viernes, 17 de julio de 2015

A LAS PERSONAS QUE ME GUSTAN

“Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto. Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada. Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera. Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. La gente que lucha contra adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen. Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.”

Mario Benedetti


Son este tipo de personas las que me roban mis sonrisas, las que son pura energía. Porque todos tenemos tanto defectos como virtudes, para saberlo solo hace falta tener una buena balanza.

Me gusta como son las personas, es bastante simple en realidad, solo que habitualmente nos complicamos la vida buscando intenciones y elaborando decepciones. Somos verdaderos creadores de desilusiones.

Con frecuencia solemos dar por hecho que los demás se van a aprovechar de nosotros, nos van a hacer daño o a engañar. Basta con un simple gesto o una corta mirada para que en nuestra mente se genere todo un mundo de ideas terribles que probablemente no coincidan con la realidad ni la mitad.

Pero generalmente las personas son buenas, no diferimos tanto los unos de los otros. Tampoco hace falta tener ojo clínico para comprender esto, sino que es suficiente el hecho de estar abiertos a valorar nuestras relaciones sin terribilizarlas. Cometemos fallos y estamos llenos de defectos pero no son ellos los que nos definen sino que es nuestra percepción la que los destaca.

Ya lo dijo Benedetti, es mucha gente de la que merece la pena rodearse, son las personas que nos dan aire psicológico, las que no nos ahogan, las que no son tóxicas. Me gusta la gente tanto como me gusta reír, porque no hay nada de malo en comprometernos con la felicidad, que es lo más grande que nos otorgan.

En definitiva, me gustan las personas que dicen lo que piensan pero más me gustan las que hacen lo que dicen y piensan lo que hacen. Valoro lo auténtico, porque el hecho de que se unan los verbos decir y hacer es la más maravillosa de las casualidades.




jueves, 16 de julio de 2015


Fuerteventura y la particular visión de Charo Barea, todo un regalo para la vista.

















9 PLACERES QUE NOS BRINDA LA LECTURA

“De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación”.

Jorge Luis Borges


¿Hay algo que no nos pueda ofrecer un libro? No solo hablamos de placeres, hablamos de necesidades. Leer es compartir, vivir, sentir, maravillarse y decepcionarse por el mundo, encontrar la manera de sentirnos bien y fijar nuestra mirada en un destino.

Lo cierto es que la lectura nos ofrece todo lo que podamos imaginar y lo que no. Por eso, hoy os recordamos 9 fantásticos placeres que nos brinda la lectura:

1. Hay sentimientos que se alivian leyendo un gran libro

La soberbia, la tristeza, la inquietud, la ira, la angustia… Hay innumerables sentimientos que la lectura consigue apaciguar cuando nos bloquean. Lo cierto es que, la lectura contribuye a superar miedos

2. La lectura nos acerca a la autocomprensión

¿Quién no se ha sentido identificado en algún momento con un personaje, un pasaje o con una simple frase? Le lectura nos hace reflexionar sobre quiénes somos, a qué aspiramos y cómo nos comportamos.

Además, leer nos ofrece nuevos horizontes y tiene una capacidad asombrosa  para satisfacer nuestras inquietudes. Leyendo encontraremos la respuesta a nuestras preguntas, aún cuando ni siquiera sepamos formularlas con antelación.

3. La lectura es la musa de la imaginación

Leer te eleva, te permite soñar y acudir a otros mundos.  Un libro puede convertirse en una máquina del tiempo o, mejor dicho, en una máquina de sueños.  Leyendo podemos ir al antiguo Egipto, a la antigua Grecia, a la Edad Media, a la Prehistoria o a la Segunda Guerra Mundial; podemos ir exactamente a donde queramos. Realmente resulta tentador.

4. Leer te permite ser lo que quieras

A través de la lectura me he metido en la piel de un rey, de una gaviota, de un payaso, de un vagabundo… He podido sentir lo que significa ser un árbol centenario, una hoja de papel, un zorro o un caracol.   Es algo maravilloso.

