sábado, 13 de junio de 2015

SOMOS MUCHO MÁS QUE NUESTROS PENSAMIENTOS

"Imagínese que usted es una casa llena de muebles. Los muebles no son y nunca serán la casa. Los muebles son lo que contiene la casa o lo que está dentro de ella. La casa sólo da cabida o contiene a los muebles y le da el contexto para que puedan funcionar como tal. Ahora, si consideráramos a los muebles como buenos o malos esto no diría nada sobre el valor de la casa, porque una cosa son los muebles y otra la casa. De la misma manera, lo que usted piensa o siente no conforma su identidad, no es usted”

La distancia que mantenemos para salvaguardarnos del mundo y de los objetos que lo conforman desaparece cuando se trata de nuestros propios pensamientos. Estos productos mentales se vuelven dominantes y les otorgamos un papel privilegiado en una realidad que, cuanto menos, distorsionan.

A lo largo del día experimentamos infinitas emociones y surgen en nosotros incontables pensamientos. Y tendemos a actuar en base a ellos de forma irracional y subjetiva, estableciendo una relación de causa – efecto. Buscando su explicación, el porqué de su existencia, conectándonos con ellos, fusionándonos.

Es indiscutible que todo este material emocional y mental forma parte de nosotros, pero no necesariamente somos nosotros en su totalidad. No deja de ser algo pasajero que debemos aprender a dejar ir, a dejar fluir. Porque somos mucho más que eso, somos mucho más de lo que sentimos ahora, mucho más de lo que se nos pasa por la cabeza. Porque sigue existiendo una parte de nosotros que permanece más allá del ahora.

Así pues, a lo largo de nuestras vidas aprendemos a reaccionar ante nuestros pensamientos, emociones, sensaciones y recuerdos. Y la función que llegan a ejercer dichos eventos privados será determinante en nuestro desarrollo y crecimiento personal.

Podemos asumir al pie de la letra nuestra mayor intimidad o bien tomar perspectiva para poder tener cierto control sobre este material explosivo que empieza a condicionar nuestros latidos.

Para conseguir lo segundo, aprender a regular nuestra conducta a nuestros deseos y aumentar el bienestar, debemos saber diferenciar y comprender las tres dimensiones de nuestro yo:

- El yo conceptual: pensamientos y emociones que conforman la historia que cada uno va creando de sí mismo. Interpretaciones, razones, recuerdos y expectativas en relación a nuestro pasado, presente y futuro.

- El yo como proceso: tomar conciencia del yo conceptual en el momento en el que ocurre. Nos permite discriminar contenidos muy diversos sobre nosotros y crear un sentido personal mucho más flexible.

- El yo como contexto. Se trata del contexto común que se abstrae de todas nuestras experiencias y nos permite sentir que somos el contenedor de todas ellas. Que son parte de nosotros sean placenteras o desagradables. Por ello, no debemos identificarnos con con alguna de ellas en particular, sino con todas en general.

De esta forma podemos tomar perspectiva y adoptar la libertad suficiente para elegir qué hacer en base a nuestros valores e intereses a largo plazo, más allá de la literalidad de nuestro pensamiento en un determinado momento.

Eso si, no podemos aprender a diferenciarnos de nuestros pensamientos si no nos damos las oportunidades necesarias para que emerjan de forma numerosa e incontrolable. El problema no es sentir o pensar de forma negativa, es algo inevitable; la clave está en cómo reaccionamos ante esa negatividad y cómo nos acabamos relacionando con nuestro interior.

Los pensamientos van y vienen, no dejan de ser nubes que tiñen nuestro horizonte pero que acaban marchando y devolviendo claridad a nuestro paisaje vital.


Solo aceptando esto y desvinculándonos del significado literal de los pájaros que anidan en nuestra cabeza podemos comprometernos con una identidad que trascienda lo puramente superficial.

Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/somos-mucho-mas-que-nuestros-pensamientos/?utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter



Imágenes del sur y norte de Fuerteventura, una isla de "película". Fotos de Charo Barea.



viernes, 12 de junio de 2015

Vista aérea de la Isla de Lobos, al norte de Fuerteventura. Un paraíso cercano.


EL AMOR VERDADERO NO NACE O APARECE, SE CONSTRUYE


Hablemos de amor verdadero, pero de ese amor sin envoltorio, sin artificios ni romanticismos. El auténtico y el que es capaz de perdurar en el tiempo aportando una felicidad sincera, una cotidianidad enriquecedora donde la pareja, puede crecer personalmente y en conjunto.

¿Existe el amor verdadero? Desde luego que sí, pero no debemos tener como referencia el mundo del cine o de la literatura, estamos seguros de que a tu alrededor, o puede que incluso tú mismo, lo estés viviendo. Si es así, estamos seguros de que ya conoces el secreto: el esfuerzo, la dedicación por construir día a día esa relación, ahí donde ambos miembros son capaces de hacer equipo y aportar sus energías por igual.

Porque en ocasiones, el amor por sí solo no basta. No importa la pasión, la atracción o ese sentimiento que nos ciega y nos desborda. Una relación saludable necesita algo más que todo esto para ser auténtico y perdurable.

Hablemos hoy sobre ello, ahondemos en el concepto del amor verdadero: el que no duele y que nos enriquece.

El mito del amor romántico

Puede que el mundo del cine y la literatura sean los grandes culpables de que muchos hayamos crecido teniendo como referencia, ese tipo de amor “romántico” visto en la gran pantalla y leído en las páginas de los libros. Grandes historias capaces de encandilarnos para hacernos soñar, falacias insostenibles que raras veces, podemos encontrar en el mundo real.

“El amor romántico” no es amor verdadero, debemos tenerlo claro. Y más aún, debemos ir con cuidado de no caer en esos peligrosos mitos que en ocasiones, se encierran en el ideal del romanticismo:

-El amor es para siempre: Esta idea no es del todo falsa, no podemos negar que son muchas las parejas que capaces de mantener vivo su amor hasta el día de su muerte. Ahora bien, lejos de pensar que “el amor debe ser para siempre”, pregúntate primero si eres feliz hoy. Y más aún, en ocasiones, hay amores fugaces pero tan intensos, que merecen la pena vivirse por igual.

-Los celos son una muestra de amor: Para el amor romántico, los celos son una expresión de afecto. Sin celos no existe un amor real y sincero. Esta idea es un riesgo absoluto, una muestra de dominación y desconfianza que edifica gran parte de esas relaciones tóxicas que vemos tan a menudo.

-El amor es pasión: Otra idea muy característica del amor romántico, el pensar que una relación sin pasión no es una auténtica pareja. Los sentimientos deben llevarse al extremo, ahí donde la sexualidad encuentra su máxima expresión, donde el afecto no tiene término medio.

Un mito falso, pues como ya sabemos una relación de pareja atraviesa diferentes etapas donde a pesar de que con el tiempo, se pierde esa intensidad del inicio, sigue existiendo una intimidad y una complicidad que unen aún más a sus miembros.

Los cimientos de un amor verdadero

El amor verdadero no necesita artificios ni se sustenta en esa magia donde las cosas, salen bien porque “estamos predestinados”.

Obviamente, ello no quita que exista esa chispa donde la casualidad, tuvo quizá gran parte de culpa de que dos personas se encuentren, pero dejando el “halo de magia” a un lado, lo que verdaderamente importa, es el día a día, ahí donde las pequeñas cosas, edifican una auténtica relación.

¿Sabes qué otras dimensiones son las que construyen un amor verdadero?

-Una buena comunicación, ahí donde la escucha sea sincera, donde se pueda hablar de modo democrático, llegando a acuerdos. Las fuerzas están repartidas y no hay perdedores, la balanza siempre tiende a equilibrarse y los diálogos, son continuos. Y ojo, en una buena comunicación también están presentes las discusiones, es algo normal y donde es necesario ser sinceros. Recuerda que es importante no guardarse o esconder nada, de lo contrario, más tarde, puede aparecer el rencor.

-Apoyo y reconocimiento. Los dos miembros se respetan y se valoran con autenticidad, reconociendo virtudes y defectos. No hay desprecios, no hay ironías ni humillaciones, la consideración es muta y se permite el crecimiento personal, a la vez, que se madura como pareja.

-Complicidad y cariño sincero. Es posible que con los años, perdamos esa pasión de los inicios, pero aun así, seguimos siendo felices. Una pareja saludable, feliz y satisfecha, sabe que el amor verdadero se nutre de esa complicad cotidiana donde buscarse con las miradas, donde seguir sonriendo e ilusionándonos por un futuro en común.



jueves, 11 de junio de 2015


María Sport Massage 
Playitas Fuerteventura
Next to Play Itas Hotel

Location:
https://g.co/kgs/MHp6XJ 

Hablo español/I speak English/Ich spreche Deutsch


Your sport massage therapist in Las Playitas, Fuerteventura.

Athletes, many of them European professionals, trust in me for a good sport massage treatment before and after training. I also offer Thai and massage based on stretching and relax massage.
For dates send me a WhatsApp or call this  telephone number: (+34) 626 211 778




EFECTOS DE LAS EMOCIONES Y PENSAMIENTOS NEGATIVOS EN NUESTRO CUERPO

¿Alguna vez te has puesto a pensar cómo influyen los pensamientos en tu salud y en tu cuerpo?

Son pocas las veces que la mayoría de personas nos ponemos a pensar cuán impactantes pueden ser los pensamientos para nuestro cuerpo y nuestra salud.

En ocasiones nos dejamos llevar por el estrés, la tensión, la angustia, el desespero, la prisa y muchos otros sentimientos negativos que, sin pensarlo, nos pueden afectar tanto emocional como físicamente, desmejorando nuestra calidad de vida.

Todos deberíamos tener claro que la conexión cuerpo-mente es mucho más fuerte de lo que pensamos, pues nuestros pensamientos y emociones pueden ser determinantes a la hora de estimular la producción de ciertas sustancias que pueden influir en nuestra salud física y emocional. Por ejemplo, la serotonina y la dopamina son dos sustancias que nuestro cerebro libera cuando tenemos un estado de felicidad o euforia. Algo así ocurre con las emociones negativas, pero en lugar de hacerle bien a nuestro cuerpo, le puede generar dolor y muchas otras molestias que impiden sentirse saludable.

Nuestro cerebro tiene la capacidad de almacenar información importante y determinante para el comportamiento y su relación con nuestro cuerpo. Varios expertos coinciden al pensar que todos tenemos la capacidad de definir lo bueno y lo malo de cada situación, siendo nosotros mismos los responsables de otorgarle una connotación negativa o positiva a cada uno de los momentos por los que tenemos que atravesar día a día.

El efecto sobre nuestro cuerpo

Nuestro ser emocional puede derivar en algunas molestias físicas que nos pueden indicar que estamos atravesando por un momento difícil en el que las emociones y pensamientos negativos nos tienen invadidos. Por ejemplo, sentir dolor en el cuello constantemente nos podría estar indicando que tenemos la incapacidad para ver desde diferentes perspectivas.

Una sensación de dolor inexplicable en las caderas nos puede estar indicando que el miedo nos tiene invadidos, posiblemente por no sentirnos con capacidad de tomar decisiones importantes.

El dolor en la espalda alta está relacionado con el dolor del desamor; el dolor de la espalda media se relaciona con la incapacidad para soltar el pasado; y el dolor en la espalda baja está relacionado con el estrés financiero.

Una sensación de dolor en las rodillas puede indicarnos miedo, orgullo y falta de dominio sobre el ego.

Cuando estamos atravesando un momento o situación que nos produce ira,en nuestro cuerpo ocurre un efecto bioquímico que nos hace aumentar los niveles de adrenalina y reviviremos las sensaciones una y muchas veces.

Las sensaciones de tristeza influyen mucho en nuestras energías y motivación para enfrentarnos a nuestro día a día. La tristeza nos puede producir fatiga, exceso de cansancio y una bajada importante de energías.

¿Cómo combatir los pensamientos y emociones negativas día a día?

Así como tenemos momentos buenos y llenos de felicidad, parte de vivir también es pasar por momentos difíciles, que ponen a prueba nuestra fortaleza y nuestra capacidad para controlar nuestras emociones. Para hacer frente a los pensamientos y emociones negativas que nos pueden invadir en cualquier momento de nuestra vida, es muy importante aprender a tener un pensamiento positivo de cada experiencia, por difícil o insuperable que parezca.

Todos los días al levantarnos es muy importante programar cuerpo y mente para asumir el reto de ese nuevo día y esa oportunidad que tenemos para estar bien y vivir felices. Nuestra mente tiene un poder impresionante y puede llevar a cabo todas aquellas cosas que le indiquemos con mucha seguridad. Teniendo en cuenta esto, es importante aplicarnos buenas dosis de positivismo y tratar de verle el lado bueno a las cosas, aunque sea una experiencia relativamente difícil de superar.

Cuando los pensamientos y emociones negativas traten de apoderarse de nuestra vida y de nuestra salud, es muy importante tomarse unos minutos para reflexionar y meditar si en verdad vale la pena gastar nuestras energías en ese pensamiento. Lo más probable es que después de hacer este ejercicio, en lugar de lamentarte y dejarte dominar por esas emociones, quieras darle un cambio a tu vida y buscar soluciones para que esa negatividad no te afecte y te robe tu calidad de vida.

Está comprobado científicamente que el positivismo y las buenas emociones, como la alegría, la felicidad y la risa, liberan hormonas responsables del fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico. Así mismo, se determinó que las emociones negativas pueden actuar de forma contraria y causar un debilitamiento del sistema inmune, haciendo nuestro cuerpo más propenso a contraer diferentes enfermedades.

Ser una persona positiva es cuestión de decisión, buenos pensamientos y buenas emociones. Vale la pena aplicarnos buenas dosis de positivismo, pues esto mejorará nuestra salud emocional y física en muchas maneras.

Fuente: Vive Sana