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domingo, 8 de mayo de 2016
QUIEN DEDICA SU TIEMPO A MEJORARSE A SÍ
MISMO NO TIENE TIEMPO PARA CRITICAR A LOS DEMÁS
No hay nada
más agotador que escuchar a una persona criticar y malmeter contra todo lo que
se mueve. Además, vivir rodeados de este peculiar negativismo nos acaba
haciendo sentir fatal, pues las palabras y las actitudes de un criticón son
como virus que se adentran en nuestra mente y la devastan.
De las
personas habituadas a criticar es mejor alejarse, pues nos intoxican y nos
ahogan de tal manera que hacen que nos desequilibremos. El precio de vivir en tranquilidad
es incalculable, por eso no debemos permitir que nadie vulnere nuestro espacio
físico y psicológico.
Uno de los mejores
indicios de la pobreza emocional y vital de una persona es que dedique su
tiempo y esfuerzo a criticar a los demás.
La gente feliz no habla mal de los demás
¿Cuánto
tiempo inviertes al día en escuchar criticar a los demás? ¿Mucho? ¿Poco? Pues
es hora de dar un paso a un lado y apartarte de ciertas situaciones o personas.
Están haciendo peligrar tu bienestar y tu equilibrio emocional.
Por eso, dedica tu
tiempo a mejorarte a ti y a tu entorno. Esto te servirá para dos cosas:
mantener una actitud saludable ante la vida y predicar con el ejemplo.
Es decir, si
en vez de señalar a los demás nos preocupáramos por corregir los errores que
nos pertenecen, alcanzaríamos el mayor nivel de bienestar emocional existente.
Por eso, debemos superarnos en el orden personal, así ganaremos en sinceridad y
en respeto tanto como en humildad, generosidad y honradez.
Lo que otras
personas piensen de ti es su realidad, no la tuya
Hay personas
que dan su opinión sobre nosotros, sobre nuestra vida, sobre nuestras
decisiones o sobre cualquier cuestión de su entorno. Lo hacen aunque nadie se
la haya pedido. Suelen ser opiniones malintencionadas o carentes de todo
criterio cuyo único objetivo es hacer daño, menospreciar y disfrutar del pesar
ajeno.
Generalmente,
las personas que critican tienen baja autoestima y no se aceptan a sí mismas,
por lo que difícilmente pueden aceptar a los demás. Estas personas ponen
etiquetas que reflejan la realidad de cómo se sienten ellas mismas, proyectando
así sus dificultades emocionales.
Las personas más
infelices en este mundo son las personas que se preocupan demasiado por lo que
piensen los demás.
El daño
emocional de las críticas
Empieza a
curar tu herida emocional teniendo claro que cada uno de nosotros es único y
excepcional. Para vivir no necesitas la opinión de nadie. De hecho, eres una
persona adulta que, en sus plenas facultades, puede tomar decisiones por sí
misma.
Haz que sean
tus emociones y tus sentimientos las que valgan, piérdele el miedo a sentir y
piensa por ti mismo. Escuchar críticas y chismes de manera constante satura a
cualquiera, pero no eres tú quien está haciéndolo.
“No le pongas atención
a las cosas que hacen o dejan de hacer los demás, presta atención a lo que tú
haces o dejas de hacer.”
-Buda-
No te
olvides de que las críticas sin fundamento llevan consigo una gran pobreza
emocional en el mundo interno de quien las realiza. Si la persona no se deja
enriquecer, si vive aislada en sus resentimientos y no permite ningún tipo de
ayuda, te conviene ser emocionalmente egoísta. Aléjate, mantente feliz y
protege tu vida interior.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/quien-dedica-su-tiempo-a-mejorarse-a-si-mismo-no-tiene-tiempo-para-criticar-a-los-demas/
viernes, 6 de mayo de 2016
PODEROSAS
PALABRAS DE JIM CARREY TE AYUDARÁN A ENCONTRAR TU LUGAR EN EL MUNDO
Muchos de
nosotros queremos influir en el mundo de manera positiva pero no sabemos cómo y
dónde hacerlo.
