Impresionante Playa de Risco del Paso y sus aguas azul turquesa.
Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
lunes, 14 de marzo de 2016
domingo, 13 de marzo de 2016
YA NO ME ENOJO, SOLO MIRO, PIENSO Y ME
ALEJO SI ES NECESARIO
A fuerza de
tener que lidiar con situaciones complicadas, aprendemos a tomar distancia
emocional, a gestionar nuestro malestar y a pensar antes de tomar una
determinación. Como con todo, para aprender esto es necesario tiempo y
experiencia. Mucha experiencia.
Así,
podríamos decir que la distancia emocional es un código no escrito que nos
permite ver y sentir las cosas de otra manera, pues damos tiempo para que
emociones como el enfado pierdan fuerza y podamos dar paso a los sentimientos,
los cuales nos permiten comprender con más claridad qué pensamos en realidad y
cómo queremos actuar.
Es decir,
que hacer esto nos sirve para manejar mejor nuestras emociones y así conseguir
más coherencia entre nuestras opiniones y nuestras acciones sobre un tema
determinado como por ejemplo la actitud de una persona.
¿Qué necesitamos para tomar distancia
emocional?
Ahora bien,
¿cómo podemos tomar distancia emocional? Esta respuesta no tiene una receta
mágica, pues depende de muchos factores personales y circunstanciales, así como
de relación.
Hay personas
a las que llevamos dentro hasta la raíz y distanciarse de las emociones que nos
genera el estar con ellos es, sin duda, una de las tareas más complicadas que
tenemos que llevar a cabo a la hora de rearmar el puzzle que nos permite
comprender qué es lo que sucede.
No obstante
y aunque no tenemos la receta que nos conduce a toma de distancia emocional de
la manera ideal, sí que podemos destacar la mayor parte de ingredientes que nos
hacen falta para lograr alejarnos emocionalmente de aquello que cuesta manejar.
Como ya hemos
comentado, es indispensable que nos demos tiempo para conseguir templar
nuestras emociones. Pongamos como ejemplo para ilustrar esta cuestión los tres
colores de un semáforo: rojo, ámbar y verde.
Ante una
afrenta probablemente se ilumine en ámbar para luego pasar al rojo. Es decir,
cuando por ejemplo estamos invadidos por el enfado, por la tristeza, por la
alegría o por cualquier otra emoción, nuestro semáforo está en rojo y, por lo
tanto no debemos tomar decisiones.
Con el semáforo en rojo
debemos frenar nuestra reacción emocional y tomarnos un tiempo para lograr
mantener un control sobre lo que pensamos, sentimos o hacemos.
Observa,
mira y aléjate si es necesario, pero no tomes decisiones permanentes sobre
emociones temporales, aunque tengas ganas de decirle cuatro cosas a esa persona
o de gritar y marcharte para siempre. Date tiempo para que tus emociones se
calmen, sal a darte un paseo, ponte a colorear o deja pasar unos días antes de
hablar o ver a una persona que te ha enojado o que te ha entristecido.
Cuando el
tiempo pasa simplemente ciertas cosas dejan de tener importancia y algunos
detalles que entonces nos angustiaban, pasan a ser nimiedades que relativizamos
y aceptamos como propias de las circunstancias.
Digamos que
gracias al tiempo nos alejamos y dejamos de comprometernos con la intensidad
emocional que generan las decepciones, las expectativas, las traiciones, etc.
Lograr no ser controlados por nuestras emociones es posible y como toda habilidad
se aprende con la práctica.
La brújula interna, un gran beneficio de
poner en práctica la distancia emocional
Una vez que
logramos poner distancia emocional ante lo sucedido, podremos escuchar a esa
brújula interna que nos genera sensaciones sobre lo que está bien y lo que está
mal. Estas intuiciones muchas veces son acertadas puesto que se basan en
nuestros sentimientos, mucho más duraderos que nuestras emociones.
Entonces las
decisiones que tomemos respecto a los demás y a lo que nos ha sucedido serán
mucho más acertadas o más bien acordes con aquello que pensamos y
sentimos. Aquí podremos saber qué nos
merece atención y qué queremos ignorar, fomentando que nos sintamos mejor y no
suframos tanto por aquello que no podemos controlar.
En resumen,
es muy importante que ante situaciones complicadas o con demasiada carga e
intensidad tomemos distancia emocional, pues lograremos que los aspectos más
pasajeros de nuestras emociones no nos entorpezcan y no hagan que nos
arrepintamos de actuar de una u otra manera.
Fuente: http://rincondeltibet.com/blog/p-ya-no-me-enojo-solo-miro-pienso-y-me-alejo-si-es-necesario-8899
sábado, 12 de marzo de 2016
LA MUJER EN EL AMOR DESPUÉS DE LOS 40
“Cuando una mujer toma
la decisión de abandonar el sufrimiento, la mentira y la sumisión. Cuando una
mujer dice desde el fondo de su corazón: ‘Basta, hasta aquí he llegado’, ni mil
ejércitos de ego y ni todas las trampas de la ilusión podrán detenerla en la
búsqueda de su propia verdad.
