viernes, 27 de febrero de 2015



PARA REFLEXIONAR


Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo y entonces después de tener otro. Entonces nos sentimos frustrados porque los hijos no son lo suficientemente grandes y que seremos más felices cuando lo sean. Después de eso nos frustramos porque son adolescentes (difíciles de tratar). Ciertamente seremos más felices cuando salgan de esta etapa. Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando a nuestro esposo (a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche o una mejor casa, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando estemos retirados.”

La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora. Si no es ahora, ¿cuándo? Tu vida estará siempre llena de retos. Es mejor admitirlo y decidir ser felices de todas formas. Una de mis frases: “Por largo tiempo me parecía que la vida estaba a punto de comenzar. La vida de verdad. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda que pagar. Sólo entonces la vida comenzaría. Hasta que me di cuenta que esos obstáculos eran mi vida”. Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay un camino a la felicidad.


La felicidad es el camino; así que atesora cada momento que tienes y atesóralo más cuando lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo y recuerda que el tiempo no espera por nadie... así que deja de esperar hasta que bajes cinco kilos, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que éste para ser feliz... la felicidad es un trayecto, no un destino.





Playa de Cofete






LA NATURALEZA NOS HABLA...sólo hay que saber escuchar....


La Zanahoria se parece a los ojos. La pupila, el iris y las líneas de alrededor se ven con la misma disposición. Alimentarnos con zanahorias, fortalece y sana la visión.




Los tallos del Apio, se presentan como el radio y el cúbito humano y son una fuente de calcio indispensable para nuestros huesos.



Las Nueces semejan al cerebro, y son la mejor fuente de Omega 3, Omega 6 y Omega 9, tan necesarios para el buen funcionamiento del mismo.



Los Higos se parecen a los órganos sexuales, tanto masculinos, como femeninos, (vagina y testículos), y ayudan a la fertilidad. Contienen Vitamina B6, la cual es la responsable de la serotonina, la hormona de la felicidad. Como se puede ver, todo está muy relacionado.




Los Cítricos en general, se parecen a las glándulas mamarias. Ayudan para una buena lactancia y proveen de calcio, indispensable para el bebé.




Las Fresas, en su corte transversal, se asemejan a los dientes. Y las fresas no sólo los blanquean al frotarlas contra ellos, sino que mantienen una dentadura fuerte y sana, que junto con el rojo, indica su parte homóloga para la salud de las encías.



La Papaya tiene el poder de limpiar el colon, y se puede observar la semejanza en un corte transversal de la fruta, hasta en sus vellosidades.



Observando el Plátano, uno reconoce inmediatamente el alto grado de ERGONOMIA en la fruta. Es maravilloso ver cómo casa perfectamente en la mano humana cuando está semi cerrada para tomar la fruta, tal como se muestra en la imagen, así: el plátano tiene por un lado 3 líneas abultadas que casan con las 3 líneas convexas en el dedo índice, y tiene dos líneas abultadas al otro lado que casan con las dos que se forman con el resto de la mano hasta el pulgar. Los bananos son la fruta que más POTASIO tiene, y se sabe que el Potasio es necesario para tener buenas articulaciones, evitando que se solidifiquen y degeneren... y ¿qué parte de nuestro cuerpo tiene la mayor cantidad de articulaciones? ... LA MANO.



http://saikuhayotravidaposible.blogspot.com.ar/2013/10/la-naturaleza-nos-hablasolo-hay-que.html

jueves, 26 de febrero de 2015



"¿Cómo vas a ser feliz con alguien que te trata como a una persona normal?"

- Oscar Wilde -






¿POR QUÉ TENGO ANSIEDAD?

¿Por qué de repente empezamos a sentir  malestar y preocupación? ¿Por qué de pronto sentimos que nuestro corazón late a toda velocidad? Empezamos a sudar o comienza esa desagradable sensación de mareo. Si alguna vez has tenido ansiedad, sabrás perfectamente a lo que me refiero.

La ansiedad es una respuesta a una situación que anticipamos como peligrosa, es decir, a un peligro que no está presente pero en el futuro suponemos que lo estará. Por ejemplo: “Encontrarnos rodeados de serpientes venenosas nos produce miedo, sin embargo, pensar que podríamos encontrarnos en esa situación nos produce ansiedad.”

El problema se agrava cuando esas sensaciones limitan nuestro día a día, no salimos de casa por miedo a marearnos, rechazamos invitaciones porque no queremos que nadie note lo que nos pasa y comenzamos a tenerle miedo a muchos acontecimientos.

Poco a poco se va perdiendo la ilusión, sentimos que no disfrutamos con nada, nuestra mente está continuamente enfrascada en pensamientos, que la mayoría de las veces son catastróficos o repetitivos y sentimos que ya no somos los mismos de antes de tener ansiedad.

Pero, a pesar de todo, la ansiedad no es una enfermedad, sino un síntoma de que algo no está bien en nuestra vida, probablemente a nivel emocional o personal (con los demás, o con uno mismo). Sería algo así como cuando tienes tos, la tos es un síntoma, no es una enfermedad en sí misma y hay que averiguar que la ha producido para que no se convierta en algo más grave. Para hacerle frente, primero intentamos calmarla y luego tratamos lo que la causó. Las dos cosas son necesarias, con la ansiedad pasa lo mismo, primero tratamos de reducirla y luego hay que descubrir que hay debajo de ella.

Todas las reacciones que provoca la ansiedad nos asustan mucho, pero si tratamos de controlarlas, desencadenamos más miedo y nuestros síntomas se amplifican, el control lleva al descontrol.

Por el contrario, si somos capaces de entender nuestro malestar, se genera una sensación de tranquilidad. Un buen ejercicio es preguntarse:

¿Cómo empiezo a sentir ansiedad?
¿Qué imágenes o pensamientos pasan por mi cabeza?
¿Cómo sé que eso me provoca ansiedad?
¿Qué me digo internamente?
¿Son reales esos miedos?
¿Qué es lo que realmente tendría que cambiar en mi vida para dejar de tener ansiedad?

Hay que aprender a sentir las sensaciones para luego manejarlas, para eso necesitamos prepararnos antes con ejercicios de relajación y respiración, si no practicamos cuando estamos serenos, de nada nos servirá utilizar esas técnicas en pleno ataque de ansiedad.




miércoles, 25 de febrero de 2015




Simplemente, espectacular. Merece la pena verlo y escucharlo. Imágenes de Gregory Colbert, de su espectáculo "Ashes and Snow" y música de Jai Jagdeesh.


http://youtu.be/Fqw0qbmWAjU










"El tiempo no es oro,
el oro no vale nada.
El tiempo es VIDA".

- José Luis Sampedro -