sábado, 29 de noviembre de 2014

NO SE ALEJEN

Un día el maestro preguntó:

- ¿Por qué grita la gente cuando está enojada?.


Los monjes pensaron

- Porque perdemos la calma - dijo uno de ellos, por eso gritamos.

- Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?

Nadie dijo nada, al final el maestro dijo:

- Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más alejados estarán, y más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro.

Luego el maestro preguntó:

- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?.

- Se hablan suavemente, porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, pues llegará un día en que la distancia sea tanta que no podrán encontrar el camino de regreso.


MEHER BABA


viernes, 28 de noviembre de 2014

EXCESIVO AUTOCONTROL

Las personas controladas siempre están nerviosas, porque en lo profundo está oculto un torbellino. Si no estás controlado, si fluyes, si estás vivo, entonces no te sientes nervioso. No tiene sentido estar nervioso: lo que tiene que suceder sucede. No tienes expectativas con respecto al futuro, no estás fingiendo. Así que, ¿por qué tendrías que estar nervioso?

Para controlar esta mente, uno tiene que permanecer tan frío y congelado, que la energía vital penetra en el cuerpo. Si se permite a la energía moverse, todas estas represiones saldrán a la superficie. Por eso, la gente ha aprendido a ser fría, a tocar a otros sin tocarlos, a ver a otros sin verlos. La gente vive con clichés: "hola, ¿cómo estás?". A nadie realmente le importa. Esto solamente se hace para evitar el encuentro real entre dos personas. La gente no se mira a los ojos, no se coge de las manos, no intenta sentir la energía del otro, no se permiten fluir el uno con el otro. Tienen miedo; simplemente aguantan. Fríos y muertos, están metidos en una camisa de fuerza.


Osho / Dang Dang Doko Dang



jueves, 27 de noviembre de 2014

Carmen Rodríguez del Río, sicóloga

DUEÑ@ DE TU DESTINO

Constantemente estamos creando pensamientos. Ya te has dado cuenta de que tu mente no para. Va de una idea a otra, saltando como un mono de rama en rama. A veces, te sorprendes con pensamientos o imágenes mientras hablas con otras personas, mientras haces cualquier actividad. Tu cabeza no para. Sigue elaborando y elaborando de manera incansable.

Toda esa actividad crea un estado interior. Marca tus emociones. Si inviertes tu pensar en anticipar acontecimientos e imaginar sus consecuencias negativas, tu estado creado será de miedo, ansiedad, angustia. Si revives momentos pasados no demasiado agradables, o te centras en lo que ya no tienes, obtendrás tristeza. Si , por el contrario, buscas culpables (incluido tú mism@), te encontrarás con una sensación de enfado con el mundo, los demás y/o tú mism@.

Lo que elijas tener en tu cabeza, creará parte de tu futuro. De hecho, ya lo está haciendo. El miedo que has creado ya te está afectando y afectará a tus acciones y reacciones futuras.

No es fácil cambiar lo que aparece en tu mente. Parece que no depende de ti a veces. Pero que no sea fácil, no quiere decir que no merezca la pena empezar con la tarea. Puedes empezar por observar lo que hay ahí dentro y comprender cómo se relaciona con cómo te sientes. Una vez que lo veas, empezará a removerse.


Hoy, prueba a observar de qué van todas esas cosas que piensas y COMPRÉNDETE.


miércoles, 26 de noviembre de 2014

martes, 25 de noviembre de 2014

LA FELICIDAD

"Si es tan difícil encontrar la felicidad, es porque la esperamos. Esperamos encontrar el gran amor, esperamos encontrar el éxito, la fortuna, la gloria, y si no se presentan, nos sentimos desdichados. En realidad, la felicidad no es algo que pueda venir o no, así sin más, del exterior, sino un estado de conciencia que depende de una buena comprensión de las cosas. 

No debemos imaginarnos que hemos venido a la tierra para vivir en la facilidad, los placeres y la abundancia. Hemos venido a la tierra para aprender y perfeccionarnos. Pero, ¿cómo perfeccionarnos si no tenemos cada día nuevos problemas que resolver, nuevos obstáculos que superar? 

La tierra es una escuela y, como en todas las escuelas, sólo aquéllos que aprenden y progresan pueden sentirse felices.

Así pues, no esperéis que la felicidad venga del exterior bajo la forma de encuentros o de condiciones favorables. La felicidad real, definitiva, sólo puede venir de vosotros, de vuestra forma de considerar las cosas y de trabajar. Con un buen razonamiento, con una buena filosofía, podéis haceros dueños de vuestra felicidad. Y sobre todo no la esperéis sin hacer nada. Sois vosotros los que tenéis que actuar y aplicar los métodos que van a permitiros transformar las penas en alegrías y los fracasos en éxitos."

Omraam Mikhaël Aïvanhov 




lunes, 24 de noviembre de 2014

EN BUSCA DE LA FELICIDAD: EDUCANDO EMOCIONES

En la sociedad moderna, aunque ha crecido el nivel de prosperidad y cada vez disponemos de mayor tecnología, estos medios externos para alcanzar la felicidad resultan ineficaces si nuestra mente se siente abatida. El bienestar físico y el bienestar de la sociedad dependen profundamente del bienestar psicológico, el cual, a su vez, depende de nuestra vida emocional.

Todos estamos inmersos en una búsqueda constante de la felicidad pero, de alguna manera, no somos capaces de encontrarla y, sin duda, esto es así porque la buscamos de forma equivocada. Nadie desea problemas y sin embargo un gran número de los que tenemos son creados por nosotros mismos. El origen de esta paradoja se encuentra en nuestra carencia de una visión holística  y realista.

