La costa de Cofete, impresionante
Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
lunes, 12 de enero de 2015
sábado, 10 de enero de 2015
LA META ES LLEGAR A SER TÚ MISMO
Hay momentos en la vida en que sabemos que queremos cambiar,
a algún lado, hacer algo importante… Pero no sabemos cómo. Pues traigo buenas
noticias: traemos para ti las treinta cosas que debes dejar de hacerte a ti
mismo para poder lograr esas grandes cosas para las que estás destinado. No es
una lista de cosas por hacer, son cosas que todos debemos dejar de hacer.
Necesitamos dejar espacio a las nuevas y mejores cosas de la vida.
1. Deja de pasar tiempo con las personas equivocadas.
La vida es muy corta
como para gastarla junto a personas que succionan tu energía y felicidad. Si
alguien te quiere en su vida, harán espacio para ti, no deberías pelear por un
lugar. Nunca jamás insistas con alguien que te pasa por alto. Recuerda que los
verdaderos amigos no son necesariamente aquellos que se quedan contigo en los
buenos tiempos, sino los que permanecen en las peores situaciones.
2. Deja de huir de tus problemas.
¡Enfréntalos! No será
fácil, nadie es capaz de salir ileso de todos los problemas. No siempre se
puede salir instantáneamente de un problema cuando se presenta, no estamos
hechos para eso. De hecho, lo normal es que sintamos tristeza, enojo, dolor,
incertidumbre, derrota. Este s el propósito de la vida: enfrentar los
problemas, aprender de ellos, adaptarse y, finalmente, resolverlos con el paso
del tiempo. Es lo que nos convierte y moldea a lo largo de la vida.
3. Deja de mentirte.
Puedes mentirle a
cualquiera en el mundo, pero no puedes mentirte a ti mismo. Nuestra vida
mejorará sólo cuando aprovechemos las oportunidades y la primera y más difícil
es ser realmente honestos con nosotros mismos.
4. No dejes tus propias necesidades para lo último.
La cosa más terrible
es perderse a sí mismo mientras amas a alguien más, olvidándose de lo especial
que es uno mismo. Esto no significa que dejes de ayudar a otros, sino que debes
ayudarte a ti mismo también. Si existe un momento para seguir tu pasión y hacer
algo que te importa, ¡Ese momento es justo ahora!
5. Deja de intentar ser alguien que no eres.
Uno de los grandes
retos de la vida es ser uno mismo en un mundo que quiere que todos sean
iguales. Siempre habrá alguien más listo, más guapo, más joven o más viejo,
pero NUNCA serán TÚ. Jamás cambies para agradar a las personas; sé tú mismo y
las personas correctas te amarán por ello.
6. Deja de aferrarte al pasado.
No puedes comenzar un
nuevo capítulo en la vida si sigues leyendo y releyendo el anterior.
7. Deja de tenerle miedo a los errores.
Hacer algo y
equivocarse es, al menos, diez veces más productivo que no hacer nada. Cada
éxito trae una historia de fracasos detrás y cada error es un paso más cerca de
la victoria. Uno termina arrepintiéndose de las cosas que no hizo más que de
las cosas que hizo.
8. Deja de culparte por errores pasados.
Quizá amamos a la
persona equivocada y lloramos por errores cometidos, pero no importa cuántas
cosas hemos hecho mal, algo es seguro: los errores nos ayudan a encontrar a la
persona y a las cosas correctas para nosotros. Todos cometemos errores, tenemos
problemas e incluso nos arrepentimos de cosas de nuestro pasado. Pero tú no
eres tus errores, no eres tus problemas y estás aquí y AHORA con el poder de
moldear tus días y tu futuro. Cada cosa que te ha pasado en la vida te está preparando
para algo que aún está por venir.
9. Deja de intentar comprar la felicidad.
Muchas de las cosas
que deseamos son caras. Pero la verdad es que las cosas que en verdad nos
satisfacen son totalmente gratis: el amor, las carcajadas y trabajar en
nuestras pasiones. :-)
10. Deja de buscar la felicidad exclusivamente en otros.
Si no eres feliz con
quien eres por dentro, no serás feliz en una relación de largo plazo con
cualquier otra persona. Primero tienes que crear estabilidad en tu propia vida,
antes de que puedas compartir la vida con alguien más.
11. Deja de ser pasivo.
No pienses demasiado
las cosas o crearás un problema que ni siquiera estaba ahí en primer lugar.
Evalúa las situaciones y toma acciones decisivas. No puedes cambiar cuando te
rehúsas a confrontar las cosas, el progreso implica riesgo, ¡Punto! No puedes
llegar a segunda base si tienes un pie en la primera.
12 . Deja de creer que no estás listo.