A veces sólo
falta que otro nos ofrezca sus palabras poderosas para que nos aclaremos y
logremos encontrar nuestro propósito en la vida.
Es probable
que sepas quién es Jim Carrey, un actor de comedia muy querido por las personas
en general. Con sus películas de humor liviano más de alguna vez nos ha hecho
reír y nos ha levantado el ánimo.
Pero a pesar
de que puedas pensar que él sólo se trata de chistes y risas, en realidad te
sorprenderás saber que también es una persona muy profunda y sabia.
Lee este
discurso que preparó especialmente para las personas que buscan encontrar su
lugar en el mundo:
«Mi alma no
está presa en mi cuerpo, mi cuerpo se ubica en mi alma infinita. Siempre digo
que me hubiera gustado que la gente pudiera entender que nunca encontrarán un
equilibrio espiritual en sus sueños, riqueza y fama. Sé de mi propia
experiencia que el efecto que tienes en la vida de los demás, es la moneda más
valiosa del mundo.
Cualquier
cosa material que consigamos en la vida, finalmente se dañará y se romperá en
miles de pedazos. Sólo dejaremos lo que llevamos en nuestro corazón.
¿Qué puedes
hacer para el mundo? ¿Qué puedes hacer para descubrir tu talento? Las
respuestas a estas preguntas son lo único que debes comprender… Puedes seguir
la corriente y manifestarte en contra de la guerra, pero para comprender el
mundo verdadero debes quitarte tu armadura.
Mi padre
pudo haber sido un comediante excelente, pero nunca creyó en sus fuerzas y
prefirió una carrera de contador. Sin embargo, cuando yo tenía 12 años, lo
despidieron y mi familia tuvo que hacer todo lo posible para sobrevivir.
Aprendí mucho de mi padre. Y la lección más importante fue esta: al dedicarte a
algo que no te guste, puedes fracasar; arriésgate y escoge la actividad que te
apasione.
Muchos de
nosotros queremos influir el mundo de manera positiva pero no sabemos cómo y
dónde hacerlo. Dedicamos toda la vida primero a la escuela y luego al trabajo.
Dentro de un tiempo muchos nos damos cuenta de que nos olvidamos por completo de
nuestro corazón y de aquello que nos emociona y alegra.
Además,
siempre nos dicen qué es lo que tenemos que hacer, qué profesión escoger, qué
es lo «bueno» y lo «malo». Por lo mismo muchos de nosotros con un temor en el
alma nos preguntamos: ¿qué es lo que pensarán los demás? Al realizar una rutina
acostumbrada, descuidamos por completo nuestra alma y pasiones, como resultado
la mayoría de nosotros se encuentra en una depresión constante. Nos sentimos
frustrados porque nadie nos había enseñado a seguir nuestros impulsos y
arriesgarnos. Sólo nos enseñaron que en este mundo hay que jugar según las
reglas establecidas.
No temas
nada. El miedo es trascendental en nuestra vida, pero sólo tú decides el nivel
de impacto que te puede producir. Puedes pasar la vida imaginando las cosas que
pudiste haber logrado y preocupándote por tu futuro. Sin embargo, lo que
realmente importa es tu vida aquí y ahora. Nuestra vida es demasiado corta, por
lo tanto no temas en romper barreras y arriesgarte. No pienses en el resultado
final, sigue la voz de tu corazón y disfruta de tu viaje. Siempre puedes dar un
paso hacia tu sueño, no importa si es un paso pequeño o grande.”
