jueves, 25 de agosto de 2016

LA CLAVE PARA SANARSE: DESENTERRAR LA EMOCIÓN OCULTA

Si una mujer ha tenido hijos de un hombre del que no estaba enamorada, tal vez una nieta no pueda quedar embarazada aunque ella y su pareja estén sanos. Si a una persona le dieron una medicina de manera equivocada y falleció, es posible que algún descendiente sea alérgico a esa medicación. Con estos ejemplos, el psicólogo español Enric Corbera, asesor en BioNeuroEmoción (BNE), ilustra de qué manera la historia familiar y las emociones inducen comportamientos y también la aparición de enfermedades.

La clave para curarse, sostiene, es llegar a la emoción oculta que genera el conflicto y desencadena la enfermedad o la desarmonía. En ese momento, asegura, se produce la toma de conciencia y con ella, la sanación. Sin embargo, aclara que la BNE no es una terapia, sino un método de consulta para que la persona pueda encontrar un equilibrio en su vida. Desde esta mirada, la salud se entiende como la coherencia entre lo que se siente, lo que se piensa y lo que se hace.

Conciencia para sanar

Corbera ha sido conocido por muchos a través de sus videos en YouTube y también de sus publicaciones. En un primer momento se abocó a la Biodescodificación, centrada en la relación entre los códigos que están en el inconsciente y la Biología, pero luego viró hacia la BioNeuroEmoción, para vincular Biología, Neurología y Emociones. Además, parte de una visión cuántica de la vida, según la cual todo lo que rodea a una persona ha sido atraído por programas inconscientes.

El método parte de un diagnóstico, ya sea un síntoma físico o un aspecto social (la persona no logra conservar un trabajo, fracasan sus negocios o no puede formar una pareja). A partir de eso, se trata de llevar al consultante a la situación activadora -olores, temperatura, con quién está, cuál es la crisis en ese momento- que genera que el incidente se repita.

Enric Corbera explica que, una vez que se identifica esa situación activadora, se buscan la historia oculta y la emoción reprimida. Pero también se indaga en el árbol genealógico “dónde está esa información que está resonando en la persona”, es decir, el antepasado a quien le ocurrió algo similar o vinculado. Sobre esto, hace hincapié en los secretos familiares, como las violencias o los embarazos no deseados. De todos modos, aclara que no todos viven las mismas historias del mismo modo y que detrás de un diagnóstico idéntico puede haber conflictos muy variables.

Cuando la persona toma conciencia de la resonancia en su árbol genealógico, del programa que subyace a su modo de actuar, se sana. Pero Corbera resalta que “tomar conciencia no es entender”, sino algo así como una “caída de ficha”, lo que genera una nueva conexión neuronal. Y luego resta la parte fundamental: llevar a la práctica ese cambio. Se trata en definitiva de cambiar las creencias irracionales y limitantes que impiden llegar a esa coherencia entre el cerebro y el corazón, entre “lo que yo pienso, lo que yo siento y lo que yo hago”.

El método apunta, precisamente, a que las personas entiendan el poder que tienen para cambiar su propia vida. Pese a eso, lejos de desestimar la medicina tradicional, indica que en el momento de reparación suele producirse una agudización del síntoma físico, que hace necesaria la utilización de medicamentos por un tiempo, hasta que sana.

Estamos todo el tiempo creando nuestra propia realidad. Lo triste es que no la estamos creando despiertos, sino dormidos. Estamos proyectando nuestros programas. Y lo sabemos porque se nos están repitiendo las historias una y otra vez. Sobre este punto, resalta que el inconsciente regula 95% de la existencia y que la capacidad de libre albedrío oscila entre 3 y 5%. Como llegan a esa historia que subyace, sostiene, enseñan a las personas “a cambiar su forma de ver y entender la vida. Y eso es muy poderos”.


Fuente: http://sabervivirmejor.com/2016/07/22/la-clave-para-sanarse-desenterrar-la-emocion-oculta/



martes, 23 de agosto de 2016

CIENTÍFICO DE HARVARD: “UNA MALA PERSONA NO LLEGA NUNCA A SER BUEN PROFESIONAL”

Howard Gardner es un prominente neurocientífico estadounidense, psicólogo, profesor de Harvard y autor de la teoría de las inteligencias múltiples. Ha recibido innumerables reconocimientos por su trabajo entre ellos el Premio Príncipe de Asturias. Lo entrevistó el diario La Vanguardia de España sobre sus teorías y sus concluyentes planteamientos invitan a la reflexión

“Aprender es el único antídoto contra la vejez y yo lo tomo cada día en Harvard con mis alumnos. Es tonto clasificar a los humanos en listos y tontos, porque cada uno de nosotros es único e inclasificable”, sostiene.