5. Cuando lees descubres lo que piensas

Poner palabras y sentimientos a nuestros pensamientos es algo tan extraordinario como necesario. Cuando lees descubres que el maravilloso mundo enmarañado que se esconde tras tus pensamientos es realmente una tela de araña perfectamente tejida.

Además, leer nos facilita ir más allá. Nos permite conocer el pensamiento de personas con las que no coincidimos ni en tiempo ni en lugar. Conocer el interior de una persona de forma íntima cuando te separan millones de kilómetros de tierra y mar, miles de años o cientos de barreras culturales es tremendamente extraordinario.

6. Leer es siempre una lección de humildad y de humanidad

La lectura es una riqueza que lleva a todas partes, sin ostentar, por supuesto.  En este sentido, no hay nada que determine la casualidad. Siempre he pensado que los libros llegan a nosotros y nosotros llegamos a los libros. Es un baile, un cortejo constante que nos insufla el aire que necesitamos en los momentos adecuados.

Leer es siempre un refugio que nos permite aprender sin límites y tomar conciencia de que lo desconocemos será siempre infinitamente superior a lo que conoceremos. Pero, sobre todo, leer nos da sed, sed de conocimiento, de sueños y de inquietudes.

7. Releer es un placer supremo

Hay algo genuino en el impulso que nos lleva a releer una obra o un escrito. Esta genialidad nos hace absorber elementos de los que antes no nos habíamos percatado y saborear de nuevo aquello que antes nos hizo soñar y nos inspiró sentimientos verdaderamente nuevos y originales.

8. Leer nos exige lo mejor de nosotros mismos

La lectura nos brinda experiencias que nos exigen ofrecer a sus letras el 100% de nosotros mismos. Sabemos que si buscamos algo, lo encontraremos pero solo si nuestra mente se abre de par en par y deja entrar a los bellos principios que nos otorga un libro.

9. Leer es siempre perfecto

La lectura nos da voz y es el juego perfecto. Podemos saber cómo es estar enamorados sin haberlo estado pero, sobre todo, podemos enamorarnos al leer. Leer enriquece nuestros sueños y salva nuestras vidas.

Tras leer un libro, la imagen que el espejo de nuestra alma nos devolverá será un reflejo fuerte y erguido, pues favorece nuestra autoestima. En definitiva, la lectura te deja sin palabras porque leer es reinar en uno mismo.



miércoles, 15 de julio de 2015

¿CÓMO REDUCIR LA VELOCIDAD CUANDO VIVES DEMASIADO RÁPIDO?

“El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera”
Ernest Hemingway

¿Sientes que tu vida va demasiado deprisa, que todo sucede demasiado rápido, tanto que a veces pareces perder el control? Vivir demasiado rápido porque hay muchas cosas que hacer está a la orden del día, y es una importante causa de estrés.

A veces, cuando los factores externos  nos abruman, nos sentimos incapaces de eliminar la tensión y de organizarnos, de  cambiar la perspectiva y ponernos a nosotros mismos al frente para seguir adelante.

Habitualmente, estos factores externos se asimilan, y nuestras mentes comienzan flaquear. Dudamos de nosotros mismos, porque nos sabemos cómo vamos a superar eso, y nos dejamos llevar “hasta que el cuerpo aguante”, asumiendo el vértigo que nos provoca la situación y actuando sin pensar en nosotros mismos, al ritmo que nos marca la vida, en un bucle imparable. Y no sabes si llorar, gritar o mandarlo todo “a tomar por retambufa”.

Pero la vida sigue, y hay que continuar hacia adelante. Aprender a echar el freno no es fácil, pero hay que aprender a hacerlo. Si no, tarde o temprano, la velocidad podrá con nosotros, y todo el esfuerzo y el sufrimiento acumulado habrá servido de poco.

