martes, 6 de enero de 2015

LAS MARIPOSAS MENSAJERAS

Las mariposas no pueden emitir ningún sonido y se dice, son los únicos seres vivos de la tierra que se comunican directamente con Dios, o como sea que tú lo llames.


 Una antigua leyenda india dice que cuando quieras mandar felicidad y convertir deseos en realidad, le susurres a una mariposa tu petición y al devolverle su libertad, en agradecimiento, ella se elevará para llevar tu deseo al cielo y este te será concedido.

Duendes Avalón


lunes, 5 de enero de 2015

DEJA DE ESPERAR

Deja de esperar a que los demás te hagan feliz. Todos ellos están demasiado ocupados esperando su propia felicidad. Tendrías que esperar por siempre.

Deja a todo el mundo en paz y descubre la felicidad natural que eres, la alegría y la satisfacción inherente que no depende de ningún contenido.


Jeff Foster


sábado, 3 de enero de 2015

TEST DE LAS FLORES DE BACH


Cada uno de nosotros tiene una esencia que es la que predomina en nuestro carácter. Con el siguiente test con las Flores de Bach descubrirás tu flor tipo y verás reflejadas sus características de personalidad.

La clave para escoger la Flor de Bach más adecuada es reconocer exactamente como se siente uno mismo en un preciso momento. Es decir, identificar el estado de ánimo del momento para poder relacionarlo con la flor más apropiada.

Eso si, las emociones son diferentes en cada persona y por eso los remedios deben ser personalizados. Porque cada uno de nosotros respondemos de manera distinta ante las circunstancias de la vida. Muchas veces es difícil ser sinceros con nosotros mismo y admitir cómo nos sentimos. En estas ocasiones lo correcto es acudir a un terapeuta especializado en terapia floral para dejarte aconsejar.

El Dr. Bach englobó los distintos síntomas psíquicos en 7 categorías o estados emocionales. Cada uno de ellos está relacionado con un grupo. Los 7 grupos que Bach creó son:

Grupo de los miedos

Grupo de la incertidumbre

Grupo de falta de interés por el presente

Grupo de la soledad

Grupo de hipersensibilidad al entorno

Grupo de desánimo y desesperanza

Grupo de excesiva preocupación por el bienestar de los demás

Las 38 flores del sistema de Bach están repartidas en esos 7 grupos que él mismo definió.


Por otro lado, el Dr. Bach estipuló que dentro de las 38 flores, 12 son TIPOLÓGICAS, 7 son AYUDANTES y a las demás las llamó las 19 RESTANTES.

Las flores tipológicas son las que nos hablan de personalidad, de cómo es nuestro carácter, nuestra verdadera manera de ser. Todos nosotros tenemos al menos una flor tipológica, o dos, o tres. Pero es importante conocerlas, porque serán las flores que nos ayudarán en nuestro objetivo en la vida. Las flores que realmente nos ayudarán en la enfermedad y en los momentos más duros, que es cuando realmente somos nosotros mismos y nos quitamos todas las máscaras.

Jordi Cañellas en su libro Las flores de Bach para la personalidad, nos ofrece un pequeño test para valorar cuál es la flor que nos caracteriza. El test es el que sigue a continuación:

MUCHA O POCA ENERGÍA

Escoge el apartado con el que te sientas más identificado:

1) Persona con mucha energía, activa, dinámica; más mental que emocional; más racional que intuitiva; con buena relación espacial pero mala relación temporal (estás muy pendiente del tiempo, no tienes nunca suficiente…); extrovertido; con poca imaginación.

2) Persona con poca energía en general, pasiva, reposada; más emocional que mental; más intuitiva que racional; con tendencia a la desorientación espacial; introvertida; muy imaginativa; poco práctica.

SI HAS ESCOGIDO 1…

Si has escogido 1), escoge ahora entre las siguientes opciones:

1a) Predomina la necesidad de actuar por encima de la necesidad de perfección; veloz; activo; impulsivo; con la necesidad de cambiar a menudo de actividad para evitar el aburrimiento; inconstante; necesidad de tener tu tiempo programado. Prefieres hacer mucho aunque no se termine o no quede perfecto.

1b) Predomina la necesidad de perfección por encima de la necesidad de actuar. Quieres hacer tan bien las cosas que a menudo se producen parálisis o bloqueos al darte cuenta que no se alcanza el nivel de perfección adecuado. Tendencia al desánimo y a la decepción.