¿Por qué cuestiona que la inteligencia es lo que miden los tests?

Porque yo soy un científico y hago experimentos y, cuando mido la inteligencia de las personas, descubro que algunas son muy buenas solucionando problemas pero malas explicándolos. Y a otras les pasa lo contrario.

¿Y si hay personas diversas es porque también tiene que haber diversos talentos?

Por eso he dedicado 400 páginas a describir siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.

¿Y por qué no muchas más: la culinaria o la mística o la teatral o la ecológica?

Porque no cumplen los requisitos que sí cumplen esas. Y espero acabar demostrando que además hay una inteligencia naturalista, otra pedagógica y otra existencial para plantearnos preguntas trascendentes. Pero no más.

Hoy los colegios ya plantean sus programas según esas inteligencias múltiples.

Y yo no me dirigía a los pedagogos, pero fueron ellos los primeros que adoptaron mis teorías.

Tipos de inteligencia

Hay siete tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal.

¿Por qué?

Porque comprobaban cada día en las aulas que las categorías de tonto o listo no cubren la diversidad del talento humano. Y, por tanto, que los tests de inteligencia no miden realmente nuestras capacidades, sino sólo la de resolverlos.

Su teoría, además, era cómoda para consolar a niños con malas notas y a sus papás.

Se abusó de ella al principio porque no se comprendió bien. En Australia, la administración la manipuló para explicar que había grupos étnicos que tenían inteligencias diferentes de otros.

¡Qué peligro!

En ese punto, empecé también a preguntarme por la ética de la inteligencia y por qué personas consideradas triunfadoras y geniales en la política, las finanzas, la ciencia, la medicina u otros campos hacían cosas malas para todos y, a menudo, ni siquiera buenas para ellas mismas.

Esa ya es una pregunta filosófica.

Pero yo soy un científico e inicié un experimento en Harvard, el Goodwork Project, para el que entrevisté a más de 1.200 individuos.

¿Por qué hay excelentes profesionales que son malas personas?

Descubrimos que no los hay. En realidad, las malas personas no puedan ser profesionales excelentes. No llegan a serlo nunca. Tal vez tengan pericia técnica, pero no son excelentes.

A mí se me ocurren algunas excepciones...

Lo que hemos comprobado es que los mejores profesionales son siempre ECE: excelentes, comprometidos y éticos .

¿No puedes ser excelente como profesional pero un mal bicho como persona?

No, porque no alcanzas la excelencia si no vas más allá de satisfacer tu ego, tu ambición o tu avaricia . Si no te comprometes, por tanto, con objetivos que van más allá de tus necesidades para servir las de todos. Y eso exige ética.

Para hacerte rico, a menudo estorba.

Pero sin principios éticos puedes llegar a ser rico, sí, o técnicamente bueno, pero no excelente.

Resulta tranquilizador saberlo.

Hoy no tanto, porque también hemos descubierto que los jóvenes aceptan la necesidad de ética, pero no al iniciar la carrera, porque creen que sin dar codazos no triunfarán. Ven la ética como el lujo de quienes ya han logrado el éxito.

“Señor, hazme casto, pero no ahora”.

Como san Agustín, en efecto. Otra mirada estrecha lleva a estudiantes y profesionales comodones a ser lo que consideramos inerciales, es decir, a dejarse llevar por la inercia social e ir a la universidad, porque es lo que toca tras la secundaria; y a trabajar, porque es lo que toca tras la universidad..., pero sin darlo todo nunca.

Sin ilusión, la vida se queda en obligación.

Y otros son transaccional es: en clase cumplen lo mínimo y sólo estudian por el título; y después en su trabajo cumplen lo justo por el sueldo, pero sin interesarse de verdad limitan su interés y dedicación. Y son mediocres en todo.

¿No descubren algún día de su vida algo que les interese realmente?

Algunos no, y es uno de los motivos de las grandes crisis de la madurez, cuando se dan cuenta de que no hay una segunda juventud. Otra causa es la falta de estudios humanísticos: Filosofía, Literatura, Historia del Pensamiento...

¡Qué alegría! Alguien las cree necesarias...