5 consejos para reducir el ritmo de la vida

Acabar con la multitarea

A veces parece que si no estamos en “modo multitarea” estamos perdiendo el tiempo. Las calles están llenas de personas caminando, que escuchan música y miran de reojo los escaparates. Los gimnasios de personas que hacen bicicleta estática o elíptica mientras se empeñan en intentar leer una revista y, por supuesto, también escuchan música.

Pero, cuidado, no solo esto. Además la multitarea tiene una buena consideración social y a menudo las personas que salen vivas de ella son elogiadas y admiradas. Pero, en realidad, al cerebro le cuesta mucho prestar atención a varias tareas a la vez y disminuimos de manera notable nuestra eficiencia cuando lo hacemos, salvo que estas tareas estén extraordinariamente automatizadas.

Pero, ¿Qué dice la ciencia? Los estudios afirman que, a pesar de parecer paradójico, las personas que peor trabajan en multitarea son las que más tiempo se pasan en este “modo”.

“Lo que es alarmante es que las personas que hablan por el móvil mientras conducen tienden a ser las personas menos capaces de realizar bien varias tareas a un tiempo”, dice el profesor de psicología David Sanbonmatsu, autor principal de la investigación, en un comunicado de la Universidad de Utah.

Además, es agotador. Y la falta de eficiencia no solo aumenta el estrés, sino que implica dedicar más tiempo real a la realización de las tareas.

Practicar Mindfulness

El mindfulness puede ser descrito como un mero estar presente, ser consciente y vivir en el momento. Esto no significa tengas que aislarte  y practicar la meditación en silencio durante días.

Puedes hacerlo en esos momentos en los que realmente puedes parar. Se trata de vivir y disfrutar las experiencias del momento, por sencillas que sean, de estar presente en tu experiencia de ese momento.

Ser consciente en un mundo lleno de estimulación y la distracción puede no ser fácil. Sin embargo, cualquier pequeña dosis de atención que se puede implementar reducirá la sensación de estar abrumado y ayudar a  cultivar lo que podría sentirse como un ritmo más lento.

Aprender a decir NO

Decir NO puede que sea difícil. Pero es aceptar todo lo que te proponen y todo lo que surge lo que te hace vivir a un ritmo que te deja exhausto. Si te parece muy duro decir que no, prueba con otras fórmulas, como “déjame pensar en ello”, o “dame unos días y hablamos”, o “en este momento estoy muy apurado”, etc.

Programar actividades para divertirse

A pesar de que tu agenda esté muy apretada, es necesario que busques momentos para distraerte y para divertirte. Y no solo es cuestión de salir de fin de semana o ir de vacaciones una vez al año. Se trata de programar tus momentos de descanso del día y la realización de alguna actividad recreativa, como ir al gimnasio o salir a pasear, leer, etc.

Simplifica: Keep It Short and Simple

¿Conoces el principio KISS? Keep It Short and Simple, hazlo breve y simple, es el significado de este acrónimo. Originalmente es  Keep It Simple, Stupid, pero parece que esto era demasiado agresivo, y ahora se suele traducir de la otra forma.

Es un principio de diseño, en el que la simplicidad debe ser mantenida como un objetivo clave del diseño, y cualquier complejidad innecesaria debe ser evitada. Se registra por primera vez en  los Estados Unidos en 1960 y se atribuye principalmente a Kelly Johnson, ingeniero jefe en Lockheed Skunk Works. Actualmente, se aplica mucho a estrategias de productividad y gestión de proyectos para reducir el estrés  y mantener el foco en lo importante.



lunes, 13 de julio de 2015

AMERICAN STAR, LA TRAGEDIA DEL TITANIC MAJORERO




Espectacular fotografía del buque náufrago “American Star” lograda por el artista alemán, residente en Fuerteventura, Klaus Berends. Berends trabajó durante varios días dentro de su casco en ruinas, y en situaciones extremas, para lograr su iluminación interior. Para entonces, en 1999, el buque ya había perdido más de la mitad de su casco. Berends tiene en activo una exposición itinerante sobre este coloso. (Foto cedida a Radios Patio y Revista Mi Pueblo, por el artista. Ver más en http://www.behance.net/KlausBerends)

Por estos días se han cumplido veinte años del siniestro del trasatlántico “American Star”, que encalló, en medio de una tempestad, la madrugada del lunes 17 de enero de 1994, en la playa de Garcey, en el Municipio de Pájara, al suroeste de la isla de Fuerteventura.