Nadie se siente 100%
preparado cuando una oportunidad se presenta. Es porque las oportunidades en la
vida nos empujan fuera de nuestras zonas de confort, lo que significa que nunca
nos sentiremos completamente cómodos en un principio.
13. Deja de envolverte en relaciones por las razones
equivocadas.
Las relaciones deben
ser escogidas sabiamente. “Mejor sola que mal acompañada”, decía mi abuelita.
No hay necesidad de apresurarse, si algo debe ser lo será a su debido tiempo,
con la persona adecuada y el momento debido. Enamórate cuando estés listo, no
cuando te sientas solo.
14. Deja de evitar nuevas relaciones sólo porque las pasadas
no funcionaron.
En tu vida te darás
cuenta de que hay un propósito para cada persona que conozcas. Algunas personas
te pondrán a prueba, otras te enseñarán grandes lecciones, pero lo más
importante es que algunas sacarán lo mejor de ti.
15. Deja de competir contra todos.
No te preocupes si a otros
les va mejor que a ti, concéntrate en romper tus propios récords cada día. El
éxito es una batalla entre tú y tú mismo, sólo eso.
16. Deja de lado los celos.
Los celos son el arte
de contar las bendiciones ajenas en vez de las propias. Pregúntate esto: “¿Qué
es lo que tengo yo que todos los demás quieren?”
17. Deja de
quejarte y de sentir pena de ti mismo.
La vida tiene sus altibajos por una razón:
para moldear tu camino en la dirección correcta para ti. Puede que no veas o
entiendas todo en el momento en que sucede, eso puede ser muy duro. Pero
recuerda los momentos difíciles que ya has pasado: Casi siempre nos llevan a
mejores lugares, personas, estados mentales o situaciones, eventualmente. ¡Así
que sonríe! Deja que todos sepan que hoy eres mucho más fuerte que ayer, y así
continuarás.
18. Deja de guardar resentimiento.
No vivas tu vida con
odio en el corazón. Terminarás lastimándote a ti mismo más de lo que las
personas que odias podrían. El perdón no es sólo decir: “Está bien lo que me
hiciste”, es poder decir: “No voy a dejar que lo que me hiciste arruine mi
felicidad para siempre”. El perdón es la respuesta, déjalo ir, encuentra la
paz, ¡Libérate! Y recuerda, el perdón no es sólo para las demás personas,
también es para ti mismo. Si debes, perdónate a ti mismo, supéralo e intenta
hacerlo mejor la siguiente ocasión.
19. Deja de
permitir que otros te bajen a su nivel.
Niégate rotundamente a rebajar tus estándares
para adaptarte a quienes se niegan a elevar los suyos.
20. Deja de
desperdiciar el tiempo explicando tus razones a los demás.
Tus amigos no lo necesitan y tus enemigos ni
siquiera lo creerán. Sólo haz lo que tu corazón te dice que es correcto.
21. Deja de
hacer las mismas cosas una y otra vez sin tomarte un descanso.
El tiempo perfecto para tomarte una pausa es
justo cuando no tienes tiempo para ello. Si continúas haciendo lo mismo,
seguirás obteniendo los mismos resultados. Hay veces que necesitamos un
descanso para ver las cosas más claramente.
22. Deja de
pasar por alto la belleza de los pequeños momentos.
Disfruta de las cosas pequeñas porque un día
mirarás atrás y descubrirás que eran, en realidad, las cosas más grandes. La
mejor parte de tu vida serán las cosas pequeñas, momentos innumerables que
invertiste sonriendo a quien te interesa de verdad.
23. Deja de
intentar que las cosas sean perfectas.
El mundo real no recompensa a los
perfeccionistas, recompensa a las personas que hacen las cosas en tiempo y
forma.
24. Deja de
seguir el camino más fácil.
La vida no es fácil, especialmente cuando
planeas realizarte en algo que vale la pena. No tomes la alternativa más fácil
siempre, haz cosas extraordinarias.
25. Deja de
actuar como si todo estuviera bien cuando no lo está.
Está bien quebrarse de vez en cuando, no
tienes que pretender ser fuerte, no hay necesidad de probarle a nadie que todo
está perfectamente todo el tiempo. No debería preocuparte lo que los demás
piensan. Llora si lo necesitas, es saludable dejar fluir esas lágrimas. Cuanto
más pronto lo hagas, más pronto serás capaz de sonreír de nuevo, sonreír de
verdad.
26. Deja de
culpar a los demás de tus problemas.
La capacidad de alcanzar tus sueños depende de
tu capacidad de hacerte responsable de tu vida. Cuando culpas a los demás de lo
que te pasa, estás rechazando esta responsabilidad: Le das poder a otros sobre
una parte de tu vida.
27. Deja de
hacerlo todo por todos.
Eso es imposible, y solamente terminarás
exhausto. Pero hacer sonreír a una persona, a esa persona especial sí puede
cambiar el mundo. Quizá no el mundo entero, pero sí una parte de él: enfocarse
es el secreto.
28. Deja de
preocuparte demasiado.
Preocuparse no le quita problemas al día de
mañana, le quita felicidad al día de hoy. Una manera de saber si vale la pena
preocuparse es plantearse la siguiente pregunta: “¿Importará esto dentro de un
año? ¿Tres años? ¿Dentro de cinco años?” Si la respuesta es negativa, entonces
no vale la pena darle más vueltas al asunto.
29. Deja de
enfocarte en lo que no quieres que suceda.
Mejor, enfócate en lo que sí quieres que pase.
Pensar positivo es el preámbulo al éxito rotundo. Si despiertas cada mañana con
el pensamiento de que algo maravilloso sucederá ese día y pones suficiente
atención, descubrirás que estabas en lo correcto.
30. Deja de
ser ingrato.
No importa lo bien o lo mal que te ha ido,
levántate de la cama agradecido por tener vida. Hay quienes, en algún lugar,
luchan por ella desesperadamente. En lugar de pensar en lo que te hace falta,
intenta pensar en lo que tienes y que a muchos les hace falta.
31. En lo
personal, me doy cuenta de que soy culpable de muchos de estos errores.
Definitivamente una lista muy útil y que podría cambiar muchas vidas. ¡A
ponerla en marcha!
viernes, 9 de enero de 2015
-"Te amo" - dijo el principito...
-"Yo también te quiero" - dijo la rosa.
-"No es lo mismo" - respondió él... ..."Amar
es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas
nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es
saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos. Amar es
darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano,
hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el
amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir
el corazón y dejarse amar."
-"Ya entendí" - dijo la rosa.
-" No lo entiendas, vívelo" - agregó el
Principito.
"El principito"
jueves, 8 de enero de 2015
EL ANCIANO LEÑADOR
Un anciano leñador regresaba del bosque cargando un enorme y
pesado hato de leña sobre la cabeza. Era muy viejo y estaba cansado, no sólo
cansado a causa del trabajo de aquel día, sino cansado de la propia vida. La
existencia no significaba gran cosa para él, sólo un ciclo muy cansado que se
prolongaba de un día a otro: dirigirse al bosque de madrugada, pasarse la
jornada cortando leña, y luego cargar con ella al anochecer de regreso a la
aldea. No recordaba haber hecho nada más, sólo eso. Y así había sido toda su
vida. Estaba aburrido. La vida no tenía sentido para él; no significaba nada.
Además, precisamente ese día se sentía muy cansado y sudoroso. Sentía
dificultad para respirar al tener que cargar con la leña y consigo mismo. De
repente, como un acto simbólico, tiró la leña al suelo. Ese momento le llega a
todo el mundo en la vida, cuando uno quiere deshacerse de la carga. No se trata
de la carga de leña que lleva en la cabeza, sino de un acto simbólico, pues con
la leña también tira toda su vida. Cayó al suelo de rodillas, elevó la mirada
al cielo y dijo: "¡Oh, muerte! Le llegas a todo el mundo, pero a mí no.
¿Por cuántos sufrimientos más deberé pasar? ¿Cuántas cargas me quedan por
llevar? ¿Es que no es ya suficiente castigo? ¿En qué me he equivocado?".
No pudo dar crédito a sus ojos: ¡de repente apareció la muerte! El leñador no
se lo podía creer, y miró a su alrededor, anonadado. ¡Dijese lo que dijese, no
lo había dicho en serio! Nunca había oído nada igual, que la muerte apareciese
al llamarla. Y la muerte dijo: "¿Me has llamado?" El viejo olvidó
todos sus males, su cansancio y toda su vida de aburrida rutina. Se puso de pie
de un brinco y dijo: "Sí, sí. Te he llamado. Por favor, ¿podrías ayudarme
a cargar de nuevo el hato de leña sobre la cabeza? Como no había nadie más, te
llamé a ti".
Hay momentos en que uno se siente cansado de la vida. Son
momentos en los que se desearía morir. Pero morir es un arte que debe
aprenderse. Y estar cansado de vivir no significa que en lo más profundo de uno
haya desaparecido el anhelo de vivir. Puedes estar harto de un tipo de vida en
particular, pero no de la vida en sí misma. A todo el mundo le aburre un tipo
de vida en particular: la rutina, el cansancio, hacer lo mismo una y otra vez,
la repetición. Pero nadie está cansado de la vida en sí misma, y si llegase la
muerte harías lo mismo que el leñador. Así que no te rías de él porque se ha
comportado de manera perfectamente humana. Tú también has pensado en muchas
ocasiones acabar con toda esta tontería. ¿Para qué continuar? Pero si la muerte
apareciese de repente, no estarías preparado".
Osho / El Sendero Del Yoga
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