10 SIGNOS
QUE PUEDEN INDICAR INDICIOS DE ALZHEIMER
La aparición
de la enfermedad de Alzheimer es sutil. Comienza con trastornos de la memoria
reciente, dificultad para encontrar palabras de uso habitual en el lenguaje,
perdida de interés en las actividades diarias, olvidos frecuentes, reiteración
al preguntar cosas, etc. En ocasiones son los familiares o las personas de su
entorno las primeras que aprecian estos problemas, y es muy frecuente que el
paciente incluso niegue estos inicios de la enfermedad.
Proceso de
la enfermedad de Alzheimer
En su fase
inicial, la enfermedad de Alzheimer no es limitante para la vida cotidiana,
pero estamos ante una enfermedad degenerativa que provoca, también de forma
progresiva, una incapacidad para realizar las tareas más cotidianas y acaba
generando dependencia, por lo que constituye –además de un problema de salud-
un problema social, por la intensidad por la que interfiere en la vida de las
personas de su entorno.
A pesar de
los esfuerzos en investigación, a día de hoy, los complejos mecanismos por los
que se desencadena el conocido mal de Alzheimer son aún una gran incógnita para
la comunidad científica, por lo que seguimos sin contar con un tratamiento
curativo.
Sin embargo,
contamos con un amplio arsenal de tratamientos que ayudan a ralentizar el
proceso de degeneración neuronal que se produce durante la enfermedad. Pero
para aplicarlos de forma eficaz es fundamental diagnosticar la enfermedad en su
fase más temprana.
Por qué la
detección temprana de Alzheimer puede ser difícil
El mal de
Alzheimer generalmente no se diagnostica en sus primeras etapas, incluso en las
personas que visitan a sus médicos de atención primaria con problemas de
memoria.
Las personas
y sus familias generalmente no reportan los síntomas.
Ellos pueden
confundirlos con signos normales de envejecimiento.
Los síntomas
pueden aparecer de forma tan gradual que la persona afectada no los reconoce.
La persona
puede estar al tanto de algunos síntomas, pero hacen todo lo posible para
ocultarlos.
Los signos
que pueden indicar indicios de Alzheimer
Reconocer
los síntomas tempranos es crucial, ya que los medicamentos para controlar los
síntomas son más eficaces en las primeras etapas de la enfermedad y el
diagnóstico precoz permite a la persona y los miembros de su familia planificar
para el futuro.
Si tú o un
ser querido está experimentando cualquiera de los siguientes síntomas, consulta
a un médico.
Pérdida
progresiva de la memoria
Este es un
signo distintivo de la enfermedad de Alzheimer. Inicialmente, sólo la memoria a
corto plazo se ha deteriorado, y la persona sólo parece que se le olvidan las
cosas.
Pero debido
a que la memoria a corto plazo es esencial para la absorción de nueva
información, el deterioro pronto interfiere con la capacidad de interactuar
socialmente y realizar su trabajo.
La memoria a
largo plazo puede ser retenida por más tiempo, a menudo con gran detalle, pero
se fragmenta cuando la enfermedad progresa. Hacia la última etapa, las personas
con enfermedad de Alzheimer pueden ser incapaces de recordar su propio nombre.
Disminución
de las habilidades cognitivas
Estos son
actividades “pensantes” de problemas de razonamiento, toma de decisiones,
ejercicios de juicio, y así sucesivamente.
Las
deficiencias de la función cognitiva pueden comenzar sutilmente como mal
desempeño en una actividad que la persona alguna vez hizo bien. La falta de
juicio y la falta de visión pueden provocar accidentes.
Al principio
de la enfermedad, las personas pueden fácilmente perder la noción del tiempo;
más tarde, su desorientación se hace más pronunciada y se extiende a lugares y
personas.
El sentido
del tiempo se vuelve más distorsionado a medida que la enfermedad progresa, y
la gente puede insistir en que es hora de irse inmediatamente después de llegar
a un lugar o puede quejarse de no haber sido alimentados tan pronto como una
comida ha terminado.
Cambios en
el estado de ánimo y la personalidad
Estos
cambios suelen ser la evidencia más convincente para las familias que algo está
mal. La apatía es común, y muchas personas pierden interés en sus actividades
habituales. Una persona puede llegar a ser aislada, irritable, o
inexplicablemente hostil.
La depresión
también puede acompañar a la enfermedad de Alzheimer, en parte como resultado
de los cambios químicos en el cerebro causados por la enfermedad en sí y en
parte como una reacción psicológica comprensible a la pérdida de habilidades
mentales.
Los síntomas
de la depresión incluyen la pérdida de interés en actividades que antes
disfrutaba, cambios en el apetito, que a veces lleva a la pérdida de peso o
ganancia, insomnio o exceso de sueño, pérdida de energía, y sentimientos de
inutilidad.