El buque zozobró cuando estaba siendo remolcado, como un siamés, desde Inglaterra por un remolcador ucraniano, con destino a un muelle Tailandés donde iba a ser desguazado.


Del que fuera el mayor buque norteamericano de pasajeros en su época dorada, y durante la segunda guerra mundial, el medio de transporte más eficaz de sus tropas, apenas quedan algunos vestigios de su espectacular estructura, y un compendio de heroísmo y entereza de quienes hicieron de sus restos, la materia prima para realizar sus propios sueños.

Cinco lustros después de la tragedia, el ferry se ha reducido a la más mínima expresión: a un trozo de su proa, que como la mano de un náufrago pidiendo socorro, se asoma en el horizonte… nada que ver con lo que fuera en el momento de enterrar su quilla en el fango del fondo marino y partirse en dos: un gigante de 216 metros de eslora, 28 metros de manga y algo más de 23 mil toneladas de peso bruto.

Este es un relato, que trabajamos a “pie de barco” desde el mismo momento en que sucumbiera en la playa de Barlovento, presentamos la cronología oficial de los acontecimientos reales que sucedieron antes y después de la tragedia, y la presentación de los testimonio de personas que consiguieron introducirse dentro del Titanic Majorero, según la denominación, que con razón se le ha otorgado en Fuerteventura.

UNA ODISEA CONVERTIDA EN BAR

En la esquina en donde confluyen la calle “Jesús y María” y la “Primero de Mayo” de Puerto del Rosario, en Fuerteventura, existe un local que sin serlo, se ha convertido en algo así como un “museo de oficio” de los turistas Europeos que se interesan en el buque de Garcey.

Realmente no es eso, no es un museo. Es un bar: el “Bar- Cafetería el Naufragio”, según se lee en el anagrama, elaborado en forma de ojo de buey, y se aprecia en la atención que se dispensa a a sus visitantes en todo momento.

La edificación, proyectada inicialmente como almacén, pronto cambiaría de orientación, por disposición de su propietario: Ibrahim Quintana, un corredor de coches, de 28 años de edad, que en el momento del naufragio, estaba dispuesto a jugarse todas sus cartas, esperanzas y esfuerzos, para sacar adelante el local que convertiría en el medio con el que se ganaría la vida.

Pero un día, aquel obstinado emprendedor, sorprendió a su familia y a quienes se disponían a darle forma a su negocio. Ibrahim impartió la orden perentoria: hay que reorientar el proyecto. El American Star, lo indujo a cambiar, con todas sus consecuencias, sus planes de vida. Su vida que ya no iba a depender de un almacén sino de otro tipo y nuevo negocio: un bar- cafetería.

Es que en un arrojo de valor, y, el deseo de hacer realidad sus propias aspiraciones, Quintana, un día decidió sumarse a la legión de chatarreros, saqueadores, truhanes, apelativos con los que se denominó a quienes por esos días arriesgaban su integridad para obtener algún objeto de utilidad de entre los restos del Américan Star.

-“Nadie sospechaba lo que había dentro del trasatlántico, y teniendo en cuenta su estado de ruina y las condiciones del mar que nos hacían prever lo peor, yo, como los demás, decidí llegar hasta el barco y meterme dentro… Todas estas cosas que usted ve aquí en mi local, puestas como en un un museo, si no las hubiéramos sacado de allí, con seguridad, que se hubieran perdido en el mar –se justificó. Estas son cosas que ya no se fabrican en ninguna parte. Es más, si uno se sube a un ferry de cualquier compañía que opera en Canarias, se puede dar cuenta de eso, de que ya no se usan, de que los barcos están hechos con piezas de otros materiales. Hubiera sido una verdadera lástima dejarlas perder…”

“¿Lo mejor de todo esto? Lo mejor, fue el momento en que tomamos la decisión de sacarlo todo a tierra y ponerlo a salvo, y luego si, repartirlo entre todos según los intereses de cada uno. Había muchas cosas pesadas que era imposible que las moviera uno solo”.

