LA MUJER EN EL AMOR DESPUÉS DE LOS 40
“Cuando una mujer toma
la decisión de abandonar el sufrimiento, la mentira y la sumisión. Cuando una
mujer dice desde el fondo de su corazón: ‘Basta, hasta aquí he llegado’, ni mil
ejércitos de ego y ni todas las trampas de la ilusión podrán detenerla en la
búsqueda de su propia verdad.
Ahí se abren las puertas
de su propia Alma y comienza el proceso de sanación. El proceso que la
devolverá poco a poco a si misma, a su verdadera vida. Y nadie dijo que ese camino sea fácil, pero
es ‘el Camino’. Esa decisión en sí, abre una línea directa con su naturaleza
salvaje y es ahí donde comienza el verdadero milagro”.
Mujeres que Corren con
los Lobos. Clarissa Pinkola-Estés.
La mente y
el alma tienen sus propios ciclos y estaciones que recorren diferentes estados
de actividad y de soledad, de buscar y encontrar, de descansar, de pertenecer
e, incluso, de desaparecer.
Cuando una
mujer es madura, las relaciones con ella son diferentes. Incluso la relación que
tiene consigo misma va un paso más allá.
Digamos que
alrededor de los 40 es cuando una mujer siente una necesidad que no puede dejar
de atender: la de regresar a sí misma. Este es el punto emocional en el que
aprendemos a saludar a nuestros recuerdos en el momento oportuno, a bailar y a
calmarnos con ellos.
Es el
momento en el que se ama el alma más allá de nuestras equivocaciones y de lo
terrenal. A partir de estas edades, amando a nuestros semejantes se descubre un
corazón sereno con sangre ardiente que nos ayuda a comprender qué clase de
criaturas somos, con nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Porque todos
las tenemos a ambas y eso no es malo, sino todo lo contrario.
La vuelta a la casa del
alma significa hacernos conscientes de todo lo que ha acontecido en nuestra
vida anterior y resolver aquellos conflictos creados en los ciclos previos a la
madurez.
El amor maduro
El amor maduro
significa unión a condición de preservar la propia integridad, la propia
individualidad.
Erich Fromm
No es fácil
madurar en el amor, pero una vez que lo logras nace un gran amor por ti misma
que se basa en la dignidad y en el respeto. Estos valores, a partir de cierta
edad y ciertas vivencias, suelen articular el resto de cariños de los que
nutrimos a nuestro corazón.
Una mujer
madura va más allá en su capacidad de amor cuando comprende que la verdadera
transcendencia del sentir ajeno se resume en cómo se contempla a sí misma y a
sus cambios.
Con el
tiempo, el mundo femenino irradia una pureza que se ve amenazada por una
sociedad corrupta que hace que las mujeres corran a buscar un refugio en sí
mismas, no para huir cuando algo se pone difícil, sino para afrontarlo.
Entonces
encuentran que su verdadera casa no está en ningún lugar alejado del mundo,
sino dentro de ellas. De alguna forma, el amor maduro es consecuencia de un
proceso de individualización que puede llegar a resultar muy doloroso.
Puede que
este nos llegue antes o después, pero para todas está precedido de unos años de
distracción y descarrilamiento de nuestra identidad emocional. O sea, ese no
“saber dónde estás y cuál es tu lugar en el mundo” que todos conocemos.
Sea por ingenuidad,
por no prestar atención o por ignorancia, el proceso de madurez nos ha hace
sufrir el robo de una piel que nos envolvía, la cual creíamos nuestra y a la
que nos aferrábamos con fuerza.
Este sufrimiento por la
pérdida de su piel le hace a la mujer convivir durante un tiempo con una parte
de ella incompleta, lo que le ayuda a fortalecer su verdadero recubrimiento
emocional.
Es decir,
que este robo se alza en cada caso como la oportunidad de recuperar unos
tesoros tan únicos y propios como son los dos pilares de la liberación
emocional: la determinación y el amor propio.
Como
resultado, la mujer alcanza una gran sabiduría que le hace vivir y amar de
manera diferente, única y trascendente. De alguna forma, es capaz de hidratarse
y reconstruirse a sí misma, sintiéndose enteramente ella englobada en su
interior.
Como dicen, toda mujer
alienta una vida secreta y una fuerza poderosa llena de buenos instintos,
creatividad y sabiduría que encierra el gran poder de un territorio aún sin
explorar: el fantástico mundo de la psicología femenina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario