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miércoles, 20 de mayo de 2015
lunes, 18 de mayo de 2015
EL MÉDICO DEL DALAI LAMA EXPLICA LAS CLAVES DEL BIENESTAR
FÍSICO
Por Jen Christensen
Atlanta (CNN) — Una jovencita se atrevió a hacer una
pregunta al médico del Dalai Lama, y recibió una respuesta inusual.
Tsweang Tamdin, experto en medicina tibetana y de renombre
mundial, visitó el lunes la Universidad Emory en Atlanta como parte de sus
esfuerzos por llegar a más médicos estadounidenses. Quiere desarrollar
proyectos de medicina occidental en colaboración con el sistema de medicina
tibetana que tiene más de 2.500 años de antigüedad.
La niña le dijo a Tamdin que tenía asma. Quería saber si la
medicina tibetana tenía algo que pudiera ayudarle a mejorar. Tamdin, quien
recurrió a los servicios de un intérprete durante la hora que duró la
conferencia, de inmediato habló en inglés. En un tono gentil, casi demasiado
suave, le explicó que le podía ayudar.
Dijo que los inhaladores que los médicos recetan funcionan
bien, y le aconsejó seguirlos usando si ya lo estaba haciendo. Sin embargo, el
inhalador sólo trata los síntomas. Explicó que la práctica médica tibetana
intenta llegar a la raíz del problema.
“Mientras que otras personas consideran a la medicina
holística tibetana como medicina alternativa o una especie de disciplina
auxiliar, me gustaría que las personas ajenas a nuestro sistema consideraran al
sistema curativo tibetano como una sanación integral”, dijo Tamdin. “El saber
de la medicina tibetana tiene un tremendo potencial que agregar a la medicina
moderna”.
La medicina tibetana sostiene que la gente se enferma cuando
el bienestar físico, psicológico y espiritual está en desequilibrio. Para
recuperarlo, Tamdin recomendó a la niña que hiciera cambios en su dieta y su
régimen de ejercicios.
La animó a descansar y a hacer ejercicios que favorecieran
la respiración profunda, como saltar o andar en bicicleta. También sugirió que
comiera tres o cuatro pasas blancas al día, pues dijo que esta fruta tiene una
propiedad que ayuda a la respiración. Finalmente dijo que el mayor sacrificio
que podía recomendar a un niño era evitar los alimentos fríos, en particular el
helado.
Tamdin relató que otro paciente que acudió a él con síntomas
de asma obtuvo un diagnóstico muy diferente. La enfermedad se trata de forma
diferente de un paciente a otro. Eso se debe en gran parte a que la medicina
tibetana tradicional se basa en la filosofía budista. En su preparación como
médico, Tamdin también estudió tradición budista y astrología.
Los médicos estadounidenses y tibetanos tienen métodos en
común. Tamdin dijo que si examinara más profundamente a la niña, le haría
exámenes de diagnóstico conocidos. Examinaría una muestra de orina y le tomaría
el pulso, pero también le preguntaría cosas que corresponderían más a un
psicólogo. Trataría de descubrir si la persona está enojada o ansiosa o si
alguien se está volviendo demasiado egoísta.
“Los tibetanos creemos en nuestra interconexión”, dijo Geshe
Lobsang Negi, un exmonje que ahora dirige la sociedad Emory-Tibet. “Cuando
perdemos esa perspectiva —de que somos una especie de punto que se conecta
infinitamente con el resto del mundo— cuando nos vemos como el centro sólido,
fijo y más importante del universo, a eso le llamamos ignorancia y eso
significa que somos vulnerables a las enfermedades”.
Este enfoque de la persona integral de la medicina tibetana
está siendo analizado en varios estudios a lo largo de Estados Unidos. En un
estudio patrocinado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH
por sus siglas en inglés) se examina el efecto que puede tener la meditación de
la compasión para aliviar la depresión.
La meditación de la compasión es un entrenamiento mental
tibetano budista en el que se le pide a la persona que examine por qué se
siente de cierta forma acerca de alguien y entonces desarrolle sentimientos de
amor y empatía por una determinada cantidad de personas que aumentará conforme
se adquiera experiencia hasta incluir alguien que normalmente le desagrada.
Los estudios han demostrado la efectividad general de la meditación.
En un estudio realizado en 2003 sobre la meditación basada en la conciencia se
demostró que después de recibir la vacuna contra la gripe la producción de
anticuerpos aumentaba.
En otro estudio realizado ese mismo año se descubrió que los
enfermos de cáncer que tenían preparación en la reducción del estrés basada en
la conciencia presentaron un fortalecimiento de su sistema inmunológico.
Además, un estudio realizado este año por la Universidad Carnegie Mellon
demostró que la meditación basada en la conciencia tiene una influencia
profunda en la salud psicológica y física. La conciencia implica estar presente
y en el momento, observando sin juzgar.
El estudio que Negi realizó en 2008 acerca de la meditación
de la compasión demostró una reducción de las respuestas inmunológicas y
conductuales inducidas por estrés. En varios estudios más que se están llevando
a cabo se analiza el efecto de los tratamientos tibetanos en ciertas
enfermedades virales y hepatitis.
Tamdin cree que la ignorancia es la causa principal de todas
las enfermedades.
“Tiene sentido si lo piensas”, dijo Negi. “Por ejemplo, si
crees que eres el centro del universo y que alguien tiene algo que tú quieres,
puedes sentirte celoso y creer que te mereces eso que la otra persona tiene”.
“Puedes llegar a sentirte tan celoso”, agregó, “que no
dormirás en toda la noche y te sentirás estresado. Las pruebas clínicas han
demostrado que se da un cambio bioquímico en tu cuerpo, desencadenado por una
hormona del estrés. En la medicina tibetana, es importante reconocer el papel
que la mente puede jugar en tu propio bienestar físico”.
Tamdin dijo que la medicina moderna trata los síntomas, pero
dijo que un paciente nunca mejorará si no atiende sus problemas psicológicos.
“Si uno no alcanza el entendimiento del altruismo no podrá derrotar a su
ignorancia”, dijo. “Una forma de verlo es observar al ave y a su sombra. Puede
volar y volar muy alto en el cielo, pero sigue proyectando una sombra en la
superficie terrestre. Mientras en tu interior haya ignorancia, aunque goces de
buena salud, siempre te acechará la sombra de la enfermedad. De esta ignorancia
surgen tres venenos mentales: el apego, el odio y el engaño”. Todos los cuales
afectan la energía, dijo.
Además de la medicina tradicional y los cambios en la dieta,
un médico tibetano podría recetarle a un paciente que demuestre más gentileza y
compasión hacia los demás o que practique más meditación de la compasión.
La medicina occidental se muestra renuente a aceptar la idea
de la medicina tibetana de que algunas enfermedades inexplicables pueden ser
causadas por el karma de una persona o los malos espíritus. El lenguaje que los
médicos tibetanos usan para insinuar que la buena salud se basa en el
equilibrio de la bilis, la flema y el viento puede parecer demasiado ajeno para
quienes practican la medicina moderna.
Sin embargo, el enfoque holístico sobre la salud del
paciente –tratamientos que contemplan la dieta, el comportamiento, medicamentos
y ejercicios contemplativos— podría seguir atrayendo a los médicos una vez que
se les demuestre que estas terapias funcionan.
“La tradición tibetana ha evolucionado a lo largo de 2,500
años”, dijo Negi. “Tiene una rica tradición que ha ayudado a la salud de las
personas durante muchos, muchos años. Su Santidad el Dalai Lama fue el primero
en decir que esas cosas que creemos deberían someterse a las herramientas
científicas para que pudiéramos entender mejor la condición humana en general y
ayudarnos a lidiar con nuestro propio bienestar”.
domingo, 17 de mayo de 2015
9 SUTRAS O ENSEÑANZAS BUDISTAS PARA VIVIR MEJOR
Hubo un tiempo, ya lejano para nosotros, en el que dejamos
de alzar la vista con asombro y admiración y empezamos a buscar otras cosas.
Ocurrió cuando comenzamos a subestimar, descuidar y olvidar
el espíritu, dejando que otras cosas ocuparan su lugar. Así es que empezamos a
vagar en una búsqueda constante de placer y seguridad, en una huida continua
del miedo, el dolor y las incomodidades que no nos deja sentirnos en paz.
La palabra Buda viene de budh, cuyo significado es
“despertarse”, por lo que Buda significa “el Despierto”. Un buda es alguien que
se ha despertado del todo, como si saliera del sueño más profundo, y ha
descubierto que ya no sufre, que el sufrimiento solo ha sido un mal sueño.
Todos podemos salir de esa pesadilla, procurando «no hacer otra cosa que el
bien, eludir cualquier daño a los demás y purificar el corazón».
Tal y como afirma el budismo, el camino que nos lleva a
«reconectar con nuestro espíritu», consiste en tres etapas: escuchar o leer,
reflexionar sobre lo leído y ponerlo en práctica. De ello se deduce que la
filosofía budista es algo que tiene que ser útil. Si no funciona, se abandona;
en cambio, si resulta beneficioso, merece la pena cultivarlo.
Así, para permitir un acercamiento, os traemos 9 de los
muchos sutras o enseñanzas budistas que nos invitan a reflexionar sobre nuestra
vida. No son frases para recordar sino enseñanzas que en su conjunto
constituyen toda la doctrina budista y que podemos adaptar a nuestro
comportamiento diario.
Sutra 1: Él observa;
tiene claridad
El necio duerme como
si ya estuviera muerto, pero el maestro está despierto y vive para siempre. Él
observa. Tiene claridad. (Budha).
Todo está dentro de nuestro corazón pero necesitamos
aprender a observar. Al hacerlo nuestra mente se esclarece y nos volvemos más
delicados y concentrados. Sé sabio y observa; no hables, solo observa y
aprende.
Sutra 2: Solo el amor
disipa el odio
En este mundo el odio
nunca ha disipado al odio. Solo el amor disipa al odio. Esta es la ley,
ancestral e inagotable. (Budha).
La luz disipa la oscuridad, y la oscuridad es el odio. ¿Cómo
ganar la luz? Relajando y dejando tu mente en blanco. Deslígate de los
resultados que te generan odio y sentimientos negativos. Gana el silencio, así
entrará la luz en ti y el odio te será indiferente.
Sutra 3: ¿Cómo puedes
pelearte?
Tú también pasarás a
mejor vida. ¿Cómo puedes pelearte? (Budha).
La vida es corta, pelear es gastarla inútilmente. Mejor usa
tu tiempo y tu energía en ganar la felicidad, pues no se pelea por la carne
cuando se tiene el corazón enaltecido. Polvo somos y en polvo nos
convertiremos, ¿qué sentido tiene entonces pelear?, ¿qué ganamos con
desperdiciar nuestras energías?
Sutra 4: Más allá de
juicios
Una mente más allá de
los juicios observa y comprende. (Budha).
No entres en consideraciones de qué está bien y qué está
mal, porque si lo analizas estarás dividido. Elije una actitud de atención
consciente, simplemente observa ambas opciones pero no elijas.
Sutra 5: Vivir
arduamente
Es dulce vivir
arduamente y ser dueño de ti mismo. (Budha).
¿Subirías al Everest en helicóptero? Es probable que sea más
fácil pero no será más placentero. Lo verdaderamente enriquecedor es en lo que
ponemos nuestro corazón y empeño. La vida hay que vivirla, no mirarla. Eso solo
se hace si vives tu propia vida y no la de los demás.
Sutra 6: Superación
Con amabilidad supera
la ira. Con generosidad supera la mezquindad. Con la verdad supera la decepción.
(Budha).