Puedes vivir sin filosofía, pero peor. En un experimento con ingenieros del MIT descubrimos que quienes no habían estudiado humanidades, cuando llegaban a los 40 y 50, eran más propensos a sufrir crisis y depresiones.

¿Por qué?

Porque las ingenierías y estudios tecnológicos acaban dándote una sensación de control sobre tu vida en el fondo irreal: sólo te concentras en lo que tiene solución y en las preguntas con respuesta. Y durante años las hallas. Pero, cuando con la madurez descubres que en realidad es imposible controlarlo todo, te desorientas.

¿En qué país influyó más su teoría de las inteligencias múltiples?

En China editaron cientos de títulos sobre inteligencias, pero las entendieron a su modo: querían que su hijo único fuera el mejor en todas.

Pues no se trata exactamente de eso.

Cada sociedad y persona entiende lo que quiere entender. Cuanto mayor te haces, más difícil es adaptar tu vida a un descubrimiento y más fácil adaptar el descubrimiento a lo que ya creías que era la vida. Por eso, voy a clase a desaprender de mí y aprender de los jóvenes.


Fuente: http://www.panorama.com.ve/cienciaytecnologia/Cientifico-de-Harvard-Una-mala-persona-no-llega-nunca-a-ser-buen-profesional-20160412-0031.html

Panorama

sábado, 20 de agosto de 2016

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL: UNA BATALLA QUE PUEDES VENCER

La dependencia emocional es algo que muchos padecemos, básicamente ponemos en juego nuestra felicidad cuando la misma depende de otra persona, y  aunque no nos demos cuenta está ahí esa pequeña molestia en nuestro interior, está ahí y nos está tratando de decir algo, algo importante, un día abriremos los ojos y reconoceremos que algo no está bien.

Lo que tenemos que entender es que  todo en la vida comienza tomando una decisión, muchas serán difíciles otras no tanto, pero lo que es seguro es que siempre llegará el momento donde debamos tomarla sobre todo cuando se trata de mejorar nuestra calidad de vida. No es sano depender emocionalmente de alguien más y sólo cada uno de nosotros tiene el poder para cambiar el rumbo de nuestro destino, si algo no te gusta ¡cámbialo!

¿Cómo saber si sufro de dependencia emocional?

- No planificas nada que no involucre de una u otra forma a la otra persona.

- Los celos son un problema, no sabes cómo controlar los deseos de que tu pareja, esté o incluso hable con otra persona, y definitivamente no puedes tolerar el hecho de que alguien más le cause alegría.

- La ansiedad está presente,  es inevitable estar ansioso cuando algo no se puede dominar.

- Cuando él /ella no está te sientes perdido, no sabes que hacer y resulta desesperante.

- Tu felicidad, alegría, tristeza y la mayoría de tus emociones dependen de alguien más.

- Necesitar, la necesidad es un sentimiento muy fuerte, en la dependencia la necesidad del otro se encuentra muy presente.

- La otra persona se vuelve el centro de tu vida, vives por él y para él.

Consejos para eliminar la dependencia emocional

"Tengo un problema", reconocer que hay un problema en tu vida es el primer paso que te alumbrará el camino a superar todos los obstáculos, sé sincero contigo mismo y reconoce que simplemente no somos perfectos y tenemos defectos que al final nos ayudarán a ser más fuertes de lo que hoy somos.

La soledad también puede ser tu amiga, uno de los factores más comunes por los que se presenta la dependencia emocional es por el hecho de quedarnos solos, muchas personas piensan que la soledad es solamente negro, pero no, también tiene colores, y nos trae enormes beneficios como, conocernos más íntimamente y descubrir qué es lo que realmente queremos hacer con nuestras vidas, la soledad es un espacio más que nos permite mejorar como personas.

Aumenta tu autoestima, usualmente la dependencia emocional resulta de un efecto colateral de la baja autoestima, cuando sufrimos de esto lo más razonable que podemos hacer es buscar una ayuda, tal vez una persona especializada en el tema que te ilumine el camino para que superes todo sin problemas, con paciencia y mucho amor verás la luz al final del túnel nuevamente.

Lo importante es animarte a tomar las riendas de tu vida de una vez por todas,  todo es posible solo si tú lo crees, eres capaz de superar esto y mucho más, confía en ti.

“El Coraje de ser tú misma: una guía para superar tu dependencia emocional y crecer interiormente. “
Sue Patton Thoele.


Fuente: http://rincondeltibet.com/blog/p-la-dependencia-emocional-una-batalla-que-puedes-vencer-12628