Desde el aire, imagen de surferos en alguna playa de Fuerteventura.
Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
domingo, 17 de abril de 2016
sábado, 16 de abril de 2016
HUMILDAD NO
ES PENSAR QUE ERES MENOS, ES NO CREERTE MÁS
Contaba un
fabulista famoso que había una vez una rana presumida que rechazó con mucha
soberbia a un sapo por considerarlo “poco” para ella. Contaba también que más
tarde la rana necesitó de la ayuda del sapo y que, con humildad, se vio
obligada a pedirle perdón y a asumir que ella no era más que cualquier otro
anfibio.
Lo que le
ocurrió a la famosa rana de esta fábula es lo que les ocurre a muchas personas
o lo que puede pasarnos a todos en algún momento determinado de nuestras vidas.
Además, están tan acostumbradas a que su actitud sea consentida que no se
molestan en disimularla.
“Donde hay soberbia,
allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría.”
-Salomón-
¿Qué significa ser humilde?
Como siempre
que tratamos de definir algo de la forma más estándar posible, nos solemos
acercar al diccionario. En este caso, el diccionario de la lengua española dice
que la humildad equivale a tener la virtud de ser conscientes de las
debilidades y limitaciones propias.
Según esto,
ser humilde se opone al orgullo vanidoso que va más allá del tiene que ver con
el amor propio y la dignidad individual. En el momento en el que la rana de
nuestra fábula decide rechazar al sapo, lo hace porque lo considera feo, pero
empleando una actitud arrogante de superioridad.
En este
sentido, el comportamiento prepotente y la superioridad moral no definen a las
personas humildes: se trata de entender quiénes somos sin la necesidad de
recordárselo al resto en forma de logros y éxitos.
¿Cuándo estamos practicando la humildad?
La humildad,
es en la misma medida, una cualidad y un comportamiento que nos sitúa ante los
demás, por lo que podemos decir que la humildad se puede practicar en cualquier
acción que tomemos. Por ejemplo, lo hacemos en estas situaciones:
Descubriéndonos
a nosotros mismos: comprendiendo que todos tenemos nuestras experiencias y
circunstancias y dando por hecho que no podemos juzgar el camino de los demás
sin habernos puesto sus zapatos.
Admitiendo
nuestras equivocaciones y aprendiendo a pedir perdón cuando sea oportuno: esta
quizá sea una de las actitudes que más nos cueste asumir porque nos pone de
cara a nosotros mismos. Por esa razón, saber perdonar y aprender de los errores
nos hace humildes.
Valorando
las limitaciones y las libertades que tenemos: somos libres para decidir, para
tomar direcciones hacia un futuro u otro, pero dentro de unas limitaciones.
Saber cuáles son los defectos que nos frenan, nos ayudará a superarlos
humildemente.
Reconociendo
que vivimos en una sociedad y que como tal la integran personas de diversa
formación, con mayor o menor edad, más constantes o más inteligentes, etc. Con
el respeto de unos hacia otros, teniendo en cuenta esas particularidades se
puede seguir siendo humilde.
Elogiando
las virtudes de los demás de una forma sincera: dice mucho de lo que somos el
tener la capacidad de reconocer sinceramente las virtudes de los que nos rodean
tanto como lo hacemos con las nuestras. No es una forma hipócrita de acercarnos
a otros, sino de hacer saber que todos tenemos un valor preciado, ya sea
descubierto o por descubrir.
“El que con perspicacia
reconoce la limitación de sus facultades, está muy cerca de llegar a la
perfección”
-J. W. von Goethe-
La mariposa recordará siempre que fue
gusano
Teniendo en
cuenta todo lo dicho, la humildad tiene tanto valor que aquel que la consigue
recordará siempre como mantenerla, porque habrá sabido encontrar armonía y paz
interior. Además, habrá sabido alejarse de la vanidad y del apego material a
las cosas.
La mariposa
siempre recordará que fue gusano porque sabe que puede caerse en algún momento
del vuelo y, entonces, entenderá que no es lo mismo ser humilde que tener una
baja autoestima: la humildad desbordada es muy bonita siempre que sepamos
cuáles son los límites a los que hay que llegar, porque de lo contrario podemos
hacernos daño.
La humildad
logra que nos perfeccionemos, que sean amables y fraternales con nosotros, que
encontremos a gente auténtica que nos quiera de verdad, que valoremos el
esfuerzo por conseguir lo que nos hace felices, que huyamos del ego…
“Un hombre debe ser lo
suficientemente grande como para admitir sus errores, lo suficientemente
inteligente como para aprovecharlos y lo suficientemente fuerte para
corregirlos”.
-Khalil Gibran-
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/humildad-no-es-pensar-que-eres-menos-es-no-creerte-mas/
viernes, 15 de abril de 2016
QUIEN TE
QUIERA INCLUSO CON TUS LUCES APAGADAS, ES LA PERSONA CORRECTA
“Todos
nacemos con pequeñas luces dentro que están esperando el momento para ser
encendidas o apagadas. Cuando algo triste nos pasa, una luz se apaga. Y cuando
nos sucede algo bueno, otra luz se enciende”.
A menudo,
como todo ser humano, nos preocupamos por problemas tan mínimos, por molestias
tan insignificantes, que no somos capaces de ver que cada acontecimiento en
nuestras vidas ya sea importante o irrelevante sucede por alguna razón en
especial.
En el
momento de angustia o éxtasis de alegría nos cegamos por completo viendo sólo
lo que sucede en el momento y sorpresivamente, ¡está bien dejarse llevar por
las pasiones! Es un sentimiento pleno sentir cada emoción por completo, sin
preguntas ni complicaciones. Llorar vaciando la inundación que nos ahoga, reír
dejando cuerpo y alma en aquel acto lleno de felicidad, enojarse hasta el
límite, amar cada parte de la otra persona, sentir miedo, ansiedad, diversión.
Pero ¿qué
hay de las pequeñas luces? Aquellas que fueron colocadas en nuestro interior
una por una, especiales y únicas para cada persona. “Todos nacemos con pequeñas
luces dentro, que están esperando el momento justo para ser encendidas o
apagadas. Cuando algo malo o triste nos sucede, una luz se apaga. Y cuando nos
sucede algo bueno o motivador, otra luz se enciende. Así es constantemente”.
Y de eso se
trata la vida. Las luces pueden encenderse o desvanecerse, pero siempre están
ahí esperando para guiarnos el camino, está en uno mismo tratar de seguirlas o
no. En el amor sucede lo mismo. Las luces nos conducen a la persona correcta o
incorrecta, si es correcta ¡bienvenida sea! ¿qué mejor que mantener todas tus
luces encendidas aunque sea un ratito con un beso o una palabra bonita?, y si
la persona es incorrecta no hay otra que desconectar las luces un momento y
dejarlas enfriarse.
Lo que es
verdaderamente cierto, es que estas luces además de ser buenas guías también
son inteligentes, y todos los caminos, todas las personas y las situaciones nos
dejan algo en nuestras vidas y en nuestras historias.
Y… si
encuentras a alguien que te ame, incluso con tus luces apagadas, entonces
encontraste a la persona correcta.
martes, 12 de abril de 2016
lunes, 11 de abril de 2016
LA MAGIA DE SER MUJER DESPUÉS DE LOS 40
Mujer, ya no
tenemos la figura de los 20 años, pues las piedras del camino han moldeado
nuestro cuerpo. Nuestra mirada es cómplice, pues se ha formado durante años,
permitiéndonos manejar el arte de amar a nuestros hijos, a nuestra pareja, a
nuestros familiares y a nuestros amigos.
Acumulamos
de manera perfecta la experiencia y la juventud, lo que nos hace dominar el
arte y el manejo de nuestra esencia, sumando vida a los años que hemos
disfrutado y que nos quedan por disfrutar.
Porque una
mujer de más de 40 deja huella por dónde camina, haciéndose dueña de sus pasos.
Siente que pisa fuerte, transmite seguridad en sí misma y ha logrado una
estabilidad y un equilibrio emocional y personal que hipnotiza.
“Se necesita mucho
valor para amar a las mujeres marcadas por el pasado, aquellas de carácter
fuerte pero de corazón bueno. Se necesita mucho amor para curar las heridas y
las desilusiones.
Pero, sobre todo, se
necesita ser inteligente, porque son tan maduras y tan experimentadas que ya no
creen en lo que sienten, sino en lo que estés dispuesto a hacer por ellas.”
-Walter Riso-
Más de 40 soplos de aire fresco…
Los 40 y los
50 son un momento peculiar, en el que te encuentras entre dos generaciones que
ponen en evidencia lo efímero de la vida, por eso nos damos cuenta de que hay
que aprovecharla y conciliar nuestros mundos. Dejas de preocuparte por lo que
pasó y por el que pasará para comenzar a disfrutar de lo que está pasando.
A partir de
los 40 por fin entendemos que cada persona que te encuentras tiene un papel.
Algunas personas te ponen a prueba, otra te utilizan, no falta quien te ama y
te enseña, pero las personas realmente importantes son las que sacan lo mejor
de ti. Son y serán personas pocos comunes y extraordinarias las que te
recuerdan que todo ha merecido la pena.
¿QUE CUÁNTOS AÑOS
TENGO?
Tengo la edad en que
las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que
los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten
en esperanza.
Tengo los años en que
el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de
una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años
tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, las
lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas…
Valen mucho más que
eso.
¡Qué importa si cumplo
veinte, cuarenta, o sesenta!
Lo que importa es la
edad que siento.
Tengo los años que
necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor
por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis
anhelos.
¿Qué cuantos años
tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años
necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.
-José Saramago-
La magia del momento
Muchas
mujeres de más de 40 ya se han visto en situaciones complicadas. Han podido ser
renegadas y rechazadas por su sociedad. Han vivido traiciones y desengaños que
las han hecho madurar. Han podido sentir en su piel el desgarro de separaciones
deshonrosas, de abandonos y de menosprecios.
Están
forjadas en el fragor de la batalla y heridas por las flechas más inesperadas.
Han cargado sobre sus espaldas gran parte del peso de la vida y, por eso, las
mujeres con más de 40 han desarrollado un séptimo sentido que les permite ir
más allá, mantenerse serenas y reconciliarse con la vida.
“Las mujeres de mi
generación son las mejores. Y punto. Hoy tienen cuarenta y pico, y son bellas,
muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas y, sobre todo,
endiabladamente seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas de gallo o de
esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las hace tan
humanas, tan reales…
Hermosamente reales.”
-Sharon Stone con 48
años-
A modo de
chiste, se dice que una mujer de 20 años puede ser atractiva, la mujer de 30
puede ser seductora pero solo después de los 40 se puede ser irresistible. Este
es el resultado de una mezcla perfecta entre experiencia y juventud.
De alguna
manera, la mujer de más de 40 ha dado un importante paso en la búsqueda del
amor, ahora se ama a sí misma mucho más que lo que lo hacía un década atrás.
No te olvides, mujer…
Tienes los
años que permiten mirar la vida con calma pero con el interés de seguir
creciendo. Ahora es cuando el amor puede ser ardiente o un remanso de paz.
Cuando puedes gritar sin miedo tus temores y hacer lo que deseas aun temiendo
al fracaso. Hoy puedes amarte, aceptarte y abrazarte, porque los años te han
convertido en una persona mucho más plena, mucho más TÚ.
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