viernes, 27 de febrero de 2015



Playa de Cofete






LA NATURALEZA NOS HABLA...sólo hay que saber escuchar....


La Zanahoria se parece a los ojos. La pupila, el iris y las líneas de alrededor se ven con la misma disposición. Alimentarnos con zanahorias, fortalece y sana la visión.




Los tallos del Apio, se presentan como el radio y el cúbito humano y son una fuente de calcio indispensable para nuestros huesos.



Las Nueces semejan al cerebro, y son la mejor fuente de Omega 3, Omega 6 y Omega 9, tan necesarios para el buen funcionamiento del mismo.



Los Higos se parecen a los órganos sexuales, tanto masculinos, como femeninos, (vagina y testículos), y ayudan a la fertilidad. Contienen Vitamina B6, la cual es la responsable de la serotonina, la hormona de la felicidad. Como se puede ver, todo está muy relacionado.




Los Cítricos en general, se parecen a las glándulas mamarias. Ayudan para una buena lactancia y proveen de calcio, indispensable para el bebé.




Las Fresas, en su corte transversal, se asemejan a los dientes. Y las fresas no sólo los blanquean al frotarlas contra ellos, sino que mantienen una dentadura fuerte y sana, que junto con el rojo, indica su parte homóloga para la salud de las encías.



La Papaya tiene el poder de limpiar el colon, y se puede observar la semejanza en un corte transversal de la fruta, hasta en sus vellosidades.



Observando el Plátano, uno reconoce inmediatamente el alto grado de ERGONOMIA en la fruta. Es maravilloso ver cómo casa perfectamente en la mano humana cuando está semi cerrada para tomar la fruta, tal como se muestra en la imagen, así: el plátano tiene por un lado 3 líneas abultadas que casan con las 3 líneas convexas en el dedo índice, y tiene dos líneas abultadas al otro lado que casan con las dos que se forman con el resto de la mano hasta el pulgar. Los bananos son la fruta que más POTASIO tiene, y se sabe que el Potasio es necesario para tener buenas articulaciones, evitando que se solidifiquen y degeneren... y ¿qué parte de nuestro cuerpo tiene la mayor cantidad de articulaciones? ... LA MANO.



http://saikuhayotravidaposible.blogspot.com.ar/2013/10/la-naturaleza-nos-hablasolo-hay-que.html

jueves, 26 de febrero de 2015



"¿Cómo vas a ser feliz con alguien que te trata como a una persona normal?"

- Oscar Wilde -






¿POR QUÉ TENGO ANSIEDAD?

¿Por qué de repente empezamos a sentir  malestar y preocupación? ¿Por qué de pronto sentimos que nuestro corazón late a toda velocidad? Empezamos a sudar o comienza esa desagradable sensación de mareo. Si alguna vez has tenido ansiedad, sabrás perfectamente a lo que me refiero.

La ansiedad es una respuesta a una situación que anticipamos como peligrosa, es decir, a un peligro que no está presente pero en el futuro suponemos que lo estará. Por ejemplo: “Encontrarnos rodeados de serpientes venenosas nos produce miedo, sin embargo, pensar que podríamos encontrarnos en esa situación nos produce ansiedad.”

El problema se agrava cuando esas sensaciones limitan nuestro día a día, no salimos de casa por miedo a marearnos, rechazamos invitaciones porque no queremos que nadie note lo que nos pasa y comenzamos a tenerle miedo a muchos acontecimientos.

Poco a poco se va perdiendo la ilusión, sentimos que no disfrutamos con nada, nuestra mente está continuamente enfrascada en pensamientos, que la mayoría de las veces son catastróficos o repetitivos y sentimos que ya no somos los mismos de antes de tener ansiedad.

Pero, a pesar de todo, la ansiedad no es una enfermedad, sino un síntoma de que algo no está bien en nuestra vida, probablemente a nivel emocional o personal (con los demás, o con uno mismo). Sería algo así como cuando tienes tos, la tos es un síntoma, no es una enfermedad en sí misma y hay que averiguar que la ha producido para que no se convierta en algo más grave. Para hacerle frente, primero intentamos calmarla y luego tratamos lo que la causó. Las dos cosas son necesarias, con la ansiedad pasa lo mismo, primero tratamos de reducirla y luego hay que descubrir que hay debajo de ella.

Todas las reacciones que provoca la ansiedad nos asustan mucho, pero si tratamos de controlarlas, desencadenamos más miedo y nuestros síntomas se amplifican, el control lleva al descontrol.

Por el contrario, si somos capaces de entender nuestro malestar, se genera una sensación de tranquilidad. Un buen ejercicio es preguntarse:

¿Cómo empiezo a sentir ansiedad?
¿Qué imágenes o pensamientos pasan por mi cabeza?
¿Cómo sé que eso me provoca ansiedad?
¿Qué me digo internamente?
¿Son reales esos miedos?
¿Qué es lo que realmente tendría que cambiar en mi vida para dejar de tener ansiedad?

Hay que aprender a sentir las sensaciones para luego manejarlas, para eso necesitamos prepararnos antes con ejercicios de relajación y respiración, si no practicamos cuando estamos serenos, de nada nos servirá utilizar esas técnicas en pleno ataque de ansiedad.




miércoles, 25 de febrero de 2015




Simplemente, espectacular. Merece la pena verlo y escucharlo. Imágenes de Gregory Colbert, de su espectáculo "Ashes and Snow" y música de Jai Jagdeesh.


http://youtu.be/Fqw0qbmWAjU










"El tiempo no es oro,
el oro no vale nada.
El tiempo es VIDA".

- José Luis Sampedro -






CRÓNICAS DE LA TIERRA SIN MAL


“No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.

No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos dolores. Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.

Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría, la mía o la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu prudencia nos llame a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las limitaciones propias de nuestra condición humana.

No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma...

Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su presencia.

Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna llena: "¡Sí!".

No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes. Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea necesario para alimentar a tus hijos.

No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuirás.

No me interesa saber ni dónde ni cómo ni con quién estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo demás se derrumba.

Quiero saber si puedes estar solo contigo y si en verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío".


Oriah Mountain Dreamer