Fuente: http://elvasomediolleno.guru/inspiracion/poderosas-palabras-de-jim-carrey-te-ayudaran-a-encontrar-tu-lugar-en-el-mundo/
miércoles, 4 de mayo de 2016
UN PÁJARO NACIDO EN UNA JAULA CREE QUE
VOLAR ES UNA ENFERMEDAD
Un pájaro
nace para ser libre por lo que, si se ve encerrado dentro de una jaula, sentirá
como se limita toda su esencia a una mínima parte: es como si se le cortaran
las alas y con ellas una de las cosas que más le caracteriza, la posibilidad de
volar. La cita del título pertenece a Alejandro Jodorowsky y va a servirnos
para ver como con las personas puede ocurrir algo parecido.
Metafóricamente,
vivir dentro de la jaula como un pájaro encerrado no permite tener una
perspectiva amplia de lo que se puede llegar a experimentar: hay gente que se
conforma con lo que ya tiene, con lo que se cree segura y no permite explorar
otros campos llenos de experiencias nuevas. Esto no es negativo si solo le
influye a ese pájaro y si es por voluntad propia: el problema llega cuando el
pájaro cree que el resto, a veces compañeros, se equivocan al volar.
“El ruiseñor se niega a
anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría”.
-Khalil Gibran-
Un pájaro que se queda en la jaula aun con
la puerta abierta
De la misma
manera que un pájaro, los seres humanos hemos nacido para guiar nuestros pasos
hacia donde queremos ir, de una forma libre y autónoma. Sin embargo por
diferentes motivos, como podrían ser la educación o la influencia social,
existen personas que, llegada una determinada edad, se estacionan en su llamada
“zona de confort” y no son capaces a salir de ella, aun empujándoles a
lograrlo.
Esta “zona
de confort” tiene que ver con lo que les es familiar y con lo que les hace
sentir protegidos, donde la rutina y lo que ya tienen establecido actúa
prácticamente en su lugar. De hecho, lo que en algunas ocasiones ocurre es que
les cuesta mucho trabajo “escapar” de los patrones de conducta y de los valores
adquiridos, haciéndoles sentir incómodos con los que son diferentes a los
suyos.
Dado que
somos libres, ningún pájaro está forzado a salir de su jaula y echar a volar;
pero, tampoco ninguno está obligado a quedarse: la tolerancia de comprender
estilos de vida distintos a la de uno mismo es un comportamiento beneficioso
para mantener las relaciones personales.
Dos ojos vendados ven más que una mente
ciega
Uno de los
personajes más conocidos a nivel mundial, Nelson Mandela, creía en la libertad
de la mente por encima de todo: unos ojos vendados siempre podrán quitarse lo
que les impide ver, pero una mente ciega lo tendrá mucho más complicado.
Aquellas
personas que no somos capaces de vernos dentro de una jaula nos sentimos
juzgados en muchas ocasiones por mentes poco flexibles: “estás loco”, “esa no
es una forma adecuada de comportarte”, “lo que haces no está bien”, “¿qué dirán
los demás de ti?”; son frases normales que escucha aquel que se atreve a volar.
Quien se
encuentra dentro de la jaula no termina de comprender que el mundo está lleno
de matices y de posibilidades. Quien no se cree pájaro, ancla sus sueños al
suelo y a un círculo cerrado. Quien no cuestiona la capacidad de su vuelo, sí
cuestiona que los demás vuelen y con ellos sus sueños.
La mente hay que encenderla, no llenarla
Si un pájaro
tiene alas para volar, el ser humano tiene una mente que también le permite
hacerlo. Sin embargo, la mente necesita que la encendamos constantemente, que
le demos semillas que la ayuden a pensar y no que la llenemos de ideas
preconcebidas.
Hay personas
que actúan como un pájaro que lleva toda su vida en la jaula y teme saltar
cuando le abren la puerta: no ve mal que sus compañeros vuelen, es solo que no
se atreve a hacerlo él. Esto tiene una razón justificada y en este caso lo
único que se necesita es atrevimiento y valor.“Sapere aude” que diría el
filósofo Kant: atrévete a saber, conocer, a usar tu razón para lograrlo.
“La libertad asusta
cuando se ha perdido la costumbre de utilizarla”.
-Robert Schuman-
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