una mente distraída es una mente infeliz. Debemos acceder a la conciencia, un tipo de inteligencia innata de la que sabemos poco pero conocemos su poder.

Tenemos sólo algunas piezas del puzle.

Suficientes como para saber que la relación que mantenemos con nuestro cuerpo, nuestra mente, pensamientos y emociones, instante tras instante, nos aporta, si es la correcta, salud, bienestar y sabiduría. El cultivo de la atención plena es un acto radical de cordura, amor y compasión por uno mismo.


Fuente: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20160611/402426129962/si-aumentas-la-conciencia-los-cambios-en-tu-vida-vienen-solos.html?utm_campaign=botones_sociales&utm_source=facebook&utm_medium=social


jueves, 26 de enero de 2017

LA SALUD ES COHERENCIA ENTRE LO QUE PIENSO, LO QUE SIENTO Y LO QUE HAGO

Si una mujer ha tenido hijos de un hombre del que no estaba enamorada, tal vez una nieta no pueda quedar embarazada aunque ella y su pareja estén sanos. Si a una persona le dieron una medicina de manera equivocada y falleció, es posible que algún descendiente sea alérgico a esa medicación. Con estos ejemplos, el psicólogo español Enric Corbera, asesor en BioNeuroEmoción (BNE), ilustra de qué manera la historia familiar y las emociones inducen comportamientos y también la aparición de enfermedades.

La clave para curarse, sostiene, es llegar a la emoción oculta que genera el conflicto y desencadena la enfermedad o la desarmonía. En ese momento, asegura, se produce la toma de conciencia y con ella, la sanación. Sin embargo, aclara que la BNE no es una terapia, sino un método de consulta para que la persona pueda encontrar un equilibrio en su vida. Desde esta mirada, la salud se entiende como la coherencia entre lo que se siente, lo que se piensa y lo que se hace.

Conciencia para sanar

Corbera, en un primer momento se abocó a la Biodescodificación, centrada en la relación entre los códigos que están en el inconsciente y la Biología, pero luego viró hacia la BioNeuroEmoción, para vincular Biología, Neurología y Emociones. Además, parte de una visión cuántica de la vida, según la cual todo lo que rodea a una persona ha sido atraído por programas inconscientes.

El método parte de un diagnóstico, ya sea un síntoma físico o un aspecto social (la persona no logra conservar un trabajo, fracasan sus negocios o no puede formar una pareja). A partir de eso, se trata de llevar al consultante a la situación activadora -olores, temperatura, con quién está, cuál es la crisis en ese momento- que genera que el incidente se repita.

Corbera explica que, una vez que se identifica esa situación activadora, se buscan la historia oculta y la emoción reprimida. Pero también se indaga en el árbol genealógico “dónde está esa información que está resonando en la persona”, es decir, el antepasado a quien le ocurrió algo similar o vinculado. Sobre esto, hace hincapié en los secretos familiares, como las violencias o los embarazos no deseados. De todos modos, aclara que no todos viven las mismas historias del mismo modo y que detrás de un diagnóstico idéntico puede haber conflictos muy variables.

Cuando la persona toma conciencia de la resonancia en su árbol genealógico, del programa que subyace a su modo de actuar, se sana. Pero Corbera resalta que “tomar conciencia no es entender”, sino algo así como una “caída de ficha”, lo que genera una nueva conexión neuronal. Y luego resta la parte fundamental: llevar a la práctica ese cambio. Se trata en definitiva de cambiar las creencias irracionales y limitantes que impiden llegar a esa coherencia entre el cerebro y el corazón, entre “lo que yo pienso, lo que yo siento y lo que yo hago”.

El método apunta, precisamente, a que las personas entiendan el poder que tienen para cambiar su propia vida. Pese a eso, lejos de desestimar la medicina tradicional, indica que en el momento de reparación suele producirse una agudización del síntoma físico, que hace necesaria la utilización de medicamentos por un tiempo, hasta que sana.

Estamos todo el tiempo creando nuestra propia realidad. Lo triste es que no la estamos creando despiertos, sino dormidos. Estamos proyectando nuestros programas. Y lo sabemos porque se nos están repitiendo las historias una y otra vez. Sobre este punto, resalta que el inconsciente regula 95% de la existencia y que la capacidad de libre albedrío oscila entre 3 y 5%. Como llegan a esa historia que subyace, sostiene, enseñan a las personas “a cambiar su forma de ver y entender la vida. Y eso es muy poderoso”.


Fuente: http://paradigmaterrestre.com/la-salud-coherencia-lo-pienso-lo-siento-lo-hago/