Sé selectivo en tus batallas.
Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
viernes, 27 de mayo de 2016
jueves, 26 de mayo de 2016
NUNCA TE CONFORMES CON ALGUIEN QUE SÓLO TE
QUIERE VERSUS ALGUIEN QUE DARÍA TODO POR ESTAR CONTIGO
Los seres
humanos estamos casi enteramente gobernados por dos instintos: el anhelo y la
necesidad de evitar las pérdidas. Somos seres que sienten rechazo frente a la
posibilidad de perder algo.
Estos dos
instintos son tan fuertes y están tan incorporados en nuestra psyche que
tendemos a ver poco propósito en la vida que no tenga que ver con ellos.
El querer
aferrarnos a las cosas es la razón por la que creemos que la vida tiene valor
para nosotros como individuos; cuando somos capaces de poseer las cosas es
cuando vemos un propósito en buscarlas.
El problema
surge cuando a las personas les preocupa más satisfacer sus necesidades que su
instinto de evitar la pérdida, y cuando la balanza se inclina hacia ese lado,
tienes personas que obtienen cosas que no necesitan y luego se les hace difícil
apreciar las cosas que ya tienen.
El no ser
capaz de apreciar las cosas que tienes en tu vida es una cosa – una cosa mala
de hecho – pero el no ser capaz de apreciar a las personas que tienes en tu
vida es otra.
Como regla
de oro, si estás en una relación y no te da miedo la sola idea de perder a la
persona con la que estás – si no harías
cualquier cosa por mantener a esa persona en tu vida, si no sientes que la
necesitas – entonces hay dos opciones: o no tienes claras tus prioridades o
simplemente la relación no vale la pena.
Si te
encuentras con alguien que sientes que sólo te quiere cerca pero no movería
cielo, mar y tierra por mantenerte en su vida, entonces cambia de rumbo. No
eres una cosa y mereces más que eso.
¿Pero cómo
puedes diferenciar ambas situaciones?
Una persona
que solo te quiere cerca…
Sólo te pone
atención cuando es conveniente. Si esta persona tiene ganas de verte y de
interactuar contigo, si esta persona quiere o necesita esa interacción,
entonces te dará su atención.
De lo
contrario, si esta persona no tiene ganas de hablar contigo, de ayudarte, de
pasar tiempo contigo, él o ella simplemente estará ausente – hasta que, por
supuesto, vuelva a ser conveniente para él o ella.
Una persona
que te necesita…
Está ahí
para ti porque esta persona quiere y necesita estar ahí para ti. Ella quiere
que estés feliz y seguro. Esta persona necesita verte disfrutar de la vida y
sólo así también disfruta de la suya, porque quiere lo mejor para ti.
Independiente
de si es conveniente o no, esta persona estará ahí para ti. Esta persona haría
todo por ti, te quiere en su vida, incluso si eso significa aguantar cosas que
no le motivan particularmente. Lo hace por ti.
Una persona
que solo te quiere cerca…
Mantendrá
las conversaciones al mínimo. Esta persona te quiere cerca porque le sirves de
algo.
Ella sabe
que tiene que hablar de vez en cuando contigo para que te sientas lo
suficientemente abierto y cómodo como para que ella te pueda pedir cosas
después. Pero en realidad las conversaciones son escuetas y ella no pregunta
realmente por ti. A esta persona en realidad no le importa mucho lo que guardas
adentro, porque en lo más profundo realmente no te quiere lo suficiente.
Una persona
que te necesita…
Hará todo
porque te quedes. Este es el tipo de persona que siempre tiene un interés en lo
que quieres contar. Esta persona quiere saber acerca de tu día, quiere saber lo
que hiciste, qué comiste, con quien interactuaste, cómo te sentiste, etc.
Esta persona
quiere saber sobre tu vida porque se interesa y se preocupa por ti. Esta
persona te ama y no necesita más razones para interesarse por tu mundo interno
y externo.
Una persona
que solo te quiere cerca…
Nunca hace
planes al largo plazo contigo y evita hablar sobre el futuro. Esta persona no
quiere planificar viajes para el próximo mes, incluso a veces ni siquiera
quiere hacer planes para la semana que viene.
Esta persona
no se compromete. Cada vez que esta persona te complace te da la sensación de
que podría ser la última vez que lo haga. Nunca sabes… a veces te da la
sensación de que esta persona estuviera esperando que pasara algo mejor, y por
mientras se llena con tu compañía.
Una persona
que te necesita…
No tiene
ningún problema con planificar viajes o en discutir la relación que tienen.
Quizás esta persona no te promete para siempre, pero por el momento, te
promete todo lo que quiere y puede hacer por los dos.
Durante sus
conversaciones esta persona mencionará cosas que necesitan hacer juntos, que tiene
que ver y experimentar juntos.