Si has escogido 1a), escoge ahora entre las siguientes opciones:

1a.1) Predomina la necesidad de hacerlo y quererlo todo rápido; gran impaciencia; irritabilidad manifiesta si no consigues hacer todo al ritmo deseado; nada influenciable a la opinión de los demás… Impatiens

1a.2) Predomina la necesidad de cambiar a menudo de actividad; inconstancia y dispersión; tendencia a las actividades simultáneas y diversas; muy influenciables a la opinión de los demás… Cerato

1a.3) Predomina la tendencia a la expansión; necesidad de convencer a los demás de las propias verdades; rigidez extrema; invades el espacio de los demás, pero no estás influenciados por ellos… Vervain

1a.4) Predomina la necesidad de tener el tiempo ocupado en compañía de otras personas; dificultad para tolerar la inactividad, el silencio y la soledad… Agrimony

Si has escogido 1b), escoge ahora entre las siguientes dos opciones:

1b.1) Predomina el miedo al error, la necesidad de perfección y equilibrio y todo eso conduce a la indecisión. ¿Cuál es la mejor opción para no errar? Al no conocer esta pregunta llega el bloqueo. Al tomar una decisión se vuelve una y otra vez al pasado para evaluar si se escogió correctamente… Scleranthus

1b.2) Elevado grado de exigencia que le hace evitar los errores que tarde o temprano aparecen, llevándote a una gran decepción. Poca tolerancia a la frustración y tendencia al desánimo. Pesimista. Puedes preferir bloquear una situación por miedo al error… Gentian

SI HAS ESCOGIDO 2…

Si has escogido el apartado 2), elige ahora entre las siguientes opciones:

2a) Predomina la tendencia a la retracción o evitación social. Tendencia al aislamiento por miedo, timidez, nerviosismo, o por la sensación de ser muy afectado por el entorno.

2b) Predomina la necesidad de proximidad a los demás debido a un intenso miedo a la soledad. A menudo tus relaciones no son selectivas y obedecen a la creencia de “mejor mal acompañado que solo”.

Si has escogido 2a), escoge entre las 4 opciones disponibles:

2a.1) Sientes miedo de cosas concretas (perros, serpientes, volar, altura, ruidos intensos, etc…); timidez. A menudo piensas en como evitar estos miedos, preocupándote antes de que aparezcan (miedos anticipatorios)… Mimulus

2a.2) Sientes miedos muy intensos, inconstantes pero que van apareciendo de vez en cuando. Tienes tendencia a sobresaltarte con facilidad. Vives en un estado de alerta constante que te permite ser un gran observador pero que te dificulta el relax profundo… Rock Rose

2a.3) Tiendes a no escuchar lo que te dicen porque tienes dificultad para vivir el presente. Problemas de memoria. Te aíslas porque vives en una realidad muy propia, poco compartida y muy ideal… Clematis

2a.4) Te aíslas para evitar el compromiso que supone la interacción social. Te sientes muy afectado por el entorno emocional y evitas a toda costa a las personas invasivas… Water Violet

Si has escogido 2b), escoge ahora entre las 2 opciones restantes:

2b.1) Para evitar sentirte solo prefieres no negar nunca lo que te pidan y sirves con gusto a los demás. Si alguna vez niegas algo a alguien te sientes rápidamente culpable. En cierta manera crees que si haces lo que te pidan, nunca te dejarán solo… Centaury

2b.2) Para evitar sentirte sola llegas a forzar situaciones de proximidad con la gente querida (llamas, pides, exiges, culpabilizas). Te gusta ser el centro de atención social… Chicory

Conocer tu flor tipo te ayudará a verte con más objetividad. Podrás reconocer algunas de tus virtudes y defectos característicos y, gracias a ello, potenciar los aspectos deseables y empezar a modificar los aspectos de tu conducta y hábitos que te están perjudicando.

Extracto de “Las flores de Bach para la personalidad.” – Jordi Cañellas
http://barcelonalternativa.es/test-de-las-flores-de-bach/




viernes, 2 de enero de 2015

LAS CINCO HERIDAS DE LA INFANCIA

Las 5 heridas de la infancia que te impiden evolucionar:

Pocas son las personas que podrían contarse entre quienes han tenido una infancia exenta de sin sabores y limitaciones, ya que todas las personas durante la infancia, en mayor o menor grado, de una u otra forma, hemos tenido experiencias agradables y desagradables, necesidades insatisfechas o asuntos inconclusos que si no los enfrentamos y resolvemos, nos acompañarán a lo largo de toda la vida, la mayoría de las veces afectando nuestra autoestima y por tanto las relaciones con los demás.

A estas experiencias dolorosas se les ha llamado heridas y la mayoría de las veces son resultado de experiencias vividas con los padres o con los adultos significativos.

Herida de rechazo:

 El adulto que tiene esta herida vivió experiencias de rechazo en su niñez y tendrá la tendencia a rechazarse a sí mismo y a los demás, también rechazará experiencias placenteras y de éxito por el profundo sentimiento de vacío interno y por tener la creencia errónea de ser” poco merecedor.” Culpa a los demás de ser rechazado y sin ser consciente de ello, es él quien se aisla creando así su círculo vicioso.

Su principal conducta es la de huidizo. Tiende a huir de las situaciones desagradables. No es muy partidario a socializar y tiende a abandonar lo que inicia. No se apega a las cosas ni a las personas. Considera sus relaciones y su dinero útiles aunque no le generan placer.

No sirvo para nada, lo que digo no le importa a nadie, no sé para que participo, no tengo capacidad para hacer esto, soy malo para esto, nadie me escucha… Éstos son los tipos de pensamientos que tiene y la forma de expresarse ante una dificultad.

