Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
sábado, 10 de junio de 2017
jueves, 8 de junio de 2017
NI AVANZAS, NI RETROCEDES: ESTÁS ATASCADO
Hay momentos
de la vida en donde el sello está en el desconcierto. No es que sean “momentos
malos”, en el estricto sentido. No es que pases por grandes sufrimientos o graves
problemas, sino que simplemente ves pasar los días y sientes, muy en el fondo
de ti, que no estás evolucionando, que no creces.
La nota
predominante es la rutina. Cada día es muy parecido al anterior y aunque no
tienes que pasar por grandes sobresaltos, tampoco logras entusiasmarte
realmente con nada. No consigues activar tu fuerza vital y tampoco tienes ganas
de intentarlo.
“La vida nunca es
estancamiento. Es movimiento constante, movimiento sin ritmo, pues nosotros cambiamos constantemente. Las cosas viven moviéndose y ganan fuerza
mientras lo hacen.”
-Bruce Lee-
Has llegado
incluso a acostumbrarte a los problemas que antes te inquietaban. Si tienes una
relación mediocre o nociva, dejas de pretender que sea mejor. Si tu trabajo no
te satisface, te resignas y sobrellevas lo que hay. Ni avanzas, ni retrocedes:
estás atascado.
¿Estás atascado? ¿No avanzas?
El
estancamiento es un estado en el que no logras ponerte en contacto con tus
sentimientos y emociones más genuinas. De ahí que tampoco sientas un verdadero
impulso hacia la acción, hacia propiciar algún cambio que te enriquezca y haga
más significativo el hecho de vivir. Éstas son las señales que indican que te
encuentras atascado:
● No
sientes entusiasmo. Haces todo como mecánicamente y procuras no pensar mucho en
ello.
● No
quieres complicarte.
● No
quieres comprometerte con nada. Te limitas a cumplir con lo que se te pide,
tanto en el plano laboral, como en el plano personal. Pero no quieres
implicarte demasiado.
● Eludes
los desafíos. Frente a un posible reto, o a una novedad, te haces a un lado. No
te interesa ponerte a prueba, ni le ves sentido a ello.
● Sientes
fatiga casi todo el tiempo. Una de tus frases favoritas es “estoy cansado”. Y
es verdad, físicamente te sientes sin energía. Te parece que tu cuerpo es
pesado y fácilmente caes en la somnolencia.
● Tu
rutina es demasiado estructurada. Haces casi todo, cada día, de la misma
manera. Los mismos horarios, el mismo recorrido, las mismas conversaciones.
● Rechazas
todo lo nuevo. Cualquier novedad te parece una incomodidad innecesaria. No
quieres invertir tu esfuerzo en adaptarte a algo que desconoces.
● Sientes
pereza y aburrimiento, de manera constante. Bostezas mucho y anhelas que “te
dejen quieto”, que nada te invite a movilizarte. Casi todo te aburre, pero más
te aburre pensar en un cambio.
● Justificas
tu actitud, incluso con mentiras. Construyes una serie de “razones” falsas para
sustentar tu inactividad y miedo al cambio. Inventas excusas para justificar tu
estancamiento.
Si no avanzas, devuélvete
Cuando pasas
por una de esas etapas de estancamiento, seguramente hay un dejo de tristeza, o
de ira, o de ambas, en el trasfondo de la situación. El hecho de que estés
atascado significa que, aunque no te des cuenta, hay algún asunto por resolver
en tu vida.
La depresión
encubierta es como un pequeño animal que roe constantemente y te roba energía
vital. Se trata de un rumor sordo que ejerce un gran peso sobre la percepción
del día a día. Como si le pusieras un velo gris a la realidad y contemplaras
todo a través de esa distorsión de color. Nada te parecerá suficientemente
interesante, porque no lo estás mirando directamente.
La ira, a su
vez, es una de las emociones más paralizantes. Cuando se queda enquistada en tu
interior, opera corroyendo las demás emociones. La ira reprimida te vuelve
rígido, sarcástico y negativo. Te lleva a sentir una especie de desprecio por
todo lo que te rodea y contribuye a que nada te despierte interés. Mina tus
relaciones con las demás personas y, a largo plazo, afecta tu salud.
Lo mismo
ocurre con la culpa, que a veces se instala en tu inconsciente. Cuando lo que
no hiciste o no dijiste, o lo que hiciste y dijiste, te genera arrepentimiento
y eludes esa realidad, es probable que el precio sea ese palidecer de tus
emociones y de tus ganas de vivir.
Las etapas
de estancamiento deben mirarse con cuidado. A veces exigen solamente un proceso
de toma de conciencia y un replanteamiento de las condiciones en las que se
vive. Otras veces, en cambio, son una señal de que se hay una crisis que
comienza a desatarse.
Por eso,
cuando sientas que no puedes avanzar, lo mejor es que te devuelvas. Estás atado
a alguna situación del pasado que no ha sido superada del todo y que sigue
incidiendo en tu presente. Es cierto que la vida no es un jardín de rosas, ni
una fiesta de todos los días. Pero, por otro lado, es en realidad lo único y lo
más valioso que tienes.
Vivir sin
vivir no es una opción. El tiempo de existencia es muy corto como para
desperdiciarlo en rutinas inútiles y relaciones insatisfactorias. Tu paz y tu
felicidad son el único objetivo por el que en verdad debes jugarte a fondo. La
quietud hay que dejársela a los muertos.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/avanzas-retrocedes-estas-atascado/
martes, 6 de junio de 2017
LOS OJOS SON EL REFLEJO DEL ALMA
Qué tendrán
los ojos que dicen tanto de nosotros. Qué poder se ocultará bajo nuestros
párpados que nos hace capaces de infundir confianza, de crear rechazo, de
anunciar nuestro humor… Qué extraño mecanismo hará que mediante nuestra mirada
seamos capaces de convencer, de seducir, de rechazar…
Y es que hay
miradas que enamoran, que infunden confianza. Por contra, otras son capaces de
matar, de provocar profundo desasosiego. Hay ojos que son feroces, cargados de
odio. Estos siempre acompañan miradas que asustan, que auguran de reojo malas
intenciones. Pero también los hay risueños, llenos de vida. Ojos chispeantes
que anuncian a los cuatro vientos que están enamorados.
Así pues es
lógico pensar que estos son pequeñas ventanas a través de las cuáles asoma
nuestra alma y por dónde nuestros sentimientos se airean.
En ocasiones
son pequeños ventanucos por los que tímidamente asoman buscando ser
correspondidos. En otras, estos son grandes ventanales que proyectan tormenta;
incluso a veces, en muy pocas ocasiones, estos no son más que huecos oscuros y
profundos, vacíos. Pequeñas fosas que buscan alimentarse del brillo de los
otros. Ojos depredadores que escrutan buscando calmar sus ansias.
Por suerte,
si te fijas, el mundo está lleno de ojos rebosantes de vida. Ojos cargados de
ganas de vivir, aunque a veces cansados, siempre esperanzados. Gracias a Dios
el mundo está lleno de miradas llenas de ilusión y de ganas de ver. Ojos
deseosos de descubrir magia.
Y ahora,
antes de acabar, un consejo: Si alguna vez en tu vida te cruzas con estos
últimos míralos fijamente, con fuerza. Míralos queriendo empaparte de su
esencia. Míralos como si fuese lo último que fueses a hacer en esta vida. Hazlo
porque esos serán los que salven este mundo.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/los-ojos-son-el-reflejo-del-alma/
lunes, 5 de junio de 2017
domingo, 4 de junio de 2017
QUIEN HOY NO TE VALORA, MAÑANA TE EXTRAÑA
A veces, las
personas huyen sin más explicación, dejándonos desolados por una ausencia cruel
e inesperada que le da un vuelco a nuestra vida.
Cuando esto
ocurre, no nos podemos imaginar nada peor, más rastrero y más egoísta que la
ofensa que acaban de realizarnos.
Entonces, después de contener nuestro enfado y nuestra rabia, empezamos
a pensar que no nos lo merecemos y que es injusto.
Al mismo
tiempo una nube cargada de tristeza y de reproche se cierne sobre nosotros,
generando una oscuridad con la que intuimos que tendremos que convivir una
buena temporada.
En esa
oscuridad conoceremos la decepción, el desencanto, el engaño y la
incredulidad. Sin embargo, cuando caemos
en ese abismo, significa que está cerca la libertad pues si alguien nos ha
dejado de esa manera, no merece nuestra compañía.