Las personas
con la enfermedad de Alzheimer, sin embargo, rara vez tienen sentimientos de
culpa o pensamientos de suicidio excesivo, que a menudo son síntomas de la
depresión.
Afasia o
deterioro del lenguaje como indicios del alzheimer
Este término
médico describe un deterioro en el uso y la comprensión del lenguaje. Porque
hablar, escribir, leer, y entender el habla afecta a distintas partes del
cerebro y a diferentes redes nerviosas, la afasia puede ser desigual, con
algunas habilidades conservadas más tiempo que otras.
Por ejemplo,
una persona puede ser capaz de reconocer palabras escritas sin problemas y sin
embargo dejar de comprender sus significados.
Típicamente,
la afasia comienza con dificultades para encontrar palabras. Incapaz de pensar
en las palabras adecuadas, una persona puede tratar de cubrir las descripciones
de largo aliento que no logran alcanzar el punto, o él o ella con enojo pueden
negarse a discutir el asunto.
Sustituir
una palabra de sonido similar (“malo” en lugar de “caramelo”) o una palabra
relacionada (“leer” en lugar de “libro”) es común. La persona puede divagar,
encadenar frases juntas sin expresar cualquier pensamiento real, o puede olvidar
todo, pero algunas palabras (que él o ella pueden repetir una y otra vez).
En muchos
casos, todas las habilidades lingüísticas se pierden mientras la demencia se va
agravando, y la persona se vuelve muda.
Agnosia o
problema para procesar la información
La capacidad
de procesar la información sensorial se deteriora, causando agnosia, un
trastorno en la percepción. Incapaz de comprender el significado de lo que ven,
las personas con agnosia pueden correr en los muebles.
Pueden creer
que su cónyuge es un impostor, se asustan por los sonidos ordinarios, o no
reconocen su propia imagen reflejada en un espejo. Agnosia puede contribuir a
un comportamiento inadecuado, como orinar en una papelera.
Apraxia o
problemas de movilidad
La
incapacidad para realizar las habilidades motoras básicas como caminar,
vestirse y comer una comida es conocida como apraxia.
Esto es muy
diferente de la debilidad o parálisis causada por un accidente cerebrovascular.
Una persona con apraxia ha olvidado, literalmente, cómo llevar a cabo estas
actividades.
Por lo
general, apraxia se desarrolla gradualmente, pero en algunos casos, comienza
abruptamente. La apraxia puede ser evidente por primera vez en los movimientos
finos de la mano, mostrando una letra ilegible y torpeza en abotonarse la ropa.
Habilidades
cotidianas como el uso de un teléfono o cambiar de canal en un televisor pueden
desaparecer. Con el tiempo la capacidad de masticar, caminar o sentarse en una
silla se pierde.
Problemas de
conducta
Cambios
problemáticos en el comportamiento son una característica común de la
enfermedad.
Los ejemplos
incluyen ser terco, resistiendo cuidado, negándose a renunciar a actividades
peligrosas, apretones de manos, caminar errante, usar lenguaje obsceno o
abusivo, robar, esconder cosas, perderse, participando en una conducta sexual
inapropiada, orinar en lugares inapropiados, llevar demasiada o poca ropa,
comer objetos inadecuados, dejando caer los cigarrillos encendidos, y así
sucesivamente.
Un comportamiento
particular puede desaparecer mientras las habilidades de un paciente se
deterioran aún más (por ejemplo, el abuso verbal disminuye a medida que
progresa la afasia), sólo para ser reemplazado con nuevos problemas.
Reacción
catastrófica
Una fuerte
respuesta emocional a un problema menor es otro síntoma de la enfermedad.
Reacciones catastróficas pueden involucrar llorar desconsoladamente, gritar,
maldecir, ritmo agitado, negarse a participar en una actividad, golpear a otra
persona.
Los
desencadenantes habituales incluyen la fatiga, el estrés, el malestar y la
falta de comprensión de una situación. En esencia, una reacción catastrófica es
la respuesta de una persona abrumada y asustada que se siente acorralada y está
tratando de protegerse a sí mismo.
El
comportamiento se debe a una disfunción cerebral y está sobre todo más allá del
control de la persona.
Síndrome
Vespertino o Sundowing
Este término
se refiere a los problemas de conducta que empeoran en la tarde y la noche.
Nadie sabe exactamente por qué ocurre, aunque existen varias teorías.
Debido a que
la gente está cansada al final del día, su tolerancia al estrés disminuye, y un
problema menor puede generar una explosión importante.
Una persona
ya confusa puede ser estimulada cuando varias personas están en la casa, los
preparativos de la cena están en marcha, y la televisión está encendida.
La tenue luz
también puede contribuir a una mala interpretación de la información visual de
una persona.