Según el budismo, incluso la salud física está asociada a los estados mentales. El Dhammapada afirma que:

“La mente es el elemento creador de todo lo malo. La mente es lo principal, cualquier condición negativa es creada por la mente. Si con una mente envilecida uno habla o actúa, el dolor se pegará a sus talones como la rueda sigue la pezuña del  buey.

La mente es el elemento creador de todo lo bueno. La mente es lo principal, todo lo positivo es creado por la mente. Si con una mente limpia uno habla o actúa, la felicidad le acompañará como la sombra sigue al cuerpo”.

Para  la filosofía budista no somos más que cuerpo y mente, y la mente es el único elemento motivador de todas nuestras acciones, la creadora de toda nuestra felicidad y de nuestro sufrimiento. El cuerpo podría recibir buenos alimentos y cuidados y los ojos podrían observar cosas hermosas y emitir miradas maravillosas pero es la mente la que traduce esto en felicidad. Por el contrario, el cuerpo podría estar enfermo y sentir dolor, y los demás podrían tratarnos mal y lanzar imprecaciones  a nuestros oídos, pero es la mente la que traduce esto en sufrimiento. Es en la mente donde se llevan a cabo los procesos principales que determinan nuestra alegría o tristeza, nuestro entusiasmo o depresión y es también en la mente donde se experimentan nuestros estados de ánimo. Sólo a través de un entendimiento completo de la mente y de su  funcionamiento podemos esperar trascender los pensamientos y las emociones turbadoras que nos invaden.

Sorprendentemente la mayoría de nosotros tenemos un escaso conocimiento sobre la naturaleza y los mecanismos de funcionamiento de la mente, ignoramos cómo se generan las actitudes mentales y de qué modo afectan a nuestras experiencias en la vida. Incluso nos cuesta discernir entre lo que son mentes beneficiosas, que nos aportan felicidad, y mentes perjudiciales, generadoras de sufrimiento. Tanto es así que oponemos resistencia a las primeras y nos entregamos relajadamente a las segundas.

El budismo ha llevado a cabo un profundo estudio sobre el modo en que funciona nuestra mente. De forma minuciosa ha observado los acontecimientos mentales que se producen dentro de estados mentales específicos, en las manifestaciones externas verbales y físicas que son consecuencia de dichos acontecimientos mentales y en los modelos de pensamientos habituales que conducen a la sabiduría y a la paz o al engaño y al sufrimiento. El proceso analítico de la clasificación de los estados mentales en mentes de sabiduría y mentes de engaño agudiza nuestra apreciación con relación a qué cosas debemos desarrollar y qué cosas debemos abandonar.

Además, las enseñanzas de Tantra contienen una serie de descripciones detalladas de los distintos acontecimientos mentales que funcionan tanto en el nivel consciente como en el nivel inconsciente -mientras estamos despiertos, dormidos o soñando, y durante el proceso de la muerte- y de cómo la mente pasa de una vida a la siguiente. A través del examen sistemático de todas esas enseñanzas, podemos diseñar una imagen completa de la mente.

Aunque los tratados budistas son herramientas poderosas que nos permiten llegar a entender la mente y sus funciones desde todos los ángulos posibles, el entendimiento final de la naturaleza de la mente sólo puede emerger a través de nuestra propia experiencia. El propio Buda nos aconsejó que no nos limitáramos a aceptar sus palabras literalmente, sino que deberíamos examinarlas tal y como “un orfebre examinaría la calidad del oro”. Aunque los practicantes budistas conocen la importancia que tienen las enseñanzas de Buda y de otros grandes Maestros sobre estos temas, nunca las aceptan sin antes llevar a cabo su propia investigación. El razonamiento y el análisis crítico son los medios para alcanzar un profundo entendimiento de la naturaleza de la mente.

Debemos tener presente que la mente que tenemos hoy producirá todas nuestras mentes futuras y el modo en el que se manifiesten depende de cómo dirijamos actualmente nuestros pensamientos. Por tanto, tenemos el poder y la oportunidad de influir en nuestro propio futuro.

Amparo Ruiz Cortés

Directora de la Comunidad Thubten Dhargye Ling


domingo, 23 de noviembre de 2014

CERRANDO CÍRCULOS

Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?
¿Se acabó la relación?
¿Ya no vives más en esa casa?
¿La amistad se acabó?

Puedes pasar mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cuál hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tú, tus amigos, tus hijos, tus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, hecho está. Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡No, los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, cambiar de casa. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir solo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de "lo bueno que eres".

¡No!... suelta.

Con el resentimiento, al ver "tu película" personal para darte y darle al asunto, lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte, amargarte. La vida esta para adelante, nunca para atrás. Porque si andas por la vida dejando "puertitas abiertas por si acaso" nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "a ver si regresamos" (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puedes enfrentarlos ahora, hazlo! Si no, déjalo ir, cierra capítulos. Convéncete, que no volverá eso, pero no por orgullo ni por soberbia, sino porque tú ya no encajas allí: en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a qué volver. Es salud mental, amor por ti mismo desprenderte de  lo que ya no está en tu vida...

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, porque cuando llegaste a este mundo lo hiciste sin ese adhesivo, por lo tanto es costumbre vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, hoy te duele dejar ir. Solo es costumbre, apego, necesidad. Pero, cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacude, suelta.


De Paulo Coelho