Vale más un desengaño que vivir en una
mentira
Cuando
alguien se marcha sin más hay algo dentro de uno mismo que se rompe. Es
probable que no acertemos a saber qué es lo que se ha quebrado pero, sin
embargo, nos duela muchísimo.
No obstante,
los desengaños son menos dolorosos si conseguimos salvaguardar nuestra integridad.
Por esta razón, aunque sustituir el amor a los demás por el amor propio es un
proceso duro, la verdad es que estaremos cambiando a un insufrible tirano por
un buen amigo.
Asimismo, cuando una
persona nos abandona injustamente, cuando nos dejan sin explicación ni
mediación, podemos estar seguros de que el día de mañana le penará habernos
perdido
Como dicen,
el que nada no se ahoga, y si alguien se ha ahogado es porque no quiso nadar,
porque no estaba a nuestra altura o porque su grado de madurez emocional le
impedía ver que hay millones de maneras mejores de decir adiós o de arreglar
las cosas. En definitiva, huir vilmente no es la solución valiente, sino la
cobarde, la amarga, la desagradecida.
¿Qué hacer cuando alguien desaparece de
nuestra vida?
Cuando alguien
desaparece de tu vida, puede que no vayas a volver a ver a esa persona nunca
más, o si podrás decirle todas las cosas que te quedan, que te gustaría
decirle. Coges papel y lápiz y escribes una carta. Que puede ser eterna o puede
ser una palabra. Se la escribes a esa persona que se fue, pero no, no la
mandas, la doblas y la acercas a una llama y la quemas. Se la lleva el viento y
así el dolor no se te queda tan dentro.
Federico Moccia
Cuando
alguien nos deja de esta manera, iniciamos una pelea interna en la que nos
debatimos entre “esperar a que vuelva con el rabo entre las piernas” o
“reiniciar nuestra vida y reaprender a convivir con nosotros mismos”. Esto
último entraña un sinfín de dificultades que tenemos que superar, ya que no
sabemos hacerlo.
Es probable
que, en estos casos, se nos queden muchísimas cosas por decir. El dolor, los
reproches y todas nuestras emociones no pueden quedarse dentro de nosotros
mismos, debemos de sacarlas de alguna manera, aunque sea imaginándonos que
tenemos a esa persona de frente, aunque sea rasgando papeles o golpeando
cojines.
Una de las
mejores opciones es escribir una carta a quien te lastimó en la que le explicas
cómo te ha hecho sentir antes y después de su partida. Tras hacer esto, lo
mejor es deshacernos de ella, pues hacerlo será la mejor manera de liberación.
¿Cuál es el último paso para liberar el
dolor?
Cuando mantienes tu
resentimiento hacia otra persona, estás amarrado a esa persona o a esa
situación, por un vínculo emocional que es más fuerte que el acero. Perdonar es
la única forma de disolver ese vínculo y lograr la libertad
Catherine Ponder
Después de
escribir nuestra carta y de liberar nuestros sentimientos y emociones, le llega
el turno a perdonar. Darle alas a nuestro sufrimiento será la única forma de no
hacer de nuestro cuerpo la tumba de nuestra alma.
Porque
detrás de nuestro coraje, nuestra rabia y nuestra ira ante la huída de alguien
sin escrúpulos, se esconde una gran tristeza, una infinita humillación y la más
dolorosa decepción. Por eso, liberarnos de estos sentimientos supondrá para
nosotros dejar de caminar por el borde de un volcán en activo.
Pase lo que
pase, de lo que no nos tenemos que olvidar nunca es de que toda experiencia
dolorosa encierra dentro un gran semilla de crecimiento y de liberación.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/quien-hoy-no-te-valora-manana-te-extrana/
viernes, 2 de junio de 2017
jueves, 1 de junio de 2017
“DESACTIVAR” EL EGO PARA AMAR EN PLENITUD Y
SIN APEGOS
El ego suele
tener una visión muy limitada de la realidad, y sólo acepta su punto de vista,
su modo de entender el mundo, e incluso de amar. Pocas dimensiones pueden ser
más dañinas y destructivas como el egoísmo en cualquiera de sus ámbitos, ya sea
a nivel de amistad, a nivel laboral o en el seno de una pareja.
