SI CREES QUE ES DURO PONER UN FINAL, PRUEBA
A NO HACERLO
A veces nos
resistimos a escribir un final a aquello que, literalmente, “nos amarga la
vida”. Muchas de estas conductas, relaciones o patrones de pensamiento
responden a una necesidad: la de evitar un malestar inmediato. Evitamos la
confrontación con la realidad refugiándonos en el dolor, que resulta
terapéutico por ser habitual.
Lo que
ocurre es que esta evitación puntual del dolor, sin ver más allá, a veces nos
conduce a un desastre vital. Prolongamos relaciones con personas que nos
humillan a un bajo precio o estamos presos de hábitos que no pueden acercarnos
a conseguir lo que queremos a largo plazo. A veces tenemos que cambiar nosotros
mismos y otras simplemente poner un final. En otras ocasiones, ambas cosas.
Poner un final
Tenemos que
ser conscientes de cuáles son los aspectos de nuestra vida que ya no nos están
favoreciendo ni compensando, que lo único que hacen es que coleccionemos malos
ratos. Para decidir si hemos alcanzado un punto de no retorno en una relación
los siguientes puntos de reflexión van a ser muy útiles:
1. ¿Cuál es la
frecuencia en la que una persona te hace sentir mal y te hace sentir bien?
Estar inmersa en un sinfín de justificaciones y disculpas de la otra parte no
es una buena señal.
2. ¿Qué tipo de
hábitos te están sumergiendo en una rutina que no es idónea para alcanzar lo
que deseas a corto plazo ni hacerle frente a tu mal estar actual?
3. ¿Qué
patrones de pensamiento te sumergen en el neuroticismo? Pensar en lo que no
tiene solución, llevar un problema personal a tu trabajo, pensar continuamente
en lo que deberías de hacer, etc.
4. Dedicar
tiempo que ya solo es sufrimiento a cosas y personas que no lo merecen,
descuidando personas que sí valen tu pena a veces y tu alegría casi siempre.
El precio de
no poner un final es alto: destruir tu autoestima. A veces es inevitable que
nos hagan daño y que nos decepcionen. Eso no alcanza a tu control, pero cómo
reacciones frente a ese daño y al agresor marcará la diferencia. Si continuas
dando oportunidades o justificando conductas que ya no la tienen estarás
minando tu autoestima. Asumes que has perdido el control, no solo de lo que te
hacen sino de lo que tú te haces a ti misma una y otra vez.
Es duro poner un final, pero imagina no
hacerlo
Pueden ser
hábitos o relaciones tóxicas de muchos años, que has dejado que te consuman,
que continuamente boicoteen tu bienestar emocional y tus sueños. Puedes seguir
dentro de esa dinámica por verte incapaz de vivir de una forma que no implique
ese malestar eterno.
Ha llegado
la hora de ser sanamente egoísta. Corta por lo sano con lo que te hace daño y
renueva el escenario de tu vida…no permitas seguir boicoteando tu dignidad. El
precio de no poner final es que algún día lo tendrás que hacer de manera aún
más traumática, con muchos más daños y habiendo perdido más tiempo.
Si no
ponemos final a aquello que está desgastando continuamente, nuestra paz
interior jamás encontrará cobijo en horas o días de nuestra vida. Ponle final a
aquello que tuvo que haber terminado casi poco después de que empezara. Si
pruebas a no hacerlo, se augura un desgaste emocional irreversible que ni tú ni
nadie que valga la pena se merece.
“-¿Tú conoces algo que
dure siempre?
—He cambiado mucho.
— ¿Tanto?
—Del todo.
Nunca he tenido el
corazón tan rojo.
Es bueno que las vidas
tengan varios círculos. Pero la mía, mi vida, solo ha dado la vuelta una vez y
no del todo. Falta lo más importante.
He escrito tantas veces
su nombre dentro. Y aquí, ahora mismo, no puedo cerrar nada. Estoy solo.
Voy a quedarme aquí
todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más
grande, y eso que las he tenido de muchas clases. Sí. Podría unir mi vida
uniendo casualidades. La primera y la más importante fue la peor… “
-Los amantes del
Círculo Polar-
Tu vida se merece un comienzo cada vez que
sea necesario
Es
importante darnos a nosotros mismos las licencias suficientes para poder
comenzar de nuevo sin temor ni culpa. En la vida todo se transforma y cambia y
es la manera en la que sabemos detectar estos cambios lo que marca la
diferencia entre las personas que se renuevan continuamente y las que terminan
viviendo eternamente en sus dramas pasados.
Puedes tener
muchas historias en tu camino, sin embargo permanecer en una más tiempo del
necesario entorpece la sana decisión de transitar por senderos distintos.
Empeñarte en repetir una y otra vez las mismas situaciones que te causan
malestar no es solo masoquismo, es dar poder sobre ti a alguien o a algo que
nunca debió tenerlo.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/si-crees-que-es-duro-poner-un-final-prueba-a-no-hacerlo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario