sábado, 13 de septiembre de 2014



ENFERMEDADES RELACIONADAS CON EL CONSUMO DE LECHE DE VACA (Datos científicos)

Ángeles Castell

Recientemente, Estudiosos de la Universidad de  Harvard reconocieron algo que se venía diciendo hace tiempo: la leche no es un alimento…  Por eso son cada vez más las voces que alertan de la posible relación -más o menos directa- entre el consumo de leche de vaca y muchas de las dolencias que se relacionan a continuación:

MIGRAÑA. Se ha comprobado experimentalmente que cuando se suprime la leche de la dieta de pacientes afectos de migraña se reducen significativamente sus síntomas.

OÍDOS, GARGANTA Y SINUSITIS. En 1994 la revista Natural Health publicaba una serie de hallazgos que relacionan a la leche con el aumento de las infecciones de los oídos y la garganta. Los estudios demostraron que las amígdalas y las adenoides reducían su tamaño cuando se limitaba el consumo de leche.

REACCIONES ALÉRGICAS. La alergia a las proteínas de la leche de vaca se ha definido como “cualquier reacción adversa mediada por los mecanismos inmunológicos a una o más de las proteínas de la leche (caseína, alfa lacto-albúmina, betalactoglobulina)”. Actualmente muchos estudios médicos reconocen la relación entre la leche y las reacciones alérgicas estableciéndose su prevalencia entre un 2 y un 5% de la población mundial. La reacción alérgica puede ser inmediata -es decir, en menos de 45 minutos- o tardía -presentándose horas o días más tarde.

SANGRADO GASTROINTESTINAL. El sangrado gastrointestinal secundario a la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca en niños ha sido adecuadamente documentado. Tan serio es el sangrado que se le coloca como una de las causas más comunes de anemia en niños.

SÍNDROME DE MALA ABSORCIÓN. Investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) han comprobado la relación entre las proteínas de la leche y el daño a la mucosa intestinal. Este daño es el responsable del síndrome de mala absorción que se caracteriza por diarreas crónicas, vómitos y retardo del crecimiento.

TRASTORNOS DEL SUEÑO. Estudios realizados en la Universidad Free de Bruselas entre los años 1986 y 1988 confirmaron la relación entre el consumo de leche y los trastornos del sueño en los niños. Éste y otros estudios han hallado relación entre la alergia a la leche y los problemas para dormir. Todos los síntomas mejoraban cuando se excluía la leche de la dieta y empeoraban cuando era reintroducida. El tiempo promedio para notar la mejoría era de cinco semanas. La agitación que manifestaban esos niños también mejoró.

ÚLCERAS PÉPTICAS. En el pasado se aconsejaba tomar leche a las personas que padecían problemas estomacales, en especial en caso de úlceras. En la actualidad esa práctica se desaconseja por considerarse peligrosa y porque se sabe que la leche y sus derivados agravan todos los síntomas. El alivio temporal que sentían esos pacientes se podía deber simplemente al hecho de que normalmente la leche se tomaba fría y era la temperatura del líquido lo que hacía mejorar la situación transitoriamente.

Otras reacciones provocadas por la leche. Además de las expuestas existen otras situaciones y dolencias que se relacionan con la ingesta de leche. Por ejemplo la acidosis láctica severa asociada a la alergia a la leche de vaca, el aumento del riesgo de preeclampsia en mujeres sensibles, la dificultad de aprendizaje en niños o algunos casos de infertilidad femenina. Por último es importante señalar que las madres que toman leche de vaca durante el período de la lactancia exponen a sus hijos a los riesgos asociados a este alimento.
 

miércoles, 10 de septiembre de 2014


REMEDIOS NATURALES: RETENCIÓN DE LÍQUIDOS

Ángeles Castell
http://barcelonalternativa.es/remedios-naturales-retencion-de-liquidos/

Aceite de mostaza

El aceite de mostaza como remedio casero es excelente para tratar un edema, debiendo ser aplicado en forma externa y local, para lo cual debe estar caliente (temperatura soportable) por medio de vendas o compresas en la parte afectada. También es muy efectivo en forma de decocción, colocando dos cucharaditas de semillas de mostaza en 200ml de agua, hervir 15 minutos después que rompa el primer hervor, dejar reposar hasta que entibie y aplicar localmente en la zona afectada con masajes circulares suaves, aplicar dos veces al día.

Vinagre de Manzana

El vinagre de sidra de manzana es un remedio casero muy antiguo cuyos registros de uso medicinal se remontan al antiguo Egipto y en lo que respecta al tratamiento natural de los edemas es muy efectivo, ayudando a eliminar el exceso de líquido en las células del cuerpo. Tomar una cucharadita de vinagre en medio vaso de agua tibia, endulzar con miel y beber dos veces al día, lejos de las comidas principales.
 

lunes, 8 de septiembre de 2014


DÉJÀ VU: CUANDO LAS SITUACIONES SE REPITEN


Volver a lo conocido no siempre es lo mejor

 En algunas ocasiones todos hemos pasado por ciclos en los cuales parece que una misma experiencia se repite una y otra vez, en ocasiones diferentes actores y escenarios, pero con el mismo tema de fondo.

 Estos ciclos repetitivos aparecen en todas las áreas de nuestra vida, desde situaciones que se puedan relacionar con parejas del mismo estilo, hasta experiencias laborales que parece que son siempre igual por mucho que cambiemos de empresa o de situaciones en la vida.

 CICLOS REPETITIVOS

 Estos ciclos no son otra cosa que el resultado de experiencias que seguimos atrayendo y manifestando porque no nos damos cuenta del mensaje, lección o aprendizaje que implícitamente nos trae y nos quieren mostrar. Estos eventos de dolor, traición, tristeza, rabia, etc, seguirán llegando a tu vida si no has mirado lo que tienes que mirar y cambiar.

 Existe una razón por la que nos vemos rodeados de este tipo de situaciones que parecen repetirse una y otra vez y se debe a la necesidad de romper con alguna barrera interna, superar algún miedo o de asimilar alguna faceta nuestra que no queremos confrontar o integrar.

 He escrito mucho acerca de la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene sobre sus actos, por ello debo decirles que somos nosotros mismos los que, inconscientemente nos metemos una y otra vez en el mismo tipo de situación porque nuestro interior nos está empujando hacia aquello que tenemos pendiente o que nos urge resolver que aún no miramos.

 Cuando digo que no miramos aunque se repita tanto es por la sencilla razón de a veces nos encontrarnos en un punto ciego, en otros casos el estado de victima te hace sentir en un estado de confort del que es muy difícil salir (pobre yo, porque siempre me pasa lo mismo, ya no puedo más con esto y cuantas cosas más), pero hasta cuando funciona esto?, el agotamiento y el auto saboteo de una u otra forma terminan por enfermarte.

 Por Esther Liseth Rodríguez
 

domingo, 7 de septiembre de 2014


MENTE Y FELICIDAD


Según el budismo, no somos más que cuerpo y mente, siendo la mente el único elemento motivador de todas nuestras acciones y la creadora de toda nuestra felicidad y de nuestro sufrimiento. Es tanta la importancia que le da  el budismo a la mente que con frecuencia es considerado una filosofía o una ciencia de la mente más que una religión.

Dentro de las múltiples clasificaciones de la mente que hace el  budismo se distinguen dos tipos de mente. La primera es la consciencia básica, o mente primaria, que no es más que nuestra capacidad de experiencia subjetiva. Los textos filosóficos definen a esta mente como claridad y conocimiento.  Ahora bien, como la mente no es estática sino que es una constante sucesión de momentos de experiencia se alude a estas distintas situaciones como mentes principales y factores mentales asociados. Así pues, podemos hablar de mentes, refiriéndonos a  los múltiples acontecimientos mentales que suceden constantemente (emociones, pensamientos) y de mente, aludiendo a la base fundamental sobre la cual tienen lugar esos acontecimientos.

También se distinguen en el budismo distintos tipos de mente, según el grado de dependencia de ésta respecto del cuerpo físico. Y así se alude a la mente burda, en cuyo nivel se desarrollan los acontecimientos mentales ordinarios, de los que somos conscientes y que están íntimamente vinculados a la percepción sensorial; la mente sutil, con un  vínculo menor con el cuerpo físico y en el seno de la cual se experimentan acontecimientos inconscientes (estas son la mente del sueño y de las emociones perturbadoras, en la que se desarrollan procesos mentales difíciles de detectar pero que influyen notablemente en los acontecimientos mentales ordinarios); y la mente muy sutil, la que va de vida en vida, que se manifiesta en el momento de la muerte cuando la unión de  cuerpo y mente está llegando a su fin y la dependencia de ésta respecto del cuerpo es ya muy pequeña.

Nuestra sensación general de bienestar depende profundamente del bienestar psicológico, el cual, a su vez, depende de nuestra vida emocional. Todos sabemos que existen emociones que nos benefician, de las que se deriva una actitud de apertura hacia los demás, son una fuente de energía que brota de nuestro interior produciendo alegría y paz. Por contra, también hay emociones que nos perjudican, que  avivando energías oscuras, que como el fuego queman cuanto sale a su paso, producen dolor y gran agitación mental. Los obstáculos a nuestra felicidad son el apego, la ira o aversión y la ignorancia: las tres mentes venenosas principales que lideran a todas las demás aflicciones o pesares, tanto mentales como físicos.

La naturaleza de la mente es neutra. Una persona puede sentirse inclinada por temperamento a la aversión, pero aun así no siempre estará llena de enfado y odio. Puede experimentar momentos de benevolencia e incluso de compasión. La benevolencia y la compasión son estados mentales totalmente opuestos al odio; no pueden coexistir en una persona al mismo tiempo. El que una persona que tienda a la aversión no se muestre abiertamente odiosa todo el tiempo y tenga momentos esporádicos de compasión demuestra que las aflicciones no forman parte de la naturaleza de la mente, que son adventicias. La aparición de aflicciones y de estados mentales opuestos a estas aflicciones es posible gracias a la neutralidad de la naturaleza última de la mente.

La plasticidad es la cualidad de la mente que posibilita que ésta pueda cambiar sus tendencias y hábitos. Es una muestra de madurez personal el tratar de adiestrar nuestras emociones, favoreciendo el surgimiento de las positivas y la contención y reducción de las negativas. Para que podamos abordar esta tarea es necesario conocer lo más minuciosamente posible cuál es nuestro estado mental, solo así podremos influir en  su modificación.

Con un profundo entendimiento de la mente y de sus funciones se pueden superar los pensamientos y las emociones que nos preocupan. A través del estudio de la mente encontraremos algunas maneras cruciales de observar y de entender la ira y la aversión, así como de desarrollar nuestra ecuanimidad, nuestra paciencia y nuestro amor.

Su Santidad Dalai Lama XIV aconseja una sencilla práctica para transformar nuestra mente en la dirección deseada: “Cada día, desde el momento en que te despiertes, utiliza un rincón de tu mente para observar tu propia mente y su comportamiento”.

A fin de llevar a cabo una práctica –como la de observar constantemente la mente-, debemos adoptar una resolución, comprometernos, nada más despertar por la mañana: “Ahora, y durante el resto de este día, trataré de poner en práctica, en la medida en que me sea posible, aquello en lo que creo”. Es muy importante que, al empezar el día, concretemos lo que sucederá más adelante. Luego, al final de cada jornada, debemos comprobar  qué sucedió, revisar lo ocurrido durante el día. Y si a lo largo de toda la jornada hemos puesto en práctica nuestra decisión matinal, entonces hemos de alegrarnos y reforzar nuestra motivación para continuar en la misma línea. No obstante, si al llevar a cabo el repaso, descubrimos que a lo largo del día hicimos cosas contrarias a nuestros valores y creencias deberemos reconocerlo y cultivar una profunda sensación de arrepentimiento, reforzando nuestra  resolución de no entregarnos a esas acciones en el futuro. Si continuamos practicando de este modo, es seguro que con el tiempo tendrá lugar un verdadero cambio dentro de nuestra mente, una transformación auténtica. Esta es la manera de mejorar, es imposible cambiar de verdad tras una sola sesión de plegarias. Pero la mejora definitiva puede llegar gracias a la observación constante de nuestras mentes y a llevar a cabo las prácticas en las que creemos día a día, año tras año y década tras década”.

Amparo Ruiz Cortés
Directora de la Comunidad Thubten Dhargye Ling
www.budismotibetanomadrid.org