Transforma lo negativo en positivo. El mundo te prepara para
lo negativo y te empuja por los caminos de la represión. Una persona
inteligente no le sirve a la sociedad, ya que lo que necesita son personas
obedientes, no inteligentes. Vive tu vida inteligentemente.
Sutra 7: Despierto
para siempre
Todo surge y
desaparece. Pero quien despierta, lo hace para siempre. (Budha).
Tienes dos maneras de vivir: cayendo o creciendo. Caer es
fácil porque te ayuda la gravedad, la sociedad y la multitud. Para caer basta
con dejarse llevar y ser obediente.
Pero crecer es difícil. Para crecer hay que desobedecer, hay
que vencer el ego, vencerse a uno mismo y evolucionar. Todos somos capaces de
alcanzar la consciencia pero pocos la buscan y encuentran. Si emprendes el
camino y logras conocerte y vivir tu propia vida, vivirás para siempre.
Sutra 8: Palabras
Controla tus palabras.
(Budha).
La mente está llena de palabras, muchas veces innecesarias.
Acostúmbrate a pensar lo necesario y a hablar lo mínimo. Sé concreto y
telegráfico. Valora antes que lo que vas a decir tenga sentido. Recuerda
siempre que las palabras tienen poder y que ese poder puede volverse en tu
contra.
Sutra 9: Pensamientos
Controla tus
pensamientos. (Budha).
Los pensamientos están en tu mente, son un caos y es
importante desanudarlos. Van y vienen sin ningún sentido. Inventas cosas o las
interpretas y tus pensamientos vuelan solos. Tus pensamientos son tus verdugos,
piensa solamente cuando quieras hacerlo. Aprende a conectarte y a
desconectarte.
Ha habido miles de budas en la historia, miles de personas
que despertaron y nos mostraron el mapa que ellos recorrieron para alcanzar el
camino de la gratitud y la sabiduría.
Por eso, si nos guiamos por estos preceptos, todos podemos
alcanzar la plenitud; basta con anular nuestro ego, dejar de ser obedientes y
vivir nuestra propia vida caminando por la senda del amor y la bondad.
sábado, 16 de mayo de 2015
LOS SUEÑOS NO TIENEN FECHA DE CADUCIDAD
Nuestros propósitos y metas suelen caducar si no se cumplen
en cierto período. Esto nos pasa a todos los seres humanos. Podemos comenzar
una tarea con mucha emoción y dejarla al poco tiempo. Con el paso de los días o
las semanas vamos perdiendo el interés y terminamos abandonando.
Puede tratarse de una dieta para adelgazar, estudiar una
carrera, ir al gimnasio, dejar de fumar o lo que se nos ocurra. Lo cierto es
que cuando las cosas no salen como esperamos, o bien creemos que “ya ha pasado
la novedad”, solemos dejarlas o al menos tener la tentación de hacerlo. Además,
este abandono suele ir acompañado de sentimientos de ineficacia personal y de
una sensación de vulnerabilidad negativa.
Si, por ejemplo, hemos pronosticado que vamos a necesitar
dos años para ascender y pasado ese tiempo no lo logramos, podemos generar
sentimientos como los que he citado anteriormente. Seguro, que con esta u otra
meta alguna vez te ha pasado. Quizás nos quede un año más para promocionar,
pero como pensamos que no tenemos la capacidad, y dejamos de desempeñar nuestro
trabajo con la eficacia anterior.
Esto también puede ocurrir incluso antes de ponernos en
camino hacia donde queremos. ¿Para qué voy a comenzar la dieta si no voy a
poder mantenerla por más de dos semanas? No vale la pena que me matricule en un
gimnasio, a fin de cuentas, no pasaré el primer mes. Y la lista continúa…
¿CÓMO LOGRAR QUE LOS PROPÓSITOS SE MANTENGAN?
La buena noticia es que en lugar de seguir dejando de hacer
cosas o abandonando después de cierto tiempo, tienes a disposición diferentes
técnicas o apoyos, para que tus sueños, deseos y metas no tengan fecha de
caducidad.