Psicosis o
delirios con alucinaciones
Aproximadamente
cuatro de cada 10 personas con enfermedad de Alzheimer experimentan psicosis,
que se caracteriza por delirios o alucinaciones recurrentes. Si bien esto
ocurre con mayor frecuencia en la aparición tardía de Alzheimer y parece
encontrarse en familias, genes específicos asociados a ella aún no se han
establecido claramente.
El
pensamiento desordenado que solicita los delirios y las alucinaciones se
presenta esporádicamente, lo que no suele ser cierto en otras formas de
psicosis.
Una mujer
preocupada por delirios puede llamar a la policía para reportar extraños en la
casa, hablar con ella misma en el espejo, o hablar con la gente en la
televisión.
Las
alucinaciones son a menudo visuales -ver rocas o agua dentadas donde solamente
hay muros, pero pueden ser (voces fantasmales) auditivas, también.
Diagnóstico
de la enfermedad de Alzheimer
No existe
una prueba de sangre, escáner cerebral, o examen físico que puedan diagnosticar
definitivamente la enfermedad de Alzheimer.
Y debido a
que muchas enfermedades pueden producir síntomas similares a los de principios
de Alzheimer, alcanzar el diagnóstico correcto es complicado.
Es
importante encontrar un médico experimentado en el diagnóstico de Alzheimer. Si
un médico diagnostica la enfermedad de Alzheimer después de sólo un examen
superficial, busca una segunda opinión.
Una
evaluación completa por un especialista es esencial para excluir otros
problemas de salud que podrían causar problemas cognitivos. Tu médico de
familia puede hacer parte de la evaluación y luego recomendar un neurólogo,
médico geriatra, u otro especialista para completarlo.
Antes de
programar una cita, pregunta cuáles son los procedimientos de diagnóstico que
utilizará. Si la evaluación no suena integral, busca otro médico.
Una vez
realizado el diagnóstico, encontrar un médico con experiencia en la prestación
de atención continua para satisfacer las necesidades cambiantes de la persona
con la enfermedad de Alzheimer.
El médico
que hace el diagnóstico no puede ser la persona que se encargará de supervisar
el cuidado a largo plazo. Por lo tanto, trate de elegir un médico que está bien
informado sobre la gestión de enfermedades demenciales y que sea capaz de
comunicarse bien con los miembros de la familia.
Qué esperar
Una evaluación
completa tardará más de un día y generalmente se realiza de forma ambulatoria.
En la mayoría de las zonas, la evaluación se puede hacer a nivel local, y los
exámenes se pueden programar durante varios días para evitar el cansancio de la
persona que está siendo examinada.
Otros
especialistas, además del médico tratante pueden estar involucrados en la
evaluación, incluyendo técnicos, enfermeras, psicólogos, terapeutas
ocupacionales o físicos, trabajadores sociales, y muchas veces los psiquiatras.
Tomará
varios días antes de que se presenten los resultados de las pruebas y el médico
las revisa. Cuando el médico analiza los resultados, debes estar preparado para
un diagnóstico equívoco.
Los médicos
a menudo son reacios a diagnosticar la enfermedad de Alzheimer sin antes
observar que la demencia es progresiva. Esto significa repetir la evaluación,
por lo general en seis a 12 meses.
En este
momento más tarde, un diagnóstico más seguro es a veces posible, pero cuando
los cambios cognitivos son graduales, el médico puede recomendar pruebas
repetidas a intervalos anuales.
El proceso
de evaluación del Alzheimer
Para ayudar
a aliviar cualquier tensión asociada con tu visita al médico, lo mejor es estar
lo más preparado posible. Por ejemplo, asegúrate de que todo el que va con la
persona que se está evaluando es familiar con su historial médico, síntomas
actuales, y los cuidados.
De antemano,
anote cualquier problema que quieras mencionar en la visita. Si la persona está
en un estado avanzado de demencia, es posible que desees llevar un reproductor
de música con auriculares para escuchar música relajante, o un objeto suave
familiar que puede ser acariciado o sujetado.
Tratamiento
del Alzheimer
Junto con el
tratamiento farmacológico para intentar enlentecer el progreso de la
enfermedad, se ha demostrado que es muy recomendable la estimulación cognitiva
y física de los pacientes en centros especializados.
La
rehabilitación cognitiva busca reforzar las funciones mentales afectadas por la
enfermedad, tratando de aumentar la reserva neuronal, así como el número de
conexiones entre células cerebrales y la densidad de sus redes.
Esto no sólo
enlentece el progreso en la afectación de la memoria, sino que mejora la
calidad de vida de los pacientes.
Fuente: http://www.lavidalucida.com/10-signos-que-pueden-indicar-indicios-de-alzheimer.html
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