CAMBIANDO LOS HÁBITOS YA SE PODRÍAN REDUCIR
EL 40% LOS TUMORES
El director
del Vall d'Hebron Instituto de Oncología sostiene que la medicina de precisión
es una de las líneas estratégicas para combatir el cáncer.
El 2015 se
cerró con 248.000 nuevos diagnósticos de cáncer en España. Muchos, de hecho,
más de los previstos para 2020, pero “dentro de la expectativa”, tranquiliza el
doctor Josep Tabernero, director del Vall d’Hebron Instituto de Oncología
(VHIO). Desde una de las grandes trincheras de la investigación contra el
cáncer como es el VHIO, Tabernero se ha hecho un nombre entre la comunidad
científica internacional con sus hallazgos. De su mano ha llegado una
tecnología que, mediante una biopsia líquida (un análisis de sangre), puede
detectar marcadores tumorales en la sangre.
Tabernero,
que en 2018 asumirá la presidencia de la Sociedad Europea de Oncología Clínica
(ESMO, en sus siglas en inglés), atiende a EL PAÍS por teléfono, desde un tren
a medio camino entre Heidelberg y Frankfurt. En vísperas del día mundial contra
la enfermedad, su agenda no da tregua. El cáncer tampoco. El médico, que
también es jefe del servicio de oncología médica del hospital Vall d'Hebron,
avanza algunas de las investigaciones que ultima el VHIO: "Tendremos
avances en inmunoterapia y biopsia líquida y nuevas subclasificaciones de
tumores".
Pregunta.
Los casos de cáncer han crecido un 15% en cinco años y ya se superan los
diagnósticos previstos para 2020. ¿Qué sucede?
Respuesta.
El diagnóstico de casos de cáncer ha aumentado como se esperaba y un poco más,
pero porque envejece la población, no porque haya más causas de las esperadas
que generen cáncer. Los casos aumentan conforme a las expectativas, lo que pasa
es que en estos años no se han corregido variables como la migración.
Y también
influye la detección precoz. El tumor más frecuente es el colorrectal y se ha
puesto en marcha el programa de cribado de sangre en heces, y esto hace que se
diagnostiquen ahora los tumores que presentan sintomatología clínica y
también los que no lo hacen, los que se diagnosticarían en dos o tres años.
P. La
medicina personalizada o de precisión se ha convertido en un término recurrente
en oncología. ¿La quimioterapia tiene los días contados?
R. La medicina
de precisión es el futuro. Los tratamientos dirigidos han sustituido a la
quimio en algunos tumores, como la leucemia mieloide crónica. También se está
estudiando mucho la inmunoterapia, especialmente para ver por qué hay células
del sistema inmunitario que no ven anormales las células cancerígenas y no
actúan contra ellas. Pero la quimioterapia seguirá teniendo su papel porque en
otros tumores será muy difícil conseguir terapias dirigidas y se seguirá
utilizando la quimio.
P. ¿La
estrategia a explotar pasa por disparar a los genes en vez de a los órganos,
como hasta ahora?
R. Sí.
Disparas al órgano a través de la cirugía y las distintas modalidades de
radioterapia, pero los tratamientos médicos disparan hacia las alteraciones
moleculares, a las células cancerígenas, independientemente de dónde estén.
P. El doctor
Josep Baselga [el oncólogo catalán que dirige el Memorial Sloan Kettering
Cancer Center de Nueva York] dijo hace unos meses que en 20 años el cáncer ya
no será una causa principal de muerte. ¿Es una afirmación realista u optimista?
R. Es así,
por los avances diagnósticos. El cáncer no se curará, pero dejará de ser la
primera causa de muerte. Solo cambiando los hábitos [dieta sana, no fumar,
ejercicio físico, etc.] se podrían reducir el 40% de los tumores, por lo que
dejaría de ser la primera causa de muerte y volvería a serlo las enfermedades
cardiovasculares.
P. ¿El
objetivo es cronificar el cáncer?
R. Sí,
cronificarlo, pero mucho más. Intentamos prevenirlo, que no aparezca,
diagnosticarlo precozmente y curarlo. Y donde no podamos curarlo, volverlo
crónico.
P. ¿Hay
algún tumor que hayan conseguido cronificar?
R. Sí, la
leucemia mieloide crónica. Antes la supervivencia era de dos años y ahora hay
pacientes que llevan 20. También algún cáncer de pulmón.
P. Los
oncólogos tienden a mirar la supervivencia del cáncer a cinco años vista, pero,
¿qué sucede con los pacientes que pasan ese umbral? ¿En qué condiciones superan
los cinco años?
R. Ahora ya
damos pronósticos a 10 o a 15 años en algunos casos, pero en la mayoría de las
enfermedades, los primeros años son críticos para detectar recidivas.
Hay enfermos
que quedan con secuelas físicas, como trastornos gastrointestinales, sequedad
de boca, cirugías que resultaron mutilantes, depende del tipo de tumor. Y
también hay secuelas psicológicas, como el trastorno psicológico del miedo.
Cada vez hay más programas para ayudar al paciente a afrontar esta nueva vida
después del cáncer.
CAMBIAR LAS COSTUMBRES
Tabernero
insiste en que un cambio en los hábitos de vida puede suponer una reducción en
la incidencia de los tumores. “Con 10 maniobras podemos conseguir dejar fuera
el 40% de los tumores y siete de ellas son a coste 0”, alienta el oncólogo.
“Eliminar el
tabaco, limitar el consumo de alcohol, combatir la obesidad, tener una dieta
pobre en grasas y carne roja y rica en fibra, hacer ejercicio y protegernos de
la exposición al sol. Con estos siete cambios en nuestros hábitos podemos
reducir la incidencia del cáncer”, apunta el médico. Evitar la contaminación,
impulsar los programas de vacunación y los de cribado son las otras tres
propuestas que completan el decálogo y, aunque requieren de decisiones
políticas e inversión económica, son también factibles, dice Tabernero.
http://elpais.com/elpais/2017/02/02/ciencia/1486034762_662216.html
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