Al ego le
gusta que las cosas sean como uno desea, que el mundo se ordene
milimétricamente de acuerdo a sus perspectivas, a su concepción personal de lo
que está bien y lo que está mal. No le gusta lo imprevisto, ni lo espontáneo,
las reacciones que escapan a su control y que expresan voluntad propia.
Para amar en
plenitud, debemos “desactivar el ego”, permitiendo así que la pareja nos ame en
libertad, siendo una persona con voluntad propia, y no como “nosotros
deseamos”. El amor que se ofrece con espontaneidad y de modo íntegro, es sin
duda el amor más pleno y auténtico.
Lo que esconde la máscara del ego
Es muy
frecuente que iniciemos relaciones de pareja con personas que muestran virtudes
en un principio admirables. Resplandecientes casi. Aspectos como la seguridad
personal, el aplomo, la firme confianza en uno mismo e incluso esa inclinación
a la protección, puede “deslumbrarnos” en un inicio.
Sin embargo,
al cabo del tiempo a esa seguridad inicial se le añade la necesidad de control
y la obsesión en que las cosas, deben ajustarse a los esquemas propios. Es
decir, lo que en un principio confundíamos con “seguridad” es en realidad un
miedo muy claro a que “escapemos de su control”, y a que evidenciemos sus
vulnerabilidades.
Las personas con un ego
marcado buscan ante todo el ser reconocidos por los demás, y en especial, por
sus parejas, porque ellos no son capaces de reconocerse a sí mismos. Y la razón
de ello está en el miedo, el cual cubren con la máscara del ego para
sobrevivir.
En realidad,
no es nada fácil desactivar el ego de la persona que amamos. Una vez
descubrimos esta dimensión, es decir, una vez nos damos cuenta de que sus
virtudes son en realidad armas de doble filo, y que utiliza su ego para crear
expectativas en ti y someterte, ten claro que lo único que pretende es llenar
sus propios vacíos mediante la dominación, mediante un apego poco saludable con
el que cubrir su inmadurez.
El ego suele tener muchas máscaras, y
estamos seguros de que ya conoces algunas:
-Utilizar la
victimización.
-Buscar ser
reconocidos en cada cosa que hacen, dicen y expresan, sin tener nunca en cuenta
a los demás.
-Poner
cargas sobre ti para descargar “su ego”.
-Busca
siempre culpables ante cualquier problema o situación que él o ella misma
genera.
-No admite la
espontaneidad, las cosas nuevas, el salir de la rutina y aún menos, que tú
disfrutes de tus propias aficiones. de tus espacios… Ponen muros a tu
crecimiento personal.
Aprender a desactivar el ego
Es necesario
que entendamos que el ego es un modo de “desconectar” por completo de los ejes
que mueven el amor consciente, el amor maduro que se ofrece en libertad y
plenitud al otro para formar pareja, para tener un proyecto en común respetando
siempre el crecimiento personal de cada uno.
Si tu pareja es un
hábil artífice del “egoísmo” pon límites desde el principio y deja muy claro
que amar no es juzgar, ni controlar, ni aún menos llenar los vacíos e
inseguridades propias mediante la manipulación. Querer no es ofrecer cargas,
sino crecimiento interior. Plenitud.
Es preciso
que empecemos a renunciar a hacer las cosas como nuestro ego quiere sino a
disfrutarlas como suceden. Es entonces cuando despertará nuestra verdadera
conciencia del amor, esa que deja de luchar para dar paso a la espontaneidad
del día a día, a una libertad donde no hay apegos y donde cada uno es dueño de
sí mismo, y a su vez, parte de un proyecto en
común.
No podemos
olvidar que muchos de nosotros, de algún modo, somos un poco egoístas en
materia afectiva. No obstante, cada cosa tiene su justo equilibrio, pero si nos dejamos llevar
por el ego en toda su intensidad, nunca veremos la realidad de las cosas, sino
nuestras propias necesidades y las sensaciones negativas que ello genera.
Hay que
tenerlo en cuenta.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/desactivar-el-ego-para-amar-en-plenitud-y-sin-apegos/
Suscribirse a:
Entradas (Atom)