En primer lugar, pregúntate, ¿Realmente quiero hacer esto?
Tal vez no necesitas ponerte a dieta, tu peso es saludable y el problema reside
más bien en tu percepción y en los modelos con los que te comparas. Quizás no
te guste ir al gimnasio a levantar pesas porque preferirías ir a clases de
baile; puede que esa carrera que has seguido responde a los gustos de tus
padres y no los propios.
Para poder comprometerte con algo, tienes que estar 100%
seguro de que te interesa y es para ti. Cambiarás tu hábito de claudicar, si
antes de comenzar te pones a analizar si esa actividad o meta te dará lo que
esperas. Sin excepción, los propósitos deben corresponder con cosas que
realmente deseas hacer, no con algo impuesto por la sociedad o la familia que
has terminado haciendo propio y asumiendo con autoengaños.
Apuesta por tu felicidad, pero antes delimita muy bien donde
se encuentra, igual que hace el francotirador experimentado.
En segundo lugar, es preciso que te pongas retos
intermedios, especialmente cuando hablamos de un objetivo a largo plazo.
Volviendo al ejemplo de bajar de peso, en lugar de decir, “tengo que bajar 20
kilos en cinco meses”, puedes pensar en reducir un kilo a la semana.
De esta manera, te será más sencillo ir cumpliendo con esos
“subpropósitos”. Realmente te sentirás muy bien contigo mismo y tendrás más
fuerzas para continuar hacia la meta final, porque tendrás la retroalimentación
positiva necesaria para no bajar los brazos.
Una vez que hemos dividido nuestro objetivo en sub-metas que
nos permitan ir reforzando nuestra motivación, el tercer consejo para no
abandonar tiene que ver con concretar de la manera más precisa posible las
conductas que vas a realizar -o que vas a dejar de realizar- para alcanzar la
cima. Mejor decir “voy a quitar la cerveza que me tomo los miércoles al salir
del trabajo” que decir “voy a dejar de beber alcohol”
Date cuenta de que cuando hayas empezado también comenzaran
las tentaciones. Así, cuanto más esquematizados tengas tu pasos menos tendrás
que pensar y el espacio que tendrán los pensamientos de abandono o distracción
serán menores. Piensa cuando no te cueste y en los momentos de más sufrimiento,
aprovéchate de la inercia que has creado. El momento de pensar y de dejarlo
bien atado es al principio, sino lo haces después va a volverse en tu contra.
Establece también las excepciones que están permitidas, el
periodo de tiempo en el que lo están y cómo vas a recompensarte cuando alcances
las pequeñas su-metas.
Establece también como vas a mantenerte en tu meta cuando la
consigas, muchas veces es más fácil alcanzarla que mantenerse. Es entonces
cuando comienza lo más duro y, como hemos dicho antes, en los momentos duros lo
mejor es no pensar y utilizar la inercia.
No intentes cumplir con demasiados objetivos a la vez,
especialmente si estos te suponen un gran esfuerzo. Si has decidido dejar de
fumar, consíguelo y después te planteas la dieta pero no intentes las dos cosas
a la vez porque si dejas una probablemente la otra también caerá.
No olvidemos que un hábito toma tres semanas en instaurarse
en nuestra rutina (por lo menos). Entonces, lo mejor es comenzar con poco, ir
paso a paso o peldaño a peldaño, sabiendo que esto no quiere decir ser holgazán
y no hacer nada, sino darnos cuenta que no podemos cumplir con miles de cosas
al unísono. “El que mucho abarca, poco aprieta”, dice un dicho popular.
Finalmente, consulta con algún especialista que te pueda
ayudar. Por supuesto que tú eres la persona que mejor te conoces pero te va a
venir muy bien la ayuda de alguien que haya visto más casos como el tuyo y que,
con su experiencia, te ayude en la planificación y te haga un seguimiento. Al
mismo tiempo, comparte tu objetivo con las personas que te rodean, ellas pueden
ayudarte mucho en los momentos más débiles recordándote el objetivo, los
motivos y el plan.
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