Esta persona
hablará de “nosotros” y verá su futuro siempre en conjunto. No de “yo y tu”, de
“nosotros”. Esta persona lo hace porque te necesita en su vida y cree que tú la
necesitas en la tuya.
Una persona
que solo te quiere cerca…
En realidad
no te ama, no está perdido en ti. Si prestas atención y observas cuidadosa y
atentamente notarás cuánto te quiere una persona.
A veces se
nos puede hacer difícil tomar este tipo de distancia cuando nos sentimos
enamorados, pero es algo necesario si te
quieres invertir en la persona correcta y no en alguien que no te va a
poder devolver lo mismo.
Si esta
persona te mira y te sonríe, puedes notar si ella te está mirando o realmente
te está viendo, si te sientes visto, entonces estás bien acompañado.
Una persona
que te necesita…
Ya te ama o
pronto aceptará que te ama. Una persona que sólo te quiere cerca nunca
realmente te podrá amar. A veces puede ser difícil para las personas admitir
que aman a otra persona, porque han sufrido o tienen miedo de sufrir. Pero el
hecho es que te aman, aunque todavía no lo admitan. El amor es muy fuerte, sólo
hay que darle espacio para crecer.
Asegúrate de
estar con alguien que realmente te necesite y te aprecie, no te quedes con
alguien que sólo te quiere cerca y que a ti no te entrega nada más que
compañía.
miércoles, 25 de mayo de 2016
martes, 24 de mayo de 2016
ACABAS ATRAYENDO LO QUE INTENTAS EVITAR
Empleamos
mucho tiempo y energía intentando evitar que no suceda aquello que no queremos
y, ¿por qué acabamos consiguiendo lo contrario? Esta es una cuestión que se nos
presenta habitualmente. Es posible que la solución se encuentre en cambiar
nuestra perspectiva y nuestro foco de atención.
Son muchas
las situaciones que pretendemos controlar en nuestras vidas: trabajo, estudios,
pareja, relaciones sociales, etc. Necesitamos tener cierta ilusión de control,
que acompañe a la sensación de que cada cosa está en orden. Para ello, hacemos
una auditoria de todos los posibles peligros, creyendo que de esa manera
podremos intervenir para protegernos de sus posibles consecuencias.
La realidad
es bien distinta. Esos peligros en los que pensamos y para los que incluso nos
preparamos, son una recreación de nuestra mente que nos genera ansiedad por
anticipar lo que pueda suceder. Acabamos por perdernos en las posibilidades de
todo lo que puede suceder, impidiendo así valorar y aprovechar lo que vivimos
ahora.
La profecía de un
suceso lleva al suceso de la profecía. La única condición es que uno se
profetice o deje profetizar y que luego lo considere un hecho con consistencia
propia, independientemente de uno mismo o inminente. De este modo se llega
exactamente allí donde uno no quería llegar.”
-Paul Watzlawick-
¿DÓNDE PONEMOS NUESTRO FOCO DE ATENCIÓN?
De alguna
forma con nuestros pensamientos estamos determinando nuestra conducta, nuestros
hábitos y finalmente nuestro destino. Por eso es de suma importancia atender
dónde estamos poniendo nuestro foco de atención. Sin ser conscientes, podemos
anclarnos fácilmente en el sufrimiento mediante la rumiación de pensamientos
negativos, especialmente con aquellos que están conectados en forma de
circular.
Una buena
estrategia para identificar nuestra “tendencia de pensamiento” consiste en
observar esos pensamientos, para de alguna forma “pillarnos infragranti” en
pleno proceso intelectual autodestructivo. Entenderemos así el asunto al que no
paramos de darle vueltas y queremos evitar y podremos cuestionarnos para qué
sirve que sigamos pensando en eso.
Cuestionar
los propios pensamientos es esencial para poder modificarlos en nuestro
beneficio. También resulta importante no creerse todo lo que uno piensa,
dejando abierta la posibilidad de que existan otras perspectivas que no en ese
momento no somos capaces de ver.
Nuestro foco de
atención tiene el poder de centrar toda nuestra energía en un asunto
específico, perdiendo así la perspectiva de un todo global. Cuando esto lo
hacemos ante algo que nos desagrada nuestra experiencia gira en torno a esto.
Nuestro cerebro no entiende la negación
Nuestra
mente está preparada para comprender cierto tipo de información a través del
lenguaje. Dependiendo de lo que nuestro cerebro entienda, podremos obtener una
experiencia u otra. Es por esto que nos podemos estar comunicando con nosotros
mismos de una forma dañina sin darnos cuenta.
Nuestro
cerebro asocia pensamientos con imágenes y el NO no está integrado en estas
imágenes. Si quieres hacer la prueba puedes decirte “no voy a pensar en un
elefante rosa” y comprobarás como acabas
pensando en ese elefante rosa. Este fenómeno que se produce en nuestra mente,
se conoce en psicología como “Teoría de los procesos irónicos” (Wegner, 1994).