Requiere trabajar las situaciones que le generan pánico, sus miedos internos y sus temores.
Afecta a la persona en el nivel del SER.

Herida de abandono:

La soledad se convierte en el peor miedo de quien vivió abandono en la infancia. Y su herida se convierte en su paradoja: “Quien vivió abandono tenderá a abandonar proyectos y parejas, hasta que haga consciente su carencia y se haga responsable de su vida y su soledad. Y piensa: Te abandono yo, antes de ser abandonado por ti”.

Su principal conducta es la de dependiente. Su mayor temor es la soledad y no soporta estar a solas consigo mismo; al final acaba estando solo. Es retraído, no le gusta el contacto con los demás. Genera un verdadero drama ante una mínima situación sin importancia. Solicita y busca el apoyo de los demás ante los conflictos.

No estoy dispuesto a soportarlo más, nadie me apoya en esto, nadie me ayuda, prefiero estar solo, tú verás lo que haces, si abandonas no vuelvas…, son sus modos de comunicarse ante un problema.

Requiere trabajar sus temores más intensos, su miedo a la soledad y su rechazo al contacto físico.
Afecta al TENER y al HACER.

Herida de humillación:

 Los adultos que tuvieron experiencias de todo tipo de abusos, incluyendo el sexual, o experimentaron humillaciones, comparaciones o que fueron ridiculizados, avergonzados por su aspecto físico, por sus actitudes y/o comportamientos durante su niñez, suelen llevar esa carga a cuestas y la mayoría de las veces son seres inseguros, tímidos e indecisos que en lo más profundo de su ser se sienten culpables y no creen tener derechos elementales, e incluso pueden dudar de su derecho a existir.

La conducta principal es de dependiente. Es orgulloso, rígido y masoquista, generando cierto placer en el sufrir. Necesita estar atado a otras personas y cargar con los problemas de los demás.

No lo merezco, no soy digno, soy muy poca cosa para esto, no tiene importancia… son algunos modelos que usa habitualmente para expresarse.


Requiere trabajar la dependencia, la libertad y el desapego. Es lo que más desea y a la vez lo que más teme.

Herida de traición:

 El adulto con herida de traición será un desconfiado empedernido, ya que no se permite confiar en nada ni nadie. Su mayor miedo es la mentira y buscará de manera inconsciente involucrarse en situaciones en las que irremediablemente será traicionado. Cumpliéndose la profecía que él mismo decretó: “No confíes en nadie, todo mundo traiciona”. La mayoría de quienes experimentan celotipia tuvieron vivencias de traición en su niñez.

La principal conducta es la de controlador. Le gusta tener el control sobre los demás para así evitar ser traicionado. Su carácter es fuerte para justificar su capacidad de control y le gusta manejar grupos. Los mayores miedos del controlador son el disociarse de sí mismo y separarse o perder a su pareja.

Suele confirmar sus principales temores provocando que se produzcan.

Permíteme terminar, aún no he acabado de hablar, ¿me entiendes, verdad?, ten confianza en mí, déjame que lo haga solo, yo lo sé hacer bien, justamente es lo que quiero, exactamente es lo que tienes que hacer, tienes lo que te mereces, es la forma común de comunicación del controlador.

Requiere trabajar su paciencia, su tolerancia y vivir el momento presente. Aprender a estar sólo y a delegar responsabilidades de manera efectiva y confiada son sus principales retos.

Herida de injusticia:

 Experimentar la inequidad es el peor enojo de quien tiene herida de injusticia, y es posible identificar a quienes la han vivido en su niñez al observar las reacciones desproporcionadas y neuróticas ante alguna situación injusta. Todas las personas en algún momento hemos vivido o presenciado situaciones injustas, sin embargo a quienes tienen la herida les es imposible lidiar con ello y sus reacciones tienden a la autodestrucción. Una de las características más importantes es su gran temor a equivocarse y su tendencia a buscar la perfección, lo cual les trae mucha frustración y su gran reto para sanar es buscar la flexibilidad y la humildad.

Su principal conducta es la rigidez. Intentan ser muy importantes y proyectar fuerza y poder. Fanáticos del orden y de conducta perfeccionista, solo confían en sí mismos y les cuesta tomar acción. Le gusta dar órdenes y dirigir.

Justamente eso es lo que quiero, exactamente es lo que debes hacer, creo que es justo, estás de acuerdo conmigo… es la manera de comunicar más común.

Requiere trabajar su desconfianza y su rigidez mental. Generar flexibilidad y confianza hacia los demás es su mayor reto.

Desafortunadamente, cuando nos negamos la oportunidad de trabajar en la sanación de estas heridas, estaremos repitiendo patrones conductuales enfermos que a nosotros nos dañaron en nuestra niñez y de forma inconsciente se perpetuará el círculo vicioso del cual hemos huido, dañando ahora a nuestros hijos. Las heridas se muestran en nuestra comunicación llena de chantajes, manipulación y control, afectando así la calidad de nuestra relación con ellos.

Lise Burbeau – Las cinco heridas que impiden ser uno mismo

http://evolucionconsciente.org/las-5-heridas-de-la-infancia/#