Mientras señalaba con su vista cada uno de los elementos que conformaban el puzle de su negocio y resultado de su trabajo (la barra del bar, las puertas, los bordes de la ventanas y los ojos de buey; barandillas, extintores y pinturas de un considerado valor artístico…), Quintana, apuntilló:

– “El barco me cambió la vida y mi manera de pensar. Me permitió tener el bar que soñé. Un bar que se parece a un barco” dijo, haciéndonos entrega de una cinta de video en el que se registran algunas momentos de sus excursiones al buque y de paso, corroboraban sus palabras y la manera como obtuvo los ornamentos del Américan Star, que ahora vesten su bar. El Bar- cafetería “El Naufragio” .

POSIBLE ABANDONO

Todo comenzó el 18 de enero de 1994 cuando toda Fuerteventura fue igualmente sorprendida por la noticia de que un gran trasatlántico había encallado en el sur.

La versión, que estaba en boca de todos, pasó, de la ficción a la realidad, cuando el entonces teniente y comandante de la Guardia Civil de Puerto del Rosario, Francisco Alba, nos dio a conocer la versión oficial:

– “En efecto, el día 17 de enero se nos informó de que un remolcador había emitido una señal de llamada de emergencia, que el barco American Star al que remolcaba el barco Neftegaz 67, de bandera ucraniana, que el American Star había partido los cabos y se encontraba a la deriva y que debido al mal tiempo podría encallar en las costas de Fuerteventura. Entonces se estableció un dispositivo de vigilancia para determinar en qué sitio podría encallar. Aunque ya sabíamos que ninguna vida humana corría peligro porque el barco iba vacío, iba para el desguace en Tailandia, procedente de Inglaterra. Hacia las 6 y 15 de la mañana del día 18 fue cuando se tuvo conocimiento de que el barco ya había encallado en el lugar conocido como Playa de Garcey”.

“Durante algunos días -prosiguió- la Guardia Civil estuvo vigilando las ruinas del barco, pero al no formularse alguna solicitud formal por parte de sus propietarios, la Guardia Civil decidió dejar esta etapa de vigilancia para atender otras prioridades”.

“En principio se estableció un servicio de vigilancia las 24 horas del día sobre el barco que duró entre 20 y 25 días, luego se retiró ese dispositivo de vigilancia que la asumió inmediatamente una empresa privada de seguridad”, reveló el teniente Alba.

-¿Por qué se retiró la vigilancia que venía prestando la Guardia Civil? Preguntamos.

“Se retiró porque ya no había ningún motivo para mantenerlo y, digamos, tener hipotecada la Guardia Civil, además teníamos que atender otros servicios. Aunque una empresa privada asumió la vigilancia de 24 horas, no obstante, la Guardia Civil en sus patrullas diarias, solía pasar por ahí. Es más, aún hoy (1996) se pasa por ahí (el barco encalló cerca a la zona de prácticas de las tropas españolas de la OTAN en el Municipio de Pájara)

– ¿Se podría afirmar que técnicamente hubo abandono del barco?


“Bueno, eso, será un tema que deben responder las autoridades de la Marina y las que deben responderán a esa pegunta. A nosotros nadie nos ha dado una explicación por qué, y si es cierto que el barco partió los cables que lo unían al remolcador o si hubo un abandono por parte de la empresa propietaria, eso nosotros no lo sabemos”, concluyó.

Fuente: http://mipueblofuerteventura.es/american-star-la-tragedia-del-titanic-majorero/?utm_campaign=shareaholic&utm_medium=facebook&utm_source=socialnetwork