La teoría de
Wegner nos indica que los intentos de control de las experiencias internas
tienden a fracasar, porque no entendemos de la forma en que funcionan, por ende
conseguimos lo contrario a lo que pretendíamos. Es así como generamos lo
opuesto a lo que queríamos controlar.
Cuando
estamos preocupados y dañados por algún asunto, repetirnos una y otra vez que
no queremos pensar en dicho asunto, solo va a intensificar que sigamos pensando
más en él. Lo mismo ocurre cuando mandamos estos mensajes a otras personas.
Presta
atención a los mensajes que te mandas, transforma las negaciones en
afirmaciones: en vez de decir: no voy a pensar en cuando me caí en aquella reunión,
voy a pensar en los elogios que me dedicaron en aquella reunión.
ATRAER LO QUE QUEREMOS EN VEZ DE EVITAR LO
QUE NO QUEREMOS
Una
estrategia para no caer en este error tan común mediante el que atraemos a
aquello que queremos evitar es cambiar la perspectiva. Cambiar el punto de
referencia y guiar de manera consciente a nuestros pensamientos, eligiendo
nosotros -y no ellos por inercia- el lugar en el que los dejaremos libres.
Cuando hay pensamientos recurrentes acerca de algún asunto desagradable podemos
utilizar las siguientes estrategias:
Hablar en
positivo, construyendo mensajes afirmativos sobre lo que queremos conseguir, en
vez de: no quiero pensar en la discusión con mi pareja, decir: quiero pensar en
lo mucho que quiero a mi pareja.
Poner
nuestro foco de atención en alguna actividad placentera: escuchar música que te
guste, bailar, cocinar, practicar deporte, etc.
Si quieres
cambiar algo importante, tendrás que hacer algo diferente, modificar hábitos y
conductas que están manteniendo lo que no te gusta. Piensa y
busca lo que quieres conseguir, lo que necesitas y lo que te gustaría atraer a
ti. Incorpora estos mensajes en tu forma de comunicarte.
Intentar
controlar lo que queremos evitar en nuestra vida solo nos va a llevar a pensar
más en ello. A modo de profecía autocumplida acabaremos atrayéndolo. Piensa que
intentar suprimir el pensamiento no solo no es la solución, sino que además
facilita que aparezca una y otra vez. La estrategia más inteligente consiste en
prestar atención a lo que queremos y centrarnos en eso, en vez de lo que
pretendemos evitar.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/acabas-atrayendo-lo-que-intentas-evitar/
domingo, 22 de mayo de 2016
LA ENFERMEDAD VIENE DE TI MISMO Y NO TE DAS
CUENTA
Somos las
únicas criaturas en la superficie de la Tierra capaces de transformar nuestra
biología mediante lo que pensamos y sentimos. Nuestras células están
constantemente observando nuestros pensamientos y siendo modificadas por ellos.
Un ataque de depresión puede arrasar nuestro sistema inmunológico; serenarse,
al contrario, puede fortificarlo tremendamente. La alegría y la actividad
armoniosa nos mantienen saludables y prolongan la vida. El recuerdo de una
situación negativa o triste, libera las mismas hormonas y sustancias biológicas
destructivas que el estrés. Sus células están constantemente procesando todas
sus experiencias y metabolizándolas de acuerdo con sus puntos de vista
personales.
No se puede
simplemente captar datos aislados y confirmarlos juzgándolos. Usted se
transforma en la interpretación cuando la internaliza. Quien está deprimido
proyecta tristeza por todas partes del cuerpo. La producción de
neurotransmisores a partir del cerebro se altera, el nivel de hormonas varía,
el ciclo del sueño es interrumpido, los receptores neuropeptídicos en la
superficie externa de las células de la piel se modifican, las plaquetas
sanguíneas se tornan más viscosas y más propensas a formar grumos y hasta sus
lágrimas contienen trazos químicos diferentes al de las lágrimas de alegría.
Todo este
perfil bioquímico será drásticamente modificado cuando la persona se sienta
tranquila. Estos hechos confirman la gran necesidad de usar nuestra consciencia
para crear los cuerpos que realmente necesitamos. El proceso de envejecimiento
puede ser neutralizado cada día. Shakespeare no estaba siendo metafórico cuando
a través de su personaje Próspero dijo: “Nosotros somos hechos de la misma
materia que los sueños”
¿Usted
quiere saber cómo está su cuerpo hoy? Entonces recuerde lo que pensó y sintió
ayer. ¿Quiere saber cómo estará su cuerpo mañana? ¡Observe sus pensamientos y
emociones hoy!
Recuerde que
al abrir su corazón y su mente evitará que algún cirujano lo haga por usted. La
medicina está en ti y tú no la usas. La enfermedad viene de ti mismo y no te
das cuenta.
Fuente: http://paradigmaterrestre.com/la-enfermedad-viene-de-ti-mismo-y-no-te-das-cuenta/
Suscribirse a:
Entradas (Atom)