Ahí se abren las puertas
de su propia Alma y comienza el proceso de sanación. El proceso que la
devolverá poco a poco a si misma, a su verdadera vida. Y nadie dijo que ese camino sea fácil, pero
es ‘el Camino’. Esa decisión en sí, abre una línea directa con su naturaleza
salvaje y es ahí donde comienza el verdadero milagro”.
Mujeres que Corren con
los Lobos. Clarissa Pinkola-Estés.
La mente y
el alma tienen sus propios ciclos y estaciones que recorren diferentes estados
de actividad y de soledad, de buscar y encontrar, de descansar, de pertenecer
e, incluso, de desaparecer.
Cuando una
mujer es madura, las relaciones con ella son diferentes. Incluso la relación que
tiene consigo misma va un paso más allá.
Digamos que
alrededor de los 40 es cuando una mujer siente una necesidad que no puede dejar
de atender: la de regresar a sí misma. Este es el punto emocional en el que
aprendemos a saludar a nuestros recuerdos en el momento oportuno, a bailar y a
calmarnos con ellos.
Es el
momento en el que se ama el alma más allá de nuestras equivocaciones y de lo
terrenal. A partir de estas edades, amando a nuestros semejantes se descubre un
corazón sereno con sangre ardiente que nos ayuda a comprender qué clase de
criaturas somos, con nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Porque todos
las tenemos a ambas y eso no es malo, sino todo lo contrario.
La vuelta a la casa del
alma significa hacernos conscientes de todo lo que ha acontecido en nuestra
vida anterior y resolver aquellos conflictos creados en los ciclos previos a la
madurez.
El amor maduro
El amor maduro
significa unión a condición de preservar la propia integridad, la propia
individualidad.
Erich Fromm
No es fácil
madurar en el amor, pero una vez que lo logras nace un gran amor por ti misma
que se basa en la dignidad y en el respeto. Estos valores, a partir de cierta
edad y ciertas vivencias, suelen articular el resto de cariños de los que
nutrimos a nuestro corazón.
Una mujer
madura va más allá en su capacidad de amor cuando comprende que la verdadera
transcendencia del sentir ajeno se resume en cómo se contempla a sí misma y a
sus cambios.
Con el
tiempo, el mundo femenino irradia una pureza que se ve amenazada por una
sociedad corrupta que hace que las mujeres corran a buscar un refugio en sí
mismas, no para huir cuando algo se pone difícil, sino para afrontarlo.
Entonces
encuentran que su verdadera casa no está en ningún lugar alejado del mundo,
sino dentro de ellas. De alguna forma, el amor maduro es consecuencia de un
proceso de individualización que puede llegar a resultar muy doloroso.
Puede que
este nos llegue antes o después, pero para todas está precedido de unos años de
distracción y descarrilamiento de nuestra identidad emocional. O sea, ese no
“saber dónde estás y cuál es tu lugar en el mundo” que todos conocemos.
Sea por ingenuidad,
por no prestar atención o por ignorancia, el proceso de madurez nos ha hace
sufrir el robo de una piel que nos envolvía, la cual creíamos nuestra y a la
que nos aferrábamos con fuerza.
Este sufrimiento por la
pérdida de su piel le hace a la mujer convivir durante un tiempo con una parte
de ella incompleta, lo que le ayuda a fortalecer su verdadero recubrimiento
emocional.
Es decir,
que este robo se alza en cada caso como la oportunidad de recuperar unos
tesoros tan únicos y propios como son los dos pilares de la liberación
emocional: la determinación y el amor propio.
Como
resultado, la mujer alcanza una gran sabiduría que le hace vivir y amar de
manera diferente, única y trascendente. De alguna forma, es capaz de hidratarse
y reconstruirse a sí misma, sintiéndose enteramente ella englobada en su
interior.
Como dicen, toda mujer
alienta una vida secreta y una fuerza poderosa llena de buenos instintos,
creatividad y sabiduría que encierra el gran poder de un territorio aún sin
explorar: el fantástico mundo de la psicología femenina.
viernes, 11 de marzo de 2016
DÉJALO IR DE
UNA VEZ...
Richard: Déjalo
ir.
Liz: Pero
lo Amo.
Richard: Pues Ámalo.
Liz: Pero
lo extraño.
Richard: Pues
extráñalo. Cada vez que pienses en él, mándale Amor y Luz. Después deja ir el
pensamiento. Tienes miedo de dejarlo ir porque después estarás sola. Pero esto
es lo que tienes que entender, si despejaras todo ese espacio que ocupas en tu
mente por obsesionarte con él, tendrías una puerta y ¿Sabes qué haría el
universo al verla? Colarse. Se colaría y te llenaría del Amor más hermoso que
jamás hayas podido conocer. Así que deja de estar usándolo a él para bloquear
esa puerta.
Déjalo ir de
una vez...
Extracto del
libro "Come, Reza y Ama"
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